Capítulo 4
╔══════❀・°・❀══════╗
—¡Espera, espera! —La detengo antes de que salga por la ventana—. No vamos a ir y comprar un auto ahora. Primero, me tienes que dar tutorías; segundo, en poco tiempo serán las nueve de la noche, es muy tarde; tercero y no menos importante, ¡esto de comprar autos se hace con tiempo! ¡Es una locura! Hay trámites y soy menor de edad en este estado, bueno, ¡en todo el país! ¿Estás loca?
—Claro que no, conozco un lugar donde los trámites se hacen en minutos. —Chasquea los dedos—. No te preocupes, soy mayor de edad hace dos meses, el auto estará a mi nombre.
—Pero mis padres me reclamarán de por qué no les pedí un auto.
—No se enojarán.
—Nunca me he escapado de casa.
—Hay primeras veces para todo.
—¿Pero y si...?
—Pero nada. Ven, hay que bajar por este árbol. —Sale por la ventana y poco a poco va bajando hasta llegar por completo al suelo.
Me acerco lentamente al borde. Mamá y papá me matarán por hacer esto. Casi nunca los he visto enojados, pero cuando lo hacían trataba de evitarlos, no me gusta cuando están de esa forma.
¿Por qué simplemente no les pido a mis padres un auto? Es decir, muchas personas quisieran que sus progenitores les compraran uno.
No, yo no soy de ese montón de personas. Skyler tiene razón al decir que no tengo un poco de independencia. Mis padres hacen casi todo por mí. Desde que tengo memoria, puedo decir que nunca he tomado una decisión propia. ¡No escogí el color de mi habitación cuando estaba en Boston!
Siempre he pensando que los hijos deben de contribuir siquiera en algo mínimo en el hogar. Papá y mamá no dejan que mis hermanos y yo hagamos una mínima tarea, en lugar de ser sus hijos parecíamos los dueños de la casa y ellos los sirvientes. Claro que nosotros no nos quedamos de brazos cruzados y dejamos que ellos hagan todo. Me siento muy mal cuando veo a mi padre o a mi madre hacer algo con mucho esfuerzo para algún beneficio mío mientras yo debo estar sentada en el sofá o encerrada en mi habitación siendo la personificación del sedentarismo, les quiero ayudar aunque sea un poco.
¿Comprar un auto a costa suya les ayudaría? No, pero les demostraría que si puedo obtenerlo podrían dejarme hacer algo mínimo como servirme mi propia cena.
Además, quiero sentir esa sensación de libertad cuando manejas, ir a donde se me plazca mientras siento el viento azotar mi cabello y música a alto volumen. ¿Cuántos lugares en la ciudad podría visitar? Muchos.
Omito todas las reglas de tránsito que tendré que aprender, eso me arruina el lindo pensamiento.
Agarro la parte superior de la ventana y me siento en la inferior. Paso mis piernas y con mi pie derecho hago un intento de alcanzar la rama del árbol frente a mí.
Cuando encuentro una posición en la que no haya tantas posibilidades de caerme, me impulso. Sujeto otra rama encima mío y camino hasta el tronco del árbol sintiéndome como la más hábil funambulista del país. Al estar en el centro del árbol, trato de alcanzar la rama inferior que se encuentra a no más de tres metros del suelo. Sin esperarlo, piso mal y resbalo; pero no sé cómo en esta situación logro hacer un aéreo frontal y caigo medio sentada.
¡Oh diablos! Estoy muy sorprendida por lo que hice. Tantos años intentando que mis aéreos tanto lateral como frontal lograran salir perfectos, para que ahora (donde no es ninguna competencia) me saliera impecable.
En la acera frente a casa, veo a Skyler llegar corriendo hasta donde estoy.
—Cada minuto me sorprendes más. —Cruza los brazos.
—A los cuatro años mis padres me inscribieron en un taller de gimnasia artística con mi hermana. —Me paro—. Duramos once años ahí, después me uní al equipo de las porristas de mi anterior preparatoria, así que no estuve tan alejada de las acrobacias.
—Wow, tranquila, no te pedí que me contaras tu vida.
Ruedo los ojos.
—¿Por qué me estás ayudando a conseguir un auto si me tratas así?
—¿No soportas una pequeña broma? —Las comisuras de sus labios se alzan—. Quiero ayudar de corazón. —Pone una mano en su pecho y su sonrisa se vuelve burlona—. Ahora, me llevarás a todos los lugares que quiera con ese auto.
Resoplo y adopto su posición.
—No voy a hacer eso.
—Es una broma.
Eso no fue gracioso.
Comenzamos a caminar y para no tener un momento de silencio, empiezo a hablar.
—Dijiste que te llevara a donde quieras, ¿no tienes coche?
—Lo tengo, pero mi papá me lo quito por tantas llamadas que le da el director informándole sobre mis desastres en la escuela. No tengo la esperanza de que me lo devuelva antes de mi graduación, así que pensaba en comprar un auto sin que lo sepa, pero apareciste. —Se encoge de hombros.
—Wow, tranquila, no pedí que me contaras tu vida —repito lo que me dijo anteriormente.
—Buena jugada.
Los edificios son tan altos aquí, miras la punta de uno de ellos y te caes de espalda. A esta hora de la noche todos los faroles del lugar están encendidos, es tanta la cantidad de luces a mi alrededor que podrían dejarme ciega.
Nos detenemos frente a un gran local, pero sin ningún vidrio por la que se puedan ver modelos de autos. A simple vista parece sólo una casa.
—Skyler, ¿estás segura que este es el lugar?
—Claro que sí, unos conocidos me la recomendaron y ya vine una vez.
Frunzo el ceño aún con la duda carcomiendo mi cerebro.
Skyler abre la puerta como si nada y entra, yo la sigo.
Un chico de rizos completamente alborotados se planta frente a nosotras.
—Ey, ¿sabes dónde está Earle? —pregunta Skyler. Se nota en su expresión que no conoce de ningún lugar a este tipo.
—No. ¿Te ayudo en algo?
—Es una tienda de autos. ¿Qué crees que quiero?
—Podrías estar pidiendo indicaciones u otra cosa.
—Nos estamos desviando del tema. —Ella se introduce más al lugar y la sigo—. Pensaba que Earl me atendería, quiero un auto.
—Lo repito, no está; pero estoy aquí para atender. ¿Quieres algo en particular?
Suspira rendida.
—No, lo único que importa es que pueda movilizarme.
Nos muestra muchos automóviles pero o no creo tener más de quince mil dólares o no me gustan.
—Ummm, te recomiendo este auto. —Señala uno de color azul—. Un Nissan Versa 2014. Te lo puedo vender a un poco más de doce mil dólares.
Y nos explica sobre lo que contiene. El auto está más que bien, tengo el dinero y el color me gusta.
—Skyler, —la llamo—, está bien, me gusta.
—Muy bien —sonríe el chico.
La rubia habla un poco más con él, hacen algo de papeleo, firma cosas y saca su tarjeta de crédito. ¿Así son las compras de autos? No tengo la menor idea.
Skyler se acerca con unas llaves, las tomo.
—Todo tuyo.
—Muchas gracias —sonrío—. En serio estoy muy agradecida. Ahora debo pagarte todo, ¿verdad? Podemos ir a mi casa y darte cada centavo.
—¿Luego regresar a mi casa con todo ese dinero y que me asalten? No gracias. Me lo das por partes.
—Está bien. —Observo las llaves en mis manos, tocarlas se siente tan bien—. ¿Me haces un favor?
Suspira desganada.
—¿Qué quieres?
—Primero, no sé conducir; segundo, mis padres me reclamarían si ven el auto; tercero, no tengo licencia de conducir; así que, ¿llevas el auto a tu casa?
—Me lo iba a llevar de todas formas, lo pagué con mi dinero y aún no me lo devuelves. —Levanto una ceja—. Es una broma... en parte.
—Como sea. Llévame a casa que hay escuela y tendrás que recogerme para ir ahí, tengo que cenar y mis padres deben estar pensando que alguien me secuestró.
—¿Crees que memoricé el camino a la casa de tus padres?
—Oh Dios...
Ríe un poco.
—Tranquila, sé que está pasando la preparatoria.
—¡Deja de bromear!
¿Cómo entro a casa sin que mis padres se den cuenta que salí?
La única forma es la ventana de mi habitación, el mismo lugar por donde salí.
Ahora el árbol por donde baje, se ve difícil subirlo.
Trepo la primera rama (gracias a todos los dioses), luego la segunda, tercera, hasta la última. Camino lentamente y alcanzo mi ventana que dejé abierta. Ya adentro, cierro mi ventana.
—¿A dónde fuiste?
Me sobresalto pegando un grito lo suficientemente alto para que mis padres (donde quiera que estén en casa) lo escuchen.
—¿Cómo supiste...?
—Hace unas horas escuché un ruido afuera. Fui a mi balcón y te encontré bajando del árbol. Me encantó el aéreo que hiciste, ¡pero pudiste haberte roto una pierna! ¡¿Estás loca?! —Bajo la cabeza avergonzada—. Mamá y papá preguntaron por ti en la cena, dije que estabas tan cansada por las tutorías que te quedaste dormida, me debes una. Tu cena está en la isla de la cocina, caliéntala y luego a la cama. Come con tranquilidad, todos están dormidos.
»Por último, no vuelvas a hacer una tontería como bajar por el árbol, para la próxima pídeme ayuda y sal por la puerta como una persona normal.
Después sale de mi habitación. No esperaba que ella me cubriera la espalda. A eso se le llaman hermanas.
Me cambio de ropa por la pijama para estar más cómoda, además, ese árbol no estaba tan limpio que digamos.
Bajo las escalera y todas las luces están apagadas, sólo enciendo la de la cocina. Ahí se encuentra mi cena, la ubico dentro del microondas y después de encenderla espero.
Un tintineo.
Estoy muy segura que el sonido no lo provoca el microondas.
Luego de que la comida este lista, me quedo en silencio. El tintineo sigue presente.
Aparece el sonido de la puerta principal abrirse.
¿Un ladrón? ¿Un sicario? ¿Un violador? ¿Un preso que escapó de la cárcel, forzó mi cerradura y se esconderá aquí?
Empujo un poco la puerta de la cocina, lo suficiente para poder ver quién acaba de entrar.
La luz de la luna se filtra por las ventanas, la acompaña las luces de los faroles. La persona se acerca a la luz más fuerte y puedo ver el rostro de... ¿mi hermano?
Pensé que Ethan estaba en su habitación durmiendo.
Me alejo a paso lento y apago la luz para que no note mi presencia.
Atosigaré a mi hermano con preguntas mañana.
No encontré a mi hermano ni a papá, sólo a mi madre y desayunamos juntas, ni siquiera estaba Fallon, ella se fue a la escuela mucho más temprano.
—Pensé que no vendrías. —Me pongo el cinturón de seguridad.
—Claro que no —responde Skyler encendiendo el auto, mi auto—. Acabas de pagarme por completo. Te dejaré en la escuela y luego me quedaré en casa.
Me devuelve las dos cajas medianas en las que tenía todo mi dinero ahorrado estos últimos años. No tengo nada y a llegado el momento de conseguir un trabajo.
╚══════❀・°・❀══════╝
En multimedia el auto de Summer (o bueno, uno parecido)
Aquí un capítulo de regalo, mañana regreso a la escuela y no creo tener tiempo par estar publicando más seguido :(. Subiré capítulos cada sábado <3
Si notan algún error ortográfico, gramatical, u otros, me lo pueden decir n.n. No le di una revisión porque estoy atenta a los Teen Choice (esperando por mi solceito Louis :3), así que es muy probable que haya errores.
Espero les guste.
(11/08/19) Mañana es mi cumpleaños, YAY
ℒüḉ¥ ϟ℘αґкℓε
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro