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Capítulo 29

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Skyler se encontraba golpeteando con su pie el techo del auto mientras se mantenía recostada en los asientos traseros. Nos abrió la puerta al vernos salir del local, pero yo sentí que quería dejarnos fuera y escapar de nosotros para dejarnos varados.

Ella es capaz de hacerlo.

Pero, no lo hizo.

Cuando nos encontramos todos en nuestros puestos como en un principio, Jayden arranca la minivan hacia otro lugar desconocido. Ambos, él y Max, nos explican cómo hablaron con un conocido del bar, que, casualmente, conoce al señor a quien tenemos que darle la entrega.

Les dijo que cada noche andaba por las montañas cerca de un lago para... ciertas actividades que ambos chicos no quieren decirnos, bueno, creo que no ante mi presencia. ¿Pero qué más habría que ocultar? Considero que ya tengo entendimiento de sus peores secretos (aunque unos cuantos con algunos huecos que pienso rellenar).

De todas formas, sabré todo eso cuando lleguemos a cierto lugar, así que no debo preocuparme por no saber la respuesta a esta incógnita.

Max avisa que el viaje durará una media hora aproximadamente, más tiempo estando sentada hará que me harte de los lugares cómodos y solo quiera estar parada. Dormir para matar el tiempo no es una opción, acabo de despertar como hace cuarenta minutos y las ganas de cerrar los ojos no llegan hacia mí.

—Que aburrido —murmuro.

—¿Sí, no? —Mi misión no era que Max escuchara, pero que buen oído tiene—. ¿Jugamos algo?

—No jugaré a sus estupideces. —Creo que es obvio de dónde proviene esa oración.

—Vamos, Skyblue, será divertido.

—Tú mantén tus ojos en la carretera si no quieres que te golpee antes de estrellarnos por tu culpa.

—Que amargada —murmura Max.

—Para ti también es la advertencia —replica la rubia.

—Juguemos "veo veo" —Max clava sus ojos en mí, como esperando mi aprobación.

—No es buena idea si estamos en pleno movimiento —contesto y miro el exterior—. Además, solo veo árboles.

—Solo será con cosas de aquí dentro.

—Mmm, eso no está mal.

—¡Genial!

—Comienzo yo. —Jayden, a pesar de que tiene que observar algo en específico para ir describiéndolo poco a poco, no despega la vista del camino—. Veo veo con mi pequeño ojo, algo que empieza con la letra... S.

Max y yo buscamos entre todo el lugar algo que comience con esa consonante. Ryan se mantiene fuera del juego solo observándonos y Skyler, aunque lo niegue, sé que está buscándolo porque mueve sus pupilas de aquí y allá.

—¿Es un saco? —inquiero señalando el que tiene puesto Ryan.

—No.

—¿Es un suéter? —pregunta Max dirigiendo la mirada hacia su ropa.

—No.

¿Qué podría ser?

—¿Qué ves? —pregunto. Sí, no encuentro muchas cosas dentro del auto que empiecen por esa letra, así que me rindo.

—Algo.

—¿De qué color?

—Amarillo.

¿Algo que comience por "S" y sea amarillo? No se me ocurre mucho en realidad.

—Skyler...

Mi mirada se fija en Ryan, todos lo hacen excepto Jayden.

—¿Qué dijiste? —inquiero hacia él.

—Mmm, eh... —Suspira—. Skyler podría ser lo que dijo Jayden, es decir, no estoy seguro, p-pero su nombre empieza por "S" y su cabello es rubio, como amarillo... no creo que esté en lo correcto.

—¡Correcto! —Vemos la sonrisa de Jayden a través del retrovisor—. Bien hecho Ryan, —Suelta una risita—. lo adivinaste.

—¿Acabas de ponerme como objeto para tus juegos?

—Tú lo dijiste, Skyblue, no yo —responde. Hasta aquí siento el crujir de los dientes de la chica.

»Es tu turno, Ryan, puedes a empezar a jugar, tú nos indicas.

—No se me ocurre nada...

—Tú puedes. —Lo anima Max—. Tómate todo el tiempo que quieras. Claro que no sobrepase los treinta minutos de camino hacia el lago en medio de la nada.

Él mira por todos lados. Mala idea, si seguimos su mirada será más fácil identificar el objeto que eligió.

—Ya lo tengo.

—Es momento de decirlo. —Jayden nos observa por el espejo retrovisor—. Calculo unos diez minutos para llegar.

Él asiente, parece medir sus palabras para darnos indicaciones.

—Veo veo con mi... —Suspira desviando la mirada hacia la ventana. Noto cierto color en sus mejillas, sí, a mí también me daría vergüenza decir esas palabras, todos aquí somos lo suficientemente grandes como para jugar a este tipo de cosas, ¿pero qué importa ya? Estamos aburridos—. Veo veo con mi pequeño ojo, algo que empieza con la letra... "S".

—¿Otra vez? —inquiere Jayden, Ryan limita a encogerse de hombros.

—Saco —repito mi respuesta anterior, Max hace lo mismo, pero obtenemos una respuesta negativa.

—¿Skyler? —Ryan vuelve a negar.

Necesito más pistas.

—¿Qué ves? —pregunto.

—Algo.

—¿De qué color?

—Muchos.

¿Muchos colores y que empiece por la letra "S"? Nada viene a mi cabeza.

—¿Qué cosa?

—Algo

—¿Algo qué?

—Algo... —Parece dudar unos segundos cuando nuestras miradas conectan, las gafas de sol se deslizan unos centímetros por su nariz, dejándome a la vista sus ojos color avellana—. maravilloso.

—¡Oh, oh! ¡Yo sé! —Max alza la mano como si pidiera permiso para que le demos la palabra, Ryan desvía su mirada hacia él y asiente—. Semáforo.

Ryan niega.

Escucho a Max quejarse con Ryan por negarse a aceptar que su objeto coincide con las pistas que nos dio, yo, por otro lado, noto cómo Jayden poco a poco desciende la velocidad y se desvía de la carretera hacia una ruta de tierra fuera de esta. El auto se desplaza con algo de dificultad hasta llegar a un pequeño aparcamiento cerca de un lago.

—Lamentablemente nunca sabremos lo que observó Ryan porque ya llegamos. —Jayden apaga el auto y sale de este.

—Yo gané esta ronda, espero que lo admitas, Ryan. —Max prosigue a salir de nuestras vistas.

Finalmente, todos salimos del vehículo. Es una linda vista cuando el sol ya cayó y la luna se luce ahí en lo alto, reflejándose en el agua limpia del lago. Un par de casas se encuentran al otro lado y parecen estar habitadas por sus luces encendidas.

Una fría brisa recorre nuestros cuerpos, maldición, espero haber empacado una chaqueta.

—¿Qué hacemos aquí? —Cruzo mis brazos para darme calor, mal día para usar una camiseta manga corta.

—Hay un evento cerca. —Max señala a lo lejos, detrás de unos metros de árboles—. Allá en las luces.

—Puedo verlas, ¿qué hay?

—Ve a averiguarlo.

—¿Por qué no solo me lo dices, Max?

—Es divertido verte frustrada. ¿No, Ryan? —El mencionado, que se encontraba intercambiando palabras con Jayden y Skyler a unos metros, voltea hacia nosotros confundido—. ¿Lo ves? Dijo que sí.

—No escuchó tu pregunta.

—Ve por un abrigo. —Max, a lo lejos, le pide las llaves a Jayden y él realiza un lanzamiento casi perfecto hacia sus manos. Él me las entrega—. No queremos a un gatito con hipotermia.

Obedezco y corro hacia el maletero. Tomo mi mochila y busco entre todo mi desorden algo que me produzca calor, y, para mi gran mala suerte, no empaqué ningún abrigo especial para invierno, solo encuentro un par de suéteres manga larga, pero para este frío, y el que aún faltan días por sentir, no será suficiente. Así que decido ponerme esos dos suéteres.

Sigo sintiendo la brisa chocar contra mi piel, pero al menos es leve ese sentimiento.

Vuelvo con los demás que me esperan en el principio de un camino de tierra, que, cuando caminamos por allí, nos dirige detrás de la maleza. Encontrándonos con un ambiente que yo ya he tenido la fortuna de conocer.

Mi mente me manda imágenes del día donde me escabullí al maletero del auto de Ryan y terminé en cierto lugar peculiar, lleno de alcohol, mujeres con poca ropa, coletas de cigarrillos por el suelo y hombres sobre autos en una pista de carreras.

Sí, estamos de nuevo nada más y nada menos que en una carrera clandestina.

—¿Quieres seguir? —inquiere Ryan hacia mí.

Me abrazo, más por el frío que protección. ¿Para qué miento? Ambas partes están iguales. Pero el lugar me causa curiosidad, así que segundos después de pensar si dirigirme al auto a esperar o quedarme, le afirmo con la cabeza. Así que caminamos a la par a la zona más iluminada del lugar, viendo cómo el trío que nos acompaña realiza preguntas tanto a hombres como mujeres sobre el señor que vinimos a buscar.

—¿Participarán? —inquiero frotando mis brazos.

Él niega.

—Solo si es necesario.

—¿Alguno de ustedes corre?

—Sí.

—¿Quién?

Separa los labios para enunciar una respuesta, pero, vuelve a juntarlos con rapidez, como si dudara en decírmelo o no.

—¡Dane, te necesitamos! —Me sobresalto ante los gritos de Jayden, y me sorprende que ya no lo llame por su primer nombre.

Supongo que en este tipo de situaciones se prefiere llamarlo así, no estoy completamente segura.

—¿Qué sucede? —dice Ryan al acercarnos al pequeño círculo que forman los tres y un señor.

Él se mete en el papel de chico malo, parece hacerlo muy bien, pero hay ciertos gestos corporales que delatan que ese no es "su verdadero yo". Al principio de conocernos, pensaba que era así, intimidante y huraño, pero, al profundizar en los detalles que expresaba, me daba cuenta que no se sentía cómodo, era una simple máscara que lo ocultaba.

Noto sus puños apretados y los brazos tensos a los costados de su cuerpo, tiene un ligero —muy ligero— rastro de rubor en las mejillas, como si le diera vergüenza hablar con alguien desconocido para él, su pecho sube y baja más de lo normal y no pienso que sea por el frío; titubea un poco al hablar, pero apenas es perceptible.

¿Cómo no pude haber notado todo esto antes? Incluso cuando nos vimos por primera vez estaban presentes algunos gestos, ni siquiera los había notado por estar metida en mis propios asuntos (en sí, la avería de mi auto).

Un señor se presenta en nuestro campo de vista. Parece superarnos la edad por veinte años, robusto, con rastro de calvicie y desprende un olor de cigarrillo muy desagradable.

—Les daré la información que necesitas, pero con una condición. —El señor robusto señala detrás de él—. Participarán en la carrera que se realizará en unos momentos, no tenemos muchos competidores y los necesitamos para promocionar algunos negocios que...

—Aceptamos. —Skyler lo interrumpe y camina en dirección al barullo, alejándose de nosotros.

—¡¿Qué?! Skyler, espera. —Jayden la persigue y se funden en una acalorada conversación, más intensa de las que tienen a diario.

—¿Aceptamos? —inquiero hacia Ryan, ignorando la pelea del par a unos metros de nosotros—. ¿P-Participaremos? ¿Todos?

—N-No, tranquila —Suspira pasándose una mano por el cabello. Le dirige una mirada al señor que se ha quedado mudo después de que la rubia hablara—. ¿Cuántos máximo pueden participar?

—Solo dos.

—¿Puedes acompañarme a la minivan? —Asiento, sintiéndome perdida, ¿qué se supone que haremos?—. ¿Max?

El mencionado voltea hacia nosotros con una sonrisa.

—Tranquilo, yo vigilo a esos dos, parece que Skyler le saltará hacia la yugular en cualquier momento.

—Gracias —contesta.

Él prosigue a caminar por donde vinimos y lo sigo en silencio, parece que quiere aclarar muchas cosas en su mente ya que solo mantiene sus ojos al frente en el mismo punto.

¿Cómo nos metimos en esto? Encontramos el lago para encontrar a este señor para entregarle el paquete, ¿y ahora participaremos (algunos) en una carrera clandestina?

—¿Correrás? —inquiero al llegar a la minivan.

—Mmm, no —contesta al abrir con dificultad el maletero, me pasa una bolsa mediana—. ¿Puedes separar lo demás de las llaves y las tuercas?

Musito una afirmación. No sé por qué tienen herramientas dentro de una bolsa. ¿Es cosa de mecánicos llevar sus objetos a todos lados o es solo por ser precavidos ante cualquier situación?

—¿Tú corres?

—Lo he hecho un par de veces —responde. Pasea la linterna de su celular de un lado a otro del maletero, buscando entre toda la montonera de cosas. Debemos ordenar todo esto.

—¿Pero no es un hábito tuyo?

—No.

—¿Quiénes correrán? ¿Tú lo harás? —Niega con la cabeza, me extiende su celular y comprendo su gesto al instante. Ilumino todo el maletero para que él tenga acceso a ambas manos y se le haga más sencillo sacar las cosas más pesadas.

—Los demás.

—¿Pero quiénes?

Cuando separo destornilladores, aceite, y demás de lo pedido; ubico la bolsa sobre mi hombro, mientras con la otra ilumino el auto. Ryan se separa del vehículo, sosteniendo con extremo cuidado dos cascos de motocicleta.

—¿Dónde los consiguieron? —Apago la linterna del celular y lo mantengo conmigo.

—En Toronto. —Señala uno de los cascos—. ¿Puedes?

—Claro —Acomodo los objetos sobre mí y tomo con precaución uno de los cascos—. ¿Por qué tienen esto?

—Son para la carrera. —Caminamos a la par hacia donde se encuentra el sonido de la actual música de moda.

—Sí, pero ¿ya tenían previsto esto o...? —Mantiene su vista al frente, sabe lo que diré—: Los usaron antes, ¿verdad? ¿Estuvieron en otra carrera?

—Fue en Alaska...

—¿Q-Qué sucedió para que llegaran a ello?

—Lo mismo que aquí, —Aclara su garganta, la luz de la luna ilumina lo poco que las gafas dejan ver de sus ojos—. un intercambio de información por participar.

—¿Y quiénes...?

—Jayden —contesta antes de formular mi pregunta.

—¿Él corre?

—Lo hacía hace un año o dos, pero dejó de hacerlo porque tuvo un accidente. No quiero recordar mucho de ello.

—Perdón. —Agacho la mirada—. ¿Fue muy malo?

Dios, Summer, basta de preguntas, ¿acaso no veo que no desea hablar de esto?

—Costillas rotas, brazo y pierna enyesados, una fisura en la cabeza y... Lo siento, no puedo decirte más pero...

—No hay problema.

Claro que no lo hay, es su amigo y no tiene ningún derecho a divulgar información de su pasado. Lo empujo levemente para aliviar la poca tensión que se formó a causa de mis preguntas, pero debí haberlo pensado mejor, ya que sus pies se enredan haciendo que caiga en el césped que pertenece a los filos del camino de tierra.

Aprieto mis labios para evitar soltar una carcajada porque fue una situación graciosa, creo que no medí mi fuerza. Está bien, esto no es un "creo", no medí mi fuerza. O, al menos, lo que poco que tengo de ella.

—P-Per... —Me muerdo la lengua al sentir que quiero reír, una pequeña risa se me escapa—. P-Perdón Ryan, no quería...

Me quedo en silencio al ver que él también quiere dejar salir esas risas de su garganta. No aguanto más y dejo escapar un par de carcajadas qué él sigue con gusto. Me gusta su risa, es tan... armoniosa, es simplemente difícil describir ese sonido, pero suena tan... lindo. Olvidamos absolutamente todo mientras reímos, incluso que hay personas más allá que nos esperan. Pero, todo lo que sube, tiene que bajar, así que las risas van descendiendo poco a poco. Me acerco donde se encuentra postrado con una leve sonrisa.

—Ay, lo siento. —Quito unas cuántas lágrimas producto de las risas—. No pensé que ibas a caer.

—No, tranquila —Suspira—. Tengo malos reflejos de por sí.

Le extiendo una mano para ayudarlo a levantarse, de paso le entrego su celular. Ahí está de nuevo la pequeña corriente que siento en todo mi cuerpo cuando nos tocamos. Él recoge el casco que quedó desparramado en el suelo y luego nos dirigimos con los demás.

—¿Y quién más corre...? —Me veo interrumpida cuando veo a Max acercarse a nosotros.

—Skyler está loca.

—¿Qué?

Señala detrás de él,a una corta fila de autos alienados con dos conductores cada uno, como si estuvieran en una meta de partida. Pero eso es lo de menos, lo que me intriga son el par que conducirán cierto auto de color caoba.

—¿S-Skyler? —Ambos chicos que me acompañan hacen una mueca, frunzo el ceño hacia ellos—. ¿Skyler correrá?

Ambos asienten, Ryan un poco avergonzado de no habérmelo dicho antes, pero tampoco es un tema que le incumbía decirme.

Jayden la acompaña y parecen no parar discutir desde que llegamos.

—¡Jayden, idiota, ya aléjate, puedo sola!

—¡Ni lo pienses!

—¡Agh!

—¡No me gruñas jovencita!

Ryan los interrumpe acercándose a ellos con el par de cascos en sus manos. Ambos los toman e ignoran su presencia al empezar a discutir otra vez sobre temas que no comprendo en lo absoluto. El chico de ojos avellana regresa retorciéndose los dedos.

—¿Por qué ellos dos? —inquiero cuando él regresa junto a mí.

Encoge los hombros.

—Son los únicos que corren en esta clase de carreras.

—¿Desde cuándo Skyler...? —Dejo la pregunta al aire, me doy calor cruzando mis brazos—. Olvídalo, le preguntaré después.

»Pensé que Jayden no corría.

—Y no lo hará, por lo que veo, solo la está acompañando.

Max, que se encontraba junto al par que parecen niños peleando por un dulce, se acerca a nosotros con la cara contraída después de tratar de aligerar los aires entre los dos antes mencionados.

—Algo no me da buena espina —informa con una mano sobre su cabellera.

—¿Qué quieres decir? —Niega con la cabeza, me pide la bolsa sobre mis hombros, se lo entrego con gusto.

—No lo sé, solo algo... algo anda mal, pero no sé qué.

Siento una especie de corriente recorrer cada parte de mi cuerpo, pero esta es diferente a como sucede a veces cuando me encuentro con Ryan, en esta situación es más... desagradable. No, no me gusta.

Le hecho un vistazo a donde se encuentra Skyler, está apunto de subirse al auto. La carrera comenzará en unos instantes. Una chica rubia en ropas que dejan mucho a la imaginación da señales de eso al ubicarse al frente de los pocos vehículos.

Un sabor ácido se crea en mi boca, siento mi estómago revolverse al pensar en las cosas que podrían suceder de esto. Ya de por así ese auto donde están montados no se ve en buenas condiciones, ni siquiera sé en qué momento lo sacaron o si es prestado. Los discos de freno pueden estar oxidados o romperse a mitad del recorrido, tendría un trágico accidente; puede no controlar su velocidad y estrellarse; puede no voltear en el tiempo exacto y salir volando; otro auto podría golpearla; oh, rayos, son muchas cosas que podrían pasar.

Maldición, Skyler, ¿qué estás haciendo?

La chica con cuerpo de infarto, empieza a gritar que comenzará la carrera. Maldición, ¿no deberíamos detenerlos?

—Ey, ¿estás bien? —Me sobresalto al escuchar la voz de Ryan.

—Sí, solo... —Hago una mueca, aprieto mis brazos más contra mi pecho—. No creo que esto sea buena idea.

—Si te tranquiliza, —interfiere Max—, no es necesario que queden en el primer puesto, así que no aplicarán demasiada velocidad.

—Lo único importante aquí es que participen —añade el de gafas oscuras—, obtenemos la información como estaba en el trato y nos vamos.

»Puedo acompañarte al auto si no quieres estar aquí... C-Claro, solo si tu quieres.

—No, gracias. Creo que prefiero quedarme a que todo esté bien y ella —Trago saliva—. no salga lastimada, de alguna u otra manera.

—¿Quieres que nos... sentemos?

—Por favor.

Max se encarga de buscar rápidamente un lugar adecuado para ello antes de que el auto donde se encuentran nuestros amigos parta. Encontramos unos cajones de licor cerca nuestros y procedemos a tomar asiento, justo a tiempo cuando la chica se está preparando para hacer el conteo en descenso.

—Estás temblando, Summer. —Max mantiene una mano sobre mi hombro—. Tranquila, todo saldrá bien, les avisé antes de venir con ustedes que no rompieran el velocímetro, cualquier puesto es importante.

—Pero dijiste hace unos momentos que...

—Sí, sé lo que dije, y soy un estúpido, a veces me pasa.

—¿A veces? —interrumpe Ryan.

—Ja-ja, que gracioso eres. —El sarcasmo aflora de su garganta.

Agradezco que hayan hecho esa pequeña broma entre ellos, una pequeña risa sale de mí haciendo que por unos momentos mi cuerpo deje de estar tenso.

Y fue por unos momentos.

La despampanante chica en cortos shorts y camiseta (que no sé cómo aguanta estar así a finales de Noviembre, yo apenas puedo aguantar el frío con dos suéteres), desciende de forma numérica desde el número "5".

Y yo me siento morir.

Y ver cómo arrancó el auto color caoba no me tranquiliza para nada. Ese auto salió como un mismísimo rayo caído del cielo en una noche de tormenta eléctrica.

—Maldición. —Max se levanta de un salto de la caja—. ¡¿Qué parte de no romper el velocímetro no entendieron?! ¡¿No supieron el significado de velocímetro, acaso?!

Cubro mis ojos con las palmas de mis manos al observar cómo dieron una vuelta a una curva de infarto. ¡Por Dios, ¿cómo hacen eso?! No dudo de las habilidades de conducir de Skyler, es decir, ella es un conductora casi perfecta, lo he notado en lo poco que he visto de ella sobre el volante, ¡pero por supuesto no imaginé que perfeccionara sus técnicas en esto!

Veo solo un poco de la carrera a través de la pequeña abertura que creé con mis dedos. Oh, demonios, ahí viene otra curva. Siento que me mareo de ver muchas de estas, rayos. Solo me siento un poco aliviada, solo un poco, gracias a la mano que mantiene Ryan sobre mi espalda, deslizándola de arriba hacia abajo para tranquilizarme. Bueno, observar a mi mejor amiga junto al amigo de estos dos en una carrera que puede ocasionar accidentes letales no tiene nada que me tranquilice, pero agradezco mucho el gesto del chico.

Toda la carrera parece durar una eternidad, Dios, ¡que esto se termine de una buena vez!

No sé con exactitud las reglas que aplican en esta clase de carreras, en realidad, dudo que tengan reglamentos. No tengo la menor idea de cuántas vueltas tienen que dar en total, pero duran mucho, mucho, mucho.

Odio esto.

Cierro los ojos ignorando el ruido de los neumáticos de los autos colisionar contra la tierra y derrapando por las curvas. Mi mente solo se aleja de ese ambiente y me concentro en lo reconfortante que es tener a Ryan acariciando mi espalda de forma tan suave y delicada. Su mano deja un recorrido de chispas por el área de mi columna, ¿tiene poderes acaso o soy solo yo? Maldición, eso me hace sentir tan nerviosa, prefiero tener este extraño sentimiento antes que vomitar sobre la tierra por ver a mi amiga en un carrera peligrosa.

Y, aunque no lo crea, me tranquilizo por completo, y todo solo por... ¿una caricia en mi espalda? Bueno, Ethan a veces es de acariciarme el cabello y mimarme como también lo hace mi padre, y soy sincera, eso me tranquiliza y relaja. No esperaba que Ryan lograra ocasionar ese mismo efecto que con mi familia, y más en estas... situaciones de carreras ilegales.

No quiero ni pensar en eso.

—¡Ellos están locos! —Siento movimiento a mi lado izquierdo, destapo mi rostro y observo a Max dar saltos una y otra vez—. ¡Ganaron, lo hicieron! ¡Ni siquiera se los pedimos!

¿Qué?

Mi mirada se dirige a donde los autos, todos reducen su velocidad detrás del auto caoba que se encuentra estacionado en la línea de partida.

Es el auto de Skyler y Jayden.

—¡Ganaron! —exclama Ryan dando un salto.

¿Ganaron?

A lo lejos, Skyler se deshace de su casco al igual que Jayden, ambos caminan hacia nosotros acomodándose el cabello que quedó despeinado al sacarse la protección de la cabeza. Si esto estuviera en cámara lenta, sería una digna escena de película.

Suelto todo el aire que tenía retenido en mi pecho y me levanto de un salto a darles el encuentro como los demás.

La rubia mantiene su cara de indiferencia, ambos chicos la tienen. Es como si ganar una de estas carreras no fuera la gran cosa, nos miran como si estuviéramos exagerando nuestra felicidad. Pero la cosa es que aquí de los tres que nos quedamos a observarlos correr, yo no estoy feliz porque hayan ganado, estoy feliz porque no tienen ni un rasguño y no tendríamos que llevarlos a un hospital.

Salto a los brazos de la ojiverde y siento su cuerpo tensarse, sí, no somos de darnos abrazos, además, ella los odia, así que no es bonito que alguien inesperadamente te dé uno.

—¡Skyler, estás loca, maldición! Estuve preocupada.

—S-Sí. —Aclara su garganta—. Sí, como sea...

»Debemos hablar.

—Pensaba pedirte lo mismo...

—¡Jayden, si no te morías dentro de la carrera te mataba yo! —Ambas nos separamos al ver a Max tomar por el cuello a Jayden con su brazo—. ¡Eres un imbécil! ¿Qué parte de baja velocidad no entendiste?

—¡Ey! —exclama—. Yo no conducí, solo estaba para dirigir. —Ubica las manos donde Max lo sostiene—. ¡Ya suéltame!

—Oh, no te librarás tan fácil.

—Max —se interpone Ryan—, ya basta.

Sí, ahí está la diferencia entre ese trío de amigos y Skyler y yo.

Noto la tranquilidad en el ambiente, lo noto extraño, es decir, Jayden y Skyler ganaron, ¿pero dónde está el barullo de las demás personas que participaron?

Observo a los autos estacionados a una distancia considerable de nuestro grupo, tanto hombres como mujeres que asistieron a esta carrera disfrutan de la fiesta bailando, bebiendo y... consumiendo sustancias que no voy a especificar. Hago una mueca.

—¿Qué se supone que ganaron? —interrumpo las jugarretas que están intercambiando los tres chicos.

—Sí, ¿qué se supone que ganamos? —Jayden se suelta de los brazos de Max.

—Gané —resalta la chica a mi lado—, yo conduje.

—Yo te guié.

—Yo...

—Basta —interrumpe el chico de ojos avellana—, ¿dónde está el tipo que nos prometió información?

Y ahí es donde nos damos cuenta.

—Maldición. —Escucho a Jayden murmurar.

Oh, yo no estaba apunto de sufrir un paro cardíaco para nada. Los demás saben de esto perfectamente, Jayden y Skyler no arriesgaron su vida para no obtener absolutamente nada. Miramos hacia todas partes buscando a tal hombre misterioso para mí, recorremos todo el lugar de la carrera, escabulléndonos entre la gente bailando y bebiendo buscando algún rastro. Regresamos al mismo punto de partida de la búsqueda, hasta que vemos a algunas personas por la zona boscosa del lugar. Así que todos nos dirigimos a buscar por esa área, encontrándonos con cosas algo más perturbadoras.

Gente teniendo sexo en sí.

Sinceramente, nunca me había sentido tan incómoda (tal vez sí, pero en estos momentos no lo recuerdo). Ignoramos a las personas centrándonos solo en encontrar a este señor, hasta que lo logramos.

El hombre, con rastro de calvicie, se encuentro con muchos tragos de más. Se balancea de un lado a otro y lo vemos derrumbarse en el césped a vomitar todo lo que ingirió. Es asqueroso.

A Jayden no parece importarle en estos momentos todas las sustancias que bota por la boca, así que decide acercarse, con Max en su espalda, de forma amenazante al señor, que de todas formas no da alguna señal de poder defenderse.

El miedo que desprende el hombre es notable en su mirada, cómo tiembla y el sudor que empieza a acumularse en el inicio de su calvicie, pero debo admitirlo, disimula muy bien que no les tiene miedo ya que encorva su espalda y no aleja su mirada de los ojos color chocolate de Jayden.

—Queremos la información, ¿pensabas huir?

Suelta risas sarcásticas ignorándolo por completo.

—Vamos, no tenemos mucho tiempo.

—¡No te diré nada! —Y Jayden lo arremete contra un árbol, auch, hasta yo sentí dolor—. Solo son unos adolescentes ingenuos, ¿creyeron que les daría algo a cambio? ¡Jódanse, hijos de...!

Otro golpe.

—Podríamos estar así todo el día, no me pruebes. De todas formas, estás borracho, así que tenemos ventaja de sacarte toda la información que tengas.

—Jayden, —Ryan se ubica a su lado—. basta, podríamos...

—No, necesitamos, necesitan esa información, sino nunca podrán...

—¿Que idioteces dices, maricón? —Otro golpe contra su espalda, luego viene otro, otro y otro más.

Desvío la mirada al notar la cara contraída de dolor por parte del señor. Skyler ubica una mano sobre mi hombro y me va empujando hacia otro lugar para así no observar toda la violencia que utiliza Jayden, pero mi traslado hacia otro lugar no duró, ya que el tipo decide revelarnos de una vez todo lo que necesitamos.

—¡Nueva York, Nueva York! —grita—. ¡Está en la ciudad de Nueva York! ¡Ya suéltame maldito hijo de...!

Más golpes contra el árbol, Dios, pobre árbol.

—¡Estará en el desfile de Macy's con su familia! Dos niños pequeños y una mujer más joven que él por mucho. Podrán estar entre las calles sesenta y setenta del Central Park, no lo sé...

—¿Algo más específico?

—¿Más específico que eso? —Jayden entrecierra los ojos hacia él, mandándole una advertencia a través de su mirada—. Su esposa es muy ardiente, y los niños son rubios.

—¿Crees que eso es específico?

—Pues sí.

El chico decide empujarlo y dejarlo solo entre el mareo que debe tener, el hombre vuelve a retorcerse y vomitar.

Y todos nos alejamos de él.

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Multimedia: Mapa

Hola de nuevo n.n 
Es sorprendente que yo suba capítulo dos fines de semana seguidos XD, pero tuve algo de inspiración para este por eso vino rápido uwu

Perdón otra vez si este capítulo es algo largo, pero ya me estoy acostumbrando a hacerlo de entre 4000 o 5000 palabras, así que ustedes empiecen a acostumbrarse a leer mucho más por aquí.

Por cierto, ¡gracias a las dos o tres personas que me leen! Son poquitos, i know, pero no saben lo feliz que me ponen al pronunciarse a través de sus votos y comentarios <3

Creo poder hacer un punto de vista de Ryan :D ¿ustedes qué piensan? 
Nah, quieran o no, lo haré en algún momento xd. 

Aviso: Se vienen cosas más cutes entre un par. Ustedes ya saben de quiénes hablo, de ellos dos trata el libro XD.

Recuerden, si encuentran alguna falla en este cap. no duden en notificármelo, acabo de terminarlo y me muero de sueño, así que debe haber alguno xd.

(30/08/20)

ℒüḉ¥ ϟ℘αґкℓε

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