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Capítulo 22

『Es recomendable que escuchen la song en multimedia (Pumped up kicks) mientras leen, pero ya es decisión de ustedes xd. Recomendación: No sé si a ustedes les pasa, pero a mí sí. Para los que leen con el modo de lectura de "Paginación" y reproduzcan la canción, será mejor que lo cambien a "Desplazamiento", así la canción no se corta y se reproduce con fluidez』





≪❈¿No has escuchado lo que le ocurre a las mentes curiosas?❈≫

╔══════❀・°・❀══════╗

Son ruidos estrepitosos, como si alguien estuviera empujando a un persona una y otra ves contra los casilleros.

El de ojos avellana se posiciona detrás de mí, con algo de miedo, pero apuesto a que debe ser alguno de los chicos buscándonos.

Guardo la pequeña caja musical para que no se estropee y me levanto junto a Ryan, él lo hace lentamente manteniendo su mirada en la oscuridad de los pasillos, donde no llega la luz de las linternas.

Me acerco a donde escuchamos el ruido para así responder mis dudas. Pero solo al dar un ligero paso, los sonidos cambiaron de algo ligero a ensordecedor. Esos ruidos no fueron causados por un tipo de accidente, son intencionales, muy intencionales. No suena como alguna pelea entre estudiantes, es como si ahora estuvieran destruyendo los casilleros con tanto odio que no sé qué pensar, mi mente no maquina en estos momentos.

Ryan toma mi muñeca para alejarme, pero quiero saber qué es lo que hay. No permanezco en la misma posición mucho tiempo ya que el chico detrás de mí me arrastra para encontrar alguna salida cuando el sonido estrepitoso se acercó lo suficiente a nosotros como para escucharlo a la perfección. ¿Desde cuándo esto se convirtió en una escena sacada de alguna película de terror?

Esto no es una broma, no parece serla, ya que es de muy mal gusto. Las pisadas nos siguen y nosotros corremos de lo que sea que nos persiga. Sé que viene por nosotros, y será mejor correr antes de detenernos a investigar lo que es. Nuestra primera opción siempre será correr, y si no encontramos nada mejor, luchar.

Mi pecho arde por cada respiración que tomo mientras la velocidad se hace presente en cada paso que damos en el suelo. Ryan no conoce la escuela como yo, así que tomo su muñeca para guiarlo hacia alguna salida. La más cercana que conozco en este edificio es cerca de la escalera de incendios, pero gracias al miedo que se arremolina en mi pecho, la poca iluminación que tenemos, el laberinto de casilleros de por medio y el ruido que cada vez se hace más cercano a nosotros, hacen que mi mente se quede en blanco, demos algunas vueltas que no nos llevan a nada y nos perdamos.

Ryan está desesperado, lo noto en su pulso, su transpiración y sus temblores, pero no puedo hacer mucho por él si estoy igual.

Siento que me quedo sin aire poco a poco, me duele mi pecho y mis piernas fallarán en cualquier momento. Soy atlética, lo sé, pero, en esta clase de situaciones (que debo decir que nunca he estado en algo parecido), mi mente se separa de mi cuerpo y me hace más débil.

—¡No encuentro una salida! —exclamo con un poco de sudor recorriendo mi frente.

Ryan nota que estoy apunto de ir más allá de la desesperación, así que encuentra una puerta cercana —que es un cuarto de limpieza— y me arrastra allí.

Apagamos las linternas porque eso haría más obvio dónde nos encontramos. Tuvimos la "gran suerte" de que este cuarto tenga en la puerta una pequeña ventana empañada en el centro que hace que los de afuera vean levemente lo de adentro y viceversa.

Nos quedamos en la oscuridad y mi mente empieza a procesar poco a poco lo que nos está pasando: Alguien nos persigue, nos hará daño, no tenemos a nadie a quien podamos avisar y el poder salir de esta pesadilla depende de nosotros.

Podría sacar mi celular fácilmente y mandarle un mensaje a Skyler, pero no puedo... no puedo porque escuchamos las pisadas detrás de la puerta que nos protege. Ambos mantenemos la respiración, la persona podría escuchar cualquier movimiento que hagamos y sería nuestro fin. Nos calmamos al ya no oírlo cerca, pero nos quedamos en la misma posición por si pueda regresar.

Hasta que algo vibra.

Ryan saca su celular desesperado para callarlo, yo también ruego que lo haga, pero al notar que es un mensaje lo lee rápidamente. Me lo muestra segundos después.

De: 4-5-19-16-14

Para: Dane

Fue mejor correr, no había otra opción de todos modos, a menos que quisieran luchar, pero no les daría la oportunidad de si quiera intentarlo.

Casillero blanco, es el único en la fila frente al cuartito donde están.

La contraseña es obvia, gracias por jugar conmigo.

¿Jugar? ¿Jugaba con nosotros? ¿A qué, al gato y al ratón?

Suspiro y ubico mis manos en mi cabeza en señal de frustración, genial, esto fue algo muy pesado, no desearía ni que mi peor enemigo pasara la misma situación que nosotros.

—¿Estás bien? —inquiero unos segundos después. Él asiente con la vista fija en el mensaje mientras su pierna derecha se mueve sin parar, parece un tic—. Perdón.

Alza la vista hacia mí y, aunque lo único que nos alumbra sea la pantalla encendida de su teléfono, puedo notar su cara de confusión.

—¿Por qué?

—Si esto hubiera sido una situación real, hubiéramos muerto sin siquiera intentar escapar.

Niega con la cabeza.

—No, y-yo te metí en todo esto y además... —Suelta una risa seca—. No supe qué hacer.

»Yo debería pedirte perdón, no tú. Si no estuvieras metida en todo esto tal vez no...

Interrumpo sus palabras solo con levantarme.

—No digas eso, —Extiendo mi mano hacia él, aún puedo notar cierto rastro de terror en su rostro por todo lo anterior. Él la toma con algo de duda y, aplicando fuerza, lo ayudo a levantarse, quedándonos con las manos unidas—. estoy para ayudarte. Sí, tal vez nos llevamos el mayor susto de nuestras vidas, pero fue una broma pesada de un chico tonto que no volveremos a ver en nuestras vidas. O bueno, tú no lo harás. Es probable que esta persona estudie aquí, yo tendré que verlo cada día, crearé muchas teorías en mi cabeza sobre quién será, mi cerebro explotará y al fin y al cabo nunca me daré... —Suelta una pequeña risa ante toda mi palabrería, estaba hablando de más. Al menos uno de los dos está más calmando, eso me alivia.

Separo nuestras manos y una pequeña electricidad recorre mi cuerpo hasta detenerse en mi estómago, pero no le presto atención.

»Ahora, hay que dejar esta linda cajita —La meneo frente a su cara sacándole otra sonrisa—. en el casillero. Creo haber visto uno blanco por aquí.

Caminamos unos minutos, yo siendo su guía. Alumbramos todo lo que nos rodea y no sé qué es lo que pensarán los directivos de la escuela al ver todo este desastre. Hay uno que otro casillero demacrado, un par de cosas que se escaparon dentro de ellas y en el piso ¿hay barro? Eso es lo que parece. Creo que el chico entró con sus zapatilla sucias a la escuela, por supuesto que los conserjes de la escuela tendrán que limpiar todo el rastro que dejó. Ese chico es un maniático por ocasionar todo esto, mañana todos hablarán de esto.

Llegamos al final del pasillo unos segundos después. Nuestras miradas se encuentran antes de desviarlas hacia el casillero blanco que no parece haber sufrido ni un rasguño comparado con lo demás.

—¿Cómo abrimos esto? —inquiero tocando la caja metálica, tratando de encontrar alguna contraseña.

Ryan observa su celular buscando algo que nos ayude, pero parece no encontrar nada. Me extiende el aparato y repito sus acciones sin hallar nada.

—Creo que ya sé qué es. —Señala el destinatario de los mensajes, esos números extraños que no entendía por qué estaban ahí, hasta ahora.

Ryan mira la pantalla que le extiendo mientras pone la contraseña y, como esperábamos, la puerta de la taquilla se abre como si fuera magia misma encontrándonos con... absolutamente nada.

Vacío, está vacío. No hay nada, ni una pegatina, foto, ni una prenda o rasguño. Nada. Parece como si el casillero fuera nuevo o nadie quisiera haber estado aquí.

Observo a mi alrededor y reconozco este pasillo, la taquilla de mi hermana se encuentra a la vuelta y, además, he pasado un par de veces por aquí para dirigirme a la salida.

Ubico la cajita dentro y, cuando estoy apunto de cerrar la puerta, esta vez sí escucho a alguien empujando a una persona contra los casilleros.

Ryan y yo alumbramos desesperados el lugar por si tengamos que pasar lo mismo de hace unos minutos, pero soltamos al mismo tiempo un suspiro de alivio al ver a los chicos acorralando a una persona que aún no le veo la cara.

Bueno, al menos ahora no estamos solos.

—¡¿Qué haces aquí?! —grita Skyler en la cara de la persona.

—¡Nada!

Y yo reconozco esa voz, es la que me ha estado molestando desde que fui al territorio de Garfield.

—¡Deron, no jodas, contesta!

—¡No hacía nada, Skyler!

Ella gruñe y lo empuja más, Deron se resiste tomándole de las manos a la rubia para que no le haga más daño, pero parece no funcionar. ¿Quién lo diría? Skyler teniendo más fuerza que Deron, pero... ¿por qué le hace daño? ¿Qué hace Deron aquí? ¿Por qué la rubia está tan enojada?

Será mejor que los detengamos, están apunto de matarse. Observo a Jayden y Max admirando la fuerza de la chica y Ryan se encuentra estático analizando al chico acorralado.

—Voy a matarte aquí mismo si no dices lo que hacías —advierte.

—¡Bien, bien! ¡Suéltame! —Ella obedece a regañadientes, pero oh oh, mínimo descuido. Deron sale corriendo pero no llega ni a los cinco metros cuando la rubia lo atrapa—. ¡Me iban a entregar algo! ¿Feliz rubia? Ahora déjame.

Todos dirigen su vista a la caja entre mis manos al escuchar sus palabras, yo incluida. ¿Él es el de la entrega? ¿Él nos estaba dando una mala jugada? ¿Él nos mandaba los mensajes?

El de ojos avellana parece pensar lo mismo que yo ya que intercambiamos miradas. ¿Cómo podría ser Deron? Sus zapatos parecen estar completamente limpios, ¿dónde quedó el rastro de barro si hay mucho esparcido por los pasillos? Pero, ¿él fue quien mandó los mensajes? Si él está aquí es porque mandó el primero, ¿qué hay del último? Decía que busquemos el casillero, lo encontramos e íbamos a poner la caja allí; entonces si Deron nos ordenó eso ¿por qué habría de venir? Como Ryan dijo, lleva la capa rosada y antifaz verde, entonces sí es el chico a quien debemos entregar la caja.

Mis pensamientos son interrumpidos al llamado de Skyler, señalando que debo darle lo que tengo en manos.

Con las preguntas aún carcomiéndome la cabeza, me acerco hacia el de ojos verdes, pero Ryan se interpone en mi camino tomando de repente la cajita entre mis manos y yendo a entregársela al chico.

—Gracias —responde. El de ojos avellana asiente sin ningún tipo de duda, parece haber reconocido su voz del intercambio por teléfono que han tenido estos dos.

—No hay de que. —Deron también reconoce su voz.

El chico nos lanza una severa mirada a Skyler y a mí, como si tuviéramos que darle una explicación de por qué estamos metidas en esta entrega. Sale rápidamente de nuestras vistas, no sin antes guiñarme un ojo descaradamente. Suspiro frustrada ante esto y siento unos ojos sobre mí, ojos avellana más bien.

Lo atrapo viéndome y desvía la mirada hacia otro lugar. Ignoro esto y me acerco donde los demás. Skyler, tragándose el orgullo, dice que tuve la razón sobre el paradero del chico de la entrega, lo cual me sorprende, ¿Skyler tragándose el orgullo? Increíble.

Max y Jayden me informan que investigaron por los lugares que ellos mismos se asignaron, pero no encontraron absolutamente nada. Luego vagaron por la escuela buscando nuestro paradero e incluso nos mandaron mensajes, pero Ryan y yo no debimos habernos dado cuenta de ello por todo el embrollo que teníamos con la persecución. Los chicos buscaron por todos los lugares posibles hasta que observaron la puerta trasera del edificio abierta, entraron, encontraron a Deron en el camino y aquí estamos.

Caminamos hacia la puerta por donde entramos en un principio, no comentamos sobre el incidente que tuvimos y ellos no parecen darse cuenta de todo el desastre a nuestro alrededor. Al llegar a la puerta trasera, la hallamos cerrada, tratamos de abrirla pero no hay ningún resultado.

Esto me recuerda a la primera broma que nos hicieron los de la preparatoria Garfield, que ocultaron bombas apestosas y nos encerraron en la cafetería. Tapo mi nariz por instinto y Skyler parece saber qué es lo que estoy pensando, la rubia se acerca a empujar la puerta para salir de una vez por todas antes de que algo malo se presente frente a nosotros.

Pero eso parece traer más problemas.

—¡¿Quién anda allí?! —Reconozco la voz de ese profesor, y más voces se acercan a la puerta para investigar. Los identifico, algunos me imparten clases.

—Mierda —susurra la rubia.

Jayden hace una señal con sus manos sobre todo el lugar y empieza a gesticular con sus labios, indicando que debemos esparcirnos antes de que entren y nos atrapen a todos como pavos en víspera de Navidad.

Todos corremos a diferentes lados, con la oscuridad de por medio. Es obvio que no podemos prender las luces porque eso sería una señal de que estamos aquí.

No miro atrás por si alguno de los chicos me sigue, solo corro tratando de hacer mis pasos más ligeros para así no ocasionar ruido. El único lugar que se me ocurre ir es al que estuve hace unos minutos: El cuarto de limpieza. Sé que no es el más cercano a mí, pero mi mente me ordena que vaya.

Abro rápidamente la puerta y entro. Me quedo callada rogando a todos los dioses que los demás hayan encontrado un buen lugar para esconderse, siquiera a los baños del primer piso.

Oigo el sonido de una puerta abrirse, supongo que fue por donde nos oyeron los profesores. Agudizo mis oídos para poder entender todo lo que pasa allá afuera. Están las pisadas de los directivos, una voz de un profesor diciendo que deben separarse para buscarnos y el sonido del interruptor de las luces.

Los chicos no pueden ser descubiertos, no pueden hacerlo, notarán que no son alumnos, descubrirán qué son en realidad y estarán en problemas; además, sé que el director llama una y otra vez a Skyler porque se mete en problemas, aunque ella me lo niegue; si encuentran todo el desastre aquí y la vean, dirán que ella fue la causante y tendrá muchos problemas por su historial. La única que queda libre soy yo, no he tenido problemas a lo largo del año escolar, así que supongo que la sanción no puede ser tan mala.

Es mejor a que encuentren a uno que a todos, aunque suene feo.

Ocasiono ruido arrojando todos los productos de limpieza que encuentro, los pasos se dirigen a mí rápidamente. Abren la puerta y la luz de los pasillos da de lleno en mi cara.

—¿Señorita White? —El profesor de... no recuerdo la materia que me da, está conmocionado. No soy de dar problemas así que comprendo el porqué de su asombro. Salgo del pequeño cuarto con la cabeza gacha—. ¿Usted ocasionó todo este desastre?

Mi silencio es su respuesta. Niega con la cabeza claramente decepcionado y me guía hacia la salida con la mirada de todos los profesores y estudiantes. Esto será noticia mañana, a menos que me suspendan algunos días.

Notifican a mi hermana mayor sobre "el problema que causé" y Fallon llega de inmediato hacia donde nos encontramos, da una rápida mirada a los pasillos de la escuela para verme con las manos en la boca ocultando su asombro. Ella llama a mis padres para que vengan por nosotras rápidamente a pesar de que tenga un auto y pueda llevarme ahora.

Papá y mamá vienen caminando (corriendo, mejor dicho), lo sé porque Fallon me lo dice. Vendrán y conducirán el auto de mi hermana para llevarnos a casa, no se hagan problemas si llegan con su coche y luego no sepamos qué hacer con dos vehículos en la escuela.

—¡¿En qué pensaba al entrar al edificio y arruinar los pasillos?! —exclama una profesora que no conozco de nada—. ¡Esto tendrá grandes consecuencias, señorita!

Claro que podríamos hablar de esto en un lugar más privado, como en el primer edificio donde se halla la oficina del director, pero no, teníamos que estar parados en medio de la escuela con todos los estudiantes posibles observando toda la escena cuchicheando, murmurando, susurrando. Me siento muy incómoda, solo espero que los chicos no hayan sido encontrados, si no el sacrificio que hice habrá sido en vano.

Quedamos en la misma posición mientras la misma profesora me sigue reprendiendo, hasta que los profesores avisan a todos los alumnos a nuestro alrededor que pueden seguir festejando Halloween y de las actividades que han preparado. Me guían hasta la oficina del director y me ordenan que me siente afuera hasta que lleguen mis padres por mí, Fallon me acompaña en todo este tiempo pero no quiero decir nada y ella parece no querer iniciar una conversación conmigo.

Minutos después mis progenitores llegan alterados hacia a mí. Me miran con notable preocupación, como si me hubieran hecho algo, pero, en realidad, Fallon no les contó lo que "hice" y solo les dijo que llegaran rápido porque hubo un problema conmigo.

La profesora, que estuvo encargada de regañarme, les informa que el director los espera en su oficina; mis padres miran a la secretaria y ella les afirma lo dicho anteriormente.

Parece que se quedan una eternidad allí dentro pero, para mi suerte (o desgracia), salen sin ninguna expresión en sus rostros, supongo que analizando todo lo que él les dijo. Si tuviera una hija como yo, que no es de causar problemas, también estaría como ellos.

Nos hacen una seña a Fallon y a mí para que los sigamos. Como vine en el auto de Ryan, me quedo atrás de mi familia siguiéndola hacia donde sea que esté estacionado el coche de mi hermana que, prestando un poco de atención, está cerca de donde estacionó el de ojos avellana. Busco por todos lados su auto y no lo encuentro por ningún lado, eso significa que se fueron y el miedo que tenía por si los descubrían disminuye hasta desaparecer.

Entramos en el coche en absoluto silencio, nadie dice nada en todo en el camino, por ahora. Al entrar a casa es cuando comienza el verdadero caos.

—Summer, necesitamos hablar —anuncia mi madre.

—Mamá, —Suspiro sacando las orejas de gato de mi cabeza, todo esto ya me está empezando a estresar—. ¿podemos hablar después? En serio, ahora no tengo ganas de hacerlo.

—No, no podemos postergar esto —dice firme—. Lo que hiciste está mal, por Dios, Summer, destruiste los casilleros, ¿qué te sucedió?

—Mamá, en serio, no quiero...

—¡No! —Sus ojos se empañan y las lágrimas empiezan a deslizarse por sus mejillas, está llorando. Son pocas veces que la he visto hacer eso, tal vez dos o tres en toda mi vida, algunos se ven nublosos en mi mente, excepto la vez que Ethan dejó la casa para venir a California a la universidad y no olvidar por supuesto el día de mi cumpleaños.

Verla llorar me hace sentir tan culpable (aunque no haya hecho nada). Juro que le diría todo lo que me ha pasado desde que llegué, sobre el trabajo, los chicos, lo que son, las entregas, absolutamente todo; pero no puedo, esto a mí no me perjudica para nada, perjudica a los chicos.

Conozco a mis padres, sé que son sobreprotectores con sus hijos y más conmigo por ser la menor, sé que se alarman al verme sobre una escalera de altura de un metro y medio estarían a mi lado para que no caiga esa mínima cantidad; sé que mandaban a Ethan para vigilarme cuando yo iba a una fiesta, nunca se dieron cuenta que lo sabía; sé que de pequeña realizaban algunas de mis tareas porque me parecían difíciles cuando pude haber aprendido a hacerlo por mí misma; sé que si les digo sobre los chicos siendo narcotraficantes, enloquecerían, llamarían a la policía, me obligarían a decir quiénes son, no les diría nada porque son mis amigos y ellos terminarían pensando que me están manipulando o algo relacionado.

No quiero que mis amigos, acaben tras las rejas, les he agarrado mucho cariño en todo este tiempo como para permitirlo. Sí, sé que ser narcotraficante no es un trabajo aceptado en el mundo, soy consciente que es ilegal, pero ellos ya no quieren estar ahí, no lo quieren y me lo han demostrado todo el tiempo que he estado con ellos; hacer las diez entregas que demandó el padre de Ryan es una prueba para mí.

—¡No podemos dejar esto de lado! E-Estás cambiando, hija...

No puede ser que haya dicho eso, por supuesto que no he cambiado... ¿o sí? ¿Qué tal si lo he hecho? ¿Eso sería malo o bueno?

Mi hermana y papá miran todo el espectáculo con los labios fruncidos y caras contraídas, demostrando que están incómodos y no saben cómo aliviar la situación. Todo el ambiente está tan tenso y empiezo a sentirme incómoda.

»Y-y sé que es por esa tal amiga tuya, Cleveland, es una mala influencia para ti y....

—¡Basta mamá! —exclamo y noto cómo todos se sobresaltan—. ¡No voy a permitir que digas que es una mala influencia! Es mi única amiga, podría decirse que es mi mejor amiga. No la conoces como yo lo hago, ¡no puedes decir eso sobre ella!

Ella sigue soltando lágrimas, yo solo huyo hacia las escaleras para dirigirme a mi habitación, un lugar seguro para mí.

Al llegar me despojo de mi ropa a fin de ponerme la pijama y estar más cómoda. Me quito todo el maquillaje posible y me tumbo en la cama. Reparo en las llamadas perdidas de parte de Skyler, Ryan, Max y Jayden; en sí, todos los chicos; sus llamadas me vuelven a confirmar que están bien.

Marco un número.

—¡Estás demente! —Es lo primero que escucho—. En serio, lo estás, diría que te adoro, pero estaría mintiendo. —Ríe levemente pero no le sigo la corriente, Skyler se percata de ello.

—¿Están todos bien? —Es lo único que digo.

—Lo dices como si hubiéramos ido a la guerra. —Silencio—. Sí, estamos todos bien, logramos escapar cuando todos fueron a por ti, Dane está preocupado aunque no lo esté demostrando.

—¿Y los demás? —pregunto ignorando las pequeñas cosquillas en mi estómago.

—Jayden dice que "encontraron al gatito haciendo travesuras", que idiota es. —La imagino girando los ojos—. Max piensa que todo fue una locura.

Las imágenes de mamá llorando llegan a mi cabeza, ¿cómo estará ahora? ¿Papá y Fallon estarán con ella ahora?

»¿Summer?

Siento una gota de agua deslizarse por mi pómulo izquierdo. Pareceré dramática, pero me siento tan abatida, pasaron muchas cosas en un día y mi cabeza está procesando todo.

—P-perdón es solo que... —Me callo cuando siento un sollozo apunto de salir de mi boca, pero lo aguanto ya que conozco a Skyler en este tipo de situaciones.

—Oh, demonios, estás llorando —murmura y empieza a refunfuñar palabras irreconocibles—. Agh, maldición, no sé que decir en este tipo de situaciones. Uhm...

»¿Estás bien? —Abro la boca para decir algo pero me interrumpe—. Olvídalo, fue idiota. Desviemos el tema, ¿sabes tu castigo?

Quiero hacerle notar que "el castigo" está ligeramente relacionado con lo que me hizo llorar, pero no le digo nada.

—Tendría que hablar con mis... no sé.

Nos quedamos calladas por unos minutos.

—Gracias —dice.

—¿Por qué? —Jugueteo con mi pulsera y luego con un hilo suelto de mi pijama.

—Aunque no lo creas, si me hubieran atrapado, mi papá me hubiera matado y el director me hubiera sacado a patadas de su escuela. —Escucho el sonido de su cama, ella se ha lanzado hacia allí—. Sé que digo que estoy bien en muchas materias, en realidad he mentido porque... porque sí, no me interesan.

»Mucha sinceridad por hoy, siento que voy a vomitar.

—Gracias a ti.

—¿Por qué?

—Por estar a mi lado.

—Sí, voy a vomitar, ya cállate, Summer.

Reímos levemente, nos despedimos y cortamos la llamada.

╚══════❀・°・❀══════╝

En multimedia Pumped Up Kicks y un gif ahre

Este capítulo me salió algo raro, pero recompensa que no publiqué nada en una semana por la escuela xd.

Recién me doy cuenta que hace seis días fue el aniversario de la historia y yo como si nada :D. Tipo, ya son tres años con esta novela y, como verán, aún no la acabo x'd

Como sea, espero les haya gustado, a mí este cap sí me re gustó escribirlo, más con la song  de multimedia de fondo B) 

Si encuentran algún fallo siempre pueden notificármelo, estaré más que agradecida n.n

(08/06/20)

ℒüḉ¥ ϟ℘αґкℓε

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