Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15

╔══════❀・°・❀══════╗

Caigo de espaldas sobre mi cama. Mis pensamientos van a esos dos adorables niños que me dijeron unas lindas palabras. ¿Debo seguir a mi corazón? ¿Qué dice mi corazón en primer lugar?

¿Cómo unos niños me pudieron haber dicho unos consejos tan lindos?

Espero que estén bien, no me perdonaría si les sucediera algo. Ojalá tengan un lugar dónde quedarse en las noches.

—¡Hija! —Me apoyo sobre mis antebrazos y miro hacia mi puerta, como si esta me fuera a confirmar que ese llamado fue real o producto de mi imaginación—. ¡Summer!

Sí, no es de mi imaginación.

Me cambio rápidamente por mi pijama y salgo de mi habitación al encuentro con mi madre.

La encuentro en la cocina con los demás miembros de mi familia.

Papá rodea los hombros de mi hermana y le da un fuerte abrazo. Noto a mi hermana triste.

—¿Qué sucede? —pregunto con tono preocupado acercándome a Fallon.

Mamá (que se encuentra cocinando) voltea a mirarme con una leve sonrisa.

—Se siente triste porque Ethan volvió a la universidad. —Río levemente, mi hermana tan delicada...

—¿Acaso Ferfly está triste? —Me acerco a ella. Levanta la cabeza y noto sus ojos rojizos. Sí, delicada—. Vamos, anímate, que él vendrá a visitarnos.

No esperaba que se pondría triste por esto, la mayor parte del tiempo pelean, aunque se quieren mucho. Nosotros tenemos una linda relación de hermanos y espero que siempre sea así.

Pasamos tantos momentos juntos y quedan muchos más por vivir. Todos para uno y uno para todos a pesar de los diferentes conflictos.

Recuerdo una vez que estábamos en el parque cerca de nuestra casa en Boston. Yo habré tenido unos siete años y ellos ocho y nueve. Ellos veían el dinero como algo majestuoso y trataban de conseguirlo haciendo muchos favores a nuestros padres. Ethan quería ahorrar para una pelota de baloncesto y mi hermana una casa para sus muñecas. Claro que los tres éramos consentidos por nuestros padres y podían comprarnos ese tipo de cosas, pero supongo que para ellos tener el propio dinero en sus manos era satisfactorio.

—Ethan —dijo Fallon.

—¿Sí? —preguntó él pateando unas ramitas mientras íbamos por un sendero.

—¿Cuánto te apuesto a que no puedes subirte a esos columpios? —Señaló unos para bebés.

Él se quedó pensando un rato la propuesta.

—Todo el dinero que tengas —dijo con una sonrisa.

—Trato hecho. —Estrecharon sus manos y Ethan prosiguió a caminar con confianza en sí mismo hacia los columpios—. Va a atorarse.

—¿Cómo lo sabes? —pregunté.

—Creo que es algo obvio, pequeña. —Encogió sus hombros.

—¿Por qué?

—Porque sí —Desvió su mirada de mí y sus ojos se posaron en mi hermano entrando perfectamente en el columpio.

—¡Mira Fallon, logré subirme! ¡Dame mi dinero! —ordenó.

—Ven por tu dinero entonces —dijo ella en tono burlón.

—Bien. —Él trato de bajarse, pero no pudo, se había quedado atorado. Fallon y yo rompimos a carcajadas—. Summitten, Ferfly, ayúdenme por favor. ¡Sáquenme de aquí!

Se movió como pez fuera del agua y volvimos a reír. Yo harta de su sufrimiento decidí ir a ayudarlo, pero mi hermana me detuvo poniendo un brazo frente a mí.

Notamos cómo Ethan rompía la tela que lo sostenía y lo logró, se bajó y caminó victorioso hacia nosotras.

—Bajé, ahora dame mi dinero —dijo moviendo su mano frente a la cara de Fallon. Ella sacó de su bolsillo un billete de un dólar—. ¿Y lo demás? —preguntó con un deje de desilusión.

—Dijiste: "Todo el dinero que tengas", y eso, —Señaló el dinero—. es todo el dinero que tengo.

—P-pero, ¡eso no es justo! —exclamó.

—Una cosa es que yo te dé el dinero acordado, y otra es que no sepas analizar los tratos que haces. Es completamente justo. —Encogió sus hombros, dio media vuelta y caminó devuelta a casa.

—¡Fallon, regresa aquí! ¡Soy el mayor! —La persiguió.

Toda la escena me resultó muy graciosa, muchas personas que caminaban por el lugar pensaban lo mismo que yo. Éramos niños después de todo, y a esa edad no nos importaba que otras personas nos miraran haciendo tonterías, a mí me gustaba que ellos hicieran tonterías. A veces fingían algunas cosas solo para hacerme reír, decían que les gustaba verme feliz y se los agradezco, tuve una muy linda infancia con ellos a mi lado, o bueno, la poca que recuerdo.

—Lo sé —contesta mi hermana—, solo que me he acostumbrado a que él esté en casa. Ya se me pasará, tranquilos.

Papá la suelta y le da un pequeño beso en la frente, para después ir con mi madre y ayudarle en la cocina.

Ruedo los ojos divertida y me siento junto a ella.

—¿Cómo fue la reunión con las porristas? —inquiero para que olvide el tema de nuestro hermano y parece funcionar.

Una sonrisa se forma en su rostro.

—¡Ellas son una dulzura! —exclama—. Claro que hay algunas con las que no me llevo muy bien, pero todo está bien. Todas me aceptaron como capitana y cada una de ellas tiene talento.

—Eso es genial...

—¡Lo sé! —Aplaude emocionada—. Los chicos del equipo de fútbol americano tienen un partido en tres semanas, los de baloncesto en dos y nosotras tenemos que ir preparando coreografías y reunirnos con la mascota de la escuela.

»¿Y sabes qué? No es una mascota cualquiera, —Niega con la cabeza—. no, no. ¡Es un chico súper lindo vestido como hombre de las cavernas! Es decir, un chico sin camiseta y en paños menores. La escuela fue muy inteligente al poner alguien así como mascota.

Río al ver a mis padres voltear hacia nosotras con las cejas alzadas. Fallon se da cuenta de ellos.

—¿Qué? Es la verdad.

Ríen y se acercan con nosotras a cenar, hablan sobre que encontraron un lugar para poder hacer gimnasia y realmente la necesito, necesito una distracción de todos los problemas (si se le pueden llamar así) que estoy teniendo.

Papá y mamá dicen que nos inscribirán en esta semana porque ahora están algo ocupados con el trabajo, insisto que podemos hacerlo por nuestra cuenta, pero dicen que no tienen ningún problema en hacerlo ellos.

Al terminar cada uno dice ir a su habitación a descansar, pero sé perfectamente lo que harán.

Subo a mi habitación, enciendo la tele para ver algunos programas mientras espero que sean las doce de la noche.

Cuando es el cumpleaños de alguien en nuestra familia, tenemos la manía de esperar hasta las doce de la noche y a esa hora exacta cantarle el feliz cumpleaños.

Bueno esa persona soy yo, soy la próxima cumpleañera en exactamente una hora.

Sinceramente no me siento diferente, cumplo dieciocho años, supongo que ya podré hacer cosas que los menores no, como ir a una discoteca o asaltar un banco. ¿Qué digo? Obvio que a una discoteca no voy, no me fió de esos lugares, ¿pero qué puedo decir? Nunca he ido a uno.

Espero, espero y espero no prestando atención al televisor. Un minuto, cincuenta y siete, cincuenta y seis, cincuenta y cinco segundos...

Cuatro, tres, dos, uno...

La puerta se abre de forma abrupta y ahí está mi familia. Mamá sostiene una bandeja con exactamente dieciocho cupcakes con velas encendidas en cada uno de los pastelillos. No soy fanática de los pasteles, pero por alguna extraña razón los cupcakes (que podrían considerarse pasteles pero en miniatura) me gustan más; extraño de mí.

Ellos cantan a coro el feliz cumpleaños y yo no hago nada más que mantener una sonrisa en mi rostro. No sé qué hacer en estas situaciones donde eres el centro de atención, pero no me resulta algo incómodo.

Cuando terminan, mamá acerca la bandeja con las velas y me hace una señal que significa que ahora tengo que soplar.

—Pide un deseo cariño —murmura ella.

¿Qué puedo pedir? Desde que tengo memoria en cada cumpleaños he pedido un deseo, por supuesto ninguno de ellos se cumplió, pero ya se hizo costumbre.

¿Qué pedir?

Tal vez... Ya no más secretos.

No. ¿O sí?

—¿Vas a soplar? —pregunta Fallon.

Salgo de mi trance y soplo cada una de las velas. Bien, un deseo desperdiciado.

—Toma, Summer, un regalo de nuestra parte. —Papá me da una pequeña cajita blanca con un moño plateado pegado encima.

Procedo a abrirla y me encuentro con un brazalete plateado con un dije, un dije de gato del mismo color que el accesorio.

—Gracias —digo y me la pongo yo misma, el color resalta sobre mi piel, es muy bonita.

—Puedes ponerle más dijes si quieres —informa mamá—. Queríamos comprar más para el brazalete, pero decidimos solo dejarlo con uno. Había de muchas formas y tamaños.

—Es muy lindo. —Aún mantengo mi vista en mi muñeca.

Siento los brazos de alguien rodearme, mi hermana me apretuja contra ella muy fuerte.

—Mi regalo es mi presencia, ¿genial, no? —Río y asiento.

Veo a mi mamá y sus ojos brillan, papá nota eso y rueda los ojos. Algunas lágrimas se deslizan por las mejillas de su esposa.

Fallon se aleja de mí y mamá procede a abrazarme, mucho más fuerte que mi hermana mayor.

—¡Oh mi niña! Aún recuerdo cuando tu padre y yo nos enteramos de tu existencia dentro de mí, fue el momento menos indicado porque...

¿Por qué, qué?

—Linda. —Papá llama su atención, ella lo ve y él le niega con la cabeza.

—Nos pusimos tan felices de que otra personita se volvería parte de nuestra familia. —Toma mi rostro entre sus manos y me brinda caricias en mis mejillas—. Nos volvimos locos cuando te adelantaste mucho a la fecha indicada de tu nacimiento. Aún no habíamos decidido cuál sería tu nombre, pero justo decidiste nacer un solsticio de verano, y como te creamos por primavera. Qué mejor que dos estaciones como nombre, Summer Spring White Palmer.

—Oh mamá, cuando le cuentes esta historia a otras personas, no les digas que mi segundo nombre fue inspirado en la estación en que fui creada; mejor di que decidieron Spring porque cuando nací fui tan cálida, espléndida y que le daría color a sus vidas como la primavera al mundo.

Ella me ignora y sigue hablando, papá y Fallon nos miran divertidos.

—Cuando naciste fuiste una pequeña cosita rosada, tan linda y con unos ojos azules impresionantes, como los míos por supuesto. —Río mientras siento mis ojos humedecerse, si sigue hablando voy a comenzar a llorar—. Eres una de las personas más importantes en mi vida, hija.

Listo, estoy llorando como nunca. Nos fundimos en un gran abrazo y papá y Fallon se unen a este. Así nos mantenemos por unos minutos hasta que deciden que ya es momento de que descanse, mañana hay escuela y no solo por ser mi cumpleaños no dejarán que no vaya.

Cuando salen mi celular suena en una de las mesitas de noche. Es mi hermano.

Hola, hola, Summitten —saluda—. Feliz cumpleaños.

—Gracias, hermano.

Perdón por no estar ahí, pero hace unas horas tuve un examen muy importante, ni siquiera estudié. Mañana en la mañana también tengo uno.

—No te preocupes, está bien...

Ahora me siento culpable por no darte tu regalo, ¿pero sabes qué?

—¿Qué?

Prometo sacarme mañana la mejor calificación de la clase, solo por ti, ¿genial, no?

Asiento, pero luego me doy cuenta de ello, él no puede verme.

—Es lindo que hagas eso por mí, pero es tu obligación sacar una buena calificación.

Lo sé, lo sé. Pero me esfuerzo por ti, ¿soy el mejor hermano del mundo no crees?

—También está Fallon... —murmuro.

Tú sabes que soy el mejor. Para demostrar eso, les contaré a mis compañeros de la universidad el porqué de tu segundo nombre, Spring.

—Oh, cállate, Ethan.

Solo si dices que soy el mejor hermano del mundo.

—Eres el mejor hermano del mundo, Ethan.

—¡Te escuché, Spring! —grita Fallon a través de la puerta.

Mi hermano parece haber escuchado eso porque ríe a carcajadas.

Cuando te vea de nuevo te doy tu regalo. —Musito una afirmación, el sueño ya está entrando a mi cuerpo—. Ahora parece que debes descansar, te quiero Summer y ten un feliz cumpleaños.

Corro más para alcanzar a Evan, comparto gimnasia con todas las personas que conozco en la preparatoria. Fallon, Grace y Lily están aquí, Skyler no vino por alguna razón (aunque ya me hago una idea de por qué). El profesor nos está haciendo correr siete vueltas y voy por mi quinta, Evan está en las mismas que yo pero está a unos metros más adelante.

El campo de fútbol americano es grande y hacen que cada vuelta sea eterna, aunque el chico delante mío está acostumbrado a esta área por estar en el equipo de fútbol americano. Me sorprendí mucho al escuchar eso, la primera vez que lo vi no me pareció muy atlético que digamos, pero las apariencias engañan.

Como con Ryan...

Ya debo dejar de pensar en eso.

Al llegar al lado del pelinegro lo empujo levemente.

—¡Hey! —saluda. Inhala por la nariz y exhala por la boca, hay mucho sudor esparcido por su rostro y yo debo estar igual que él.

—Hola, —Devuelvo el saludo—. quería preguntarte algo.

—¿Ahora? —suspira y se limpia el sudor del rostro. Seguimos corriendo—. ¿No crees que es el peor momento para hacerlo?

—No importa.

—Dile eso al profesor. —Dirigimos la vista a él, nos mira. Pero creo que es porque estamos muy adelantados a los demás estudiantes.

No tomándolo en cuenta prosigo a hablar:

—¿Tú me quitaste el celular de Ethan? —Ríe al escuchar mi pregunta—. No es gracioso, ¿lo hiciste? ¿Le dijiste lo que hice con él?

—Le mentí.

—¿Quién me lo asegura? —Encoge los hombros, pero es verdad, ayer mi hermano dijo que Evan lo había encontrado en su mochila de casualidad—. ¿Por qué lo hiciste?

—Que preguntona eres...

—Solo quiero respuestas.

Sexta vuelta.

—No creo que a tu hermano le haya gustado mucho saber que su hermanita estaba revisando su celular, creo que es algo obvio antes de que me preguntes otra cosa. Tampoco soy un mal amigo para que lo tengas quién sabe cuanto contigo. Te quité el teléfono cuando fuiste a la cafetería. Eres tan descuidada que lo dejaste en la mesa donde estábamos.

Genial, pude haber investigado más si no hubiera sido por ese detalle.

—¡Muy bien White y Miller! —Sin darme cuenta acabamos las siete vueltas—. Por acabar antes que los demás podrán irse.

—Oh genial, tengo ciencias sociales y no quiero llegar tarde. —Da media vuelta mientras oigo al profesor decirle a los demás que deben dar tres vueltas más—. Cuidado en lo que te metes, Summitten y ten un feliz cumpleaños.

¿En lo que me meto? ¿De qué habla? ¿Y Ethan le comentó sobre mi apodo y mi cumpleaños? Genial... No me quejo sobre mi sobrenombre, pero es algo vergonzoso.

Miro en dirección donde se encuentra Fallon, no se le nota para nada cansada, el hecho de estar en las porristas le hizo obtener resistencia.

No digo lo mismo de Grace y Lily, aunque no intercambio muchas palabras con la primera, sí la conozco. En cambio con la segunda mencionada no he hablado con ella desde que se presentó en la cafetería, pero sí la conozco, es decir, ¿quién en esta escuela no? Por lo que escuché es hija de un gran empresario, llama la atención con esa cabellera rojiza y ropa de marcas muy conocidas. Podría estar fácilmente en una escuela privada con todo el dinero que parece tener, pero está aquí al igual que Skyler. Una estando en la boca de todos y otra en sus mentes pero sin ser pronunciada por el miedo que causa.

Termino dándome una ducha en los vestidores y cambiando mi ropa.

Las siguientes clases pasan rápido.

Salgo de la preparatoria para dirigirme a mi auto, le mando un mensaje a Fallon diciéndole que llegaré tarde a casa y que no me espere. Debo escucharlos... Debo escuchar a los chicos. Nadie se vuelve narcotraficante porque sí, es algo estúpido serlo sin ninguna razón, siempre la hay para algo. ¿Cuáles son sus razones? Espero sean buenas.

Subo a mi auto y termino estacionándome fuera del taller, que por alguna razón está cerrado, como ayer.

Me resulta algo raro no traer mi overol de trabajo, mis guantes y un moño para mi coleta alta. No vengo a trabajar, y aunque me gustaría seguir haciéndolo, no puedo hacerlo con personas que se hacen llamar narcotraficantes, espero que esto sea una simple broma y no meterme en problemas con lo que hacen.

Alzo mi mano para tocar la puerta, con algo de duda, pero ya no puedo retractarme, ya estoy aquí, no puedo huir como lo hice anteriormente.

El mínimo contacto que hace mi mano hace que la puerta se abra, pero no es que alguien lo haya hecho por mí desde adentro, la puerta ha estado abierta todo este tiempo.

—Ay cariño... —Escucho desde adentro.

Empujo y este hace un chirrido, las visagras oxidadas no ayudan para que no me noten.

Una mata pelirroja es lo primero que veo, su vestido verde llega hasta las rodillas, justo como vino vestida hoy a la escuela. Lo que me sorprende no es que ella esté aquí, sino en qué está sentada, no en qué, más bien, sobre quién.

Lily Clifford está sobre Ryan, mejor dicho, sentada en sus piernas.

¿Qué hace aquí... y sobre él?

Ellos me prestan atención, aparte de esos dos, Jayden Max y Skyler están aquí.

—S-Summer —tartamudea Ryan.

Silencio.

—Lily, sal de aquí —dice Jayden.

La mencionada se cruza de brazos.

—¿Por qué debería?

—¿No escuchaste, perra roja? —Skyler frunce el ceño—. Sal de aquí.

—No le hago caso a rubias oxigenadas.

—¿Pero sí a tu papi verdad? —dice Jayden, Lily se tensa y prosigue a levantarse... de las piernas de Ryan—. Sal de aquí.

Ella no le responde, solo pasa por mi lado dándome un pequeño empujón y sale.

¿Cómo pude ser tan tonta? Es decir, claro que vi a Lily el primer día que vine aquí y no fue un encuentro muy bueno que digamos. El problema es que nunca me he preguntado porque estaba allí ese día, junto a los chicos. Ellos por supuesto que la conocían, parecía que desde antes por ver la posición en que estaba la pelirroja y Ryan en la oficina del último. ¿Todo esto es lo que sospecho?

Claro, ahora con el secreto revelado de estos chicos tiene algo de sentido, (el embrollo entre Lily y Ryan aún no), pero¿por qué nunca me he preguntado esto? ¿Acaso mi cabeza estaba metida en otras cosas?

En unos ojos avellana tal vez.

—¿Qué hacía ella aquí? —pregunto adentrándome más al lugar. Qué preguntas haces Summer, Lily puede estar donde quiera pero...—. No me digan que ella también está metida en...

—¿Qué haces aquí, dulzura? —inquiere Jayden algo cortante conmigo, incluso el tono con que dijo el apodo que siempre me ha dicho mientras trabajaba sonó duró, muy duró.

¿Me odia por saber su secreto? Ellos me lo dijeron. ¿Me odian?

Skyler inexpresiva (como siempre), Max solo mira a Jayden y Ryan no sabe dónde esconderse.

¿Qué le sucede? ¿Me tiene miedo? Yo debería tenerle miedo a él.

—¿Qué no es obvio lo que hago aquí?

—Mmm, no —responde el de mechas rubias.

—Explicaciones, vengo por explicaciones.

Y aquí vamos de nuevo.

╚══════❀・°・❀══════╝

Gracias por leer la historia, últimamente esta ha estado teniendo más amor de lo normal UwU. Por cierto, gracias por los 400 seguidores <3 los amooooo *insertar más o*

Ahora, yendo con mi vida xd, ya hice mi presentación en el teatro y no fue malo, fue re genial :3. Me fue muy bien y me siento feliz por ello siksi.

En otras noticias, entro a la escuela el lunes, es decir en cuatro días, y como normalmente actualizo los jueves (como hoy), no creo actualizar más seguido :c. Pero haré un intento u.u.

Este capítulo sí lo revisé (fue ayer ahre), espero que no haya algún error y si encuentran alguno hacérmelo notar por favor n.n

(27/02/20)

ℒüḉ¥ ϟ℘αґкℓε

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro