Estoy posicionado en una trampa humana, al menos para los de mi especie cuando estamos en pleno vuelo y chocamos contra esta pared invisible que engaña a nuestra pobre vista, hablo de las ventanas de las casas humanas, no sé cómo lograron conseguir esa clase de protección para ellos pero más de uno de mis compañeros han sido engañados por ellas, y terminan chocando a toda velocidad cuando solo trataban de seguir su camino.

Hoy me encuentro justamente apoyado en una de las ventanas de la casa de Miles, aquí estoy cómodo observándolos y por supuesto, atento de no tocar mucho la ventana, sé que no estoy volando pero nunca se sabe si con solo tocarla me lastimaría.

-mamá ¿este es todo el dinero que tenemos?-escucho preguntar a Miles, su tono de voz indica que está enojado

-cuida tu tono de voz jovencito-reprende su mamá-sabes que los últimos gastos médicos de Bailey fueron mayores esta vez, apenas puedo con 2 trabajos para cubrir los gastos de la casa-

-lo sé mamá. Es solo que pensé que el dinero que te di duraría un poco más..-

-sabes que el dinero hoy en día no alcanza para nada-responde la madre con pesar

-lo sé, pero mañana es su cumpleaños, quería que fuera especial...-responde Miles decepcionado

-hijo...-se acerca su madre acariciando su rostro-no te lamentes por eso, sé que es difícil nuestra situación, tienes que trabajar para poder ayudarme cuando deberías estar estudiando, solo tienes 16 años no deberías tener esta carga-

-no tengo problema con eso mamá, lo sabes-

-eres un chico muy listo, sé muy bien que podrías llegar a ser médico si retomaras las clases-insiste su madre pero él niega con la cabeza

-si fuera otra vida podría estudiar tranquilo pero no es así, tengo que ayudarte en lo que pueda, tengo que ser el hombre de la casa por ti y por Bailey-responde determinado

-te has vuelto adulto muy joven hijo mío-responde ella quitándose unos círculos plateados de sus orejas ¿qué será eso? Me pregunto-estos son unos zarcillos de plata, son pequeños pero conseguirás suficiente dinero para que le puedas hacer algo a Bailey-con que así se llaman, zarcillos.

-pero mamá, esos zarcillos te los dio la abuela antes de fallecer...-responde tomando los zarcillos, con su mano triste

-ya hemos vendido muchas cosas para cubrir gastos, podemos vender esto para darle un día especial a Bailey, así que no te preocupes por eso-responde con una sonrisa autentica su madre

-algún día mamá, tendré tanto dinero que podré devolverte todo esto hasta el doble-

-para eso debes estudiar hijo, un título abre muchas puertas, sin uno no eres nadie en la vida...-el guarda silencio un momento pensativo, observa su mano con los zarcillos en él y lo cierra en un puño antes de contestar

-lo haré mamá, hablemos con la directora para volver-eso hace que su madre lo abrace feliz-seguiré trabajando también-su madre se ríe

-lo sé hijo, lamentablemente debes hacerlo, tú mismo lo dijiste eres el hombre de la casa-

-lo que sea por la familia, ¿cierto mamá?- le pregunta Miles viéndola a los ojos

-mientras sea honesto, si hijo-responde su madre, Miles traga duro antes de contestar

-claro mamá-su madre asiente satisfecha continuando con su tarea de hacer la comida, mientras Miles sale de la casa sacando su teléfono, observo como se lo lleva a su oreja para hacer una llamada

-no puedo pagarte con dinero, pero puedo pagarte trabajando para ti ¿te interesa la propuesta?-

Por alguna razón sé que esa llamada no es buena pero no me da tiempo pensar en ello por un fuerte sonido proveniente de la ventana, del susto de escucharlo salí volando dando un vistazo hacia atrás captando la madre de Miles con su mirada en mí, estúpida ventana.