Los cortos libretos, con más descripciones que diálogos, fueron entregados a los siete chicos en una rápida reunión con su staff. La explicación de los mismos fue rápida y sencilla, sería una recreación parodiada, de su afamado video musical Blood swear and tears para su próximo "Festa".
Todos parecían emocionados por la idea, leyendo las diversas escenas que protagonizarían entre risas y pequeñas bromas; aunque entre todas las voces y gritos, se encontraba un sorprendido y aturdido Seokjin.
Intentó disimular su shock cuando terminó de leer el libreto, y antes de que sus entretenidos compañeros le preguntaran al respecto, decidió huir a la seguridad de su compartida habitación. No podía asimilarlo, hasta casi se ahoga con su propia saliva, al saber que recrearían su icónica escena de beso con la escultura, y que la misma sería representada por el silencioso chico que roncaba sutilmente al otro lado de su cuarto.
Eso solo significa una cosa: debía besar a Yoongi.

Pero, ¿cómo iba a hacer tal cosa?

Con el pasar de los días intentó ingenuamente ignorar esa escena y centrarse en el resto del guion, pero ninguna distracción funcionaba y evitar a Yoongi solo le llevó a ser interceptado, por su lindo compañero de habitación, en la sala de prácticas de su gran empresa.

Nunca predijo que los demás miembros lo dejarían a solas con Yoongi, porque al terminar sus prácticas, el primero en salir era él. Pero no fue así, y notó que estaba en graves problemas cuando ambos cruzaron sus miradas, a través del espejo.

—Hyung, creó que me debes una buena explicación— Jin evitó su mirada, como si de esa forma, pudiera escapar de las explicaciones que debía dar.

—No sé de qué hablas...— los suaves movimientos de su cuerpo siguieron al ritmo de la imaginaría canción que reproducía en su mente. Falló en muchos de los pasos, porque sentía la imponente mirada de su dongsaeng, acosarlo.

—Esta es la primera vez que me hablas en lo que va de la semana, claramente iba a suponer que me estas evitando... —su cuerpo se detuvo por la repentina pena que le provocó ser descubierto —Comenzaste justo el día que recibimos los libretos del Festa, eso quiere decir que me estas evitando porque ya leíste la escena del beso o porque fuiste tu él que perdió rompió mis audífonos— él era perspicaz, acertó facilmente en ambas acusaciones sin siquiera dudar. Ya no tenía escapatoria, y teniendo en cuenta que Yoongi podía leerlo como un libro abierto, no era posible ocultárselo por más tiempo.

—Bien, te estoy evitando Yoon; y sí, es por lo del beso... Pero, lo entiendes ¿verdad? tú y yo besándonos, no puedo imaginarlo— se propuso a decir la verdad pero todo era mentira, prácticamente todos sus sueños nocturnos se basaban en distintas situaciones en las que compartia decenas de besos con Yoongi, entre muchas escenas y acciones que no quería recordar en ese momento.

—Hyung, eres un profesional, posees muy buenos dotes actorales. Si aspiras a ser actor profesional, un beso no debería ser problema. Te lo mostraré— Jin solo esperaba despertar de ese extraño sueño, porque no podía ser real que Yoongi invadiera de tal forma su espacio personal, acariciara su rostro con tal suavidad, y acercara tanto sus labios a los propios. Quería creer que era una ilusión, pero el calor que emanaba la cercanía de ese cuerpo, y el tacto que solo con un beso se puede sentir, no era una mentira; todo era completamente real.

No logró reaccionar, y Yoongi tampoco hizo algún brusco movimiento; fue un choque rápido entre sus labios, casi como un desliz, pero aún así el cosquilleo que recorría todo su cuerpo no lo dejó ni siquiera cuando se alejaron.

—Eso fue fácil, ¿verdad? Ahora solo debemos practicarlo hasta que dejes de paralizarte y sonrojarte como un tonto— Ignoró lo último o simplemente lo pasó por alto al oír la palabra 'practicarlo'. Eso significa que debía seguir besando a Yoongi, sin entrar en pánico y sin paralizarse de la pena como lo estaba haciéndo en ese momento.

Luego de afirmar estar de acuerdo con esa proposición, ambos siguieron practicando el baile sin realmente importarles lo que hacían. Sus pensamientos estaban completamente perdidos en el otro chico del salón.
Yoongi no deja de pensar en lo bien que se sentía besar a su Hyung y lo mucho que amaba verlo sudado en ropa deportiva, y Jin no podía quitarse de la mente, la adictiva sensación que le provocó ese invasivo pero repentino beso.

No había un día u hora en la que omitieran su infaltable practica de besos; siempre sutiles, algunas veces repentinos por parte de Yoongi, pero nunca desagradables o forzados.
Poco a poco comenzaron a durar lo suficiente para olvidar su shock, y lograr rodear el cuello ajeno con sus brazos hasta llegar a enredar sus dedos en esa castaña cabellera; las manos de Yoongi sutilmente pasaron desde sus mejillas a su cintura, presionándola siempre con fuerza y acercándola más a su cuerpo, logrando un roce sutilmente erótico entre ellos, que no podía cansarlos.

Cada beso se volvía insuficiente, Yoongi comenzaba a necesitar más y más de su mayor, quería todo de él, y a pesar de entender que sus exigencias podían arruinar su relación con la fuente de su nueva adicción, se atrevió a dar un siguiente y arriesgado paso, en una de todas sus prácticas.

—Hyung, tu lengua— estaba algo nervioso por la respuesta de Seokjin, pero intentó mostrarse seguro y continuó —Abre tu boca cuando nos besemos, por favor— Jin se veía desorientado, su mirada estaba perdida, sus labios hinchados, y su cabello desordenado por haber paseado sus manos por él mismo segundos antes.

—¿Mi lengua? Yo... No creo que sea necesario— no sabía de donde habían salido esas tontas palabras, culpaba a su vergüenza por arruinar esa situación, pero sin perder tiempo intentó remediar su claro error —Pero... Podemos intentarlo, sí, yo solo debo abrir mi boca un poco ¿verdad?

—Hyung, si no quieres hacerlo no voy a forzarte... Creo que nuestras practicas hasta ahora son suficientes, solo no debes avergonzarte mañana en la grabaciones, y todo saldrá bien— un halo de decepción se mostró involuntariamente en sus palabras, se sentía culpable y ciertamente egoísta por pensar en su propia satisfacción, pero los labios de Seokjin lo persuadieron, el choque de la lengua ajena tocando con miedo sus labios, en medio de su beso, provocó que abriera su boca y comenzaran un apasionado beso, en la oscuridad de su habitación.

Poco a poco sintió su cuerpo, golpear la fría pared, las manos de Jin en su cabello, y un obsceno roce entre sus cuerpos. No se detuvieron y terminaron por pasar horas encerrados en su cuarto, simplemente compartiendo besos que llamaban practicas, como un intento vago de ocultar sus  correspondidos sentimientos.

Al día siguiente, cuando esa practicada escena estaba a punto de ser grabada y luego de diversas bromas, como la tonta pregunta de Yoongi de cepillar sus dientes; Seokjin sentía que su corazón iba a salirse de su pecho y que la presencia de la cámara no podría impedir que se dejase llevar por ese torbellino de sensaciones que le provocaba Yoongi.

Escuchó un imprevisto "acción" del director, una de sus temblorosas manos se acerco a la parte baja del rostro ajeno, su mirada estaba pérdida en esos profundos ojos, y cuando sus labios estuvieron a solo centimetros de tocarse, un fuerte grito lo detuvo.

—¡Corte! Seokjin, ¿iba a besarlo de verdad?— la voz sorprendida del director, lo rebajó e intimidó —¿Acaso no leyó el nuevo guion?

—Claro que lo leyó, es solo que su talento como actor es increíble, ¿realmente creyeron que el iba a besarme? Comprendemos lo polémico que eso sería— La firme voz de Yoongi calló al director, sorprendió a las demás personas del staff, y provocó que la agradecida mirada de Jin se posaran en él —Ahora continuemos...

Todos asintieron y volvieron a sus posiciones, el director volvió a anunciar que la grabación comenzaba, y Jin únicamente repitió sus acciones, esperando que ese nuevo guion del que nunca supo, no cambiará del todo su actuación.

Su cuerpo fue empujado justo cuando iba a besarlo, cayó contra la suavidad de su cama, seguido por el cuerpo de Yoongi, oyó un fuerte corte, y antes de que su compañero se alejará, sostuvo su camisa para poder susurrarle unas suaves palabras.

—¿Sabías sobre el cambió del guion?— sentían que eran solo ellos en esa ajetreada habitación, en donde varias personas desconectaban cámaras, micrófonos y se retiraban del lugar.

—Insinuas que no te mencione lo del guion, solo para poder besarte— la fingida molestia de Yoongi era divertida, y sin siquiera responderle y notando que todas las personas habían dejado la habitación, sostuvo su rostro y simplemente lo besó, siendo correspondido al instante.

—Yo nunca dije eso... Tú... ¿querías besarme?— su sonrojo llegó hasta sus ojeras, ver la coqueta sonrisa de Yoongi tan cerca y recordar el beso que había iniciado anteriormente, no le ayudaba.

—A cada momento, Hyung— sus ojos brillaban al hablarle y el corazón de Jin comenzaba a palpitar con mucha más fuerza por esa mirada repleta de cariño que le dedicaba.

—Puedes hacerlo... Las veces que quieras, me gusta que me beses... Tú me gustas, Yoon— Sintió un intrusivo rostro ocultarse en su cuello, y por el ligero calor que emitía, teorizó que Yoongi estaba igual de apenado que el.

—Le gusto al Worldwide handsome ¿qué tan afortunado soy?— no esperaba respuesta a su sarcástica pregunta, no la necesitaba, simplemente se dedicó a repartir pequeños besos en la suave piel de ese inmaculado cuello.

Oyó a Seokjin refunfuñar, y murmurar entre suspiros, por besarlo en un lugar tan sensible, pero solo se limitó a continuar cuando los curiosos dedos de Jin se enredaron en su cabello, tirando gentilmente de los mismos.

Tenía permitido besar a su Hyung, él mismo se lo había dicho, y Yoongi no iba a desperdiciar tal consentimiento.

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No dire nada sobre mi largo tiempo de haitus, solo quiero avisar que la próxima parte estara inspirada en esta imágen:

Y sí, tendra lemon. Espero no tardar, ya que ahora cuento con una editora que me ayuda mucho, pero me apena que lea toda la cochinada que escribo, asi que no sé si se lo enviare o yo misma lo arregle, baSTA.

Eso es todo, gracias por leer.