Transformación y amnesia
Mientras ella tenía los ojos cerrados, todo a su alrededor comenzó a flotar, todos estaban levitando, menos ella y la silla, sin embargo ella sentía un gran mareo, no podía escuchar nada de lo que las personas decían cerca, sintió un dolor fuerte en la frente, justo delante de ella brillaba una luz roja con negro que se expandía, de la nada abrió sus ojos, donde estaba el agujero, se formó una especie de espejo, se vio a ella misma, tenía unos grandes cuernos, sus ataduras ardían pero no le hacían daño.
-AYÚDENME- intentaba gritar pero todo fue un intento mudo, volteó hacia Tom con una mirada suplicante.
Sus ataduras al fin se consumieron por completo, ella se paró de la silla y con cada paso que daba, algo que flotaba caía al suelo de forma muy fuerte, Tom cayó, después de recuperarse de su dolor reaccionó y la cogió antes de que ella pasara a otra dimensión infernal, una gran onda surgió cuando él la tocó, haciendo que él volara por la habitación.
La mitad de ella decía que cruzara, pero la otra mitad le insistía que no debía hacerlo, se acercaba a paso lento hacia el portal.
La puerta de entrada cedió e ingresaron Dylan con Louisa, Louis y Galicia, todos los secuaces de Dorian comenzaron a luchar pero nadie se interponía en el camino de Amethyst, ella volteó y vio que Dorian luchaba contra Tom, su tío golpeaba muy fuerte a Thomas, él estaba tendido en el suelo mientras que Dorian le daba patadas en su estómago, al ver esta escena, Amethyst detuvo el tiempo, se acercó a el lugar donde estaban ellos dos, dio un empujón a Dorian y ayudó a parar a Tom, el tiempo volvió a ser normal.
El portal llamaba a Amethyst, ella volvió a acercarse, Dorian se acercó a ella y la incentivó a tocarlo, justo cuando ella lo tocó, se desapareció el espejo y se abrió algo rojo, vio salir una pata extraña de un animal que nunca había visto.
Tom empujó a Dorian dentro del portal antes de que cualquier criatura entrara.
-CIERRALO.-gritó él para que ella lo hiciera.
Amethyst subió sus manos hacia sus cuernos, los movió hacia abajo y los partió, después de eso las dos aberturas brillaron como la luz del sol, todo fue enceguecedor para todos los presentes, mientras el brillo salía constante, ella comenzó a levitar, su cabeza se fue hacia arriba, parecía acostada en el aire, dio un grito, pero en lugar de sonido, se vio fuego, hasta que ella cerró la boca y cayó inconsciente al suelo del lugar.
En un momento abrió los ojos y vio una figura abstracta y luego volvió a estar desmayada, cuando al fin logró despertarse de forma definitiva, todo su cuerpo le dolía, no podía moverse, sentía todos los sonidos en su máxima capacidad, todo le retumbaba, miró hacia un lado y vio a un hombre.
-¿Quién eres?, ¿te conozco de algún lado?.- Tom se volteó muy sorprendido.
-¿No me reconoces?.- ella no podía recordarlo e intentar traer los recuerdos le dolía.
-No lo conozco, señor.- dijo ella con mucha seriedad.
-Pero... chispitas.- replicó él.
-No me diga así.- dijo ella en un tono muy seco, en ese momento entró Dylan a la habitación, ambos hombres estaban demacrados y parecía que no habían dormido en un largo tiempo.- Hola Dylan.- dijo ella, y se sorprendió por saber el nombre del que había entrado y no del que estaba allí anteriormente.- ¿Quién es él?.- le preguntó ella a Dylan.
-Por favor, lo reconoces a él y a mi no... esto es denigrante....- dijo Tom mientras se iba para la salida de la habitación.
-Espera.- él con más entusiasmo del necesario se volteó para esperar lo que ella dijera.- cierra la puerta cuando te vayas.- Dylan rio por lo bajo.- si eres tan amable, también te sales tu.- se le borró la sonrisa de la cara.- necesito descansar.
Ambos muy serios se fueron de la alcoba y cerraron la puerta, ese tiempo que estuvo sola, le sirvió para que algunos de los recuerdos volvieran a ella, al fin recordó quien era Tom, pero no se le venía a la memoria el por qué lo conocía, todo había sido tan raro últimamente.
Cuando se sintió mejor, se paró de la cama, tenía una ropa diferente a la que estaba usando el día del desmayo, se preguntó quien y como le había cambiado la ropa, aunque más despreocupada bajó a la cocina, pero antes de llegar escuchó voces cerca.
-Debiste protegerla, pero claro, los ángeles son tan incapaces.- era la voz de Tom la que sonaba.
-Por lo menos yo no fui el que la abandonó, pero no me sorprende, todos los demonios son asi... aunque ni demonio eres, que vergüenza, te dejaste quitar hasta lo más bajo.- Dylan se rio con burla, esto enfureció a Tom.
-¿Qué eres tu sin tus alas? Solo un mortal sin nada especial.- estaban cerca de los golpes.
Amethyst consideró que era prudente acabar con esta pelea.
-mmm... hola.- entró ahí como si no hubiera escuchado nada de la discusión.
-Hola, ¿tienes hambre?, deja que te prepare algo.- dijo Dylan con una sonrisa en la boca.- resulta que soy un gran chef.- ella rio y asintió.
-haha ustedes siempre lamiendo zapatos.- se escuchaba la carcajada de Tom.- si eres tan amable, yo también tengo hambre.- dijo él imitando una voz femenina.
Un poco molesto Dylan hizo comida para todos los presentes, Tom, Louis, Louisa y Amethyst, mientras comían ella se dio cuenta de que algo faltaba.
-¿Dónde está mi madre?.- dijo mientras se mandaba otro bocado a la boca.
-Está en la casa de ustedes, decidió que sería mejor que la visitaras cuando estuvieras mejor.- respondió Dylan de forma muy amable.
-Cuando acabes, ve a arreglarte, te llevaré a tu casa en la motocicleta.- dijo Tom con mucha seguridad.
-¿Qué te hace pensar que estaré encima de una moto en mi condición?.- él se acercó a su oído y le susurró "Porque yo lo digo" ella sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo tan sólo con el contacto así que sólo asintió.
-Hey,Hey, más distancia, no quiero que ella se contagie de ti.- Dylan se paró y la rodeó con uno de sus brazos como si la estuviera protegiendo.
-No quisiera caminar, seria mejor que él me llevara.- a Tom se le dibujó una gran sonrisa en el rostro.- sin embargo, declino, iré caminando...- se borró de su cara cualquier rastro de felicidad.
-Yo te acompaño.- dijo Louisa mientras se paraba del lugar donde estaban comiendo.
-Claro, no hay problema.
Ambas se organizaron y salieron a caminar, Amethyst comenzó la conversación.
-¿Qué me pasó?.- le preguntó Amy a Louisa.
-¿Enserio no recuerdas nada?.- Louisa con su delgada mano detuvo la caminata.- que raro.
-Sí recuerdo algunas cosas... pero no se exactamente lo que sucedió.
Así, la chica delgada llamada Louisa le explicó todo lo que ella pudo presenciar, ya que ella no había estado en todo lo sucedido.
Amethyst solo asentía a cada afirmación que ella decía, de cierta forma comenzaba a recordar, cuando llegaron, tocaron la puerta, de ella salió Galicia, abrazó a Amethyst como nunca lo había hecho.
-Estás bien mi niña...
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