Explicaciones y decisiones
Amethyst permaneció callada ante aquella pregunta, tan solo pensar en la condición en la que estaba su padre se le venían las lagrimas a sus ojos.
-Por favor responde.- dijo Galicia desesperada, Amethyst un poco asustada contestó.
-Está encerrado y encadenado en el infierno.- contuvo sus lágrimas.
-Tienes que llevarme a él.- dijo su madre en forma de súplica.
-No puedo, solo puede ser cada 4 años, cada día lo intento pero solo da resultado ese día.- Galicia la miraba con desespero.
-Esperaré ese día con ansias, necesito verlo de nuevo.- secó sus lágrimas y salió por la puerta de la casa.
Al día siguiente, cuando Amethyst iba a estudiar, sintió que algo la miraba por la calle, varias veces volteaba para estar segura de que estuviera sola, sin embargo seguía sintiendo la mirada constante de algo que la acosaba.
Todos los días después de ese se sentía vigilada, acosada por una sombra que se posaba en su ventana en las noches, la observaba en la calle y la acompañaba a todo lugar.
Mientras Amethyst iba creciendo sentía que aquella sombra extraña se acercaba aun más a ella, aunque no podía verla, algunas veces sentía que le susurraba a su oido cosas como "aprovecha lo que tienes", "me entregarás lo que necesito", cuando ella escuchaba esas cosas su cuerpo sentía una corriente eléctrica que se extendía con el viento.
Ya teniendo 18 años, estaba Amethyst en la ducha, eran ya las 10 pm, pero le gustaba dormir fresca y limpia, de repente escuchó un ruido afuera.
-¿MAMÁ?.- Nadie respondió.- ¿estás ahi?.- hubo un silencio de nuevo.- responde.- ya sentía un poco de nervios, abrió un poco la cortina sacando la cabeza.- ¿Hay alguien ahi?.- en la puerta, habia alguien visible, un hombre alto, delgado, de cabello desordenado, ojos penetrantes, verdes y con un brillo rojo en ellos, era evidente que era un demonio pero... ¿donde estaban sus oscuras alas?.
Se percató de que el extraño la miraba, cogió la cortina con fuerza para taparse, pero la tela no pudo resistir y se rompió, haciendo que ella cayera al suelo, con desespero intentó cubrirse, cuando al fin estuvo cubierta, agarró lo primero que cogió con sus manos.
-Tengo un...-se percató de que había cogido un cepillo de dientes.
-¿Qué harás?, ¿limpiar mis dientes hasta que muera?.- lo dijo para que Amethyst se sintiera mal, esto hizo hervir la sangre de ella, que le tiró el cepillo de dientes en la cabeza.- estás loca mujer, vengo en son de paz...- del bolsillo trasero de su pantalón sacó un papel.- Dejaré esto aquí...- tiró el trozo al suelo.- y me iré lentamente.- después de eso desapareció por la puerta del baño.
Impactada por lo que había pasado se quedó un rato en el baño, mirando la nota que aun estaba cerrada, dudosa abrió el papel para leer lo que había allí.
"Amethyst, te preguntarás por qué se cómo te llamas... y otras cosas también.
Te espero en el café donde naciste hoy a las 12 pm, se puntual, no me gusta esperar.
Att: T.H"
¿qué podría significar aquella nota?¿quien era él?, no lo descubriría si no iba a la cita, así que pensó en sus posibilidades, al fin decidió que sería más sensato ir a dar la cara y saber que pretendía aquel ser.
En lugar de ponerse su habitual short y camiseta para dormir, se puso un hermoso vestido negro, con unos tenis, no combinaba pero no estaba para impresionar, solo quería saber que sucedía.
Como su madre estaba en la casa y seguro no le permitiría salir a esa hora de la noche, se escabulló por la ventana, y con una habilidad felina, aterrizó en el patio para salir corriendo hacia la cafetería que quedaba a poca distancia de su casa.
Al llegar allí, vio la silueta de un hombre en la entrada del establecimiento, se acercó a él, ahora que lo veía de cerca, notaba lo musculoso que era y también su atractivo rostro, que guapo era ese hombre.
-Buenas noches, dama.- se agachó para imitar una reverencia.- Tom Hiddleston a sus ordenes.- que clase de extraño era este.
-¿por qué sabes quien soy?- le preguntó con un tinte de miedo en su voz.
-Te he seguido toda tu vida, otra cosa es que no me hayas notado.- dijo muy tranquilamente.- y consideré que va siendo hora de que entrenes tus poderes.
-¿cómo lo sabes?.- ella estaba en shock.
-acabo de darte la explicación.- miró hacia un lado como si estuviera alerta.
-¿pero que ray....?.- sin ella estar esperándolo, el la estaba besando, sintió que una corriente eléctrica recorría su cuerpo entero, luego sintió que unos pasos se alejaban por la calle, el se separó. Después de un momento ella reaccionó.
-¿Por qué has hecho eso?.- dijo con un tono de furia, su cabello se volvió de nuevo rojo y sus ojos también, de sus manos salían chispas.
-Tranquila chispitas, era menos sospechoso un beso, por eso se alejó ese que venia.- dijo mientras la miraba.
-No debiste hacer eso.- su color bajó de tono.
-Pero ya lo hice, podrás vivir con eso.- abrió la puerta del lugar e indicó que ella entrara primero.
Ella entró con un poco de duda, ambas siluetas se perdieron en la oscuridad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro