Desde lo alto del cielo, en una nube grisácea, una ángel llamada Galicia observaba la tierra, allá arriba podía ver cómo los humanos caminan sin preocupación alguna de que estaban siendo vigilados desde arriba, mientras Galicia continuaba dando su paseo por la tierra, notó que algo extraño ocurría en algún lugar del globo, con rapidez siguió sus instintos de ángel aventurero, al acercarse al lugar a donde la llamaba tal incertidumbre solo pudo observar a un hombre de espaldas, era alto de cabello negro y desordenado, no tenía nada cubriendo su dorso, Galicia al ver esto se quedó petrificada, ya que aún tenía su inocencia de ángel, aquel hombre extraño se volteó para observar de frente a aquel ser inmaculado que lo miraba desde atrás, Galicia pudo ver su piel morena que contrastaba con la poca luz que había en el lugar, notó lo musculoso que era ya que no tenía nada cubriendo su parte superior, pudo ver sus ojos con iris negro y con un borde rojo que los cubría, algunos cabellos le caían traviesos por su cara, esto provocó en ella una sensación que jamás había sentido en su mundo de ángeles, pasaron unos segundos hasta que el hombre extraño se dignó a hablar.

-¿Qué hace una ángel perdida por un lugar tan sombrío?-su voz era tan masculina, esto provocó que Galicia continuará en su postura de hielo. Aquel ser extraño continuó hablando- Te ves un poco nerviosa, tal vez podría un demonio ayudar a un ángel por una vez.- La palabra "demonio" retumbó en sus oídos.

-Un... de...mo...nio....- dijo intentando calmar su miedo.

-Sí, un demonio, mucho gusto, Me llamo Damián- se acercó con rapidez a Galicia y le tendió su mano, por ser todos los ángeles muy educados, tomó su mano con amabilidad pero lo único que la hizo sentir su tacto fue un calor hirviente que recorría su cuerpo. De nuevo tratando de esconder su evidente terror dijo: -Yo soy Galicia. Aquel demonio con una amabilidad extraña en su especie, continuó hablando.

-Tal vez pueda ayudarte a salir de aquí... ya que yo te permití entrar, necesitas mi ayuda para salir- Galicia comprendió que el demonio la había engañado para que llegara a aquel lugar, siendo llamada por la aventura. Damián siguió con su propuesta- te ayudará si me ofreces un beso, jamás he besado a una ángel, ese es mi precio.- analizando la situación en la que se había metido, observó los ojos oscuros del ser que estaba mirando.

Damián el demonio vio como Galicia lo observaba temerosa, esperó un rato, pero su impetuoso interior no pudo resistirse ante una ángel de cabellos claros, unos ojos de color oliva que adornaban aquel rostro de color pálido, así que sin previo aviso se acercó con rapidez a Galicia, tomó su rostro con las manos, la criatura del cielo intentó batallar pero fue doblegada por la fuerza del demonio, él cerraba la brecha entre Galicia y su ser, la ángel sentía el caluroso aliento del ser al frente de ella, sus rodillas intentaron ceder pero él la tenía bien agarrada y no permitió que cayera, en un momento unió los labios de ambos, Galicia al principio un poco dudosa intentó cortar el contacto entre ambos, pero al final la pasión venció sobre el miedo y siguió el beso que el demonio le estaba dando.

Al inicio fue suave pero cada segundo que pasaba, el beso tomaba fuerza y la pasión los consumía a ambos, esa noche, por primera vez, un demonio le abrió los ojos a un ángel, en ese instante uno pertenecía al otro y se entregaron sin pensar.

Al día siguiente y al siguiente después de ese hasta completar un mes, Galicia iba a visitar a su amor prohibido a un lugar secreto dominado por las tinieblas, estaba consciente de que lo que hacía no estaba bien, pero no le importó porque su amor era más grande.

El cariño y el amor entre ellos aumentaba cada minuto que pasaban el uno con el otro. Hasta que llegó el día fatídico.

Estaban Damián y Galicia disfrutando de la compañía mutua, cuando sintieron que desde algún lugar cercano venían. Ella supo lo que eran y a lo que estaban haciendo allí, de un momento a otro irrumpieron dentro de donde estaban, unos arcángeles, y su misión era llevarse al Galicia de aquel lugar de oscuridad.

La tomaron de los brazos por la puerta, sus alas no paraban de revolotear intentado quitar las manos que la aprisionaban, mientras ella luchaba, Damián estaba siendo golpeado brutalmente por ángeles, Galicia sentía cada golpe que observaba que le daban a su amor prohibido.

Sus lágrimas le nublaron la vista, sintió un fuerte dolor en la cabeza, había dejado de luchar.