Dylan y Amethyst volvieron a la casa de él, ella lloraba desconsolada en el recorrido, intentaba interiorizar lo que sucedía, estaba conmocionada con los hechos, primero el accidente, la buscaban a ella, Tom no estaba y ahora su madre estaba en peligro por su irresponsabilidad con sus poderes.

-¿Qué haré?- le decía Amethyst sollozando a Dylan.

-Tendrás que dejarla ir.- le respondió él con indiferencia.

-No puedo hacer eso, está en esta situación por mi culpa.- intentó golpearlo en el pecho pero Dylan detuvo su puño.

-Espera, tengo una idea.- dijo Dylan con entusiasmo.- es muy arriesgada... y probablemente no sea una buena idea... pero no nos cuesta nada intentar.

-Cuéntame rápido.- dijo ella tranquilizando su ímpetu.

-Debo advertirte que Dorian es un demonio muy poderoso...- ¿cómo sabía Dylan acerca de la existencia de demonios?.

-Espera... ¿cómo lo sabes?.- era muy extraño que él supiera de esas cosas.

-Hay algo que te he ocultado... y lo siento...- hizo una pausa.- yo... soy un ángel...- la sorpresa era demasiado grande para ella, fueron muchas emociones juntas.

-Eso explica muchas cosas...- le respondió ella.

-Ahora... continuando con lo que iba... Probablemente no sobrevivas... pero así va el plan.- miraba a los ojos de la chica mientras le explicaba.- debemos ir al lugar del encuentro a esa hora, haremos el cambio entre tu y tu madre... luego sigue lo más difícil... debemos combatir a los que hayan... no será fácil.- quería tener completa aprobación acerca del supuesto plan.

-Lo haré por ella.- ambos empezaron a prepararse para lo que les esperaba.- pero antes... quisiera ver tus alas.

-Me las han retirado por el tiempo que dure como mortal.- le respondió muy serio.

-ah... okey.- ya era la hora, ambos caminaban uno al lado del otro hacia la cafetería de su nacimiento, el lugar estaba desolado, no se veía una sola alma alrededor.

-Debemos entrar.- dijo él ante la quietud.

Sonó el chirrido de la puerta mientras Dylan la abría, ella entró, pero cuando Dylan iba a entrar la abertura se cerró repentinamente, dejándolo a él por fuera, el establecimiento estaba lúgubre y oscuro, la luz era muy tenue y no alcanzaba a llegar a todas partes, una risa llegó desde un punto ciego.

-Haha, con que ella es el instrumento...- esa figura se paró y caminó lentamente hacia ellos, Dorian era un hombre alto, moreno , de cabello negro y ojos negros con rojo, era musculoso pero también delgado, estilizado y elegante con su smoking, se veía muy joven.- y aquí está... Amethyst... mi querida y poderosa sobrina... más poderosa que querida... - hizo una reverencia ante ella.

-¿sobrina?.- preguntó ella muy sorprendida.

-se nota que no se habla mucho de la familia por estos días.- dijo mientras reía de una forma malvada.- Mucho gusto, Dorian, tu tío, hermano de Damian, ahora, vamos al grano.- dijo mientras le tocaba una mejilla, ella se contrajo.- muchachos, traigan a ese ángel caído.

Varios hombres grandes fueron hacia un cuarto, de ahí sacaron a Galicia por la fuerza.

-Y aquí está la gran tentación de mi hermano...- dijo señalando a Galicia.- bueno, suelten a esa ángel y amarren a mi hermosa... sobrina.- eso lo dijo muy cerca a ella, casi oliendo su cuello.

Soltaron a su madre y a ella la amarraron, la sentaron en una silla, Galicia intentó luchar para que no se la llevaran a ella, pero los hombres eran muy fuertes, la sacaron del lugar y no permitieron que Galicia o Dylan entraran.

-Ahora que estamos solos.- comenzó a hablar Dorian.- ¿sabes? Te ves más frágil de lo que creí.- se acercó más a ella y le cogió un mechón de cabello que caía en su rostro.- y eres aun más hermosa.

-¿Qué quieres de mi?.- le preguntó ella con furia.

-Tranquila pequeña, vamos por partes.- dijo mientras se separaba un poco, se sentó en una silla cercana y continuó.- si no lo sabes, tienes mucho poder en tu interior... y también te voy a decir una curiosidad acerca de ti, eres la única que puede abrir portales sin medios externos... lastima, un sacrificio para abrir un portal no le cae mal a nadie, sin embargo necesito que abras el portal del infierno, pienso tomar esta cuidad... y quien sabe... también el mundo.- hablaba con mucha elegancia y propiedad.

-No abriré un portal para ti, además, no se cómo hacerlo, solo puedo hacerlo en un tiempo específico... y para eso falta una temporada larga.- respondió ella con mucha rabia en su voz.

-Subestimas tus poderes, pequeña, puedas hacer lo que sea... solo tienes que aprender a realizar unas cosas.- su tranquilidad era increíble, pero no se lo transmitía a ella.

Se escuchó una voz familiar en el fondo de la cafetería.

-Debes abrir el portal, chispitas.- era Tom... pero ¿qué hacía allí?.- yo cumpliré con mi parte del trato, le mostraré cómo abrir el portal, pero usted, Dorian, también tiene que cumplir con su parte.- la cara de sorpresa de Amethyst no tenía comparación, había sido engañada por Tom, Dorian al notar su cara se río.

-Qué bellos son los reencuentros ¿no es así?- su carcajada daba terror.- quiero el portal abierto ahora, te doy 5 minutos... o sino...ustedes mueren ¿entendido?.- había cambiado su risa por una seriedad imperturbable.

Tom se acercó a Amethyst y le habló en el oído con un susurro.

-Haremos lo siguiente, quiero que pienses en tu padre y en el infierno, ábrete y domina tu poder, siente fluir todo dentro de ti, cuando abras el portal, yo empujaré a Dorian dentro, cuando haga esto quiero que abras los ojos, esto cerrará el portal ¿quedó claro?.- ella asintió levemente.

Amethyst cerró los ojos, pensó en aquel sueño extraño, después de eso, lo que pasó fue increíble.