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Debo volver

Los ángeles entraron sin dificultad al averno, mientras Tom la depositaba en la mesa chata de piedra.

Endora se hizo al frente del cuerpo de Amethyst que estaba helado y tranquilo, puso sus manos elevadas en su pecho y dijo algo en un idioma ancestral "Vade retro, vade retro, ibratach iste corpus, retregan ista anima, datte e sushtak et vita, eshte cote de mondo eu espiriat" (aléjate, aléjate, abandona este cuerpo, regresa esta alma. Darle el suspiro de vida, hazla volver del mundo de los espíritus) el cuerpo de la joven reaccionó, su dorso y cadera se alzaron pero luego se volvió acostar, ya había cruzado al mundo espectral.

Un aura blanca pasó por la puerta de los vivos, entró con los espectros, el alma de Amethyts estaba sumida en una experiencia interdimensional, al principio vio a su madre en embarazo llegando a la cafetería, se acercó a Galicia, se hizo al frente de ella, la iba a abrazar pero su madre la atravesó , dio un paso adelante, ahora estaba en un salón de clase infantil, al lado estaba ella de pequeña, obligando a su profesora a abandonar el salón, dio otro paso, vio a su padre con la versión adolescente de ella, continuó, pasó por el episodio de Ben, después por momento de su transformación cuando conoció a Dorian.

Mientras tanto fuera del mundo espectral todos estaban desesperados.

-De ella es la decisión de regresar o sumirse en las tinieblas, necesita una motivación.- dijo Endora.

Ahora Amethyst había llegado a aquel momento en el jardín, Tom y ella besándose, los recuerdos volviendo, se detuvo para contemplar el beso, los miró por horas que parecieron segundos y pensó "hay cosas que aún no concluyo", y en voz alta gritó: DEBO VOLVER.

Dylan y Tom tomaban sus manos frías, uno a cada lado, cada uno le dio un beso en cada mano, momentos después de eso, ella abrió sus ojos mientras pronunciaba un "debo volver"

Lo que pasó fue que cuando ella estaba firme en regresar, se abrió un hoyo de luz justo al frente de ella, Amethyts ingresó allí sin parar de decir esa frase, desde arriba vio su cuerpo, y sin parar de repetir la frase entró en él, para despertar.

-Volviste, pensé que me dejarías y no lo hiciste.- dijo Tom con lágrimas en los ojos.

-Aún tengo cosas por resolver aquí.- dijo mientras intentaba ponerse de pie pero todo su cuerpo le pesaba.

-Está débil, deberá quedarse aquí.- dijo Endora.

-Me niego a dejarla aquí.- respondió Dylan.- sobre mi cadáver.

-Y el mío.- dijeron los gemelos al unísono.

-Tendrás que matarme.- afirmó Caroline.

-Podría matarlos a todos aquí y ahora, pero eso supondría sufrimiento para ella, recaída y vuelta al mundo espectral, así que...- dijo pensativa.- permitiré que se vayan, de todos modos volverán de nuevo, solo quiero que hagan una cosa.- metió su mano en un pliegue del vestido, de allí sacó un gotero de vidrio con un contenido color vino tinto con una consistencia entre líquida y sólida.- denle esto dos veces al día, en la mañana y en la noche, la pondrá fuerte mucho más rápido.

-¿Qué es eso?- preguntó Dylan con una curiosidad disimulada.

-Sangre y lágrimas de ángeles asesinados por mi mano.- dijo Endora con orgullo, Dylan la iba a atacar cuando escuchó esto, pero la jefe del infierno solo dijo.- Yo no lo haría siendo tú, recuerda que estamos en mi territorio, solo es una... sugerencia.- ella solo sonreía, sabía que tenía la razón, el ángel no se atrevería a atacar.

-Algún día entrarás a donde soy más fuerte y verás que es el verd...- Endora solo lo interrumpió.

-Hasta entonces solo son amenazas sin importancia, así que cállate, no siendo más, ya pueden irse, ya me huele mucho a bondad aquí.- Tom tomó el cuerpo de Amethyst como si estuviera agarrando un bebé, Endora mandó a llamar a un demonio joven y como de costumbre cortó su garganta para abrir el portal, por ahí pasaron los visitantes y aparecieron en la dimensión humana, justo en medio de la casa de Amethyts, que estaba a punto de colapsar.

-Vamos a mi casas, allá estará protegida, como todos queremos, a salvo.- dijo Dylan, todos asintieron, llevaron a la joven en brazos a la casa del ángel, la recostaron en una de las camas y durmió tranquila toda esa noche hasta la mañana siguiente.

-Buenos días, chispitas.- dijo Tom cuando vio que ella había abierto los ojos, el chico entró en la noche sin que Dylan se diera cuenta y pasó allí el rato protegiéndola.

-¿Tú quién eres?- le preguntó Amethyst.

-No puede ser, no de nuevo.- dijo Tom desesperado, ella solo rio.

-Si que eres idiota, es una broma.- no pudo contenerse, lágrimas de risa aparecieron en sus ojos, después de mofarse un rato se incorporó, Tom salió de la habitación y luego volvió con Dylan, este llevaba un gotero.

-Tomate esto.- dijo Dylan y le acercó la botella, ella la miró con asco.

-Miren esto, parece sangre coagulada.- Dylan la miró triste.

-De hecho...- ella lo interrumpió.

-¿es enserio?, ¿sangre coagulada?, ¿en qué sentido podría ayudarme?, ni que fuera sangre de ángeles o algo por el estilo.- Dylan descompuso más la cara.

-De hecho...- ella lo volvió a interrumpir.

-Lo siento tanto, enserio, perdón, lo tomaré sin reproches.- puso unas gotas debajo de su lengua, este, a pesar de su aspecto sabía a pureza, bondad y amor, si estos se pudieran probar.

-Debes descansar mucho estos días, cosas como estas no deben volver a pasar, debes saber protegerte a ti misma, ahora descansa, debes concluir tu entrenamiento cuando estés mejor.- Tom hablaba, Dylan se había ido y luego volvió con una bandeja con un gran desayuno.

-Proteínas, calorías, carbohidratos y otras cosas que ahora no recuerdo.- dijo Dylan con una gran sonrisa, por la puerta aparecieron los gemelos.

-¿Cómo te sientes?- Preguntó Louisa

-Mejor... supongo.- respondió Amethyst.

-Eres una pendeja que nos hizo preocupar a todos, desgraciada, no sabes lo mal que estábamos, pero esta me la cobro, es que, ¿a clase de persona idiota se le ocurre ofrecerle el brazo a un Reiktag?, enserio tiene problemas mentales- Amethyts solo la interrumpió.

-Yo también te extrañé.- todos sonrieron menos Louisa.- te quiero, idiota.- ahora la gemela sonrió y le dio un fuerte abrazo.

-Fuiste muy valiente.- dijo Louis.- y fuerte.- complementó Caroline que había acabado de llegar, el gemelo y la arquera se miraron y ella se volteó sonrojada, tocaron la puerta de la casa, Dylan fue a abrir.

-Necesito verla.- dijo el visitante.

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