👑"Capítulo 11"👑
El rey Alexey I, dictó a su ejercitó "plumas azules" que cerraran el castillo y toda la frontera del reino de imediato. Pero no pensó que el mal ya se encontraba entre medio de ellos. El ejército de su majestad y al que pertenecía también Camilo portaban una armadura caballeresca color de la plata, esta misma en el centro llevaba un escudo con el dibujo de un león dorado y debajo las inscripciones "A.Y", por Alexey I.
El día del funeral de la reina Blue, que no fue tan lejano al de Tomás o al de Damián, su majestad vestía un traje azul muy parecido al de su ejército, ya que en las guerras el rey es que que debe comandarlas en primer lugar, y no es que Alexey hubiera decretado una, pero si alguien se estaba metiendo con su reino y no iba a permitirlo.
Tras la muerte de Blue, el rey decretó una total restricción para recorrer las calles y se deberían hacer todos los quehaceres importantes como pagar impuestos durante un horario en el que la luz del día aun estuviese alumbrando. Se decretó también una semana de duelo por la reina y la bandera del reino se colocó a media asta del mástil para demostrar el duelo.
—Hoy, el reino se encuentra con un gran dolor, hemos estado padeciendo innumerables pérdidas, y de las cuales siento tanto, ya que estas fueron en nuestro ejército, pero lo que ocurre actualmente es serio querida corte, la reina no murió por enfermedad sino por envenenamiento.—espetó Alexey dejando a todos petrificados. Hoy no solo visto de azul en honor al nombre de mi esposa, que en paz descanse, sino que lo hago en símbolo del reinado y nuestras tierras.—continuó el rey.—Hoy declaro la alerta de guerra contra reinos vecinos y para quienes internamente estén utilizando sus poderes para el mal del reino.
—Esto significa que cualquier tropa que entre, salga o desee acercarse al reino, deberá solicitar un permiso previo de quince días, incluyendo la firma del reino y a la corte que pertenezcan los enviados.—enunció Luisana la segunda en la sucesión de la corona.—Nuestro ejercitó cubrirá todas las fronteras vecinas y todos los muros que rodean la protección del palacio.
—Como última instancia, utilizaré mis poderes de luz para crear un páramo protector alrededor de todo el reino, para que cualquier poder de la oscuridad queden completamente incapacitados dentro de nuestras fortalezas reales.—Y por último, ante toda la corte real, Luisana recibirá una mención especial por parte de mi reinado y puesto que mi esposa ha muerto y la princesa es la segunda en la línea de sucesión tendrá la autoridad de reina hasta que cualquiera de los dos deseara contraer matrimonio, mientras tanto, ambos seremos reyes soberanos del reino.
—¡¡LARGA VIDA A LOS REYES!!—vociferaba la multitud que escuchaba atentamente a Alexey.—De este modo, le acercaron a Luisana la corona que portó Blue durante su vida junto al rey y firmó las disposiciones que enunciaba el decreto real de emergencia.
Luego del anuncio, se entró con escoltas al salón de los cristales a Blue, quien reposaba en una especie de cámara de vidrio para que los súbditos pudieran pasar a rendir homenaje, no pasaron siquiera veinticuatro horas que el salón se llenó de flores de todos los colores habidos y por haber, también velas aromáticas y miles de cartas de condolencias fueron llegando para el rey.
Más tarde, durante el crepúsculo del día siguiente el cuerpo fue llevado hasta el lago de los cisnes, donde se colocó el cuerpo de Blue en una barca y donde se adornó con todos los ornamentos ceremoniales, pancartas del logo real, perfumes que se esparcieron sobre la barca y en el agua y también coronas de flores que se tiraban desde el puente que conectaba el palacio con el lago.
Después de mucho tiempo, las campanas reales repiquetearon invocando a la protección de las divinidades del universo para que el alma de Blue fuese llevada con ellos y que al salir del Cronos pudiera reencarnar en una nueva vida. Finalmente el rey ayudado de los guardias reales empujaron la barca que llevaba dormida para la eternidad a la reina Blue, esta luego de varios minutos navegando en el agua se perdió entre la neblina del lago.
—¡Hay de algo que debemos hablar su Majestad!—pronunció Melanie la doncella vidente.
—¿Qué es aquello que tiene tanta importancia?—preguntó Alexey con la mirada perdida en el lago, mientras Luisana lo abrazaba quedándose a su lado.
—Tuve una epifanía.—eximió la muchacha.
—¿Sobre qué?—interrogó Alexey poniendose serio.
—Majestad, lamento tanto la pérdida.—interrumpió Briseida llevando flores hasta la presencia de Alexey.
—Gracias, puede darme las flores, pero estoy con otros asuntos.—enunció Alexey sin tanta expresión.
—Oh y esos asuntos que podrán ser que tengan tanta importancia en momentos como estos.—vociferaba Briseida con una gran furia por dentro.
—Es lo que estoy intentando averiguar...—expresó Alexey, volviendo a hablar.—La escucho. Melanie.
—Aquí no alteza.—sentenció la doncella.
—Bien, entonces espere a que realice la creación del páramo.—sentenció Alexey, quien contaba con la presencia de una cantidad numerable de nobles a su lado y del ejército real.
—¿Páramo?, ¡Nadie dijo nada de eso!—criticaba Briseida quien no había participado de la asamblea del día anterior, ya que planeaba cómo destruir por completo al rey.
—Si hubiera estado ayer en la asamblea general se hubiera enterado de los anuncios.—comentó Luisana con sarcasmo.
Alexey dejó de escuchar la discusión y sin dar una respuesta a las quejas, invocó a los poderes de la luz que el sol le había concedido como un regalo desde que sus padres lo concibieron. En ese momento llegó Camilo, el líder del ejército, pero vio que era demasiado tarde para evitar que su majestad realizara semejante gasto de sus poderes en un páramo debilitador de poderes de la oscuridad.
Todo su cuerpo por un instante se iluminó con una luz tan fuerte que dejó sin poder ver a toda la multitud presente, una luz similar a la que se podría ver al estar al borde de la muerte. Los rayos de luz que salían desde todo su cuerpo comenzó a formar una pared transparente de color dorada alrededor de los muros y entrada del palacio real.
Una vez concretado el acto de magia blanca, hubo una especie de explosión de luz que se esparció sobre el reino como si fuese una ligera llovizna dorada que duró tan solo unos segundos. Briseida en ese momento sintió un fuerte dolor de cabeza y una voz dentro que le decía: "las fuerzas de la luz serán derrotadas con los poderes inmanentes de la joya rubí, encuentrala para romper el hechizo". Esa voz, que no dejaba oír nada más generó en ella tanto dolor que hizo que cayera rostro en suelo.
—¿Te sientes bien?—replicó Luisana al voltear y ver que la mujer había caído al suelo.
—Yo la ayudaré, llevemosla a sus aposentos y pediré que venga un médico.—pronunció Camilo, que sorprendió al rey su aparición repentina.
—General, usted no hará nada.—sentenció Alexey.—Soldados pidanle a Giovanna que custodie a la señorita Briseida y pidanle a un médico real que visite sus aposentos.
—¡Si su Majestad!—pronunciaron los custodias que tenía a su lado el rey.
—Tu vienes conmigo—señaló Alexey a Camilo para que lo siguiera.—También tú.—señaló a Melanie.
CONTINUARÁ...
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