Por siete meses de largo esmero en escribir pude cementar, por lejos, una de las historias más complejas en mi haber y la que me ha afectado emocionalmente.

De verdad, sentía una inseguridad en publicarla pero al final valió la pena ♥.

Yo desde algún tiempo prometí en su momento escribir un fic de guerra cuyo personaje principal sería Griffin y la pareja central MaxGriff. A diferencia de mi otra historia "Extranjeros" donde los personajes sobreviven en una guerra, en "La Corrupción de los Inocentes" están en el ojo del huracán, ellos fomentan la guerra siendo soldados que la perpetúan.

Sin embargo, ustedes bien saben de que la historia no solo se enfoca en aquello, sino de los hartos de problemas que hacen eco antes, durante y pos guerra y ajenos a ella, en especial en Griffin.

Al comenzar de estructurar la trama, se hacía notorio la parte del morbo bélico y la desesperanza latentes en cada capítulo, y me pregunté a mí misma: ¿Qué clase de mensaje o moraleja quería plasmar? Ni yo sabía la respuesta cuando avanzaba o siquiera vislumbraba un final claro, ya sea trágico, agridulce o feliz.

Creo que todo se desarrolló de manera orgánica y el mensaje resume en: resiliencia y catarsis personal.

Griffin desde muy chico tenía responsabilidades que no le correspondían, sin tener guía hacia donde ir o mentor a quien acudir, se las arregló a sacar adelante su vida y la de Ash como pudo aunque el miedo fuese su fiel compañera; a través de ella Griffin no pudo obviar varias cosas como el nulo afecto paternal de Jim, la indiferencia de Cape Cod por un simple malentendido con su vecina o el apego emocional ligeramente tóxico e inmadura con Joe, porque, al final, este también sufría como Griffin y por eso forjaron una amistad. Y aún así, la amabilidad de Griffin no se doblegó ante las circunstancias, solo se apagó por el tormento emocional que cargaba, creando así la peor versión de su ser.

Honestamente, su vida era una desgracia constante y peligrosa. Griffin lo sabía he intentó salir a flote sin éxito. Lo único que lo mantenía cuerdo era cuidar de Ash: su orgullo, su amor y su mundo.

Por supuesto que ese camino hacia la guerra no haya sido el mejor, la influencia de Joe pesó mucho pero a veces los orígenes de los grandes problemas provienen de los progenitores, lo que Jim le dijo lo marcó para siempre y lo quebró.

Simplemente no hay perdón de lo que le hizo a sus hijos, Ash, al crecer, también está en conflicto con esas emociones que evocan al pensar en su padre.

A pesar que la llegada de sus otros amigos y compañeros a parte de Joe  como Richard, Xin Chen y específicamente Max, hicieron su estadía más llevadera, Griffin no era exento del dolor.

La muerte de Joe me jodió incluso a mí. Esa escena de la Operación Cacería iba a ser más explícita pero la mofiqué varias veces. Creo que ahí empezó el declive fuerte para Griffin (hasta para mí porque me costaba escribir los capítulos subsiguientes). Luego los descesos de sus otros amigos solo fueron la gota que derramaron el vaso de la desesperación en Griffin.

Un ciclo constante de martirio, sacrificio, desamparo, adicciones y muchísima muerte.

Ser Griffin Callenreese era execrable.

En toda la historia, incluso después de ser inyectado por el Banana Fish, Griffin obtuvo todo el apoyo y buena disposición de varias personas: Richard, Xin, la enfermera Melissa (aunque solo aparezca unas cuantas veces), la pandilla china, Skipper, Yut Lung, Ash y sin duda Max, quien fue su fortaleza en todos los sentidos de la palabra para que no se rindiera.

Aún con todos ellos, no fue suficiente para impulsarlo a mejorar.

La vida de Griffin siguió siendo una mierda fuera de Irak. Esa evolución de su personaje solo llegó a ser cuando él se perdonó a sí mismo y quiso cambiar de a deberás. Esa voluntad nunca fue apagada cuando decidió hacerlo antes de ser inyectado por el Banana fish y sin saber las noticias de su hermanito desde Cape Cod.

Fue por él mismo que pudo amar, por primera vez, a ese Griffin Callenreese qué tanto aborrecía, lleno de errores, miserias y en admitir que fue un niño expuesto a una realidad cruel.

Quería sanar en rescatar a niños de una vida análoga como la de él, Joe, de Ash, Yut Lung y de las niñas en Irak que nunca volvió a saber sobre su paradero. Aunque a veces no se puede ayudar a nadie que no quiere, una lección difícil que aprendió con Cain. 

Griffin quiso volver a renacer en alguien respetado y admirado (cualidad qué le fue quitado en Cape Cod y otro impulso de ir a Irak), sin darse cuenta que esa admiración ya la había captado antes a su prójimo, Max fue el primero en hacérselo saber.

Sin embargo, no le estoy quitando crédito a Max porque gracias a su brillante luz pudo iluminar el oscuro sendero de Griffin, es la personificación de fidelidad y amor incondicional. En serio, que a ese viejo se le reza akaks, MaxGriff forever ❤️😂✨. Hice lo que pude en darle el mejor desarrollo posible 🥺 pero en sí la historia se centraba en Griffin, espero haberle hecho justicia a él y a los demás personajes.

No estoy segura si estuve bien encaminada al formar una historia coherente, ya en el último arco lo sentí un poco apresurado y quizás me faltaba más capítulos, sobre todo por Ash y su ida a Japón con Eiji (puesto que en este desafío solo eran 28), pero estoy feliz como quedó.

Solo me resta agradecer a todos los lectores qué llegaron hasta el final. Algunos abandonaron la historia y no estoy enojada con ellos, no es bonito leer como una persona sufre, toca fondo una y otra vez y estando en un ambiente atroz como la guerra. Por eso, felicito a aquellos que se quedaron a quebrarse conmigo AKSKFLA ❤️✨

Los quiero mucho, en serio, sin su apoyo esta historia no hubiera sido posible, me daban ánimo en seguir publicando hasta el último capítulo. Espero que hayan tenido una buena lectura.

Sayonara. ❤️