Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: "Reliquias mágicas"

Narrador omnisciente

Luego de haber desobedecido a su amigo Chat Noir, Marinette se hayaba con la corona sobre su cabeza. Lo primero que sintió la princesa fue un pequeño escalofrío pasándose por todo su cuerpo, mientras que el joven la observaba un tanto alarmado.

Era un especie de poder que parecía estar surgiendo dentro de ella, y al creer que lo tenía totalmente bajo control se relajó, sin prever un fuerte y repentino dolor de cabeza. Fue una punzada tan dolorosa, que la hizo satisfacer de inmediato la necesidad de sacarse la corona y lanzarla lejos, perdiendo en ese mismo instante el control de su cuerpo.

—¿¡Marinette!?— gritó el rubio reaccionando de manera espontánea, atrapando a la peliazul entre sus brazos —¿Qué sucedió?

—B-Bien... No lo sé— respondió Marinette, intentando separarse del chico y mantenerse de pie por sus propios medios —Mi cabeza ardió de una manera horrible por un segundo.

Aunque ambos miraran la corona que ahora se hayaba en el suelo, cada uno tenía pensamientos muy distintos respecto a lo recién sucedido. Para Chat Noir, esa reliquia no significaba más que un peligro para todos, pero en cambio la joven era consumida por las preguntas. ¿Qué hacía algo tan poderoso allí?, ¿por qué estaba oculto?, y ¿cuál era su verdadero fin?

El rubio no pudo evitar notar lo concentrada que estaba su acompañante, con la cara llena de intriga, deseando saber un poco sobre aquella antiguedad.

—Todo lo que está en este lugar debe ser muy peligroso— habló él, desconfiado, extendiendo con lentitud su mano con el dedo meñique levantado hacia Marinette —Prométeme en nombre  de nuestra amistad que a pesar de conocer la manera de entrar, sin pensar en lo ansiosa que te vez por investigar sobre el tema, no volverás aquí nunca.

—P-Pero, pero... Está bien— respondió la peliazul viendo a su amigo con una inusual seriedad, dejando ver una pequeña sonrisa —Lo prometo. Aunque no sé por qué debo prometerle cosas a un vago como tú.

Los dedos meñiques de ambos se entrelazaron. Su amistad había empezado un día cualquiera en el cual Adrien decidió "disfrazarse" para ocultar su identidad de príncipe y visitar los reinos vecinos; por cosas de azar terminó en el balcón de la joven y crearon fuertes lazos de confianza.

—No me considero un vago— rió Chat Noir, dándose vuelta en  dirección hacia la salida —Pero, vago o no, lo mejor es irnos de aquí.

Viendo como el rubio comenzaba a avanzar, ella también quiso hacerlo pero su pie chocó con algo al avanzar. Era un libro grueso, de aspecto viejo y gastado, que por portada llevaba una imagen de la corona y otros seis objetos más. Tomando con sigilo el libro entre sus manos, Marinette lo guardó entre su abultado vestido y lo llevó consigo.

Cuando los jóvenes estuvieron fuera del pasadizo, Chat Noir se aseguró de cerrar la entrada y dejarla como si nada hubiera pasado.

—C-Creo que ya es hora de que te vayas— soltó la chica de pronto, con aspecto nervioso —Es decir, yo debo bajar y vigilar la reunión. No estoy segura de que los ciudadanos hayan sido capaces de controlarse solos. Estamos hablando de muchos reinos juntos.

—Entiendo...— contestó él un poco dudoso, preparándose para saltar por el mismo balcón por el que subió —Te deseo suerte allá abajo.

Soltando un casi inaudible "claro" de afirmación, la princesa vio a aquel chico irse. Una vez que reaccionó, con rapidez soltó las cortinas de su ventana y cerró la puerta con seguro, para luego dejar el misterioso libro en su cama. No se tardó mucho en terminar abriéndolo y observar las primeras páginas de éste.

Lo que se describía en aquel libro dejaba a la peliazul con la boca abierta. La corona que antes se había colocado, le daba a su portador increíbles poderes. Entre ellos, si se lograba adquirir la energía suficiente, era posible incluso traer personas desde la muerte.

"Esta corona, puede traer cualquier tipo de riquezas a su portador, fama, fortuna. Aunque de igual modo, puede traer las peores desgracias"

—Lo siento, Chat Noir— susurró Marinette mientras temblaba con el libro entre sus manos —Al parecer, no podré cumplir con nuestra promesa...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro