Corre, Corre.

Disparos y más disparos.

Corre más rápido.

Su risa sádica por el bosque

Mi mente estaba alerta, mis sentidos al cien por ciento, la adrenalina en mis venas me daba la fuerza para correr, mientras voy por el bosque que me trae recuerdos que he bloqueado por décadas, veo sombras entre los arboles como si me persiguieran, y escucho la característica risa sádica de quien me viene persiguiendo, y la que ya hace parte de mis pesadillas, y mientras voy distraída, me tropiezo con una roca y caigo sobre mis manos y rodillas al suelo de manera estrepitosa. Trato de recomponerme para llegar rápido al pueblo y conseguir ayuda, pero mi cuerpo no me ayuda, y mientras trato de levantarme llega el y lo que me dice me provoca miedo:

-Vamos a jugar Amanda- Me dice en tono juguetón mientras una sonrisa sádica se forma en sus perfectos labios

-Te prometo que seré amable contigo- Dice sarcásticamente pero yo ya no le creo nada. Ya no caeré en sus juegos retorcidos

Nunca pensé que supiera manejar armas. Pero claro, tampoco sabia que era tan perspicaz o que podía infiltrarse entre la gente con esa facilidad tan abrumadora. Debí hacerle caso a mis instintos, debí haberme negado a juntarme con el solo porque me parecía carismático. Fui tan tonta.

-¿Juegas conmigo o con mi mente?- Escupí amargamente a modo de ofrecimiento -Además - Le dije mientras trataba de sentarme- Tú lo único que quieres es verme muerta- Espeté

Frunció sus labios de manera disgustada pero cínica, fingiendo enojo mientras contemplaba el cielo.

Mientras el realizaba este acto, me quede observándolo todo, tratando de buscar en mi cerebro alguna razón para haberme acercado a el o haberme hasta enamorado de él. Porque ya no veía al hombre bueno y caballeroso que cree en mi mente, ahora solo veía un asesino, sin un ápice de compasión humana, solo sed de sangre y de venganza. 

-Tal vez sea cierto- Hace como si pensara, baja la mirada hacia mi -En realidad no- Me dijo mientras se reía, al ver mi cara -Eres demasiado lista para esa clase de táctica, solo quiero que pagues por lo que le hiciste a el- Me dijo mientras me ayudaba a levantar. Vaya, que caballeroso. Noten mi sarcasmo por favor.

-Ya te dije que yo no fui, yo no le hice nada- Dije mientras ponía distancia entre nosotros, así si trataba de atacarme podría escapar -Ya te mostré las pruebas y tu mejor que nadie sabe quien fue el culpable de todo esto, que no quieras aceptarlo es diferente, tu sol....-

Una bofetada fuerte en mi mejilla fue lo que me calló, la cual palpitaba de dolor, el eco de la misma resonaba por todo el bosque,  pero no me importaba, me había vuelto resistente al dolor, no era la primera vez que el me golpeaba. . .

. . .Pero si seria la ultima.

-Cállate maldita estúpida, no sabes nada de él, que te hayas obsesionado con su vida no es mi problema, y tampoco te da derecho a culparlo por algo que tu hiciste- Me grita

-YO NO FUI!- Le grite, cansada de que culpara sin motivo alguno. En medio de la situación, y ante ese comentario, lo único que salió de mi mente fue reírme con toda la fuerza del mundo. De verdad que este chico estaba ciego, todo por querer salvar a alguien que no tiene nada que ver con él, ni siquiera son familia.

Una sonrisa malvada se dibujo en mis labios, mientras pensé en una táctica para distraerlo. 

-¿Acaso esto es por amor? Debo decir que seria algo formidable- Comenté, tratando de saber un poco mas de él sin parecer asustada.

-¿Qué? - Soltó fuera de si.

-Claro, solo piénsalo- Empecé a armar una teoría improvisada -Como te gusta lo defiendes tanto, lo encubres y dices que mis pruebas son "Acusaciones falsas", cuando claramente sabes que esta pasando- Me miro por un momento...Antes de soltar una fuerte carcajada

-Bueno bueno, esta es la estupidez más grande que he escuchando en mi vida- Dijo tratando de parecer arrogante -Y esta totalmente claro que tienes una obsesión conmigo- dijo el muy idiota

-¿Obsesión? ¿Contigo? ¿Te sientes bien de la cabeza?

Solo quería hacerle entender la verdad, traté de llevarlo por las buenas, y ¿Qué creen?, se puso a la defensiva, traté que llevarlo por las malas, y casi me asesina, solo que se no debí ir a su encuentro, no debí haberle hecho caso a mi mente buscando respuestas, buscando la verdad. Mi vida era perfecta tal y como estaba. Hasta que llego él a dañarlo todo, llego a manchar la perfecta reputación que me había costado construir, revelando mis secretos y sacando a la luz mis "verdaderos colores" como diría él.

En un momento, hace ya mucho tiempo yo trate de hablar con el oficial Lucas tratando de demostrarle que este sujeto era un hombre peligroso y que su familia tenia oscuros secretos, pero él solo decidió ignorarme y me dijo que ese no era un tema que me interesara ya que por un lado eran recién llegados y por otro lado no tenían ninguna sospecha judicial por secuestros o algo así. Yo sabia que desde un principio nadie me iba a creer, pero tenia que exponerlos, que todos se dieran cuenta la clase de monstruos que se ocultaban detrás de esa fachada de la familia multimillonaria.

Se que tal vez me estoy metiendo en un terreno peligroso, pero después de la muerte de mi hermana todo se ha tornado con vibras muy raras, yo no he vuelto a ser la misma, y sospecho que el mismísimo pueblo esconde secretos, como si pareciera que todos saben algo pero prefieren hacer la vista gorda.

De hecho toda su familia tiene esa misma vibra de carismáticos y sociables, hasta empáticos se podrían considerar. Pero desde que llegaron al pueblo y empezaron a darse a conocer, me dieron mala espina. Técnicamente los conocí gracias a mi hermanito, que se enamoro de la hija menor de esa familia, pero mi madre lo reprendió al enterarse porque sentía esa misma mala vibra que yo. 

Mi vida comienza un poco así:

Mi nombre es Amanda Aristizábal, tengo 21 años, vivo en un pueblo en Michigan, alejado de la sociedad, en Saint Luke, soy una psicóloga forense, en mi casa, vivo sola, me encanta salir de noche a bailar. Aquí en Saint Luke todos nos regimos bajo las leyes de "Su Santidad", John, un hombre alto, de cabello castaño, amigo de mi padre desde que tengo memoria, antes de este hombre había otro haciendo cumplir la ley, desde hace mas de 70 años. A pesar de que todo el mundo lo conoce como "Su Santidad", no es porque seamos religiosos, sino porque la primera persona que llego a imponer régimen se autodenominó así, y desde ahí siempre ha sido así por generaciones.

Mi familia es como una pequeña comunidad dentro de la comunidad del pueblo, mis padres y mi hermanito menor viven en una casa grande y adaptada a sus necesidades, mientras que, como mencioné anteriormente yo vivo en una casa grande solo para mi, por el momento no me agrada ni me conviene tener un compañero sentimental, no he tenido buenas experiencias con esto. En mi familia éramos cinco, pero mi hermanita...Que en paz descanse, sus actos y su curiosidad la llevaron a meter las narices dónde no debía y al final termino muerta, otro misterio que quedó impune. Nunca encontramos al culpable, ya que ella tenía varios detractores en el pueblo gracias a su curiosidad...

Mi padre es la mano derecha de John, y un gran arquitecto, lo que le permite tener ingresos que pagan una casa como la que tienen mis padres, y la que tengo yo (una casa que mis padres me ayudaron a pagar), unas de las mas costosas del pueblo, y con una buena ubicación, ya que da a un lago, lo que nos obliga a siempre mantenernos con un buen estatus social y a comportarnos perfectamente de acuerdo a las leyes. Además todos los vecinos y habitantes del pueblo nos quieren y nos tienen en buena estima porque somos personas muy amables y siempre estamos dispuestas a ayudar a las personas con bajos recursos.

Tanto mi vida personal como la vida en general en el pueblo era tranquila, hasta que llegaron los Fleigh, y en el pueblo nunca supimos que fue la calma, ¿Porque? Llegaron ellos y se empezó a saber de asesinatos, suicidios, secuestros, desapariciones y traumas desconocidos a jóvenes y a personas a los que en su vida jamás se les ocurriría un suicidio o cosas por el estilo, y no se metían en problemas con nadie. Además he empezado a escuchar hablar a John y a mi padre sobre la necesidad de un psiquiatra y varios psicólogos en el pueblo porque las personas que han sido secuestradas, y luego liberadas, han desarrollado traumas o trastornos que mis compañeros del medio no han podido solucionar, esto me asusta y me inquieta un poco. Ya que conozco a varios compañeros que a mis ojos son expertos y tienen recorrido y son los que más desconcertados están frente a esta cuestión.

Y no es por estigmatizar pero, desde que ellos llegaron rompiendo nuestras reglas e imponiendo sus propias costumbres sin siquiera avisar,  y dándose a conocer, llamando tanto la atención y así, el pueblo se ha asustado y los han aislado, hablando de ellos en las reuniones del pueblo, o en cualquier lugar de allí donde no se encuentren ellos, juzgando su actitud por ser unos forasteros tan cuestionables. 

En conclusión, éramos la familia perfecta del pueblo perfecto, en una comunidad perfecta, tranquila y feliz , hasta que llego Adam Fleigh y su familia.