—Quiero clarificar que no vamos a reemplazar a tus padres, en ninguna manera, vamos a ser como tus tutores —dijo Ezra cuando estábamos por entrar al juzgado, se veía bien con un traje igual que Felicity con su vestido. Intenté concentrarme en sus palabras porque me había distraído con sus vestimentas—. ¿Comprendes eso?

Solamente asentí, pero Felicity intercedió. —Y, también nos puedes decir cuando seamos demasiado entrometidos contigo y tus situaciones. Intentaremos darte tu espacio.

Volví a asentir. Ambos dieron un fuerte respiro como si necesitaran soltar todo el aire que estaban conteniendo.

—Tal vez deberían decirle esto, después que salgan. ¿No les parece? La están poniendo más nerviosa de lo que estaba —intercedió Kaz.

Esto iba a ser más complicado de lo que había pensado, tomé mucho aire y lo solté despacio.

Ellos no iban a reemplazar a mis padres porque aunque mis padres tuvieron sus defectos y falencias, siempre iban a ser mis padres y siempre los amaré. Y acerca de que ellos van a ser mis tutores y tienen que hacerse cargo de mí, ahí vamos a resolver lo que suceda.

Hice una pequeña oración, para que Dios me calmara los nervios y funcionó. También debía ir definiendo mi relación con Dios, pero cada problema a la vez, aunque con Dios iba a tomar una decisión sin importar la decisión de la Corte.

—¿Estás lista? —dijo Kaz cuando me ofreció su mano para bajar de la camioneta, la acepté con gusto.

—La verdad es que no, pero sé que Dios tiene el control —me ofreció su brazo, lo acepté con gusto y nos dirigimos hacia el juzgado.