III
—No me vas a decir nada —dice la chica—. Oh, ya te orinaste...
—Es broma, ¿verdad? —pregunta con una risa nerviosa.
—¿Me ves riendo? —contesta con seriedad.
Chris no supo que hacer, él reencarnación de un héroe griego era bastante loco para ser cierto. Ahora lo comprende, la canción de cuna en el viento, los sueños extraños dónde él participaba como Heracles el héroe. Aunque no recordaba nada de su pasado, tiene tantas cosas que preguntarle a la chica, pero no sabe su nombre:
—¿Cómo te llamas? —pregunta, Chris, incorporándose.
—Mi nombre es Dafne—responde—. Él es Pegaso —apunta hacia el caballo que hace una reverencia ante él.
Chris comienza a caminar de un lado a otro. La chica solamente lo seguía con la mirada como esperando que le preguntará algo, pero nada salía de su boca
—Será mejor que salgamos de aquí —propone Dafne. Ella comienza a caminar hacia la entrada del museo. Ella se detiene para ver que Chris no avanza—. Si nos encuentra aquí, nada estará bien.
Da media vuelta y sale por la puerta con Pegaso a su lado. Chris mira hacia dónde estaba el cadáver de la hidra, le da un escalofrío enorme ver tanta sangre que después empezará a oler a podrido. La sigue, porque ya no tenía otra alternativa, además, tiene tantas preguntas que a gritos piden respuesta por Dafne.
—¡Espera!, necesito respuestas.
Corre detrás de ella, detiene su caminar:
—Así —Dafne gira en sus talones para encararlo. A Chris le dio un poco de miedo por la expresión tan fría que tiene—. ¿Qué quieres saber?
—¿Por qué Heracles reencarnó en mí? —cuestiona Chris.
—No lo sé. Creo que por idiota —contesta con sarcasmo—. No te puedo responder todas tus preguntas. Todo lo que sea referente a tu pasado, lo tienes que recordar tú mismo... Así manda la ley que puso tu padre. —Le da la espalda— Lo único que te puedo decir es que tienes un nuevo trabajo.
—¿Qué tipo de trabajo?
—¿No lo recuerdas? —pregunta Dafne cruzándose de brazos.
—La verdad, no sabía que tenía una vida pasada... mucho menos que soy Heracles. Ahora se explica muchas cosas que me pasaban de niño —responde.
Siente una sensación de alivio; pero desaparece al instante, ahora no sabe si era bueno o malo.
—Heracles, tenemos que irnos ahora —dice Dafne. Ella comienza a caminar hacia la vuelta del museo.
—¿Qué? —Él no camina, no se mueve ni un centímetro de su lugar.
—A qué cumplas tú misión.
—¿Cómo quieres que la cumpla? No sé qué es.
Dafne suspira con cansancio.
—Lo sabrás en su momento. No vas a recuperar el rayo de Zeus, el tridente de Poseidón ni mucho menos el can Cerberus... —aclara—. Pero primero, te tengo que entrenar... eres medio torpe para usar la espada, si sigues así, te matarán rápido. Ya que concluyas tu entrenamiento nos presentaremos ante tú padre para que te asignen una misión.
»Pero eso sí, tengo mis reglas. Unas que no deberías violar o te haré trocitos, ¿entendiste? —ve que él asiente—. Bueno, la primera regla, es cuando te dirijas hacía a mí o sea como: "maestra"; la segunda, es me debes de obedecer todo el tiempo; tercera regla es que seas disciplinado y cuarta regla, es nada de preguntas de tú pasado.
El asiente. Tantas reglas y él que no le gusta respetar, pero si quiere vivir, tendrá que hacerlo. A pesar que eran pocas a comparación de la casa de estudiantes que son ocho.
—Sabes algo, no recuerdo nada de mí pasado, me puedes decir: ¿cómo era? —Ve que ella lo mira con enojo porque había roto una regla.
Dafne suspira.
—Eras más alto y musculoso, así como la estatua. ¿A caso no la viste? —dice Dafne con una sonrisa—. Ahora eres muy delgado y pareces palillo de dientes.
—Me refiero, ¿Si es cierto que luche con monstruos?
—Claro que sí, Chris. Eras la persona más valiente del mundo, defendiste a la humanidad y todo eso... —explica Dafne—. Eras el más codiciado por las doncellas. Aunque preferiste a una hechicera de Atenas.
—Es en serio, me case con una hechicera.
Dafne se pone sería. Ella había roto sus propias reglas, entonces lo mira con odio. A Chris no le gusta esa mirada, siente que algo le ocultaba, pero no le iba a preguntar, ya que, se enfadaría y lo usará de tiro al blanco.
—Sigamos. ¡No más preguntas!
—Sí.
Caminaron en silencio. No se atreve a verla después de haberla hecho enfadar por unas simples preguntas; no sabe cómo lidiar con ella. Es tan sensible e irritable, ¿qué es lo que oculta? Porque tanto odio hacia él. Comenzaron a salir de la ciudad caminando, para dirigirse a la zona arqueológica llamada: La entrada al Olimpo. Así es conocida esas ruinas que se parecían a una puerta gigante que según la leyenda: es por dónde pasaban los dioses para ir a su morada.
—Aquí es —habla Dafne cuando están parados junto a las ruinas.
—¿Qué hacemos aquí? —pregunta Chris—A caso nos quedaremos viendo aquí, porque no hay nada interesante en este lugar.
—Es la entrada al Olimpo —dice molesta dándole un puñetazo en el hombro—. Serás imbécil. En la antigüedad los antiguos pobladores veneraban este lugar porque por aquí subían los dioses sus tributos que ellos les daban.
—Creo que ya está pasado de moda porque está cayéndose, a lo mejor hicieron algo moderno —Dafne le da otro puñetazo—. Está bien, está bien. Yo me calló.
Esperaron que oscureciera para poder pasar por el arco. Ya que, había demasiados guardias en el lugar. Su deber de los mismos es protegerlos para conservar la zona arqueológica de los turistas que siempre se les ocurre hacer una payasada, y terminan destruyendo algo.
—Es hora —dice Dafne sacando la cabeza de detrás de un edificio antiguo que antes era el palacio de justicia, voltea a ver a su compañero—. ¡Muévete! —Lo empuja.
—Espera, ¿cuánto nos vamos a tardar? Es que se van a preocupar por mí y luego voy mal en la escuela y...
—No pasa nada —Le pone un dedo en la boca para callarlo—. Al atravesar el arco de la entrada, el tiempo corre diferente ahí que aquí, es decir, en el mundo de los dioses pueden pasar años, mientras en tu mundo pasan segundos.
Él soltó un simple "Oh", entonces comprendió que se había metido en un gran lio por haber sido elegido por el héroe para reencarnar.
—Vamos. —Pasa por el arco.
—Ahora en que me metí —murmura con mal humor y melancolía—. ¡Espera!
Los dos cruzaron el arco. Chris suelta un oh de sorpresa cuando ve que detrás del arco era de día, en el lugar había mucha vegetación, es un bosque de árboles coníferos de más de 300 metros de altura, todo era grandioso como si estuviera en el paraíso.
—¿Es aquí donde viven mis tíos y mi padre? —cuestiona Chris admirando la belleza del sendero que se abre entre los árboles.
—Solo es el camino, todavía faltan tres días para llegar —explica Dafne, la voltea a verla alarmado, y ella añade—: Para un Dios es fácil, solo se tele transporta, pero para los que no lo somos... tenemos que caminar, así que andando. —Ella empieza a caminar dejando a Chris atrás.
—¡Tres días! ¡Estás loca! —grita Chris enojado, vio que ella lo ignora sigue caminado haciéndose que no lo oye, y murmura—: Esto es un caos.
Pegaso se acerca a Chris, lo empieza a oler para saber si era confiable para estar con su dueña. Además, quiere saber si era quien su ama buscaba. Al terminar de hacer eso relincha y le lame la cara con entusiasmo.
—¡Espera, me haces cosquillas! —dice, alejándose de él.
—Pegaso, aléjate de él, te puedes envenenar con su sabor.
El caballo alado obedece a Dafne, y se retira de su lado para volver con ella, quién le acaricia su crin. Chris la mira con odio. Ella solo sonríe con satisfacción porque le ocasiona molestia a su protegido. Él no entiende porque es así con él, pero se percata que todos los profesores son de esa actitud.
—Pegaso, fue de Belerofonte —comenta sin ver a Chris, le sigue acariciando el cabello—. Él venció a la Quimera, pero murió por querer alcanzar el Olimpo. Pegaso, lo derribó por culpa de Zeus, ya que con su rayo lo asustó y eso provocó que cayera hacia el abismo.
Chris no sabe eso. El jamás le llama la atención la historia de Grecia, menos de su mitología. Siempre pensaba que todo era falso, que utilizaban la inocencia de las personas para someter a la religión y ponerlos "tontos", sin embargo, ya ve que no es así, realmente existen los dioses, las ninfas, los monstruos mitológicos.
—¿Qué piensas? —Chris da un respingo, voltea verla. Lo mira fijamente—. Te recuerdo que me tienes que contar todo.
—Esa no viene en tus reglas —refuta Chris con mala gana.
—Ahora sí —concluye, le da la espalda para continuar su camino.
Chris murmura:
—Bipolar.
Caminan juntos por un camino rocoso. Chris se tropieza con una roca, pero no cae, mientras que Dafne camina normal por ahí. Alrededor hay un bosque, pero el camino solamente pasaba por en medio de los árboles que no le tapaban la sombra. Comienza a sudar, hace demasiado calor, sin embargo, mira hacia su compañera: se ve normal.
—En este bosque vive el dios Pan —comenta Dafne a Chris—. Él es del dios de la fertilidad humana y animal —explica—. Espero que no aparezca...
—¿Por qué?
Se oye un ruido entre los arbustos. Se detienen, ella saca su arco y una flecha de jacat. Los arbustos hicieron ruidos como si alguien los espiara.
—Sal de ahí —habla Dafne con autoridad.
Algo saltó encima de ellos. Era un hombre con piernas de chivo que se acercó a Chris que lo golpea en la cara y luego salta contra Dafne, pero ella silba para que el caballo alado la protegiera del ataque. El atacante cae de espaldas y poco a poco se incorpora, pero la ninfa lo amenaza con la espada que le dio a Chris en el museo.
—¡Mataré a ese individuo! —grita Chris furioso levantándose rápidamente sobándose la cara.
Está rojo de ira.
—Pan, ¿Qué quieres? —pregunta Dafne ignorando a su tutorado.
Pan sonríe con una sonrisa macabra. Se sabe que él dios era bastante mujeriego, aparte que le gustaba acosar a las ninfas que habitaban en otros bosques cercanos de la provincia. Las ninfas casi no salían, ya que temían que este les hiciera algo.
—Estás invadiendo mí bosque, ninfa. Ah, ya sé, me buscas para reproducirte conmigo hermosa... —habla con picardía—. Las ninfas son hermosas... pero tú pasas de belleza, Dafne. Espera, vienes aceptar la propuesta que te hice hace días...
—No vengo a eso, voy de pasada... llevó a "Heracles" con su padre.
La sonrisa del sátiro desaparece. No le parece lo que escucha, se pone serio.
—¿Heracles? El maldito que casi me mata porque te estaba...
Es interrumpido por Chris que le da un puñetazo en la cara.
—¡Eso es por pegarme! —Dafne lo detiene con un manotazo.
El sátiro gira su cabeza hacia su agresor, le regresa el golpe con sus patas. A Chris le saca el aire, cae de rodillas respirando con dificultad. Dafne se pone delante de el para protegerlo de otro ataque del dios, pero ya no sé mueve.
—No te atrevas, Pan. Recuerda que hará Zeus si le haces algo a su bebé.
—Sí, pero me vale un carajo. Ahora a nuestro asunto Dafne... —Saca su Siringa—. Sabrás quien será tu pareja...
La comienza a tocar. Chris mira a su alrededor, la música lo rodea. Era tan suave que se sentía con mucho sueño. No evita voltear a ver a Dafne. Ella estaba rígida como una roca. Avanza hacia el Dios de manera sensual, le empieza a bailar al estilo Danza del vientre. ¿Pero qué rayos? Se pregunta Chris. Se estaba comportando de una manera bastante extraña. Entonces, lo comprende, es la música del chivo que le estaba haciendo actuar de esa manera.
—¡Ninfa! —grita Chris, corre hacia ella—. ¡Ya basta Pan!
El hace que la música tenga un ritmo más rápido. Chris la abraza para evitar que siga avanzando, pero ella sigue avanzando con velocidad.
—No podrás detenerla.
—Sí puedo.
La suelta. Él corre hacia el Dios, para arrebatarle la Siringa, sin embargo, brinca dando una maroma cuando Chris se lanza contra él. Trata de golpearlo, era inútil porque esquivaba todos sus movimientos.
—Ya me hartaste, semidiós de cuarta —habla con furia el Dios—. Te haré pagar lo que me hiciste hace siglos.
El cambia el ritmo. Dafne ahora se detiene y se pone en modo de batalla. Chris la mira con miedo, él no sabe pelear todavía, será hecho picadillo en un instante. Se lanza contra él, pero esquiva con torpeza así como lo hizo con la Hidra.
—¡Rayos! —grita Chris.
Dafne prepara una flecha para darle directamente en el corazón a Chris, pero cuando la lanza fue hacia la Siringa de Pan. Chris y Pan se quedan sorprendidos por tal acción. Entonces Dafne baja el arco para caminar hacia ellos.
—¿Cómo?...
—Oye... —habla Chris, pero es interrumpido:
—Pan, te recuerdo que eso hace efecto en las ninfas simples, pero desde que me hice guardián de Heracles, tuve un entrenamiento para evitar distracciones como esa —apunta hacia la Siringa—. Así que largo de aquí o le diré a Zeus que intentaste matar a su bebé que, por cierto, el dios supremo ya lo debe de saber.
Se empezaron a salir nubes oscuras en el cielo, comenzaron a sonar los truenos como tambores de guerra en batalla, salieron muchos rayos furiosos.
—Ganaste, pero para la próxima me vengaré —Entra al interior del bosque perdiéndose entre los árboles.
—¿Qué le hice para que me odiara? —pregunta Chris mirando a Dafne que lo ayuda a levantarse.
—No te puedo decir, tienes que recordarlo tú solo, Chris. Reglas son reglas.
Luego al terminar de pasar por la zona boscosa, vieron a lo lejos una gran montaña a lo lejos, es el Olimpo, algo por dentro le da nostalgia, pensar que todavía faltan tres días para saber algo más de su vida.
—¿Qué piensas? —le pregunta Dafne mirándolo de manera seria.
—¿Eh? —habla Chris distraído—. Pues que aún falta mucho en llegar.
—¿A caso ya se cansó el héroe? —Se burla la ninfa—. Se nota que no caminas mucho que digamos, creo que si te dejamos que nos protejas nos matarán a todos. Acampemos aquí, pronto se hará de noche. Y en la mañana comenzaremos el entrenamiento porque como vi, eres un desastre total, semidiós de cuarta.
Chris iba alegar, pero mejor guarda silencio. No la va a provocar porque es un novato por el momento, pero sabe que si logra superarse podrá averiguar por qué todos lo quieren hacer trocitos, habrá algo que no sepa que ellos sí. Aunque la reglas de Dafne es no contarle nada de su pasado. Ahora piensa que será una gran aventura y algo interesante de averiguar.
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Hola, al fin capítulo. Me tardé porque con eso que uno tiene obligaciones fuera del wattpad, pues ya ven.
Ahora salió el primer dios que quiere matar a Heracles (Chris), pero el no sabe que pasa realmente, pero poco a poco irá descubriendo lo que pasa.
Así que esperen el siguiente capítulo, aún no sé cuándo saldrá, ya que he estado ocupada últimamente.
Saludos, chicos y chicas de Wattpad.
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