Capítulo 30 | Las consecuencias
Abro los ojos para encontrar la habitación de Kyle vacía.
Agarro mi celular de la mesita de luz para ver la hora y me sorprende que ya sean las nueve de la mañana y haya dormido de un tirón.
Mi estómago ruge y recuerdo que ayer Kyle y yo no cenamos. Mi apetito desapareció al presenciar la tristeza de Kyle, al escuchar los sollozos que sacudían su cuerpo y lo único que pude hacer fue abrazarlo hasta que se calmó y nos quedamos dormidos.
Chequeo si tengo mensajes de mis padres en el grupo que compartimos, pero nada. Lo último fue la respuesta de ellos cuando les confirmé anoche que me quedaría en lo de Kyle: caritas felices y pulgares para arriba. Sigo sorprendiéndome por su aceptación, pero me limito a disfrutar de mi extraña libertad.
Me dirijo al cuarto de baño y cuando vuelvo a la habitación de Kyle, él ya me está esperando en su cama con el desayuno. La sonrisa se me escapa al verlo. Tiene el cabello negro revuelto y está mirando un punto fijo sin prestar atención a nada realmente.
Cuando me ve entrar esboza una sonrisa y sus ojos se suavizan un poco. En la cama hay una bandeja con jugo de naranja y dos platos con tostadas, huevos revueltos y panceta.
—Puedo hacer otra cosa si no te gusta —se apresura a decir al ver que yo solo me lo quedo mirando.
—No, es perfecto —le aseguro con una sonrisa y me siento a su lado para entrelazar mi mano con la suya. Recorro su rostro con la mirada una vez más, nunca vi sus ojeras tan pronunciadas— ¿No has podido dormir?
Él aparta la mirada y me alcanza un vaso.
—He dormido un poco, pero una vez que mi cabeza se despierta es muy difícil callarla —al verme preocupada me acaricia la mejilla—. De todas formas, esta vez tuve la distracción de tenerte a ti entre mis brazos. No puedes imaginarte lo mucho que me gustó. Nunca me imaginé que podrías ser así.
—¿Así cómo? —me atrevo a preguntar.
—Tan pacífico —dice en voz baja mientras su pulgar me recorre los labios—. Tan único.
Sonrío y cierro los ojos ante sus palabras y sus caricias en mi rostro. No estoy acostumbrada a sentirme así y estos momentos con Kyle solo me permití imaginarlos muy pocas veces. Ahora que está sucediendo, parece irreal y se siente mucho mejor de lo que podía haber imaginado.
Comemos el desayuno y yo lleno el silencio contándole todo lo que no pude en este último tiempo que no nos hablábamos. Los silencios con Kyle nunca fueron incómodos, pero temo que si no trato de distraerlo, su mente vuelva a lugares dolorosos otra vez y se merece tener un respiro luego de los últimos días.
Le hablo de las aplicaciones para la universidad que ya llené para estudiar psicología y grito de alegría cuando él me dice que aplicó a algunas mismas universidades que yo para estudiar ingeniería mecánica. También le cuento lo difícil que fue para mi padre entender que las galletas de Bananas en Pijama que hicimos no se las iba a regalar a él con un doble sentido y lo incómodo que se sintió decorándolas. Kyle estalla en carcajadas y yo siento calidez en mi pecho al escuchar el sonido de su risa.
—Estaban riquísimas —dice, dejando la bandeja de desayuno a un lado—. Bryce me ha traído los regalos al día siguiente y fue lo primero que agarré. Debo admitir que tuve la intención de guardarte alguna, pero estaba tan deprimido que necesitaba esas galletas.
Lo miro sorprendida.
—¿En serio pensaste en guardarme una?
Él me mira divertido.
—¿Por qué te sorprende tanto?
—Bueno yo... me comporté muy mal contigo —musito recordando mi acusación, las palabras hirientes que le dije—, de hecho, creo que todavía no te pedí perdón por ello. Lo siento mucho, Kyle, siento haberle creído a Austin, y lo que te dije en tu cumpleaños...
Él me da un corto beso para silenciarme.
—Perdonada.
¿Tan fácil?
—Kyle... —insisto y él pone sus manos en mi cintura para alzarme y colocarme en su regazo.
—Amy —dice y yo no puedo evitar sonreír—, te lo digo en serio. No voy a mentirte y decirte que no me dolió, pero nosotros nos habíamos distanciado y no tenías forma de saber lo que pasaba por mi cabeza. Así que no tienes que preocuparte, probablemente te perdoné en cuanto me probé el pijama y comí esas increíbles galletas.
Me río y lo beso en la mejilla.
—Si hubiese sabido antes que necesitaba un pijama y galletas para conquistarte...
—Nunca necesitaste nada para conquistarme —asegura y luego coloca su frente contra la mía—. Yo también tengo que pedirte perdón. No supe sobrellevar la situación el día que Jess vino a mí casa. No te merecías que actuara como actué. Te merecías muchísimo más.
—Ambos nos equivocamos. Es mejor no pensar más en eso ahora y pensar en nosotros...
Kyle me mira con una intensidad que hace que me remueva un poco entre sus piernas. Él inspira hondo y detiene mis movimientos agarrándome de la cintura.
—Amber —murmura y luego su tono de voz se torna en una súplica cuando vuelvo a acomodarme en su regazo—. Deja de moverte así, me estás volviendo loco.
Abro la boca para decirle que él es el que me está afectando cuando el timbre de su casa suena y ambos nos miramos.
—¿Tu madre y Jack?
—No, vuelven la semana que viene —contesta.
Me da un beso en la frente y me deja con cuidado en la cama
Se levanta para acercarse a la ventana. Me imagino quién es cuando su expresión se endurece. Su cuerpo entero se tensa y sé que Austin está en la puerta. Kyle sale de la habitación y yo me apresuro a seguirlo y detenerlo antes de que abra la puerta. Pongo una mano en su hombro y él se da vuelta para mirarme.
—Kyle... no hagas nada de lo que te puedas arrepentir.
Su mirada se suaviza.
—Tranquila —murmura—. No es como la primera vez que me enteré. No voy a hacer nada.
Asiento, pero cuando abre la puerta y nos encontramos con Austin, es tanta la tensión entre ellos que no puedo no preocuparme. Austin parece tan afectado como Jess cuando vino a verme. Parece llevar la misma ropa desde hace días. Su mentón todavía tiene un leve tono amarillo por la pelea con Kyle, y el brillo característico de sus ojos ya no está, ahora nos mira como si estuviera vacío, como Kyle anoche antes de que comenzáramos a hablar.
Por unos segundos parece desconcertado al verme detrás de Kyle y sus ojos permanecen en mí tanto tiempo que Kyle interviene.
—¿Qué haces aquí? ―gruñe.
Los ojos de Austin vuelven rápidamente a Kyle y traga saliva bruscamente.
—Necesitamos hablar —dice Austin.
Kyle da un paso hacia él y yo contengo la respiración. Ver a Austin también hace que me sienta furiosa, pero más me preocupa que Kyle salga lastimado de nuevo.
—¿Cómo te da la puta cara para venir hasta aquí? —masculla Kyle—. Te he dicho que no quiero volver a verte.
—Lo sé —musita Austin y aparta la vista como si no pudiera soportar ver a Kyle tan furioso con él—. He dejado el equipo para que no tengas que verme.
Kyle se queda en silencio por un momento y luego lanza una carcajada amarga.
—¿Te piensas que me importa seguir en el equipo? —le pregunta y ahora su enojo se entremezcla con su tristeza—. ¡La única razón por la que seguía allí era porque estabas tú! Porque era una actividad que hacía con mi mejor amigo —la voz de Kyle se quiebra y los ojos de Austin se empañan—. ¿Por qué? —pregunto con voz tan baja que apenas es audible— Confiaba en ti y me fallaste ¿Por qué nos hiciste esto?
Mi corazón se rompe al verlos de esta manera. Recuerdo todas las veces que vi a Kyle y Austin abrazándose y riendo, como se complementaban cuando jugaban al básquet, sus miradas cómplices que provenían de conocerse tan bien. Pero, ¿realmente lo hacían?
Austin no responde y Kyle niega con la cabeza y sigue hablando.
—No entiendo. ¿Cómo has podido? No puedo sacar las imágenes de mi cabeza de tú y ella, pero lo que más me mata... lo que más me duele es todo el tiempo que tuviste para decírmelo y no lo hiciste. ¡Mierda! Todas las veces que lloré contigo por ella. ¿Cómo pudiste dejar que ella dijera todo esa mierda de que yo fui el que la engañó? ¿Cómo pudiste lastimarme así?
—¡Lo siento! —exclama Austin— Siento ser una mierda. Todo este tiempo fui tu sombra, Kyle ¿Nunca te has dado cuenta? —Austin mira a Kyle con desesperación, pero Kyle lo observa sorprendido. Yo recuerdo lo que Austin me contó en el partido de Maia y comienzo a entender lo que está pasando— Mi padre no soporta estar conmigo a menos que tú estés ahí con nosotros, desde que somos pequeños el entrenador lo único que hace es recordarme que no soy tan bueno como tú, mi hermana está obsesionada contigo y--
—¿Y entonces te follaste a mi novia por tu propia inseguridad? —pregunta Kyle con incredulidad.
—Lo hice porque me sentí deseado y por un momento me olvidé de ser buena persona.
Kyle se tensa.
—¿Cuántas veces te olvidaste de ser buena persona? —le pregunta Kyle y Austin se calla y yo tengo ganas de gritarle a Austin por ser tan imbécil porque Jess me confesó que había estado con Austin más de una vez— ¿Y Amber? —inquiere entonces Kyle secamente y yo me sobresalto al escuchar mi nombre.
Austin me mira.
—¿Qué pasa con ella?
—Dime que no jugaste con ella solo por el odio contenido que tienes hacia mí —exige Kyle.
Austin sacude la cabeza.
—No te odio, nunca podría odiarte —responde con la mandíbula apretada y luego se dirige a mí—. No quise jugar contigo, Amber. Tenía un interés real en ti. Por eso me enojé tanto —continúa mirando a Kyle— cuando me confesaste lo que sentías por Amber, me enfurecí porque tú tuviste las agallas que yo nunca tuve para decirte la verdad sobre Jess. No fuiste un cobarde como yo.
Kyle se limpia las lágrimas con su antebrazo.
—Siento que no te conozco —musita con la voz rota y Austin se encoge ante las palabras de Kyle —. ¿Sabes? En el fondo creo que podría haber perdonado que hayas estado con Jess. Hubiese sido jodidamente difícil y no sé si alguna vez las cosas hubieran sido iguales, pero lo hubiese intentado. Pero, ¿tu maldito silencio todo este tiempo? ¿las mentiras? —Kyle niega con la cabeza y da un paso hacia atrás—. Eso es algo que nunca podré perdonarte.
—Y me odio por eso, Kyle, no quise lastimarte.
Kyle se queda inmóvil por unos segundos mirando fijamente a Austin.
—¿En serio no querías lastimarme? No puedes ser tam hipócrita. Joder, ustedes eran mi familia. El cariño que no encontré muchas veces en mi casa, lo encontré en ustedes. Nunca me imaginé que iba a tener que cuidarme de las personas que pensaba que cubrían mi espalda. ¿Sabes qué es lo más doloroso de la traición? Que nunca viene de tu enemigo —dice con dolor—. No vuelvas a intentar comunicarte conmigo, ni tú ni Jess. Hagan lo que quieran, estén juntos, peléense, me importa una mierda, pero no se acerquen a mí —espeta antes de dar la vuelta y entrar a su casa.
Yo me quedo quieta observando el rostro abatido de Austin. A pesar de que de alguna manera yo también soy parte de esto, solo soy un daño colateral. Lo más doloroso de todo es ver como la relación de Kyle y Austin se rompió.
—Lo siento, Amber —dice Austin—. El día que me contaste que tenías sentimientos hacia alguien más, ese día tuve que contarte que yo había estado con otra persona también; pero tenía miedo de que si te lo decía ibas a saber que era Jess.
—Nunca me lo hubiese imaginado, Austin. Nunca me hubiese imaginado eso de ti —contesto con amargura.
—Yo sabía que la persona de la que me hablabas era Kyle y...
—¡Y me dijiste que Kyle y Jess habían vuelto! —le echo en cara, indignada—. Y después tuviste las agallas de mentirme en la cara diciéndome que Kyle había engañado a Jess. ¿Pensaste que era una ingenua que nunca iba a enterarme de la verdad?
Austin aparta la vista.
—Es fácil mentir una vez que empiezas a hacerlo. —Niego con la cabeza, furiosa. Jess había dicho lo mismo—. Me equivoqué, por favor, Amber, sé que tú eres buena persona ¿puedes hablar con Kyle y...?
—No —lo interrumpo con voz tajante— Creo que tienes que aprender que las acciones tienen consecuencias, Austin. Y sí, todos nos equivocamos, pero no puedes esperar que otra persona te perdone luego de hacerle tanto daño y de forma intencionada, porque tuviste muchos momentos para decirle la verdad a Kyle y no lo hiciste. Tuviste la oportunidad de decirme la verdad a mí y me mentiste.
—Amber...
—Que te quede claro esto: que sea buena persona no quiere decir que sea estúpida. No voy a ayudarte ni a ti ni a Jess. Si Kyle los perdona va a ser solo decisión de Kyle, y me mata pensar que él es tan bueno que puede que los perdone, pero yo no lo haré, Austin. No cuando lastimaron tanto a una persona que... que significa tanto para mí. Puedes mejorar, todos podemos y si tratas todos estos sentimientos negativos, estos celos que tienes... podrás mejorar. Sé que lo harás. Pero cuando lastimas tanto a alguien tienes que hacerte cargo y respetar su deseo de no quererte más en su vida.
Austin abre la boca y la cierra, supongo que está tratando de buscar otro argumento que justifique lo que hizo. Finalmente niega con la cabeza, frustrado.
—Es que no lo entiendes. Yo... no pude controlar mis sentimientos, los celos hacia Kyle, las ganas de estar con Jess...
—No se pueden controlar los sentimientos, pero si las acciones —replico y eso hace que Austin se calle.
Y Austin ha lastimado tanto a Kyle que ahora una de las consecuencias es que él no quiera tenerlo más en su vida.
Austin perdió a su mejor amigo, pero Kyle... Dios, perdió muchísimas cosas y ahora me asusta pensar qué otras consecuencias podrá a llegar a tener Kyle luego de esta traición.
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Anuncio para que se preparen mentalmente: Faltan tres capítulos + el epílogo para que esta historia termine.
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¿Qué les parece avances del próximo capítulo en twitter? @leilaripiano 😏
❤ Lxs amooo. Muchas gracias por comentar y votar ❤
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