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Jungkook:
FLASHBACK:
__ Lo siento señor, la señorita Mi Nam dice que está indispuesta - dijo con miedo, podía verlo en su mirada-
__ ¿Indispuesta?- pregunté alzando una ceja- ¿Y eso por qué?- ante mi pregunta, el comenzó a ponerse inquieto
__ No lo... se su majestad... -dijo Sehun con miedo.
Yo me le quedé mirando, analizando sus acciones.
__ Dile que venga- ordené, sin embargo, él se quedó parado, sin mover ni un músculo-
Esto ya no me estaba gustando.
__ ¿Que esperas? - le pregunté un poco molesto- Acaba de ir - dije alzando la voz -
Fin del FLASHBACK:
●●●
Actualmente...
De solo recordar eso, me molestaba. Pero para hacer la historia más interesante, nuevamente estaba Sehun frente a mí, con una cara de temor, en lugar de haber traído a Mi Nam.
¿Acaso eso era una broma?
__ Su majestad... - decía con miedo, sin embargo, yo me le quedé mirando con molestia, estaba enojado- La señorita Mi Nam... di... - di un fuerte golpe en mi escritorio, logrando que el se callara. Yo apreté mis dientes, tensando mi mandíbula.
__ ¡¡¿Y AHORA QUE?!! - pregunté en un grito, estaba muy cabreado- ¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ KIM MI NAM? - estaba más que furioso, ¿que carajos le pasaba a Mi Nam? -
El miraba el suelo, tocando sus manos de manera nerviosa.
Yo no podía aguantar esta insolencia de Mi Nam.
¿Quién se creía que era, para desobedecer la orden de su Sultán?
__ E-Ella, es...- no lo dejé ni terminar debido a mi repentino cambio, me puse de pie de una manera tan brusca que parecía que iba a comerme el mundo-
Caminé hacia la puerta, Sehun comenzó a temblar, con el miedo en sus ojos.
__ ¡¡SAL DE MI CAMINO!!- dije como alma que lleva al diablo, para empujarlo con violencia y abrir las puertas con brusquedad -
Salí furioso sin mirar para atrás, ni siquiera miraba a las personas a mi alrededor, solo me preguntaba; ¿por qué ella hacía eso? ¿Por qué razón se negaba ante mi pedido?
Llegué al piso de las concubinas, llamando la atención de todos, pero sobre todo, de las concubinas y criadas.
__ ¡Todas muestren respeto! - anunció Sehun, quién al parecer venía detrás de mí.
Todas las concubinas y esclavas, hicieron una reverencia.
Yo miré a ver si la veía, necesitaba encontrar a esa desvergonzada, pero nada, no había rastros de ellos, así que subí al piso de las favoritas, ahí debía de estar.
__ Su alteza... - habló la señorita Choi con miedo, en el momento que me vio subiendo las escaleras.
Pero yo seguí mi camino, estaba demasiado enojado.
Al llegar, abrí la puerta de sus aposentos con brusquedad, todo furioso miré por todas partes para encontrarla. Quería insultarla hasta que recordara su lugar, quería saber el motivo de su descortesía.
__ ¡¿CÓMO DEMO...- mi reproche se detuvo, en el momento que la vi sentada en la cama, no pude pronunciar ni una sola palabra, ahora no tenía palabras, ante la mujer que estaba frente a mí-
Ella se levantó inmediatamente, bajando la mirada, para que no pudiera verla talvez. Sin embargo, pude apreciar los daños ocasionados en su bello rostro de porcelana.
Se veía demasiado lastimada.
Mi corazón se estrujo, cada gota de rabia o enojo, se esfumaron al verla en tal estado.
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Mi Nam...
Nada, nada había funcionando. El seguía insistiendo en verme y yo no podía ir. Tanto que anuncié que estaba indispuesta, sin embargo, eso a el no le importó.
Entiendo que estaba enojado, estaba siendo una insolente ante mis respuestas. Pero verle llegar, a mis aposentos de manera violenta, me asustó y entristeció demasiado.
Yo estaba sentada en la cama, cuando de repente el entró. Rápidamente me levanté e hice una reverencia, mostrando mi respeto, pero mi mirada estaba solo en el suelo, no podía verlo a los ojos, me sentía indigna de mirar esos ojos, cuando ya mi rostro no era adecuado para él.
__ Alteza... - decidí hablar, con mi voz entrecortada- ... perdón por no ir a sus aposentos, perdón por negarme a su pedido, a su llamado; es que estoy indispuesta - dije sintiendo mis ojos cristalizarse- Mi rostro... ya no es adecuado para usted... - terminé de decir, con el dolor de mi alma.
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Jungkook:
__ Alteza... perdón por no ir a sus aposentos, perdón por negarme a su pedido, a su llamado; es que estoy indispuesta. Mi rostro ya no es adecuado para usted...
- al escuchar eso, me di cuenta a lo que se refería-
Pero yo no podía dejar de mirarla, ¿que le había sucedido a mi Sultana?
__ ¿Que te pasó?... - pregunté acercandome a ella, posando mi mano en su mentón para que alzara la mirada - Mírame... - le pedí.
__ No alteza - sollozo - No por favor... - pidió entre sollozos- No quiero que me vea así... - ella estaba llorando, les juro que mi corazón se oprimió, se sintió chiquito. De solo ver lo que estaba sufriendo mi amada-
__ Mírame hermosa, te lo pido. - pedí con un tono de voz suave, delicado- No me importa como haya quedado tu rostro, para mi tu siempre serás las belleza de mis ojos - ella suspiró, después de varios segundos, decidió alzar la mirada. Oh dios, ¿que le había pasado?, ¿Quién le hizo daño así a mi princesa?
No quería hacer gestos de asombro, para no avergonzarla o que de casualidad se sintiera triste.
Pero el enojo que comencé a sentir, me estaba haciendo perder la cabeza.
__ Jungkook...- ella hundió su cabeza en mi pecho, comenzó a llorar como una pequeña niña, aferrándose a mí por completo.-
¿Cómo debía sentirme después de haber visto eso?
Me sentía triste, enojado.
No pude evitar sentir unas ganas inmensas de llorar, me sentía demasiado impotente, ante el sufrimiento y dolor de mi amada.
__ Calma mi princesa, no te pongas así... - yo la abrazaba y acariciaba su cabello aún estando sorprendido, pero no podía demostrar eso ante ella-
__ Ya... no me podrás... mirar como antes. - comentó con tristeza, para alzar la mirada y mirarme a los ojos.
Estaba tan mal.
Llevé mis manos a su rostro, pero ella rápidamente me detuvo.
__ No, alteza- me pidió con sus ojitos llenos de lágrimas.
Sin embargo, yo seguí mi cometido. Quité esas torundas, que cubrían parte de su rostro, enseguida varios trozos de carne casi podrida, cayeron al suelo permitiendome ver su rostro por completo.
Tenía el rostro muy hinchado, sus mejillas tenían moretones y su ojo derecho, estaba totalmente morado debido al golpe.
Al parecer le habían colocado carne, para que absorbiera las heridas y le sanaran rápido.
__ ¿Dime... quién fué? - necesitaba saber quién fué la persona que le había echo eso- Solo dime... - le pedí, mirándola a los ojos...
__ No puedo - me dijo - porque ella es muy poderosa... - decía entre dientes-
Fué alguien de la realeza entonces.
__ Dime quién es Nam - le dije levemente, abreviando su nombre-
__ Pero, pero... - la interrumpi-
__ No hay nadie más poderoso que yo aquí. - le recordé- Nadie podrá lastimarte mientras yo este aquí... - ella asentía...
__ Fué... - me quedé atento- Jenn... Jenn... - ella no podía ni terminar la palabra, sin embargo, ya sabía de quién se trataba.
Cerré mis ojos con fuerza, tratando de calmarme.
__ Jennie. - dije, ella asintió levemente con su ojo hinchado, viéndose terrible -
__ Su majestad, no le haga nada. - me pidió - Yo... comprendo que se sentía mal porque perdió a su bebé... y crea que yo fui la culpable... - yo negué.
__ Eso no es excusa. - respondi- Hablé con ella, le trate de explicar, debe entender que si ese bebé no vino a este mundo... - hice una pequeña pausa- ... es porque Allah no lo permitió. - Jennie me había decepcionado, ¿como pudo caer tan bajo? - Descansa. - dije llevándola a la cama - Más tarde vendré... - ella me miró con una mirada de súplica y tristeza... qué me partieron el corazón, pero aún así salí y fui al lugar al que tenía que haber ido desde un principio-
Caminé por todos los pasillos, enojado, varias lágrimas cayeron por mis ojos.
¿Cómo se atrevió a golpearla así?
Limpié mis lágrimas con brusquedad.
Estaba demasiado enojado, quién sea que se me pusiera en frente, se las iba a ver conmigo. No podía con tanta rabia e impotencia. Tanta decepción y enojo.
Una vez estuve frente a sus aposentos, abrí la puerta con furia, buscándola con la mirada.
Hasta que la vi, estaba mirándome asustada, parada cerca del espejo.
¿Se estaba mirando al espejo su rostro, mientras una mujer no puede ni hacer eso?
Caminé hacia ella con enojo, bajo su mirada de temor.
--¡¿CÓMO TE ATREVES A TOCAR A MI HARÉN?! - dije señalandola, gritando con mucha furia- ¡¡Haz pasado los límites, Kim Jennie!!- mi enojo la tenía con una mirada llena de temor.
__ Su majestad... Y-Yo... - ella estaba nerviosa, asustada-
__ Haz roto mi confianza, Tú- le señalé nuevamente, con mi dedo índice de manera acusadora- Haz roto mi confianza, me has decepcionado... - la miré con decepción e indignación, ella comenzó a negar de manera frenética con sus ojos cristalizados.
__ Su alteza, no diga eso... - lágrimas rodearon sus mejillas, mientras ella negaba -
__ ¿Como pudiste caer tan bajo y hacerle daño a mi Harén?- le volví a preguntar, pero ella se ahogaba en su llanto-
__ Porque usted no me mira, alteza - me respondió- Desde que llegó esa mujer... no me toca, no me llama a sus aposentos...Agh... - sollozo- ¿Cómo quería que reaccionara? - yo me quedé asombrado por sus palabras.
¿Que no la miraba? Ella seguía siendo mi esposa, la madre de mi único hijo.
__ Eres la Sultana. - le recordé- La madre de mi hijo y mi esposa. - ella arrigaba su nariz mientras lloraba - Pero, te comportas como alguien de tan bajo nivel - yo estaba en otro nivel, sentía la vena de mi cuello notarse, estaba tan insultado, que no lo pensé ni dos veces, para decir lo próximo - A partir de ahora, no quiero ni voy a volver a posar mis ojos en ti... - dije con seguridad, viendo como ella dejó de llorar, algo impactada.
Ella reaccionó inmediatamente, me miró con cara de asombro y suplica al mismo tiempo.
__ S-Su... majestad eso... - no podía ni hablar- ... eso me matará- sentenció ella llorando - Por favor perdóneme, castigueme de otra manera pero no así... - me pidió entre súplicas para tomar mi mano, pero yo la alejé de manera brusca.
__ Eso debiste pensarlo antes. - le hice saber- Al golpear mi Harén, me golpeaste a mí. - sentencie, viéndola derrumbarse - No te hecho porque eres la madre de mi hijo, de lo contrario, estuvieras fuera. - al terminar de decir eso, le di la espalda para seguir mi camino con furia, enojo, humillación, pero sobre todo, decepción-
Pero aún tenía que ver a alguien más, porque mis palabras no eran siemples palabras vacías.
Debía cortar este mal, este error, de raíz.
__ Oh mi León- dijo mi madre con una sonrisa, al verme entrar- ¿Que te trae por aquí?... - preguntó.
__ La inmadurez de Jennie la está llevando a cabar su tumba... - fueron mis palabras -
Ella frunció el ceño.
__ No entiendo, hijo. - me hizo saber.
__ No quiero volver a ver a Jennie en mis aposentos, madre. - le advertí- Y mucho menos, cerca de Mi Nam. - sentencie.
Ella ladeó la cabeza.
__ ¿Quién es esa? - cuestionó - ¿La esclava Francesa? - preguntó con duda.
Eso no me gustó, aún así traté de calmarme.
__ La srta Mi Nam, madre. - ella me miró extrañada por mi actitud- No quiero a Jennie en mis aposentos. Espero haya quedado claro...- comunique para abandonar los aposentos.
Sin embargo, al salir de los aposentos de mi madre, pude encontrar a Jackson estando a punto de entrar a sus aposentos.
__ Jackson - su nombre salió de mis labios, como navajas listas para cortar.
El me hizo una reverencia, al ver mi mirada, al percatarse de mi tono de voz.
__ Su alteza, ¿sucede algo? - preguntó
__ Sucede que si sigues en tus estupideces, ¡te voy a decapitar y a tirarte en las frías aguas del Río Han!- el me miro asustado y sin entender ante mis palabras.
__No entiendo... su majestad... - dijo asustado- ¿Eh hecho algo mal?...
__ Tú eres el encargado del palacio y resulta que no sabes lo que ocurre - dije con ironía - Acabo de enterarme que Mi Nam está inconsciente, llena de golpes en su rostro - el abrió sus ojos sorprendido- Afortunadamente ya está consciente, pero sabes que; ¡la culpabilidad es de la madre de mi hijo y nadie me había dicho nada! - expliqué con furia, pude ver el asombro en su mirada -Asegúrate de que vengan los mejores doctores y trasladen a Mi Nam a mis aposentos, será atendida bajo mi cuidado - anuncié.
__ Pero alteza, la madre... - no lo dejé terminar-
__ ¿Vas a cuestionar mi orden? - le pregunté alzando una ceja -
__No, alteza - negó inmediatamente.
__ Entonces ve a hacer lo que te dije. - me acerqué a el de manera amenazante - Y no vuelvas a fallar en tu trabajo o de lo contrario tendré que tomar medidas drásticas. - el tragó fuertemente- Es mi última advertencia... - le advertí por última vez para retomar mi camino -
CONTINUARÁ...
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