Katherine...

Otro día más limpiando el suelo, ya no sabía si limpiaba el suelo con mis lágrimas o con el agua.

En todo el día no había podido dejar de pensar en mi familia. Era un dolor profundo que no desaparecía tan fácil. Estaba en esos días dónde más sentía esa sensación de vacío.

Mi padre estaba muerto y mi madre igual. Mi hermana, mi pequeña princesita se fué también y mi amado Alex me había dejado para ir a un lugar mejor.

Sin embargo yo me quedé sola, en ese horrible palacio donde todos me odiaban. Aún recordaba cuándo me llevaron junto a la Reina madre.

FLASHBACK:

___ Ah, tú eres la chica que ah causado tantos problemas en el Harén - esto me lo decía con un tono de desprecio-

___ Si, su majestad, es ella. Incluso provocó una pelea entre las muchachas. Fue capaz de golpear a una chica - dijo la srta Choi

- chismosa -

___ ¿Tiene algo que decir respecto a eso?- dijo la Reina mirándome-

___ Yo quiero irme de aquí... Por favor madre. Saqueme de aquí.
- le rogué de rodillas, mientras las lágrimas salían de mis ojos -

__ ¿Pero que es esa insolencia?
- se enfadó de repente - Deja de decir estupideces, tu le perteneces al Sultán, el Rey Jeon Jungkook. Así que deja ese llanto. - dijo de manera brusca

___ Pero madre, yo no quiero vivir aquí, no quiero tener que verle la cara a ese viejo arrugado - creo que fué lo peor que dije porque su rostro se endureció-

___ ¿¡Quién es un viejo!? - se levantó de repente y me tiró una mirada asesina- A partir de ahora tú vas a ser la esclava del Rey. No me importa lo que pienses o hagas. Tú no viniste a hablar ni a decirme que hacer. ¡Tú aquí eres una esclava!Otra de las que abundan en este castillo. - gritaba furiosa desde su asiento-¡¡No quiero enterarme que has vuelto a pelear!! O de lo contrario ¡te tiraré a las frías aguas del río! - me advirtió- ¡¡Saquen a esta esclava de aquí!!

Los guardias me tomaron de los brazos para levantarme y sacarme a rastras.

__ ¡¡¡ NO, MADRE, POR FAVOR ESCÚCHAME. AYÚDEME!!!

FIN DE FLASHBACK:

Habían pasado muchos meses desde que eso ocurrió, fué antes de conocer a Jungkook. Pero aún lo recordaba como si fuera ayer. Sus palabras dolieron. Ya era una esclava, la esclava del Rey y de todos estas personas que viven junto a él.

Pero eso debía cambiar.

__ Oye Katherine, ¿en que piensas? -- preguntó una rubia.

¿Por qué ahora tenían que molestarme?

__ De seguro está pensando en cuando el Rey la vea. - dijo con burla mirando a las otras chicas - La pobre no va a durar ni dos segundos con el, por su fealdad -- y nuevamente todas se rieron de mí--

Yo no les hice caso y seguí con mi cometido.

___ Katherine - escuché, por lo que alcé la mirada- A los baños. Ya casi es la hora de ir a los aposentos del Rey - dijo la Dama entrando al Harén, yo dejé salir el aire mientras las demás hablaban. -al fin llegó el momento-

Pero no voy a mentir, la piel se me puso de gallina con solo pensar en lo que iba a ocurrir esa noche.

Les tiré una mirada asesina a todas esas chicas y seguí mi camino. Me llevaron a los baños, me dispuse a bañarme.

Me encargué de lavar bien mi cabello y cada parte de mi cuerpo.

Me vistieron con un vestido color blanco de vuelos, ajustado al cuerpo. Y me acariciaron la piel con perfume, una fragancia totalmente exquisita. Peinaron mi cabello de una forma muy elegante pero lindo. Me colocaron varias joyas, algo sencillas.

Salí de esa recámara y me dirigieron a la recámara del Rey. El recorrido era demasiado agotador.

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Jungkook:

Estaba emocionado, no voy a mentir. Esa chica me tenía algo curioso.

Después de varias horas, en la que los esclavos se encargaron de arreglar la habitación, colocando velas y vistiéndome; les ordené que se marchasen.

Nunca había estado tan ansioso por llevar a una Concubina a mi cama, nunca había sentido este sentimiento deseo.

Estaba muy ansioso, no hacía nada más que mirar la puerta cada diez segundos.  Así que para calmar mi desespero, decidí voltear dándole la espalda a la puerta.

En menos de cinco minutos, la puerta fue tocada. Empecé a sentirme aún más emocionado y nervioso, sentí la puerta abrirse así que me volteé, esperando ver ese cabello color fuego, con hermosos ojos color café claro...pero me llevé una gran sorpresa.

__ Su majestad - dijo con una sonrisa que no le cabía en el rostro, mientras me demostraba su respeto, a través de una reverencia-

__ Jennie. - salió de mis labios con algo de asombro y al mismo tiempo, decepción- No te esperaba...- dije sin comprender.

__ Es que era una sorpresa, su majestad.- me hizo saber, mientras daba pasos firmes hacia mi persona-  Yo la verdad, lo extrañé mucho... - al decir eso, se abalanzó hacia mis brazos sin ni siquiera pensarlo.-

__ Jennie... - ni siquiera me dejó pronunciar otra sola palabra, tan solo llevó su dedo índice a mis labios, evitando que dijera algo más.

_ Hágame suya... - me pidió, mirándome a los ojos- Eh extrañado mucho sus besos, sus caricias... - pude ver sus ojos cristalizarse- ... sus poemas, sus sonrisas. Y ahora lo tengo frente a mí. Tan varonil y apuesto como siempre... - yo dejé salir el aire- Déjeme asegurarme que aún soy la dueña de tú corazón...

Nunca lo fuiste, Jennie.

_ Déjeme sentir su calor, mi Sultán- habló casi en un suspiro- Hazme el amor, hazme tuya, Jungkook. - tan solo esas últimas palabras, bastaron para que ella se lanzara a mis labios, como si su vida dependiera de ello.

Estaba demasiado hambrienta de mí. Esa noche no tuve opción, debía darle lo que ella tanto añoraba y deseaba de mí. Tuve que pasar la noche con mi esposa...

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Katherine:

Cuándo llegué, vimos a unas criadas ahí haciendo estancia, entonces la dama me prohibió el paso, tomándome de la mano izquierda.

__ ¿Que pasa?- pregunté sin entender, pero ella no pronunció ni una palabra- Voy a entrar...- dije muy segura -

__ Alto niña, ya no puedes. - me hizo saber- El Sultán está junto a su esposa. - me dijo con pesar.

¿Su esposa?

__ ¿El Sultán tiene una esposa?- pregunté con mucha confusión, no entendía nada-

Ella dejó salir el aire.

__ Tiene una esposa, la cuál es la madre de su heredero- ante eso, no pude evitar sorprenderme.

Entonces... ya tenía un hijo.

Ahí comencé a comprender que esto no sería fácil.

__ ¿Y eso qué? - salió de mí con enojo- Yo no tengo culpa, yo vine a ver al Sultán y eso es lo que haré- dije con altanería para dar un paso al frente, pero ella me volvió a detener.

__ Eh dicho, que está con su esposa. Ya no puedes estar con el Sultán-

¿Genio?... eso no, lo que le sigue.

Sentí que el corazón se me iba a salir por la boca, del insulto que había comenzado a sentir.

__ ¿Cómo pudo hacerme esto? - pronuncie con rabia- Esa mujer... ¡agh! - dije apretando mis dientes, para darme la vuelta con furia y comenzar a caminar, perdí hasta el caminar digno de una dama-

__ ¡Katherine, camina como una dama! - dijo la dama, alzando la voz.

Ni caso hice, seguí como una fiera por todo el pasillo.

¡Ja!, ¿Una esposa?, ¡¿Una esposa?!

Sin duda alguna eso lo pagaría. ¡Me había dejado plantada!

Esa mujer, esa mujer estaba estropeando mis planes.

Cuándo llegué al piso de las esclavas, me senté en mi cama tratando de no hacer ruido, ya que todas dormían. Me dispuse a llorar en silencio. Tenía y sentía tanta impotencia, que me sentía un fracaso como mujer.

¿Acaso no logré cautivarlo lo suficiente?...

__ Oh... - escuché de repente, a lo que alcé la mirada encontrando a una de las chicas despiertas- ...pero mira no más. - dijo con una cara burlona- ¿Te votó el Sultán? - preguntó con fingida tristeza- Es que eres tan fea y molesta, que era imposible que fuera a querer estar contigo- empezó a burlarse de mí, riéndose con fuerza, haciendo que otras se despertaran e hicieran lo mismo al enterarse de mi fracaso.

__ No se crean mucho- me dispuse a hablar, en medio de esas burlas-  El Sultán estaba ocupado, por eso no pudimos vernos. - dije, tratando de consolarme a mí misma.

Pero claro que estaba ocupado Katherine, estaba en ese momento haciéndole el amor a su esposa.

__Por favor, eso es una excusa; ¿quién va a querer estar contigo?...

Todas reían sin intenciones de detenerse. Hasta que empezaron a tirarme almohadas, todas iban hacia mi dirección, golpeandome y dejando caer las plumas hacia mi dirección.

En medio de mi llanto, causado por la humillación del Sultán y de esas chicas, decidí devolverles todas sus almohadas de la misma manera.

Sin duda alguna, el día siguiente íbamos a tener que trabajar mucho.

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Jungkook:

Después de esa noche, que tuve que pasar con Jennie, decidí salir de mi cama y sentarme en mi escritorio.

Ya había amanecido, pero yo no dejaba de pensar en esa pobre muchacha.

__ ¿Alteza?... - habló Jennie, recién levantada- Buenos días... - dijo una vez se aseguró de mi presencia en los aposentos.

__ Buenos días. - dije yo para tomar ese anillo esmeralda, necesitaba terminarlo.

Sentí pasos firmes hacia mí, Jennie se había levantado, estaba totalmente desnuda.

__ Es el anillo- dijo con emoción- ¿Aún no ha terminado mi anillo, su majestad? - preguntó con una sonrisa, al detenerse frente a mí escritorio.

Yo dejé salir el aire.

__ Aún no está terminado - dije con sequedad - Jennie, regresa a tús aposentos- ordené para mirarla, ella dejó de sonreír- Suho debe de haber despertado... - me excuse...

Ella asintió con pesar.

__ Cómo ordene... alteza- dijo para quedarse mirándome.

Bajé la mirada, fingiendo estar concentrado en el anillo que estaba creando.

Después de varios segundos, se dignó a vestirse y marcharse de mi habitación.

Las horas fueron pasando, hasta que llegó el momento de qué Jackson entrara a mis aposentos, para decirme de mis responsabilidades de ese día.

Cuándo ese hombre entró, me puse de pie inmediatamente. El miraba atento todos mis movimientos, hasta el momento que me puse frente a él.

_ ¿Cómo pasó la noche, su majestad? - me preguntó.

Yo estaba demasiado serio.

__ ¿Como pudiste hacer eso? - pregunté ante su pregunta- Si pido a la concubina, es a ella a la que quiero. - le replique - ¿Como pueden traerme a Jennie? -- pues estaba furioso, no solo por mí, sino también por la chica--

__ Señor no sé de que me está hablando - habló sin entender.

Yo dejé salir el aire con frustración

__ Jackson...- salió de mí entre dientes- ¿Jackson, para que me sirves? - pregunté alzando una ceja, el solo se quedó callado- ¡MANDARON A JENNIE EN LUGAR DE LA PELIRROJA! - le grité con enfadado - TÚ ERES MI MANO DERECHA, ¡¿CÓMO ES QUE NO SABES QUIÉN ENTRA Y SALE DE MIS APOSENTOS?! - estaba muy enojado-

__ Alteza... - yo lo detuve.

__ Si no puedes controlar a mi madre, entonces me avisas. Así te despojo de tú lugar - dije, tratando de calmarme, a pesar de que lo había amenazado prácticamente. Sabía que esto era obra de mi madre- Quiero esta noche a la pelirroja aquí - ordené- Ahora largo de aquí- salió de mí con frialdad.

__ Sí...su majestad - hizo una reverencia y se marchó

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Katherine...

Estaba agotada. Aún quedaban plumas de las almohadas, incrustadas en el suelo. La mañana completa, llevaba limpiando. Ya me estaba cansando cada vez más de todo esto.

Tal vez hasta suicidándome, acababa con mis pesares.

__ Katherine- escuché de repente, la voz de la dama- Ve a los baños.-  anunció  con una sonrisa, la dama.

Yo ladie la cabeza sin entender, estaba demasiado confundida.

__ ¿Y eso?, ¿que pasó?, ¿debo limpiar también los baños? - pregunté sin entender-

Ella negó.

__ El Sultán, quiere verte esta noche - dijo sonriendo-

En ese momento, sentí que mi corazón dio un vuelco. Mis manos inmediatamente comenzaron a temblar.

__ ¿Qué?- pregunté sorprendida, con una mini sonrisa de sorpresa- ¿El Sultán?... - pregunté sin creerlo.

Ella asintió sin dejar de sonreír.

__ No se olvidó de mi. - hablé con emoción-

Y por arte de magia, ya estaba sonriendo.

Pues esto era una muy buena noticia, sentía que el corazón se me quería salir del pecho.

Todas me miraban, yo contenta les di una sonrisa de triunfo para dirigirme hacia los baños.

Después de tantos meses, el corazón me volvía a latir con euforia.

¿Por qué el corazón me latía así?

Parecía que iba a ver a mi enamorado.

Solo esperaba que esa vez, nada detuviera mi gran noche.

Debía convertirme en el amor de Jungkook...