Hoy es viernes. Viernes de películas con mis estimados cruasanes, hoy toca todos en mi casa, ¡Party Hard!

Después de llegar nuevamente tarde a la primera clase todo ha sido de lo más normal. Explicaciones, ejercicios, exámenes para la próxima semana… Matadme de una vez, ¿Por qué el reloj va tan lento?

Sé que doy la impresión de chica poco aplicada, poco estudiosa, vaga… Y siendo sincera, soy así solo que antes de los exámenes estudio como una condenada loca y apruebo con notables. Soy una empollona, no lo escondo.

Al mediodía cojo los libros que no necesitaba llevarme a casa para dejarlos en mi taquilla. La 365. Como días el año.

Pongo la contraseña y la taquilla no se abre. ¿Soy gafe? ¿Tengo un cartel en la frente que diga: Desgracias venid a mí?

Me estoy estresando, por mucho que golpee la taquilla esta no se abre y la gente me mira más de lo habitual.

Siento una risa ahogada a mis espaldas, pero me da igual.

Entonces una mano se posa en mi hombro y me aparta delicadamente, le da un golpe seco y se abre, ¡Ahora decide abrirse la taquilla!

La persona que segundos antes me había abierto la taquilla se voltea para mirarme a los ojos. Delante de mí esta mí estimado futuro marido, porque no puedo secuestrar a Peeta. ¿Por qué tengo la impresión que siempre estoy pensando demasiado en cosas muy triviales?

-       La 365, la taquilla maldita- dice a la vez que me dedica una sonrisa.

Y creo que este es un buen principio para la historia de amor del quarterback y la rarita/inadaptada/extravagante/torpe y un buen comienzo para la historia de la cliché.

~*~*~*~~

Voy otra vez a nombrar a los organizadores del concurso en el cual participa está novela: @Concursos_y_Retos

En cada capítulo voy a nombrarlos porque son los que indirectamente me han animado a escribirla.

Merry_popiiin