Medianoche, para muchos una hora en la que estar en la cama durmiendo, pero para un zorro de pelaje rojizo era la hora de trabajar, el susodicho zorro paseaba por la ciudad ocultando su identidad con un sombrero fedora de ala ancha color café y una gabardina negra, por detalles como esto, y la forma en la que se movía, saltaba a la luz que lo que planeado para hacer esa noche no era lo más legal de este mundo, tras pasar por delante de una de las tantas discotecas que pueblan la ciudad, entró a un callejón oscuro, al adentrarse en el lugar pudo darse cuenta de una cosa.... Hacía mucho que no lo limpiaban porque tenía más mierda que el palo de un gallinero y apestaba como un un grupo de otakus en el Salón del Manga, tal olor hizo al zorro arrugar el hocico del desagrado y taparse la nariz.

-¿Por qué siempre escogen sitios como este?-Pensó claramente asqueado.-Mas vale que merezca la pena....

El zorro, pese a su desagrado apoyó la espalda en la parte, se cruzó de brazos y se armó de paciencia, puesto que había venido temprano, iban a tardar, para entretenerse observó una foto que traía oculta en un colgante al cuello, en un momento dado, escuchó pasos acercarse.

El zorro volteó a su izquierda y vió a un grupo de personas, todas vestidas de manera similar: Trajes de seda italiana negros, corbata roja y sombreros de copa, uno de ellos, que parecía ser el líder, tenía una fea cicatriz que le recorría la cara por el flanco izquierdo, justo él fue el que habló.

-Bueno, bueno, bueno, ¿Qué tenemos aquí? Pero si es nuestro furro favorito.

El aludido suspiró y encaró al grupo.

-¿Qué es lo que quieres?

-¿Dónde está Cassetti?-preguntó el matón detrás del tipo de la cicatriz, un tipo corpulento de piel oscura que llevaba gafas de sol incluso en la oscuridad del callejón.

-El Signore Casetti está ocupado en estos momentos-Se encoge de hombros- Y me envió a mí.....

-No será que el todopoderoso Alphonse Casetti nos tenga miedo-Dijo otro de los matones, que era un ave de plumaje marrón, con una mirada de socarrona burla.

-Eso lo desconozco-Dijo el zorro con el mismo gesto de antes-Yo sólo vengo a lo que vengo-Esto último lo dijo sacando una pistola y apuntando hacia arriba.

Ante la mirada inquisidora de sus rivales, el de pelaje rojizo disparó hacia arriba, a los pocos segundos, cayó atrás suya un francotirador que, según parece estaba apostado en la cornisa del edificio esperando una señal, la sonrisa del líder matón desapareció y fue sustituida por una mueca de estupor.

-¿Pero qué?

-Tch tch tch....¿Creéis que nací ayer?-Me niego a morir en está condenada ciudad.....

-Grrr..... Je.... Si crees que con haber matado a la artillería ha acabo esto.... Te equivocas, la fiesta apenas empezó.

-No me obligueis a hacer esto.... No quiero manchar más mi pelaje con sangre-Suspiró el zorro.

-Pero si ya eres rojo-observó el ave.

Su jefe no pudo ni hacer otra cosa que voltear al plumífero y decir:

-Hasta las 4 no, tengo que estar con la parienta.-objetó el pájaro.

El jefe sólo pudo llevarse la mano a la frente y murmurar:

-¿Acabamos ya con este condenado furro?-preguntò el corpulento matón de piel oscura.

-¡Eso es lo que trato de decir!¡A por él!.

A la orden de su jefe, el grupo de mastuerzos se abalanzó sobre el zorro, por lo que él tuvo que ser de reflejos rápidos, se han roto las negociaciones y....

-¡A ver, so imbécil!¡No se han roto las negociaciones porque nunca las ha habido, estos han venido ya con intenciones de matarme, tenían apostado un maldito francotirador!-Gritó el zorro mirando furibundo a cámara, mientras se defendía de los golpes de los matones, pese a que eran más y con golpes contundentes, el zorro era escurridizo, y podía esquivarlos con facilidad, al final, los matones cayeron rendidos por el cansancio, mientras que su rival estaba fresco como una lechuga, de pie a la boca del callejón.

-Bueno...-Mirando un reloj de pulsera-Si habéis acabado, tengo asuntos importantes que atender.-Ante esa palabras agarró el colgante que traía al cuello.-Tal parece que sí, hasta más ver....

El zorro se despidió y comenzó a caminar fuera del callejón, pero en ese momento dispararon a un lado suya, por lo que, en un acto reflejo, sacó su propia arma, una Magnum del calibre 27 Smith and Wenson y disparó a ciegas, acertando, por suerte o por desgracia, en el matón jefe, si quieren ustedes saber, su nombre era Robert Smith Jones, cuando el zorro vió eso, simplemente se encogió de hombros y guardó su arma, después le dedicó una última mirada al espectáculo y salió del callejón.

Unos cuantos minutos después, el sospechoso entró a una lavandería 24 horas, dónde sólo había dos personas: El dueño, un anciano de poblada barba blanca que dormitaba en una silla y un enorme hombre de piel morena, calvo y un prominente bigote negro, un cuerpo musculoso embutido en un traje de seda italiana de color blanco y una ridícula corbata rosa, sus ojos verdes como de serpiente estaban ocultos por unas gafas de sol, en pocas palabras, era esa clase de personas que ves caminando por la calle y te cambias de acera por si acaso

-Vazquez.....

El aludido alzó la vista del periódico que estaba leyendo, según parece, estaba viendo los resultados del hipódromo, cuando vió al zorro le dedicó una sonrisa de dientes deslumbrantes.

-Ya veo que terminaste el trabajito.....

-¿Trabajito?

-Si, me imaginaba que los hombres de S estarían esperando listos para la gresca.

-¿Y me enviaste de avanzadilla?-Replicó el zorro.

Vázquez bajó sus gafas y clavó sus ojos verdes en el zorro.

-¿Tienes alguna queja acaso?

-Es una lista muy larga....-Suspiró el zorro.

Vázquez río entredientes mientras meneaba la cabeza.

-Ay.... Pequeño Fox....

-No me hables de esa forma.-Respondió el zorro de nombre Fox

-¿No eres acaso consciente de lo que te juegas con haber dicho eso?

El llamado Fox se quedó sin palabras ante esa pregunta, lo único que pudo hacer era bajar la vista y agarrar su colgante con expresión melancólica, Vázquez sonrió con aires de superioridad.

-Me alegra saber que eres un tipo razonable.-Dijo posandole su manaza en el hombro al zorro.

-....

-¿Te ha comido la lengua el gato acaso?

-Vale....

-Mira....-Dijo sentándose y encendiendo un puro.-Como me has pillado de buenas, no le comentaré nada al Signore Casetti, así podrás mantener otro día más con vida....-Sopla una calada de tabaco-...A tu parejita.

A Fox se le hizo un nudo en la garganta al escuchar eso, y por su mente pasó una fugaz pregunta, ¿Qué habían hecho él y su pareja para acabar en esa situación? Nada más y nada menos que como marionetas del capo de la mafia local, podríamos decir que unas simples vacaciones terminaron convirtiéndose en un infierno, pero me desvío del tema, siguiendo con la cuestión, el zorro se quedó callado mucho tiempo, hasta que Vázquez terminó su puro.

-¿Qué pasa?¿Te ha comido la lengua el gato?-Preguntó sonriendo el gángster.

-Cierra la puta boca Vázquez-Dijo el zorro para sus adentros.

-En fin....-El gángster se levantó de su asiento y se despidió del zorro, al cual dejó en esa pringosa lavandería, no sin antes dedicarle una última sonrisa -Buenas noches....

El zorro se quedó ahí parado, sólo escuchaba los ronquidos del anciano de la lavandería, lo único que pudo hacer, fue lavarse las manos y dejar unas monedas en el regazo del anciano y se fue al hospicio que había escogido, siendo el Hotel Hamilton, habitación 306, al entrar en el vestíbulo, estaba vacío, ni siquiera Martin, el recepcionista estaba presente.

-Mejor que esté así cuando vuelva.....-Suspiró el zorro.

A los pocos minutos, ya había entrado en su habitación, cambiado al pijama y tumbado en la cama, había sido un día muy duro, tanto física como psicológicamente, pero.... Mirando el lado positivo, había logrado sobrevivir otro día.

-Cada día más cerca de salir de esta apestosa ciudad.....

Al final, apoyó la cabeza en la almohada y se durmió, en un sueño intranquilo, preguntándose qué locura le iban a hacer al día siguiente.........

-¿Mola eh?-Eso fue lo que le dije al impresor al mostrarle mi borrador para que metiese mi artículo en el periódico, él me miró con ojos inquisidores-¿Pasa algo?

-¿Eso es todo lo que has podido recabar?

-Ehm.... Sí....

-Bueno, le pediré a Roger una foto de la escena del crimen.-Dijo agarrando mi borrador-No sé si al jefe le gustará, pero bueno.... Andamos hoy escasos de noticias y necesitaba algo para rellenar el periódico de mañana.

-Muchas gracias-Dije mirando al reloj-Es la hora de irme a casa, hasta mañana.

-Hasta mañana.

Ese día fue bastante bien, todo hay que decirlo, comparado a como me suele tratar la dama Suerte, ese día estuvo benevolente con su servidor, en fin, quitándome de todo, cogí el autobús de la línea 13, que me dejaba a escasas manzanas de mi piso y revisé en mi móvil las evidencias, un montón de matones golpeados y un muerto, según la autopsia realizada horas después por los forenses, de un disparo de bala del calibre 27, el arma homicida no ha sido encontrada todavía, la identidad de las víctimas es conocida, son una panda de matones de la banda de un tal S, uno de los mayores criminales de la ciudad, por lo que, parece que fue un enfrentamiento entre bandas, seguramente con alguien de Alphonse Casetti, aunque eso estaba por verse, es lo que creen los testigos, y por testigos me refiero a un loco con sombrero de aluminio que según dice, lo había visto todo, en fin, tras eso, me coloqué unos cascos y decidí escuchar una canción....

Cuando me quise dar cuenta, ya era mi parada, así que me bajé del autobús, saqué mis llaves y entré al bloque en el que vivía en aquel entonces, en Soul-Jazz Street, entré al edificio, allí una bocanada de aliento de perro me recibió como una bofetada, pero no se confunda, el recibidor olía así, no entraba a las fauces de un enorme can, sino a un recibidor en el que hacía un bochorno terrible incluso en invierno (Lo cual se medi agradece, no lo voy a negar), lo peor no era el bochorno del sitio, si no el terrible olor a colonia de los chinos que se mezclaba con la mierda que se amontonaba detrás de la portería, justo ahí estaba Dennis, el portero del edificio y también mi casero, viendo telebasura mientras fumaba puros de dos en dos, él era un hombre alto, pero regordete, iba siempre vestido con una sudorosa camisa de tirantes, para mostrar bíceps supongo (Como si él alguna vez hubiese pisado un gimnasio), unos pantalones de mercadillo y las típicas chanclas que suele llevar tu abuela un domingo por la tarde mientras ve la telenovela, en su cara traía un despeinado bigote y un peinado para el que harían falta 3 botes de gomina, a su alrededor revoloteaba un trío de moscas, seguramente porque se bañará una vez cada 3 meses, o algo así...

Él no parecía reparar en mi presencia, así que me tapé la nariz como buenamente pude, me bajé el ala del sombrero para que no establecer contacto visual, como con los niños pequeños, la mejor forma de evadirlos, es no establecer contacto visual con ellos, pueden oler el miedo, así que, pasé delante suya, mientras el televisor rugía con Gran Hermano 20, le gustaba más eso que a un tonto un lápiz, y subí al ascensor corriendo, una victoria más, porque pasaba siquiera de dirigirle la palabra.

Cogí el ascensor hasta el piso 5, dónde estaba mi piso, concretamente era la puerta 2, dejé mis llaves en el recibidor, era un apartamento que con las justas podía vivir yo, y menos mal que soy soltero, porque si no, buah, me daría la risa, la disposición era simple, un piso de soltero barato de 3 habitaciones: La sala de estar, dónde estaban tanto el menaje de la cocina, como la televisión y el sillón, que por cierto, el último estaba algo roñoso y la televisión era un Telefunken de los tiempos de Matusalén, pero bueno, funcional, en cierta manera, lo suficientemente funcional para poder conectar la Wii de mi infancia, así que.... Bueno, servía, lo siguiente era el cuarto, dónde su servidor dormía, un cuarto cómodo, total, los de mi especie nos ponemos cómodos con poca cosa, en fin, es una habitación básica con cama, armario, cómoda y un pequeño escritorio, necesario para mí trabajo en aquel momento, a veces me llevaba el trabajo de la redacción a aquel piso, en fin, me fui al baño a ducharme, a pesar de que serían más o menos las 11 de la noche, soy alguien con necesidad de pulcritud, el baño.

Tras una ducha rápida, y un aseamiento minucioso, me acosté en mi cama, y leí un poco la novela que me estaba leyendo, creo que era "El sabueso de los Bakersville", si la memoria no me falla, poco sabía que al día siguiente todo iba a ir de mal en peor...

Bueno, bueno, bueno

Así es.... Oficialmente, la novela de Don Pingu y cía abre las puertas con este pequeño prólogo, no saben la de tiempo que llevo esperando para decir eso, tenía muchas ganas para empezar este proyecto, en fin, deben saber una cosa, en esta novela hay varios personajes invitados, como es el caso de Fox, que es el usuario FoxYfp, que me dió la idea de empezar este proyecto y me dió varios consejos, sólo espero que le guste, al igual que a tí querido amigo o amiga que lee esto, en fin, soy PrimaYoshi 128 y nos vemos en la próxima ocasión, chao 👋