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Capitulo 2: La entrevista

Cuando empecé a trabajar para esa extraña agencia de detectives no se me va a olvidar en la vida, todo empezó evidentemente cuando me desperté, pese a que la cita era a una hora para la que podía quedarme durmiendo tranquilamente, nada más lejos de la realidad, me tuve que levantar temprano para meter todas mis pertenencias en cajas, si, usted ha leído bien y es tan coñazo como parece, pero antes de ponerme a trabajar, me tuve que vestir, debía estar presentable, así que antes de siquiera ponerme los pantalones fui al baño a acicalar mis escamas, los Yoshis somos así, no hemos conseguido ser tan conocidos andando por ahí con las escamas llenas de mierda, debemos tenerlas bien limpias para que reluzcan como perlas de colores, porque ya lo dice siempre mi padre "Con las escamas hechas un Cristo, no vas a ningún sitio".

Por ese mismo motivo, me lavé minuciosamente lo mejor que pude todas mis escamas, y tras verlas limpias saqué un bote de crema abrillantadora de escamas "Reptil de fábula" y me la eché por mis escamas, tras un rato, todas las escamas de mi cuerpo quedaron de un celeste reluciente que cualquier Yoshi envidiaría.

-Dios bendiga a la crema abrillantadora de escamas-Me dije a mí mismo mientras destacaba un par de detalles de mi piel-Aunque, últimamente las tengo cada vez mas pálidas, creo que pronto voy a mudar de piel......

Tras recordar que pronto sería el momento de mudar de piel, agarré mi ropa y me la puse, tras anudarme la corbata me puse a trabajar, metí todas mis pertenencias en caja, como la mayoría del mobiliario venía con el piso, metí las pertenencias que me había traído desde Yoshi's Island y lo poco que me había podido comprar que no fuese comida, es decir, metí los artículos de aseo, mis libros, mi viejo peluche, mi vieja 3DS y demás, muchas cosas se tuvieron que quedar en el piso por las normas de la comunidad, pero bueno, ya me buscaría un hotel o algún lugar donde dormir, llamé a la "Consigna de la Tía Martha"(No es mi tía, el sitio se llama así) para ver si tenían espacio allí para poder guardar mis cosas y si podían venir a buscarlas(Llamadme vago, pero es que la consigna estaba literalmente al otro lado de la ciudad), 40 minutos más tarde, el empleado llegó y le pagué, tras eso, el apartamento estaba igual a cuando llegué 5 años atrás, aunque, bueno, estaba mejor que entonces porque cuando llegué por primera vez estaba plagado de cucarachas.....

Bueno, cosas asquerosas aparte y tras dejar las llaves en un buzón junto a la portería de Dennis, que seguía vegetando en exactamente la misma posición en la que lo vi anoche(A veces me pregunto si ese tío sigue vivo siquiera) y, salí de ese edificio, ningún vecino estaba en casa, la mayoría estaban trabajando(Afortunado ellos) y los poco jubilados que habían querido pasar su jubilación en aquel apestosos edificio dormitaban hasta muy tarde, así que me fui sin despedida, a las calles de la Ciudad del Espectáculo.

El haber tenido que pagar la consigna de mis pertenencias me había dejado con el dinero justo para poder desayunar, así que me fui al Café Clave de Sol, que está en Beathoven Avenue, está en uno de los barrios céntricos de la ciudad, que forma parte de uno de los Cinco Distritos del Entretenimiento, más concretamente el Distrito Musical, donde distintos géneros musicales confluyen en una suave tonada que inunda desde siempre las calles de la ciudad, al entrar en el café Clave de Sol, la atmósfera tranquila de la cafetería me llenó de paz, ir allí siempre me pone de buen humor, y pese a las preocupaciones que tenía en aquel momento debido a que estaba sin casa, sin trabajo y prácticamente sin dinero, el suave swing que resonaba desde una anticuada radio me daba la sensación, aunque fuese sólo ilusorio, me senté en un taburete y pedí unos churros y una taza de café,(Si no me falla la memoria, el dueño era de origen español) tenía lo justo para eso, mientras desayunaba, se sentó a mi lado alguien y me tocó en el hombro, cuando me di la vuelta me encontré con un viejo amigo de la infancia, un Yoshi como yo, de color blanco como la nieve, vestido con una camisa blanca por debajo de un jersey beige, llevaba unas gafas de montura cuadrada y un maletín.

-¡Pero bueno, Celeste, cuant-o tiempo!-Me dijo con una sonrisa-Hacía años que no te veía.

-¿¡Blanco!?¿Qué haces aquí?-Dije levantándome del taburete para saludarle.

-Lo mismo debería preguntarte, no te veo desde que desapareciste de Yoshi's Island-Dijo sonriendo-¿Quién me iba a decir que te encontraría en Newground's City?

-Bueno, pues aquí me tienes, cuéntame, ¿Qué haces en la ciudad?

-Por mis estudios estoy haciendo prácticas en el hospital de este distrito, ya sabes que debo heredar la consulta de mi padre, así que, aquí estoy y siendo el mejor de mi promoción en la universidad Yoshitense.

-Eso me lo imaginaba conociéndote, siempre fuiste el más listo de la clase-Suspiré-¿Cómo están los demás?

-Pues, han ido ocupando el trabajo de sus padres, Amarillo ayuda en el restaurante de su padre, Naranja en practicas para ejercer de abogado, Rosa está aplicando para las prácticas de maestra, Verde está siendo instruido por su padre para poder ser el jefe de la isla algún día y creo que te haces una idea de los demás.....

-Sí.....Me la hago....-Dije suspirando recordando a todas mis amistades y conocidos de mi isla natal-¿Y cómo están.....?

-¿Tus padres?-Dijo Blanco completando mi frase y meneando la cabeza hacia los lados.

-Sí, quiero saber si están bien.....

En ese momento, el camarero le trajo a Blanco una taza de café y mi viejo amigo le echó algo de azúcar y suspiró.

-Cada vez que los veo, me dicen lo mismo, te echan de menos, todavía se preguntan porqué te tuviste que ir.....

Ante esa afirmación sólo pude suspirar y acabarme el desayuno en silencio, no estaba listo para dar esa respuesta, el motivo por el que me marché de Yoshi's Island, era en aquel momento un secreto que quería llevarme conmigo a la tumba, Blanco, al ver lo que me tardaba en responder, el simplemente asintió y preguntó otras cosas, desde aquel momento la conversación discurrió por otro parajes, más concretamente por lo que había estado haciendo esos cinco años en Newground's City, contándole mi estancia en el Newground's Post como periodista de homicidios, mi aventura del día anterior, de mis artículos sobre el tráfico de Bebés Yoshis, eso último hizo que Blanco casi se atragantase con el café.

-¿¡Cómo que tráfico de Bebés Yoshis?!

-Lo que he dicho....

-¡Eso es inhumano, denigrante!¡Una falta de respeto a los Yoshis!-De la rabia Blanco golpeó la mesa, siempre ha sido un Yoshi orgulloso y no le gustaba lo que ese grupo de indeseables estaba haciendo con las crías de nuestra especie-¿Qué ocurre con los pequeños?

-La élite de la ciudad los tiene como mascotas.

-¿¡Mascotas!?¡Es el mayor insulto a nuestra especie que he escuchado en toda mi vida!¡Los Yoshis somos seres pensantes!¡Merecemos respeto y que se nos trate con dignidad!¡Es indignante!

-Ya no creo que siga con eso.

-¿Por qué?

-Me han despedido y estoy sin piso......

-¿Despedido? Si por esa historia, cualquier director de periódico con dos dedos de frente te la aceptaría.

-Me dieron gato por liebre ayer y le dieron la historia a otro, ¿Te tratan muy mal en el hospital?

-Me miran por encima del hombro por ser un Yoshi, parece que son poco comunes de ver por la ciudad, se demuestra porqué la sala en la que dejó mis cosas no está acondicionada, siempre que entro me doy en la nariz.

-Me pasaba lo mismo con mi escritorio, pero aprendí a calcular.

En ese momento me acordé de mí primer día, cuando me senté me di tal golpe en la nariz que estuve sangrando por la nariz 3 días, nunca removieron eso por más veces que me quejase, así que tuve que aprender a calcular para no sufrir de lo mismo, después de un rato pagué el desayuno y me levanté de mi asiento, tras eso miré el reloj, se me había ido el santo al cielo y quedaba poco más de una hora para mí entrevista, iría caminando, pues me había gastado mis últimos Newdolares en ese desayuno, me despedí rápidamente de Blanco, prometiéndole que mantendríamos el contacto y me fui a las calles de Newgrounds' City para llegar a la entrevista.

Ice Cap Street es una vía muy transitada, pues comunica el centro de la ciudad con el Club Penguin Boulevard, un barrio habitado por pingüinos de diversos colores dónde ocurren muchas locuras todos los días, yo personalmente, nunca he estado porque yo no soporto el frío que generalmente hace allí, pero bueno, como ya acostumbra esta ciudad, cuando llegué a Ice Cap Street, muchos transeúntes estaban allí, la mayoría eran pingüinos debido, como dije, a la cercanía de Ice Cap Street con el antes mencionado Club Penguin Boulevard, se notaba también que era un barrio de la periferia, pues lo edificios altos de pisos eran sustituidos por casas que tenían alrededor de dos pisos, al menos en la fachada.

-Muy bien, hora de la entrevista, toca ir al número 29....-Me dije tras revisar que llevaba mi currículum encima, tras eso comencé a avanzar por la calle mientras pingüinos, personas y algún que otro animal antropomórfico caminaban por la zona en dirección a sus hogares, a los bares o a sus trabajos, tras unos 10 minutos caminando llegué al número 29, una casa de dos pisos de color azul oscuro y tejado blanco, junto a la puerta de caoba había un cartel que rezaba "Don Pingu y cia: Agencia privada de detectives"

-Es aquí-Dije para después respirar hondo, tras eso toqué la puerta de la agencia, pasaron varios minutos y no abría nadie, a lo mejor estaban fuera, decidí llamar de nuevo, desde dentro se escuchó una voz rasposa con un marcado acento inglés.

-Ya abro-Tras 5 minutos la puerta se abrió y el dueño de aquella voz rasposa con un marcado acento inglés y en ese momento preferí que se hubiese quedado al otro lado de la puerta, era un tipo de estatura media, hasta ahí, nada del otro mundo, pero a partir de ahí se acaban las normalidades, pues ante mí me encontré con un hombre de piel verde podrido, sin nariz, ojos saltones, dientes amarillos y un peinado bigote gris, vestía un traje de chaqueta negra, camisa beige, pajarita morada y un sombrero de copa negro con cinta morada, en el ojo izquierdo llevaba un monóculo de montura dorada y con el cristal roto, me observó de arriba abajo con ojo crítico, tras un breve rato de silencio, el tipo habló con su voz rasposa y con un marcado acento-Bienvenido a Don Pingu y cía, ¿Qué puedo hacer por usted?

-Esto..... Buenos días-Dije intentando esconder mi nerviosismo, me quité el sombrero y traté de sonreír-Soy Rafael Deepblue, venía por la entrevista de trabajo-Mientras hablaba rebuscaba en el bolsillo de mi chaqueta, al final, encontré mi currículum y se lo dí a ese individuo parecido al zombie aún con algo de nerviosismo por sus pintas-Hablamos por teléfono ayer, ¿Lo recuerda?

Mi poco hablador interlocutor agarró mi currículum, se colocó bien su monóculo y lo observó con ojo de aparente experto, tras un rápido vistazo, asintió.

-Sí, lo recuerdo, usted, si no me equivoco respondió al anuncio, ¿No?-Dijo extendiendo una de sus verdes y podridas manos-Mi nombre es Nigel, un placer.

-El placer es mío-Le dije dandole la mano, tras eso el tal Nigel se dió la vuelta y entró al edificio, supuse que en ese momento debía seguirle, así que eso fue lo que hice, cerré tras de mi, el recibidor resultaba un lugar acogedor de paredes marrones y muebles de madera, en uno de ellos había una foto de un pequeño pingüinito acompañado por un hombre alto de pelo corto castaño vestido con un abrigo marrón, jersey naranja, pantalones marrones, zapatos verde pálido y un sombrero de copa tipo chimenea de color marrón con cinta naranja, reconocí al caballero del sombrero al instante, él era el desaparecido Hershel Layton, un eminente profesor de arqueología y amante de los puzzles que desapareció hacía ya varios años, me habría preguntado qué hacía ahí esa foto, de no ser porque es de dominio público que Santiago Pingu fue pupilo del Profesor Layton, y parece que ha estado con él desde la más tierna infancia, pues el pingüinito de esa foto era bastante joven, prácticamente un niño.

-¿Le ha llamado la atención algo?-Dijo Nigel desde detrás mía, me di la vuelta y vi al zombi observándome con atención, pese a que no parecía hostil, no dejaba de ponerme las escamas como escarpias y eso no ayudaba a mis nervios por la dichosa entrevista, me di cuenta que ya no llevaba mi currículum en la mano, al parecer se lo había dado a alguien.

-No, nada, sólo observaba el lugar, costumbres de mi tiempo en el mundo del periodismo, jeje....

-Ya veo....-Dijo entrecerrando los ojos un momento.-Sígame por favor, es la hora de la entrevista.

El zombie abrió una puerta y me guió a través de varios pasillos que compartían la acogedora y hogareña decoración del recibidor, mientras caminaba detrás de Nigel pude observar a los demás trabajadores de la agencia yendo y viniendo por las habitaciones y corredores, había un zombie como Nigel, mismos ojos saltones, misma piel verde y mismos dientes amarillos, pero en lugar de un sombrero, tenía más pelo, de color negro y peinado hacia un lado, además vestía una americana gris, camisa blanca y corbata negra, según parece, mientras estaba en la tumba le habían robado los pantalones, por lo que lo único que tapaba sus vergüenzas eran unos ridículos calzones a corazones y además parece que se murió en su casa porque calzaba unas pantuflas de color gris, llevaba unas gafas de montura cuadrada y con los cristales rotos, leía con mucha atención el número del día del Newgrounds' Journal, Nigel me lo presentó, al igual que al resto de los trabajadores.

-Él es William, un viejo amigo mío y se encarga del archivo de la agencia.

-¿Viejo amigo?

-Eso he dicho, nos conocemos desde hace años y conseguimos trabajar aquí al mismo tiempo.

Otro trabajador que vi fue un conejo antropomórfico de color morado que vestía una camisa rosa que se suele usar para jugar a los bolos y unos pantalones azul oscuro, alrededor de uno de sus ojos tenía un tatuajes en forma de estrella, saludó alegremente con una amplia sonrisa antes de irse rápidamente a otra parte, tenía pinta de ser alguien enérgico.

-Él es Bonnie Glamrock, nuestro experto en informática y en audiciones, tiene un oído excelente y múltiples conocimientos informáticos.

-¿Se llama Bonnie?

-Ajá.

-¿Y es un conejo?

-Correcto

-¿No le resulta a nadie extraño?

-No, ¿Por qué?¿Acaso entre Yoshis no os referís entre vosotros por vuestros colores?

-Touche.

Despues del conejo vi tres gatos de colores, uno celeste como yo de ojos verdes, uno azul oscuro con afilados colmillos y uno morado con gafas de sol, el gato celeste llevaba una completa armadura de caballero medieval con una capa azul oscuro al cuello, llevaba en una pata una afilada espada de metal brillante con una empuñadura con forma de gato y un escudo cuadrado en el que se representaba la huella del gato, el gato azul oscuro vestía una larga capa oscura como la noche de la que asomaban dos colas terminadas en una especie de llama espiral roja, también roía con gusto una chocolatina, por su parte, el gato morado llevaba puesta una chaqueta de uniforme escolar japonés desabrochada, pantalones vaqueros y zapatos de cuero, sus dos colas terminaban en espirales llameantes de color verde, este gato se peinaba con diligencia un tupé de tamaño demencial que parecía hecho con la ayuda de gomina, olfateé un poco, sip, ese gatito olía a gomina.

-Ellos son Sir Nyancelot, Dracunyan y Pelochnnyan, los Yo-kai.

-¿Yo qué?

-Yo-kai, espectros del folclore japonés que causan las dificultades del día a día cuando te espiritan, estos son nekomatas, por su forma de gato.

-¿Cuál es cuál? Para reconocerlos.

-Sir Nyancelot es el gato celeste de la armadura, Dracunyan el azul oscuro de la capa oscura y Pelochnnyan el morado del tupé.

-Lo tendré en cuenta, si consigo el trabajo.

El último trabajador que vi fue un Yoshi como yo, de tonos grises y botas casi de color negro, vestía un chaleco de traje negro, camisa blanca y una cadena dorada, tenía también un constante cigarro encendido, bien sea en el morro o en la mano, me miró con una mezcla entre apatía y extrañeza cuando pasamos delante de él mientras hablaba con él conejo que vi antes.

-¿Y ese Yoshi?-Pregunté tras dejarlo atrás.

-Ese es Yonathan-Respondió Nigel-Ayuda en varios casos, lo contratamos hace 6 meses.

-Oh, vale-Aquello me aclaraba casi todo, pues tenía constancia de que aparte de los afectados por la red de tráfico de Bebés Yoshis y Blanco, que al parecer, llevaba algo de tiempo, no había muchos individuos de mi especie rondando por la ciudad, aunque había algo en la mirada y tono de piel que no dejaba de parecerme extraño, hasta dónde yo tenía conocimiento, no existían Yoshis de tonos grises (Aunque también es cierto que un Yoshi puede volverse gris).

Varios minutos después, Nigel se detuvo ante una puerta, me dijo que el famoso Santiago Pingu estaba al otro lado y se fue, inspiré hondo y entré, el cuarto de la entrevista resultó ser un agradable saloncito con varios sillones de aspecto cómodo, una mesita con un juego de té con dibujos de copos de nieve, en uno de los sillones estaba Santiago Pingu, el jefe en funciones y fundador de Don Pingu y cia, un pingüino antropomórfico de lustroso plumaje negro y blanco de semblante calmado, no soy un experto en pingüinos, pero si me dijesen de aventurar una raza, parecía una mezcla de un pingüino emperador con uno barbijo, pero, como dije, yo no me considero ningún experto, siguiendo con su aspecto, vestía una americana marrón y un chaleco de tweed con una cadena dorada que seguramente llevaría un reloj consigo, como era un pingüino y el plumaje le tapaba las vergüenzas no llevaba pantalones, llevaba al cuello una muy resultona pajarita roja y encima de la mesa había una gorra marrón como la que suele llevar Sherlock Holmes cuando sale fuera de Londres, en un ala tenía una taza de té que olía a limón, me sonreía con mirada calmada, habló con voz tranquila.

-¿Rafael Deepblue, me equivoco?-Dijo dejando la taza de té en la mesa-Me alegra conocerle por fin, Nigel me comentó de que viene por la entrevista.

Me quedé mirándolo sin saber cómo o qué responder, desde siempre la presencia de ese pingüino me ha llegado a intimidar bastante pese a su semblante tranquilo y cordial, no sabría el que, pero sentía como si sus ojos mirasen hasta lo más profundo de mi mente.

-¿Está usted bien?-Dijo levantándose-Por favor, tome asiento.

Hice lo que me dijo con la cabeza dándome vueltas como un tiovivo y el corazón bombeandome a mil por hora, mi ansiedad era palpable y estaba tenso como un tambor, prácticamente me lo jugaba todo a esa entrevista, Pingu notó mi nerviosismo.

-¿Está usted bien?-Dijo-Le veo muy tenso.

-No es precisamente mi mejor semana, si le soy sincero....

-A ver qué lo adivine, le han echado de su trabajo, por lo que veo hasta ayer trabajaba de periodista para el Newgrounds' Post, le han echado tras que lo hayan engañado, después de eso, debido a que no le dieron el finiquito debido a condiciones laborales algo nefastas debido a que usted es inmigrante, supongo que de Yoshi's Island, bueno, es obvio eso, pero sigo, debido a que no le dieron el finiquito, hoy ha tenido que meter todas sus pertenencias en casa y enviarlas a la consigna de la Tía Martha, antes de desayunar y venir, ¿No?

Miré atónito a ese pingüino tras que terminase de hablar, parpadeé perplejo 5 minutos hasta volver a hablar.

-¿¡C-cómo sabe usted eso?!

-Es mi trabajo saberlo.

-¡Usted me ha estado siguiendo.

-Al contrario, le puedo asegurar que tengo testigos de que yo no me he movido de la agencia en toda la mañana, he estado organizando el archivo con William.

-¿Y cómo ha sabido, por ejemplo, mi antiguo empleo?¿Ha leído mi currículum?

-¿Su currículum? Está en la mesa -Dijo señalando a una hoja de papel boca abajo en la mesa, le di la vuelta para leerlo y si, era mi currículum, lo cual hizo que me sorprendiera aún más.

-¿Pero cómo lo ha hecho?

-Mi estimado, no hay más que mirarle-Dijo, para seguir hablando diciéndome como lo había averiguado todo sin moverse-Para saber que usted era periodista simplemente tuve que fijarme en su sombrero, todavía usted conserva la etiqueta con la palabra "PRESS" en la cinta, marca inequívoca de los periodistas en esta ciudad, usted me ha confirmado que era del Newgrounds' Post y estaba entre ese o el Journal, sobre todo porqué en sus botas tiene aún los restos de la obra que está teniendo lugar por esa calle, una mancha de cemento en uno de los cordones.

Me miré en ese mismo instante a los cordones de los zapatos, buscando la mancha de cemento y, presto, allí estaba, en uno de los cordones de mi zapato derecho ahí estaba la manchita de cemento, no era muy grande, por eso, me sorprendía que se hubiese dado cuenta.

-Usted sí que se fija en los detalles-Dije impresionado-Hasta los más ínfimos, ¿Cómo sabía lo de las condiciones de trabajo?

-El día que me presenten un periodista del Newgrunds' Post al que le hayan dado el finiquito tras despedirlo será el día en el que piense que he viajado a una dimensión paralela, ese periódico tiene mala fama entre sus experiodistas, creáme, he escuchado testimonios así a raudales, antes, según parece, no era así, pero desde que el avaricioso y corrupto Robert Post tomó el cargo que su padre, abuelo y bisabuelo habían tenido con anterioridad, el periódico cayó en desgracia con la misma velocidad de una barracuda.

-¿Y lo del aquiler?

-Usted huele al recibidor del edificio con el número 20 en Soul-Jazz Street, conocido porque su portero....

-Dennis....

-Permítame continuar por favor, el portero del edificio, Dennis, apesta como si sólo se bañase en baño nuevo.

-¿Lo ha visto?

-¿Nos referimos al mismo Dennis con tres moscas revoloteando a su alrededor, barriga cervecera, camiseta de tirantes, pelo grasiento y chanclas como las que lleva una abuela los domingos a mediodía mientras ve la telenovela?

-Ese mismo.

-Me visitó la semana pasada para que le arreglase la antena de su televisor para que siguiese viendo Gran Hermano.

-Pero sois una agencia de detectives, no electricistas.

-Eso mismo le dije y amablemente le di la dirección del servicio técnico de su televisor para poder atender a otro cliente.

-Muy bien, ¿Y usted dice que tengo el olor de Dennis encima?

-Básicamente.

-Vale, ¿Dónde está la ducha?

-Cuando acabemos con la entrevista podrá ducharse si quiere.

-Pero apesto.

-No apesta tanto como el portero, sólo un un pequeño rastro, ya está.

-Como usted diga....

En ese momento, el pingüino alargó un ala y agarró la tetera, echando té a una de las tazas y me la ofreció, para no ser descortés se la acepté, tras varios minutos de silencio en el que me preguntaba qué iba a ser de mí si fallaba estrepitosamente, el pingüino que tenía delante carraspeó y comenzó la entrevista.

-Dígame, ¿Tiene experiencia en el mundo criminal?

-Pues, mi puesto en el Newgrounds Post era el de periodista de homicidios.

-¿Se considera alguien rápido y hábil a la hora de recabar información?

-Alguien normal con esas gestiones, ni muy rápido ni muy lento.

-¿Es bueno trabajando con más gente?

-Me adapto a lo que sea necesario.

-Si hubiese ocurrido un delito en su propia casa, ¿Qué es lo que usted haría?

-Llamaría a la policía y mientras llega intentaría averiguar que es lo que ha ocurrido mientras ellos llegan.

-A la hora de encontrar pistas, ¿Cuáles consideras de mayor importancia?

-¿Con las pistas?-Con esta pensé un poco para no responder muy a la ligera-Pues yo creo que hay que evitar las que sean demasiado obvias, muchas novelas de misterio me han dicho que las mayores pistas están para el que sabe buscarlas.

-Usted es de los míos, ¿Eh?-Dijo mientras apuntaba todas mis respuestas-Muy bien, hagamos un pequeño ejercicio de imaginación, ¿De acuerdo?

-Eh... De acuerdo.

-Muy bien, imagínese el típico escenario, estás de vacaciones en un paradisíaco hotel a las orillas del mar con más huéspedes, como es temporada baja, hay pocos huéspedes y todos os conocéis entre vosotros, y de golpe, uno de los huéspedes es encontrado muerto por envenamiento, ¿Cuál es el procedimiento a seguir?

-Depende de con que lo envenenaron.-Dije tras ver en mi cabeza la hipotética situación.

-Aparentemente con estricnina en el café.

-¿Estricnina?-Pregunté.

-¿Sabe lo que es la estricnina?-cuestionó Pingu mirándome con atención.

-Bueno, lo único que sé es que es un veneno de acción rápida, que antes se usaba en tónicos calmantes, ¿Se puede tener?

-A menos que seas toxicólogo o cultive el árbol del que se extrae la estricnina, no, y si la intentas comprar en una farmacia lo más probable es que o te llamen loco o llamen a la policía.

-Entonces ahí es fácil actuar, habría que escuchar los testimonios de los huéspedes y trabajadores del hotel tras haber mirado con atención la habitación-Respondí tras poner en orden mis pensamientos.-¿El hipotético muerto era alguien rico?

-Era una mujer, y era muy rica, estaba de viaje con su segundo marido y los dos hijos del primer marido, además de, por supuesto, la esposa del hijo mayor.

-¿Algo destacable?

-El marido es 20 años más joven que la mujer, y todos los de su círculo lo ven como un busca fortunas que lo único que quiere es que se muera para heredar la fortuna, pese que en un principio va a ser repartida entre los dos hijos.

-¿Qué hay de los hijos?

-Ambos viven de la renta gracias a su madre, pues el mayor es un abogado al que no le gustó el oficio y el menor es un médico que a medio tiempo es también un escritor amateur que lo único que ha podido publicar son poemas mediocres y cuentos medio decentes en revistas, todo esto sin mucho éxito.

-¿Hay problemas en el matrimonio del mayor?

-La mujer es muy celosa de su marido y cree que tiene una aventura con la mujer del jardinero del hotel, que está de muy buen vender, la madre se entera poco antes de fallecer de que el hijo mayor le ha ofrecido un cuantioso préstamo a la mujer del jardinero para ayudarla con un asunto de su familia.

-¿Qué hizo la muerta la noche antes de fallcer?

-La tarde de la desgracia se le escuchó discutir furibunda con alguien, alguien escucha decir "No temo al escándalo entre marido y eso no me va a callar" , después de eso, pese a que es pleno julio y ese día hace un calor espantoso, manda encender la chimenea de su habitación.

-Espere-Dije interrumpiendolo-¿Mandó encender la chimenea pese a que hacía un calor de mil demonios?

-Veo que me sigue, sí, cenó muy poco esa noche y al parecer se acostó a eso de las 20:00.

-¿Tomó café antes de dormir?

-Se sabe que pidió café.

-¿Estaba medicada?

-Según su asistenta tomó su último somnífero dos noches atrás.

-¿Y cuándo murió?

-A esos de las 5 de la madrugada presentó los primeros hábitos de envenenamiento, había atrancado la puerta y los demás huéspedes tuvieron que tumbarla, su marido, por alguna razón, no estaba en el hotel por aquel momento, le dieron los últimos espasmos y antes de que el médico pudiese siquiera actuar, la señora murió por el veneno.

-¿Murió a las cinco de la madrugada pese a que tomó el veneno, según parece, a las ocho de la tarde?-Dije rascándome la cabeza-¿La estricnina es de efecto rápido?

-Oh, si, de efecto casi inmediato, aunque se pueden llegar a retrasar por una comida copiosa, pero no hasta el punto de que pasen 9 horas.

-Pero usted me ha dicho que la víctima cenó poco.

-Correcto, ¿Cómo puede explicar eso?-Dijo con una sonrisa.

-Primero querría saber que hay en la habitación.

-Manchas de cera de una vela, dos hilos de tela verde oscuro, los restos de una taza destrozada, una mancha de café en la alfombra y un resto de una carta quemada en entre las cenizas de la chimenea, ¿Sabiendo esto, quién el culpable?

-Esto..... Yo diría que fueron dos personas, una de ellas el marido y cualquiera de las mujeres que estén en ese momento en el hotel.

-¿Cómo pudo ser el marido si él estaba fuera del hotel?

-Eso es lo que nos quiere hacer creer, seguramente sólo se fue fuera para tener una coartada.

-¿Y por qué dice intrínsicamente una de las mujeres? El marido parecía cariñoso con su esposa.

-La gente no se gana la fama por nada, seguramente la víctima no es la primera mujer rica y anciana a la que el marido engaña, estaría ganándose su favor para entrar en el testamento y dejar con dos palmos de narices a los dos hermanos, que esperarían recibir la herencia.

-¿Y cómo explica usted lo encontrado en la habitación?

-Quizás tuviesen que ver con otro asunto que ocurrió a la vez que la muerte, ¿Cuáles fueron las ultimas palabras de la difunta?

-Gritó el nombre de su marido dos veces.

-Le estaba acusando en su último momento de lucidez, todo esto es sólo mi imaginación.

-Jeje, pues no iba tan desencaminado a lo que ocurrió en realidad.

-Espera, ¿Eso ocurrió en verdad?

-Con algunos matices, pero sí, ocurrió hace un par de años, Emily Inglethrop fue encontrada muerta en su habitación de un aparente ataque al corazón más tarde el médico declara el envenenamiento por estricnina.

-¿Eso no era una novela de Poirot?

-Basada en hechos reales.

-¿Cómo?

-Siguiendo, déjame felicitarte, has acertado, el culpable fue el marido y su prima y a la vez amante.

Decidí respirar hondo, parecía que lo estaba haciendo bien, debía seguir manteniendo la calma y seguir contestando con calma.

-Vaya, eso no me lo esperaba.....

-Muy bien, sigamos con la siguiente pregunta.......¿Usted tiene alguna peculiaridad como compañero de piso?

-Pues..... Soy un Yoshi muy centrado en su higiene personal, y además muy susceptible con el tema de mis escamas.

-¿Cómo de susceptible?

-Basta que me diga que las tengo sucias para que pierda la cabeza.

-Vale, eso lo entiendo.

-Y también echo mínimo media hora sacándole brillo a mis escamas.

-Ya lo veo, las tiene usted brillantes......

-Mi padre siempre suele decir "Con las escamas hechas un cisco, no vas a ningún sitio".

-Un pareado pegadizo, por lo que veo-Dijo riendo por la chorrada de mi padre.

-Si le conociese, tiene una colección de frases, ocurrencias para todos los gustos, colores y sabores.-Dije, creo que en ese momento se me notó que le echaba de menos, a él, a mi madre y a mis amigos de Yoshi's Island.....

-¿Está en la ciudad?-Preguntó con aparente curiosidad.

-No........ Están en Yoshi's Island-Respondí a su pregunta tratando de contener mis lágrimas.

-Oh, que fallo-Dijo el pingüino rascándose la cabeza-Creo que he incurrido en tema personal, siento mucho el haberle importunado.

-No....-Sorbi los mocos mientras trataba de articular palabra-No pasa nada....... Usted..... No lo sabía.....

-Le daré un momento para que se calme.

Tras varios minutos en los que pude respirar hondo y no encharcar la sala con mis lágrimas, la entrevista siguió.

-Muy bien, sin inmiscuirnos más de lo necesario en lo que le toca la fibra sensible, ¿Se considera usted una persona, que me diga, un Yoshi constante?

-Pues, yo creo que si, al fin y al cabo, llevo los últimos meses de mi vida en el caso del tráfico de bebés Yoshi.

-¿Usted seguía la red de tráfico de Bebés Yoshi?

-Si, la seguía, y escribía sobre eso en el periódico.

-El único motivo por el que leía el Post era por los artículos de la red de tráfico, me alegra conocer al periodista que escribió los artículos, aunque usted cometió un error garrafal.

-¿Cuál?

-Llamar a la policía, no llaman a esta ciudad la "Ciudad del Espectáculo" por nada.

-Lo sé, pero imagino que en el cuerpo de policía habrá gente honrada.

-Bueno, el sargento Jeffords, de la comisaría 99 es de fiar, al igual que el inspector Heathers de la 34 o la teniente Valentine de la 57.

-¿Son las únicas excepciones de todo el cuerpo?

-Habrá alguna más, si...... Pero apenas las he visto.

-¿Mi mayor error fue llamar a la policía?

-Pese a ser periodista de homicidios, parece que no está usted al tanto-Dijo alzando una ceja-El cuerpo de policía está completamente comprado por la mafia local y eso incluye al cuerpo de policía.

-¿Qué quiere decir con eso?

-Que ellos ayudaban a esconder todo el pastel, algunos policías comprados por los traficantes daban el chivatazo y otros ayudaban a esconder todo a hurtadillas.....

-¡Por eso todo el rato me salía conque no había nada!

-Correcto.

-¿Y quién fue el del chivatazo de ayer?-Pregunté extrañado.

-Oh, ese fue Francis McSnow, que vive en la zona del puerto, un viejo amigo mío.

-¿Y por qué parecía tan siniestro y tan sospechoso?

-Es alguien al que le gusta mucho el dramatismo.

-¿Y por qué llamó al Post?

-Porque yo mismo le pedí que lo hiciese.

-¿¡Cómo!?-Senti que de la sorpresa iba a mudar de piel ahí mismo -¿¡Usted le pidió que llamase!?

-Eso mismo dije.

-¿Por qué?

-Para así provocar que una importante fracción de la banda que dirige la red de tráfico perdiese la calma y diese un paso en falso.

-¿Y luego qué?

-Luego les tendimos una emboscada con la ayuda del inspector Heathers.

-¿Eso cuándo?

-Ayer poco antes de tu llamada.-En ese momento sacó el ejemplar de la mañana del Newgrounds' Journal con el titular "Red de tráfico y corrupción policial descubierta" y me lo tendió-Lea esto.

El artículo, escrito por el famoso periodista Tino Berardi, decía así:

"A las 22:30 de anoche, en un almacén de Anderson Street, cerca de una reconocida empresa de robótica de última generación, tuvo lugar una redada policial que fue un duro golpe para el tráfico de especímenes en edad infantil de la especie T. Yoshisaur Munchakoopas, pues el inspector Anthony Heathers se personó en el lugar acompañado de los más capaces efectivos de la comisaría 34 y además fue acompañado por Santiago Pingu, Yonathan GreyMist y Sir Nyancelot, de Don Pingu y cia, quienes lograron poner en jaque a los criminales gracias a una hábil estratagema con la colaboración de un vecino del puerto, el pingüino crestado Francis McSnow, y la colaboración de nuestros colegas del Newgrounds' Post, quienes han seguido esta extraña red de tráfico desde hace meses por uno de sus periodistas y han podido desenmascarar a los policías corruptos que según parece ayudaban a en la ocultación de las pruebas y..... Continúa en la página 2"

-Increible-Dije tras terminar de leer el periódico-¿Cómo ha podido urdir tal estratagema?

-Siguiendo paso a paso la red de tráfico de Yoshis, gracias a sus artículos y a mis investigaciones, pude tejer mi red cual araña sobre el almacén principal, he desmantelado gran parte de la red, solo falta el jefe de esa banda.-Dijo mientras sacaba un reloj de cadena-Quien por cierto, debe de estar al caer.

-¿Por qué lo dice?

-Porque yo lo invité.-En ese momento me levanté para correr e irme a la otra punta de la ciudad para esconderme, pero Pingu me detuvo con una mirada tranquilizadora.-No se preocupe, quédese.

En ese momento Nigel abrió la puerta y carraspeó solemne, no quería ser indiscreto, pero aventuro que en vida pudo ser mayordomo de alguien importante.

-Don Pingu, el señor Bernard Merryweather.

Tragué saliva al escuchar ese nombre, Bernard Merryweather era uno de los peores matones de la ciudad, trabajaba bajo las órdenes de uno de los dos mafiosos más poderosos de la ciudad, lo que no sé si es con Casetti o S, pero bueno, hablemos de este Merryweather, una bestia parda de 2 metros y medio y 150 kilos de puro músculo que en otro tiempo fue campeón de wrestling en la categoría de pesos pesados, era conocido porque por un puñado de dólares era completamente capaz de retorcerle el pescuezo a cualquiera dabaun igual su edad, raza, especie, profesión o clase social, por donde pasaba la calle se vaciaba y es porque la gente le tenía tanto miedo que salían en desbandada cuando lo veían siquiera darle la vuelta a una esquina, y ahora estaba en el mismo edificio que esa bestia parda y se acercaba a pasos agigantados a la misma sala en la que me encontraba en ese momento, lo único que quería era salir de allí escopeteado.

-C-creo que molesto aquí-Dije haciendo amague de levantarme y ahuecar el ala, pero la presencia de Bernard Merryweather en la puerta me hizo sentarme inmediatamente para evitar que se fijase en mí, y ante mí tenía a ese mastodonte, un gran hombre de piel clara y ojos como rendijas que vestía una chaqueta de cuero, una camisa blanca y pantalones deportivos, todo eso embutía la masa muscular de esa bestia parda, otros detalles de su aspecto sería una fea cicactriz del labio, un diente de oro que relucía y múltiples anillos en sus manos, era un macarra, pero un macarra con dinero, mientras entraba apartó de mala manera a Nigel, provocando que al zombi se le cayese el monóculo y la chistera, los recogió y salió escopeteado de la sala.

-Buenas tardes-Dijo dando un resoplido como un toro salvaje.-Me habían pedido que viniese.

-Anda, Sr.Merryweather-Dijo Pingu sonriendo cordialmente y levantándose-Me encontraba usted con un asunto importante, pero acomodese, ¿No quiere tomar asiento?-Dijo mientras Nigel regresaba y cerraba la puerta, en ese momento, ese monstruo de Merryweather dirigió a mí sus ojos como rendijas.

-Yo te conozco.....-Me dijo con voz grave, tragué saliva,

-Oh, él es el Rafael Deepblue, experiodista del Newgrounds'Post que ha venido para trabajar aquí en nuestra, oye, ¡Suéltelo!-Mientras el pingüino me presentaba, Merryweather ya me había reconocido, agarrado de la cobarta y acercado más a él de lo que me hubiese gustado en toda mi vida.

-Claro que te recuerdo, tú has estado metiendo tus narices en mis asuntos.

-Q-quizá se referirá a o-otro dinosaurio señor.....-Respondí como mejor pude muerto de terror, en mi cabeza ya veía sus manazas en mi cuello y toda mi vida pasó frente a mis ojos, en ese momento Pingu se acercó con una agilidad que nunca esperaría de un pingüino como él y rápidamente lo esposó a una de las sillas.

-Tch, tch, tch, tch, me decepciona usted Sr. Merryweather, ¿Nunca le han enseñado que está feo agarrar de esa manera a una persona y mirarlo de esa mala manera?-Dijo tras tomar asiento, Merryweather no me soltaba todavía, supongo que tardó un momento en enterarse de que Pingu lo había capturado.

-¿Pero qué?-Dijo atónito, tras eso me soltó conduciendo su ira al pingüino-¿¡Cómo lo ha hecho!?

-Llevo mucho tiempo tras su pista, Sr.Merryweather, y me alegra que usted no lea los periódicos, porque ha accedido muy amablemente a caer en mi trampa-En ese momento se dirigió a mí-Sr. Deepblue, le presento a al señor Barry Merryweather, el líder de la banda que gestiona la red de tráfico de Bebes Yoshis.

-¿Él es el cerebro tras toda esa operación?-Dije sorprendido.

-El cerebro, no, pero si es quien lo gestiona todo, bajo las órdenes de S.

-Ya si quiere lo cuenta todo-Dijo Merryweather tras un resoplido.

-Bueno, si insiste, lo contaré yo, como he averiguado toda esta pantomima-Dijo Pingu muy solemenemente-Todo ha sido cuestión de constancia y ardua investigación, desde que Lady Mirkin consiguió a su nueva mascota Frankie.

-Evite llamar a ese pequeño como esa señora lo llamó, es denigrante, al igual que el término "mascota".

-Tras esa nueva extraña mascota decidí tener una reunión con la señora en cuestión, quien, tras beber de más pese a su condición social, pude descubir donde compró el huevo del pequeño, lo siguiente fue encontrar al vendedor en cuestión y tras sonsacarle información con la inestimable ayuda de nuestro amigo de la policía, el inspector Heathers, fue ir peinando la ciudad con un peine muy fino, cosa que se nos facilitó gracias a la inconsciente ayuda de nuestro amigo periodista.

-¿Os he ayudado?

-Claro, gracias a tus artículos y a las constantes llamadas a la policía que usted ha hecho, podíamos perseguir a los miembros de la banda y sonsacarles la información, uno de ellos, amablemente nos cedió su nombre, lo siguiente fue localizarle, que fue bastante sencillo ya que usted es infamemente conocido en la ciudad, y así es como hemos llegado aquí.

Pese a que el pingüino lo dijo todo muy serio, Merryweather tuvo una reacción inesperada, pues no hizo si no echarse a reír, pese a que lo habían pescado, se lo tomaba muy a risa.

-¿En serio crees que esto se ha acabado Don Pingu?-Dijo con una amplia sonrisa-Todo esfuerzo suyo es inútil, puedo ser el líder según usted, pero la red es mucho más amplia de lo que usted cree, además, usted no tiene ninguna prueba, estaré de vuelta en la calle en menos de una semana.

En ese momento, la puerta se abrió y la voz rasposa de Nigel volvió a escucharse en la sala.

-El inspector Heathers ya ha llegado, viene a llevarse a Merryweather.

Mientras el zombie hablaba, entró junto a él uno de los más prolíficos miembros de la policía local de Newgrounds'City, el inspector Anthony Heathers, un gato de pelaje azul oscuro y ojos de niño, que en aquel momento tendría unos 32 años y según mucha gente, tenía una carrera muy prometedora en el cuerpo de la policía, vestía, para hacerse pasar por civil, una americana azul oscuro, una corbata al estilo tejano(la joya con los cordones) verde y unos pantalones de pana, lo único que lo delataba como inspector era que tenía la placa colgando del cuello.

-Muy bien Merryweather-Dijo firme acercándose al matón-Espero que haya disfrutado de la charla, porque le toca pasar una temporada en la Roca Solitaria.

-¡Usted!

-Si, yo, dijo mientras dos agentes agarraban al matón y Heathers le colocaba las esposas-Señor Bernard Merryweather, por el poder que se me fue otorgado queda usted detenido por el tráfico ilegal de seres vivos-El inspector levantó al matón y, pese a que medía casi el doble que el gato, Heathers no se dejó amilanar y le leyó sus derechos mientras lo guiaba fuera y tecleaba en el móvil una cosa-Tiene usted derecho a permanecer en silencio, pues todo lo que diga puede ser utilizado en su contra frente a un tribunal, tiene usted derecho a un abogado, si no cuenta con alguno, se le asignará uno de oficio y tiene usted derecho a una llamada de no más de un minuto en frente de un agente de la ley.-Y se fue junto a al detenido y los otros agentes.

-Bien, uno menos-Dijo Pingu mirando el móvil, era un mensaje de agradecimiento del inspector Heathers por ayudarle a atrapar a Merryweather y por las pruebas que había conseguido el pingüino, así pasaría una buena temporada sin que Merryweather volviese a ver la luz del sol.

-¿Todo esto era una trampa?-Dije atónito

-Así es-Dijo Pingu asintiendo-Como usted venía el mismo día en el que cité a Merryweather, decidí matar dos pájaros de un tiro detener a Merryweather y.....

-¿Y?

Antes de que pudiese contestar, el otro zombie de la agencia, William, entró y ajustó sus gafas, su voz resultaba rasposa como la de su compañero Nigel, pero con un acento entre lo americano y lo irlandés.

-Pingu, el camión de la consigna de la tía Martha ya se ha ido, han dejado las cosas del nuevo en su habitación.

-Bien William, muchas gracias-Se dirigió a mí y me puso un ala en el hombro-Bienvenido a Don Pingu y cía, Rafael Deepblue.

-¿Estoy dentro?

-Eso mismo he dicho, bien, prepárate, que esta tarde tendremos los dos nuestro primer caso.

-Eh....Vale-En ese momento escuché el rugido de mis propias tripas, mirando mi reloj me di cuenta que era la hora de comer-Esto....¿Este trabajo es cama adentro?

-Sí, esta también es mi casa-Mi estómago volvió a rugir.-Veo que tienes hambre, ¿Eh?

-Sí, la tengo.

-Pues vamos a comer, hoy iba a preparar dorada como la solía hacer mi abuela.

En ese momento, tras pasar un susto de muerte con uno de los más infames matones de la ciudad y una entrevista que casi me hace mudar la piel de los nervios, comencé a trabajar en Don Pingu y cía, ah..... Poco sabía del lío en el que me estaba a punto de meter......

Bueno, bueno, ¿Qué?¿Echaban de menos a la Ciudad del Espectáculo? Pues yo la verdad es que si, pero comprendedme un poco, tengo más historias que actualizar y esta es, con diferencia la que más cuesta de escribir, pero bueno, aquí traigo, después de casi un año, el capítulo 2, espero que os haya gustado, cualquier problema no tenéis más que decirlo, soy Primayoshi128 y nos vemos en otra ocasión, chao 👋

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