Me enseñaron toda la aldea; la más mayor me contaba detalles relacionados a su clan, el clan Blaze, el mismo que el de ese chico, Nova.

-Verá, señorita Psicósis, nuestras tradiciones se remontan a muchísimos años atrás, cuando el mundo aún era joven y la naturaleza inexperta; el clan Blaze era el más poderoso de su categoría, nadie podía si quiera tratar de hacerle frente, los Blazeteístas superaban a los demás clanes en número, armas y experiencia, por lo que rápidamente los pertenecientes a éste clan dominaron todos los clanes a los que podían acceder; aunque, sin embargo, un día, una digna enemiga llamada Yastatie* del reciente clan de los Psicósis nos hicieron frente.

Su madre, señorita Psicósis, estaba al mando de la rebelión; nos ganaron, eran más fuertes y la mayoría eran jóvenes con los poderes al cien por cien, por lo que no tardamos en caer.

Sin embargo, la Poderosa Yastatie no nos invadió y arrasó; creó un tratado de paz, para poder convivir todos juntos en armonía, sin más disputas tan graves como la Guerra Aniquiladora.

Desde entonces, su madre y nuestro clan conviven en paz; y siempre que algún miembro necesita ayuda allí están, tantos ustedes como nosotros; les debemos mucho y más-.

Escuché de fondo la risa suave de mi madre; aunque seguía sin apartar la vista del chico misterioso; quería conocerlo más, de eso estaba segura.

-Nova Blaze- enseguida me miró al escuchar su nombre-

-¿si?- Preguntó él-

-¿podemos hablar en privado, por favor?-

-¿EN PRIVADO?- Contestó sonrojándose- e-er v-vale-

-genial- le sonreí y agarré de la mano con firmeza-.

Avanzamos un par de pasos, hasta llegar a un hermoso paraje cubierto de millones de colores de fantasía; a lo lejos podía verse una cascada que me dejó maravillada; ¿cómo no me había dado cuenta del hermoso mundo en el que vivo?

-¿Nos sentamos?- Le pregunté, mirándolo directamente a esos ojos que se me hacían.... tan conocidos....-

-si, claro- sonrío, me agarró de la mano, logrando así a mi corazón volverlo completamente ajeno a todo menos a su suave y cálida mano sobre la mía; su respiración me tranquilizaba, todo él me hipnotizaba....-

-¿podríamos tutearnos?- Preguntó un tanto nervioso-

-por supuesto-en el fondo, estaba gritando de emoción en el interior de mi cabeza, de tal manera así no me escuchaba y no se pensaría que estaba loca 😅-.

-cuéntame sobre ti, Nova Blaze- murmuré-

-bueno, creo que la Gran Jefa ya te ha contado bastante-

-quiero oírlo de ti- respondí, con los ojos brillantes; intercambiamos unas breves miradas, a lo que me sonrojé y él se puso nervioso-

-disculpa, Oceanía, es que... no sé que me pasa... cuando te veo me pongo nervioso y no sé que decirte...-

-¿me has visto antes?-

-Muchas veces- afirmó-

-¿dónde? Yo no te he visto-

-he soñado contigo- cuando me miró, estuve segura de que Nova pudo escuchar perfectamente los latidos de mi alterado corazón-.

-¿Y eso?-

-Tuve visiones del pasado; las cuáles confirmó ser ciertas la adivina del pueblo; aquel sueño me explicó que tú y yo antes no éramos así, sino que rencarnamos en otros cuerpos, éstos- se señala y a mí- se ve que tú y yo solo queríamos ver al otro sufrir-

-¿q-qué p-por q-qué?- Estaba muy confusa, demasiado-.

-Tú eras una sanguinaria y cruel demonio asesina a sangre fría, y yo me ocupaba de mantener a salvo a la población, era inevitable que nos odiaríamos; pero, un día, tú descubriste lo que hacían, aún peor de lo que creías; te fuiste sin más, te uniste a nosotros, y, bueno, comenzamos a conocernos más, y a empezar una ligera atracción el uno por el otro; tú eras de los Sombra, yo era de los Guardianes; aunque sabíamos que estaba prohibido igualmente decidimos correr el riesgo y salir; tú y yo-.

Me agarra ambas manos y yo solo fui capaz de afianzar el gesto; me acerqué más a él.

-Sin embargo, cuando lo descubrieron, nos separaron cruelmente; ambos morimos ahogados por haber incumplido las normas- tragué saliva por sus palabras-.

-¿E-entonces? ¿Qu-qu-e m-me q-quieres d-decir?-

-Conozcámonos, ahora, como somos en esta época; veamos sin queda algo de lo que perdimos, si todavía podemos reavivar el fuego de nuestro amor- me sonrojé; solo teníamos 12 años...-.

-Solo tenemos 12- contesté, cohibida y más sonrojada-.

-En verdad tendríamos más- respondió- además, lo que quiero ver es si todavía nos queda chispa; cuando te vi por primera vez me puse nervioso; y hoy, y en este preciso momento, como si fuésemos más, mucho más...-.

-Bueno, está bien, veremos a ver que puede pasar entre nosotros-.

-Empecemos con un beso en la mejilla-

-v-vale- balbucee-.

Me besó y me sentí morir,

"tal vez, realmente, podamos tener una oportunidad, la que en el pasado se nos negó; quizá, pueda ser capaz de recordar lo que vivimos, ojalá".

Pensé en el carruaje, de camino a casa.