Querido diario:

                                        Lo siento por mi arranque y desahogo de la última vez. Posiblemente me leí algo llorona y quejica por ello. Sé que mis amigas me regañarían por pensar de esa forma.

He encontrado el valor para comentárselo a Mina y Ochako. No sabía exactamente cómo decirlo sin sentir que me moría de la vergüenza y la exposición de escupir todos mis sentimientos.

Luego, lloré. Lloré hasta que mis amigas me sostuvieron entre sus brazos y me dijeron que no tuviera miedo de hacerlo. Que dejara salir todas las malas emociones, y que dejara un lugar limpio en mi interior para las cosas bonitas.

Al principio me costó levantar la cabeza y mirarlas a los ojos —pero Ochako y Mina son dos muchachas llenas de calidez, amor y alegría para dar al mundo. Las adoro, y muchas veces me arrepiento de no proponer que nos veamos más veces de las que ya lo hacemos.

Incluso le dieron un nombre a lo que siento: ansiedad. Me recomendaron que fuese a terapia, pero no lo dijeron en mal sentido. Tampoco es como que yo lo pensara así. De hecho, creo que terapia es un buen lugar para desahogar las emociones. Los extraños no te juzgan. No tienen expectativas ni imágenes ya creadas de ti.

Puedes contarles lo que desees. Y, lo mejor de todo, es que pueden darte una mirada profesional para que tú mismo encuentres la solución a lo que estás sintiendo.

Tal vez me anime a visitar al terapeuta que Todoroki me contó que fue. Al menos para intentarlo. Me gustaría poder pensar en mí misma sin sentir que llevo el peso de las expectativas del mundo sobre mis hombros.

Mis padres nunca entenderían que yo no quiero ser la niña simple y perfecta que ellos quieren regalar al mundo. El problema es que ni siquiera YO sé qué clase de mujer puedo llegar a ser si doy rienda suelta.

Ochako y Mina me alentaron a ser más honesta con mis sentimientos de forma seguida. Son ellas las que me dijeron que no tenga miedo de decir a viva voz que me gustan las mujeres. Que tampoco tenga miedo de no ser la muchacha perfecta que dará nietos a mis padres.

La tarde con ellas fue divertida y enriquecedora. Hace rato que no me sentía tan libre de ser yo misma. Tanto Mina como Ochako se la pasaron haciendo chistes sobre anatomía masculina, animé u otras cosas que ya no puedo ni recordar de las carcajadas tan fuertes que dimos.

Y ahora que estoy en mi casa, solo iluminada por la luz de mi lámpara de noche... en lo único que consigo pensar es en Jirou.

Mañana es viernes. Se supone que debería ir al parque, y más ahora después de la charla motivacional con mis amigas.

Pero también comprendo que el cambio es un proceso. Y no quiero ser lo suficientemente egoísta de arrastrar a Jirou adentro del desastre de mi vida.

Penúltima entrada del diario de Momo ;u;

La historia estaría terminando el martes. Ya veremos como termina, no quiero adelantar nada para que se sorprendan xD

Si, yo se que está algo sad, pero es lo qué hay en esta cuenta (????

Muchísimas gracias por todos sus votos y comentarios! Me alegra muchísimo que les esté gustando este pequeño fic ♥️

Nos vemos recién el lunes! Besitos ♥️