Caminando por el enorme pasillo del segundo piso de los dormitorios de mi nueva universidad, detallaba todo a mi paso, era bastante espacioso con algún que otro banco en el lugar, dos baños extras al final de éste y un barandal que daba al campus de la institución, había tráfico de estudiantes, algunos charlaban animadamente y otros como yo, se dirigían a su nueva casa jj.

Mirando a todos lados, me detengo al ver la chapilla negra con el 311 en blanco colgada en una puerta, supongo que había llegado a mi destino. Introduje el pequeño pedazo de metal que traía entre manos en la cerradura y abrí.

Quede boquiabierta al repasar el espacio con la vista, no era grande pero tampoco pequeño, las paredes tenían tonalidades claras, un ventanal de cristal con vista a la calle, dos camas, una a cada extremo del cuarto,  un escritorio con dos sillas, dos mini estantes para guardar la ropa y un baño al fondo.

Noté unas maletas desechas encima de la cama que quedaba cerca de la puerta y ruidos provenientes del baño, seguro sería mi compañera, me daba algo de curiosidad por conocerla, me fui hasta la cama libre y empecé a deshacer mi equipaje. Al poco rato ya casi había terminado de desempacar cuando me sobresalté ante un melódioso saludo.

- hola- decía animadamente una chica de cabello rubio ondulado, ojos grises y curiosas facciones.

- h...hola- dije entre risas por el nerviosismo.

- soy Callie, tu nueva compañera, vengo de España y tú?- extendío su mano mientras me dedicaba una cálida sonrisa.

- soy Kay- tome su mano aceptabdole el saludo- y vengo de Russia- le sonreí de vuelta

- bueno al menos eres agradable- se ríe- tuve suerte de que no me tocará Una rarita- estalla en carcajadas por su propio comentario mientras rebuscaba en sus maletas la ropa que usaría, pues estaba en toallas.

- que edad tienes, yo 19- estaba curiosa por conocernos más

- 20 y vengo a estudiar psicología- hace una pausa- tú?- pregunta terminando de arreglar su cabello y totalmente vestida

- literatura, es que me encanta leer y escribir y tener conocimiento de los grandes éxitos de la literatura y el juego de metáforas y la inconsciente transacción de la realidad a la imaginación y...- me callé de golpe al darme de cuenta de que otra vez había empezado a hablar como loca de mi adicción por la literatura

Callie soltó una pequeña risita- se te iluminan los ojitos, se ve que le tienes pasión a tu carrera, no te preocupes- se recuesta en la cama apoyando los pies en la pared

- sí- solté con emoción- amo la literatura- me reí  desplomandome en la cama con los brazos abiertos, estaba cansada del viaje y sin darme cuenta me quedé dormida

Me levanté a las horas con un humor genial y envuelta en una sábana extraña, mire alrededor y Callie no estaba, luego le preguntaría si la sábana era de ella, bueno tenía que ser de ella o de lo contrario habían fantasmas "idiota" me dije para mis adentros, por lo pronto me daré una ducha.

Cogí un mono largo deportivo y un polo ancho corto, ropa interior, toalla y demás accesorios de aseo, lista para entrar al baño.

Le di play a la playlist de mi cell, abrí la ducha y entré, el agua tibia recorría mi cuerpo mientras yo cantaba como loca a la par de la música, en 15 min. ya estaba lista, agarré la toalla y me saqué el agua de la piel, me vestí y me coloque delante del espejo para ver cómo me quedaba el conjunto, susurre un " perfecto " y alicé mi cabello, salí del baño, desenvolví un chicle de menta y me lo llevé a la boca, adoraba mascar chicle, rocié una suave fragancia en mi cuello y salí al pasillo, me recargué en el barandal apreciando la vista de un verde intenso a la par que llevaba uno de mis cigarrillos a la boca prendiendolo.

Estaba terminando de fumar cuando sentí un toquecito en mi hombro

- que tal la siesta pequeña dormilona- era Callie, estaba sonriente y la acompañaba otra chica

- de maravilla, por cierto, la sábana de  muñequitos es tuya- pregunté entrecerrando los ojos con gracia

- sí es mía, te la dejé por si te daba algo de frío- me dedicó una sonrisa mientras sacaba un cigarro de su bolsillo- por cierto ella es Muriel- señalaba a la chica trigueña que estaba a su lado

- Hola, mucho gusto- parecía agradable aunque juraría que estaba fingiendo la sonrisa

- hola, yo soy Kay- trataba de mostrarme sincera aunque me había incomodado un poco sus rastros de hipocresía

- bueno chica lista cuidado con Callie, ella es mi novia ok- dijo de repente Muriel poniéndose a la defensiva

- Muriel basta ya con eso, tu y yo no somos nada excepto amigas- Callie parecía molesta y yo si que estaba muy confusa

- porque no hablas Kay- me mira burlona- acaso no sabías que tu compañera es lesbiana

- no, no lo sabía- me media vuelta y entré a la habitación dando un portazo