Jillian Hayle
Presiento - Morat & Aitana
Las ojeras que tengo resaltan en mi piel. Mi cabello esta hecho un desastre en una coleta de caballo y mis ganas de vivir son nulas. Ayer me quede haciendo un proyecto gigante del cual solo me dio 2 horas de sueño. Las manos me duelen de tanto teclear en la computadora y siento que la cabeza me explotara.
Siento el caliente café entre mis manos y me reconforta con el frio clima que hace. El clima ha estado muy helado, lluvias con aguas congeladas y brizas gélidas. En las noches debo usar dos colchas y debo estar bien arropada para salir. Estoy usando unos jeans encima de unos pantalones térmicos negros. Debajo uso mi sostén, una camisa térmica, camisa manga corta beige y un suéter negro.
Tomo del café y trato de despertar un poco. Son las 7:10 AM y no tengo ganas de hacer algo. Hil solo esta parada revisando su celular y la duda de preguntarle o no crece conforme la veo. Veo mi bolsa que esta en la mesa frente a mi y me paro.
Me acerco a la mesa y la veo.
— Hola. — La saludo. Ella me ve extrañada y guarda su celular en el bolsillo trasero.
— ¿Necesitas algo? — Pregunta con un tono simpático y sonríe.
— Solo quiero preguntarte algo ¿puedo? — Ella duda unos momentos, sus ojos me observan con escepticismo antes de asentir lentamente. Nuestra relación es mas de compañeras, buenos días, gracias, bromas inocentes, buenas noches, de nada y cosas así pero nunca preguntas personales, como la que le voy a . — ¿Qué paso con la chica? — Señalo disimuladamente y observo su reacción, una perfecta "o" en sus labios.
— N-no se de que hablas. — Tartamudea un poco, signo de que esta nerviosa.
— Si lo sabes, Hil y esta bien si no me quieres contar. — Suspiro con pesar y hago el ademan de girarme.
— Necesito un cigarro, vamos a afuera y hablamos cómodamente. — Me mira y comienza a caminar a esa puerta.
La deja abierta y paso yo.
Puto clima.
Puto frio.
Puta yo de no traer una chamarra mas.
La brisa te congela la sangre al momento y las gotas heladas golpean mis tantas capas de ropa.
¿Por qué no traje algo mas?
Ella se sienta en la acera mojándose toda pero no parece importarle. Me siento junto a ella y hago una mueca por el frio. Del bolsillo de su pantalón saca una cajetilla de cigarros y un encendedor rojo. Lo prende y se lo pone en la boca para guardar todo lo demás. Miro con deseo el humo y porro y mis dedos pican por uno.
— ¿Quieres? — Me pregunta para después expulsar el aire.
Si.
No.
Si.
No, llevas 6 meses sin uno. Tus pulmones te agradecen.
Si, mira lo están ofreciendo, además solo es uno.
No.
Si, necesitamos uno después de lo que ha pasado.
No.
— Si, por favor. — Saca todo otra vez y me prende uno para dármelo. Lo miro y me lo meto para saborearlo. Exhalo el humo y siento un alivio al poder calmar el picor de mis dedos. — Gracias.
Ahí se van 6 meses a la basura.
Muérete.
— El día está del asco. Me empape mientras caminaba hasta aquí y eso que usaba un paraguas. — Comenta aún con la mirada de frente.
Calada y exhala.
Calo y exhalo.
Calada y exhala.
Trato de recordar la última vez que había visto a Hil fumar, pero no la había visto. La única persona que conocía y veía diario que fumaba era Frey. Tal vez el la ha influenciado y eso significaría que habían pasado tiempos juntos. La curiosidad por esa pareja que aún no lo es me inunda y no puedo detener el impulso que me llega que me hace preguntar.
— Frey ¿verdad? — Le pregunto para dar una calada y retener un poco el humo. Exhalo y la miro de reojo. Sus mejillas se sonrojan y eso ya no es por el frío.
— No se de que hablas. — Me dice tratando de ocultar una pequeña sonrisa.
Oh dios al fin podría resurgir una relación entre ellos dos. Le quiero hacer otra pregunta para alivianar un poco el ambiente y después llegar con la bomba.
— Que ahora fumas y antes no lo hacías. Que sonreíste como boba cuando lo mencione. ¿Has pasado tiempo con el? — Ella suspira y asiente.
— Me ha ayudado con matemáticas en las noches. Y es muy simpático cuando se lo propone. — Ríe un poco y yo igual.
— ¿Así que te gusta?
— No lo sé, es complicado. Acabo de salir de una relación muy larga, 4 años, y no sé si estoy lista para estar con alguien ahorita. Me encanta, pienso mucho en el, me sonrojo cuando hablan de él y me rio a su lado. Es muy gracioso. — Me quedo callada y me sorprende lo de gracioso. Frey da la imagen de alguien serio y amargado y así es y que diga que es gracioso se me hace un poco difícil de creer.
— Sam y yo pensamos que serían una linda pareja. — Ella sonríe incomoda y asiente para dar otra calada.
Nos quedamos unos minutos calladas hasta que me atrevo a preguntar. El ambiente es menos tenso y más amigable así que dudo que esté tan a la defensiva.
— ¿Qué paso? — Pregunto finalmente.
Suspira y su mirada sigue enfocada al frente, a unos botes de basuras con bolsas rotas y comida esparcida.
Asco.
— La conocí por la escuela, estudiamos una carrera similar. Escuchaba historias sobre lo guapa y amable que era, de que simpática y amigable era. Pero comenzó a cambiar. — Se queda callada y la observo de reojo. — Ella tenia este novio, una mierda de persona. La trataba mal, era grosero, hablaba sobre otras chicas frente a ella y escuche que la golpeaba. Su brillo se fue apagando, pero aun era un poco feliz. Después descubrió que el la engañaba con su mejor — La miro sorprendida y siento una indignación en el pecho. Ella me mira para asentir y volver a voltear la mirada.
— ¿Su mejor amiga? ¿Cómo lo descubrió?
— Por unos mensajes un poco irrespetuosos entre el novio y su mejor amiga. Todos comenzaron a apoyarla, podía observar sus ojos rojos, pero también la podía sentir aliviada. Unas semanas después unas fotos comenzaron a rondar la escuela y luego internet.
— ¿Fotos? — Me mira y vuelve a asentir. El cigarro va por la mitad.
— Fotos un poco subidas de tono.
— Oh.
— Si. Y todo ese apoyo se fue a la mierda y comenzaron a tratarla como puta. Sus supuestos amigos le dieron la espalda, los rumores por los pasillos eras horribles y los mensajes en su casillero y en los baños eran asquerosos. Nadie que decía quererla y apoyarla le volvió a hablar con respeto. Fue el objetivo de burlas y comentarios despectivos. Desde ese día ha estado así, 6 meses rota. — Tira el cigarro y lo aplasta con sus zapatos y prende otro.
Me quedo pensando en la información que acabo de recibir. Subieron fotos intimas a internet para después tratarla con ofensas y nombres. Puedo imaginarla en los pasillos con la cabeza gacha y pasos pesados. Con susurros y lagrimas como modo de expresión. Lo logro imaginar porque debe de ser la misma imagen que he visto aquí.
— Y ¿Quién es Logan? — Pregunto al recordar como llegó y hablaron como si se conocieran hace tiempo. La veo sonreír y hablarle con tanta confianza.
— Logan era un amigo de su ex novio. A ese chico siempre le gustó ella, pero ella estaba muy enamorada del patán. Fue el único que no la ha abandonado y he notado lo feliz que se siente a su lado. — Tiro el mío y también lo aplasto. Logan, la única persona que la ha ayudado. Logan, el chico de quien ella esta enamorada.
Nos quedamos en silencio, ella terminando el segundo cigarro con la vista al frente y yo viendo mis tenis negros. El frio y la lluvia siguen llenando el ambiente, pero después de esa historia le resto importancia.
Quiero preguntar lo del celular, saber que es lo que tanto ve, pero siento que ya ha dicho mucho.
— Ella me contó una tarde en este mismo lugar. Estaba destruida por una publicación y necesitaba hablarlo con alguien. Hablamos por tanto tiempo y estábamos tan enfocadas en la conversación que perdimos clase. Después le conté a Frey y desde ese día tratamos de cuidarla. Limpio su casillero de los mensajes y en los baños tachoneo todo. Pero se que no puedo ayudarla para que ya no este así. No puedo ayudarla a ser feliz.— En la ultima frase su voz se rompe y sus ojos se aguan, lo noto cuando la miro de reojo.
La quiere, pero no sabe como ayudarla.
Asiento aun cuando se que no me puede ver. Ya se un poco, tal vez no toda la historia, pero ahora puedo verla y querer abrazarla. Observarla y saber que tanto le lastima.
Ahora se la historia, pero no su nombre.
En ningún momento se menciono.
Se su historia, pero no se quien es la protagonista.
Y se que no debo, no debo preguntar mas, pero la curiosidad me consume como un hoyo negro en el espacio. Se que si no la alimento me ahogare y me perderé entre la oscuridad, estrellas y planetas.
Ella se para y se arregla su uniforme. Se frota los ojos y suspira con fuerza. Me mira y creo que sabe que quiero preguntar algo. La observo y abro mi boca, pero no sale nada, ni una palabra.
Habla, ándale.
No puedo.
Ella asiente y sonríe con simpatía, se mete las manos en los bolsillos de su mandil para caminar hacia la puerta con la vista al frente. La abre y antes de entrar me dice:
— Ah y ella se llama igual que tú.
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