Coramora, 23 de Septiembre del 2018

T.J se despertó esa mañana por los ruidos que se escuchaban en la sala de su apartamento, frunció el ceño y se levantó de golpe. Salió hasta la sala y sintió alivio al ver a Griffin y a Gino sentados frente al televisor mientras jugaban una partida de fútbol.

—Creí que eran ladrones—habló.

—Vives en el último piso y tienes como treinta seguros en la puerta, ¿cómo rayos entrarían ladrones? —preguntó Griffin con la mirada fija en el televisor.

— ¿Cómo entraron ustedes? —dudó.

Gino señaló las llaves que estaban en la mesa al lado de la consola.

—Tenemos llaves, ¿lo olvidas? —le dijo—. Desde hace como cuatro años.

T.J observó el manojo de llaves y luego le dio una mirada a ellos, asintió y se dio media vuelta para regresar a su habitación y caminar hacia el baño para poder asearse un poco. Salió a los minutos y pasó hacia la cocina.

— ¿Ustedes ya desayunaron? —preguntó.

—Sí, te compramos un pan—respondió Griffin—. Siempre pensamos en tu bienestar, ¿viste Tommy?

T.J rio y tomó la bolsa con el pan y el jugo que estaba en el mesón de la habitación. Caminó junto a los chicos y se sentó al lado de Gino observando la pantalla. Dio un bocado al pan y bebió un poco de jugo.

— ¿Quién está ganando?

— ¿Quién crees? —respondió Gino—. El idiota este me ha ganado como cinco partidas.

—Idiota pero lo suficientemente listo para ganarte bebé—le dijo Griffin justo en el momento en que anotó un gol—. ¡Bam! Otro gol para el Chelsea, increíble jugada de Arlen—miró a Gino y este sólo rodó los ojos.

—Llevo una hora calándome esto—mencionó Gino, T.J rio.

—Yo quiero jugar contra Griffin—dijo—. Sé que me va a ganar pero sé que no me ganará tan feo como a ti—le sacó la lengua.

—No me agradas, T.J—le dijo Gino—. No me agradas.

—Que dices, Gino—habló Griffin—. Si hasta los fans saben que T.J es tu favorito—lo molestó. Gino rodó los ojos y le entregó el control a T.J.

—Deberíamos salir los cuatro, así tipo de campamento, sería genial—comentó—. Podría servirnos un poco para canalizar emociones y pasar un rato de inspiración para nuevas canciones. ¿Qué dicen?

—Me gusta—respondió T.J—. Y Axel debe ir sí o sí, para que olvide un poco el tema con Jane.

—Eso sí, él es el primero—comentó Griffin—. Estoy de acuerdo con Gino, me agrada la idea y nos servirá para tener como un momento de paz entre tantos temas. El nuevo álbum, los problemas amorosos, la familia en general, son cosas que necesitamos liberar.

—Cuando Griffin se pone serio, me preocupo—habló Gino, Griffin frunció el ceñoy le sacó la lengua.

—No te quiero ver llorando luego de que te gané otras diez veces más—respondió, T.J se levantó del sillón y caminó hacia la basura para botar los residuos de su desayuno.

—Por cierto, ¿Y Axel?

—Ayer tenía una cita no cita con Jane, no sé qué sucedió, no me ha escrito ni llamado—mencionó y mantuvo el silencio por un momento—. Mmm, creo que debí haberle escrito—se dijo a sí mismo.

Griffin sacó su teléfono del bolsillo y se metió en los mensajes para buscar el chat de Axel.

—Oh, sí me escribió, mala mía, ja—dijo y se metió en la conversación—. Bla bla bla Jane, bla bla bla hablamos, bla bla bla me encuentro bien—miró a T.J—. Dice que habló con Jane, nada interesante pero que le gustó y se encuentra bien pero que hay cosas que no le cuadran con ella. Lo veo normal tomando en cuenta que pasaron nueve años y la gente cambia porque si no se estanca.

T.J asintió y Gino le pareció una frase interesante, tenía razón al decirlo, el ciclo de la vida estaba en la evolución, en el cambio. Así como las estaciones cambiaban cada año, las personas hacían lo mismo, no podían ser iguales siempre porque no habría un aprendizaje, no habría algo que las marcara o que las hiciera diferentes.

—Este martes—dijo Gino—, vayamos a acampar. Podemos adentrarnos en el bosque y hacer una fogata y montar unas carpas. Iré a preparar todo, escríbanle a Axel para que prepare todo, nos vamos en dos días.

~•~

Coramora, 25 de Septiembre del 2018

Gino se sentó sobre una piedra que se encontraba al lado de la carpa que había montado, miró a T.J quién estaba dando vueltas de un lado a otro con el brazo levantado intentando conseguir señal en su teléfono, rió porque sabía que eso sería prácticamente imposible en medio de tanto árboles. Se fijó en Griffin que revisaba su mochila posiblemente buscando algún protector contra los mosquitos y por último miró a Axel que se encontraba recostado en uno de los troncos observando un punto ciego.

Caminó hacia él y se sentó a su lado llamando su atención.

— ¿Todo bien? —preguntó, Axel asintió.

—Estaba pensando en Jane—respondió, Gino asintió no estando muy de acuerdo con eso. Le agradaba Jane (o lo que recordaba de ella) pero sabía que no era la mejor opción para Axel, no mientras ella seguía sin darle una explicación.

No entendía a esa clase de personas, si no se encontraban interesadas en ti, ¿por qué seguían ahí ilusionándote? ¿Cuál era el placer de ilusionar a un corazón? Más cuando creyó que podías ser diferente.

—Las chicas son complicadas—dijo.

—Nosotros también lo somos—respondió Axel, Gino se encogió de hombros.

—Mala mi suerte que me gustan los dos por igual—chasqueó la lengua—. Aunque tú tienes una situación que resolver.

—Si al menos fuese posible de entender—respondió—. Hablé con Jo sobre esto, ella piensa que debo ser yo el que decida alejarse esta vez.

—Jo es una buena chica.

—Lo sé—respondió—. ¿Y tú? ¿Tu lío con T.J ya se resolvió? —-Gino se erncogió de hombros.

—No hemos vuelto hablar sobre eso—respondió—. Sé que lo más sano para mí es olvidarme de él pero es difícil, y he salido con chicos y no sé, todos tienen algo de T.J que me hace terminar con ellos.

—Estamos jodidos—le dijo Axel, Gino rio por eso—. ¿Cuándo tendremos nuestro final feliz?

—Los finales felices no existen, sólo llega un punto en donde todo se acaba—suspiró—. Quizás buscamos tantas veces lo mismo que necesitamos a alguien que sea todo lo que pensamos no necesitar.

—Que es realmente lo que necesitamos—Gino asintió—. ¿No te parece tonto? Todos siempre creen que por ser famosos tenemos la vida ganada, que somos felices pero todo es una mentira, no saben realmente el precio de la fama, lo que debes hacer y lo que no por lo mismo. Por ejemplo T.J con Chloe, pensé que ellos estarían juntos por mucho tiempo, pero la fama no pudo con ella; si la situación fuese diferente seguro estarían casados.

—Mala idea mencionar a T.J—hizo una mueca y se llevó a las manos al corazón de forma dramática.

—No es mi culpa—respondió—. Aunque sí, mala mía al recordarte tu sufrimiento.

Un grito los sacó de su conversación y voltearon para ver a T.J tumbado en la tierra quejándose mientras que Griffin se burlaba de él.

—Eso te pasa por no ver por donde caminas—rió Griffin—, y por buscar señal en donde es prácticamente imposible encontrarla.

T.J se levantó del suelo y se sacudió la ropa, caminó hacia Axel y Gino y los miró esperando que alguno dijera algo, estos se miraron entre sí sin saber si debían continuar hablando.

— ¿Por qué me miran de esa forma? —preguntó T.J, Gino quitó la mirada de él rápidamente y Axel negó.

—Vemos tus pantalones, parecieras que te hubieses echo encima—mintió T.J frunció el ceño y se sacudió nuevamente los pantalones—. Las cosas que suceden cuando intentas hablar con tu novia, suerte que ninguno de nosotros tiene.

—Por eso tenemos pantalones limpios—bromeó Gino.

T.J sólo rodó los ojos y permaneció sin decir nada al respecto. Griffin llegó con ellos con una bolsa de papas y Axel retomó el tema de Jane explicando lo que había sucedió entre ellos cuando fue a su casa, explicó que no sucedió nada fuera de lo normal, como si de dos viejos amigos se tratase. Quizás sería eso lo que quedaría de ellos, la amistad que pueden forjar luego de tanto.

Lo que a Axel más le dolía no era su partida, sino su indiferencia luego de todo lo que hizo por buscarla, como si no hubiese significado nada para ella sus canciones, sus noches en vela por pensar en ella, sus lágrimas cada vez que la extrañaba...todo, todo lo que había hecho para intentar regresar a como era antes.

Quizás el problema de Axel era la incertidumbre, ese quizás que lo consumía por dentro. El problema era su mirada en los ojos de Stella, era su sonrisa en la boca de Miranda, era su suavidad en los movimientos de las chicas con las que se había acostado en sus noches de borrachera, era ella en otra chica, era la obsesión que tenía por encontrarla que le hacía perder la cabeza.

—Los músicos no tenemos tanta suerte como dicen, las chicas siempre son un problema que no sabemos tratar—habló Griffin—. O estamos demasiado enamorados y nos dejan o somos nosotros los que no desean nada serio. No hay un intermedio.

—Pensé que tú estabas bien con Marie—comentó Gino.

—No es bien cuando ella tiene novio—dijo—. Y soy lo suficientemente decente como para no meterme de lleno en eso.

— ¿Creen que es la maldición del músico? Las chicas siempre te escriben que te aman y que quieren estar contigo pero realmente no se quedan contigo—habló Axel—. Siempre habrá alguien mejor para ellas.

—Los chicos también te dejan por otros—gruñó Gino—. En esta vida no tienes garantía de nada, puedes conocer al amor de tu vida y luego él conoce al amor de su vida.

—Los amores de vida son un mito—añadió T.J—. Sólo son amores que no permanecen en tu vida.

Axel suspiró, pensaba lo mismo. El amor era una estafa, pero era una estafa con el cuál siempre le gustó arriesgarse a pesar de saber que perdería.

— ¿No les ha pasado que conocen a una chica y se sienten como si fuese ella la única a la que quieren tener para siempre? —preguntó Axel, T.J y Gino asintieron.

—Me pasó con Chloe—mencionó T.J, Chloe fue su primera novia, trabajaba como arquitecto cuando la conoció y no pensó que una chica tan común como ella podía causarle algo tan nuevo en él.

—Con Julia sentí lo mismo—mencionó Gino—, aunque las cosas salieron diferente, la sigo teniendo en mi vida. La amo, pero es algo fraternal, así como los amo a ustedes.

Griffin asintió curioso por lo que decían sus amigos, él se llamaba a sí mismo un chico enamoradizo, pero nunca se había sentido tan cautivado por una chica. Con Iris, a quien conoció antes de volverse famoso, sintió una conexión inexplicable, tanto que llegó a pensar que sería ella la chica con la que podría ser el siempre que buscaba pero las cosas no funcionaron, ella no congeniaba con sus intereses y las cosas cayeron sin ni siquiera pensarlo dos veces.

Axel suspiró y mostró una sonrisa cerrada.

—Yo pensé que esa chica sería Jane y duré años pensando que no habría nadie más que me hiciera sentir lo mismo que ella, hasta que conocí a Jo.