Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Pro's y Contras.

Juego con el pasto entre mis dedos aburrida.

Por ir al baño no logramos entrar a tiempo y el calvo del profesor de Química no nos permitió entrar. Debíamos ir a rectoría, pero opté por quedarme en el patio. Estamos recostadas bajo un árbol y Liza no deja de culparse.

—Perdón.

—Deja de disculparte, no fue tu culpa.

—Sí, lo siento.

Gire a verla cansada.

—Basta.

—Yo lo... agh, está bien. —Frunce sus labios y suspira.

Evito sonreír por la mueca graciosa que tiene.

—Soy Elizabeth, por cierto. —Me tiende su mano.

—Lo sé, lo dijiste en clases.

—Sí, pero me estaba presentando de manera general, ahora me presento solo a ti. —Sonríe y acerca su palma para que la estreche.

Curvo un poco mis labios.

—Un gusto Liza, soy Jass.

Se desconcierta unos segundos por el apodo inesperado, pero no dice nada lo que agradezco.

—¿Tienes hambre? —Antes de que responda, busca algo en su mochila—, tengo un... —rebusca en el interior— sándwich y —alarga la letra hasta que saca lo que busca— Nuggets de pollo —declara con emoción.

—Parece que te gustan mucho —asiente mientras los saca—, ¿de qué es el sándwich?

—Mmm jamón y queso.

—¿Queso amarillo?

—No.

Hago un puchero.

—Da igual, dámelo. —Por un segundo siento que es mucho atrevimiento, pero recuerdo que ella me ofreció así que da igual.

Me tiende el sándwich mientras come sus nuggets.

No hay rastro de la chica tímida que percibí al verla, ni de la chica triste que hace rato. ¿Cómo podía ser tan cambiante en menos de un día?

—¿No deberíamos ir a rectoría? —pregunta algo dudosa mientras lleva otro nugget a su boca.

—Nah, mientras el profesor no nos reporte el rector no se enterará —digo segura para que no esté nerviosa.

—¿Y si lo hace...?

—No lo creo, tiene tantas cosas en su cabeza que de seguro ni lo recordará.

—Tantas cosas menos cabello...

Silencio.

Me mira esperando una reacción, y después de segundos incómodos estallamos en risas.

Sí, es un chiste malo, pero por alguna razón ambas no paramos de reír.

—Eres cruel —digo tratando de recuperar mi respiración.

Liza sonríe entre tímida y orgullosa.

—Estamos a mano, me alegraste el día y te he hecho reír.

Me acomodo en el césped usando su mochila como almohada, Liza se mantiene sentada.

—¿Y por qué te cambiaste de instituto? —pregunto sin sonar muy interesada.

Si estaremos lo que queda de hora antes del receso que al menos me cuente algún buen chisme.

—¿La respuesta larga o la corta?

—Tenemos tiempo.

Suspira y por un momento me temo a que fui demasiado impertinente, de nuevo. Si lo pienso cambiarse de instituto a medio semestre debe tener una razón muy personal por detrás.

—En realidad no hay respuesta larga, mi papá consiguió un trabajo en esta ciudad y tuvimos que mudarnos.

Siempre hay respuesta larga, pero respeto el que no quiera contárselo a una desconocida, al menos no es como esas personas que al mínimo de atención te cuentan todos sus problemas.

—Eso apesta.

Giro un poco mi cabeza alcanzando a ver como con sus dedos juega con el pasto, sus uñas tienen un lindo tono café.

—Tiene su lado bueno —trata de convencerse a sí misma.

—¿Cuál?

Enfoco mis ojos en ella notando como se esfuerza en encontrar una respuesta sincera.

—Pues a mi padre le pagaran bien —suelta con algo de emoción.

—No, dime el lado bueno de esto para ti. Porque lo que yo veo es que tuviste que abandonar gran parte de tu vida por depender de otros —hablo con franqueza y sin pensármelo mucho, como siempre hago. Por eso más de una vez me he llevado un mal comentario. Liza no encuentra grosero mi comentario..

—Empezando porque el sueldo nuevo de mi padre me dará más discos de My chemical Romance, así que si es un pro para mí. —Aun con su cabeza recostada contra el tronco duro me mira con una ceja alzada y una sonrisa ganadora y yo lo tomo como un reto.

—Contra: Abandonaste a tus amigos. —Me levanto, tomándome esto en serio.

—Pro: puedo conseguir nuevos amigos —responde sonriendo, siguiendo mi juego.

—Contra: llegaste a mitad de semestre, tendrás mucho trabajo que hacer para suplir las notas.

Hace una mueca disgustada porque sabe que tengo razón.

—Pro: haciendo tarea doble seré más... lista.

—No pareces sincera, pro anulado, voy ganando. —Enderezo mi espalda triunfante.

—Pro: tengo una oportunidad de volver a empezar, ser quien quiera en este momento porque nadie sabe de mí.

—¿Finges ser alguien que no eres? —cuestiono interesada.

—No, digo no es como si fingiera ser alguien que no soy o no sea quien era, me refería a que puedo mejorar lo que solía ser —modula tan rápido que se tropieza con sus propias palabras confundiéndose, confundiéndome.

Silencio.

Y luego risas.

Nos vemos, ella roja de la vergüenza y yo divertidísima de su enredo.

—Sí muy claro me quedo, deberías ser oradora

—¡Lo que dije tiene sentido!

—Claro que sí, cuando lo encuentres me avisas.

Bufa fingiendo estar molesta.

—Deja de reírte, que lo importante aquí es que yo he ganado.

—¿Y cuándo dije que era una competencia? —Finjo inocencia.

—¡Si tú empezaste! —me acusa ofendida.

—No lo recuerdo, pero si así fuera aún tengo algunos contras para ganar.

—Suéltalos

—Sera difícil conseguir amigos, estamos en medio semestre todos tienen relaciones ya construidas, llegas a mitad de camino no será tan fácil adaptarte —después de hablar reparo su expresión, por si hable demás, como suelo hacerlo.

—Cuando llegue hable con una chica y ya tengo su número, no creo que ese sea un problema para mí —levanta solo una comisura de un labio y me ve con ojos altaneros. Por un momento me pierdo examinando los mechones que caen descuidados por su rostro, color caramelo— ¿Entonces yo gano?

Me pienso alguno que ya no haya dicho, todo mi argumento se basado en recalcar que abandono su antigua vida, pero coincido en que puede ser más beneficioso, aunque claro no la dejare ganar.

Uso la carta de la psicología, gracias doctora Matthews.

—Contra: Al enfrentar un cambio significativo como el cambio de instituto el estrés y la ansiedad podrían tener un impacto negativo en tu salud mental. —Empleo un tono refinado tratando de sonar seria.

—Voy seguido al psicólogo, mi salud mental está bien cuidada —responde rápido para refutarme, pero luego parece arrepentirse—. No es que este mal de la cabeza, solo que a mis padres le importa eso de la salud mental.

—Oye no te preocupes, sé mejor que nadie lo importante que es. La gente que cree que es de locos ir a los psicólogos son los verdaderos locos. —Me esfuerzo en hacerle entender que no la juzgo.

Frente una de la otra conectamos miradas, me cuesta ver a las personas a los ojos, me parece algo intenso, aquí estoy manteniendo su mirada, sin embargo. Me fijo más en sus ojos miel, mientras detecto algunas pecas regadas en sus mejillas.

—Entonces yo gano. —Agradezco que sea la primera en hablar.

—Contra: me conociste, ahora no podrás deshacerte de mí. —Suelto el primer pensamiento tonto que se me ocurrió, porque yo no pierdo.

Levanta las cejas sorprendida.

—No consideraría eso un contra.

La campana suena al fin. Me levanto antes de decir algo más tonto, le ofrezco la mano, pero se levanta sola y escondo mi brazo antes de que vea mi patético intento de cordialidad ¿Qué me pasa?

Qué será.

—Creo que deberíamos dejarlo en un empate. —Levanto los hombros mientras ella se limpia las manos.

—Que mala perdedora.

—Oye agradéceme que deje que me empataras, no suelo ser tan amable. —Sonríe y sacude su cabeza divertida—. Bueno tengo algo que hacer, si tienes suerte me ves en la próxima clase.

La modestia no es lo mío.

No espero que responda y emprendo mi camino a... cualquier otro lugar. 

No tengo nada que hacer en realidad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro