Capítulo 30
En este capítulo hay sucesos muy fuertes.
Aviso: sino te gustan puedes no leer este capítulo.
-Punto de Vista de Nadia-
Eran las 2 de la mañana aquí en Londres, me encontraba tumbada en mi cama después de haber ido de fiesta con mis amigas. Sólo había sido una pequeña fiesta de más de 10 personas pero nadie se daría cuenta. ¿Qué podía pasarme?, era lo suficiente fuerte para que no me contagiase del virus Covid-19, nadie se daría cuenta de la fiesta ilegal dónde había ido.
Me encontraba ansiosa por lo que llevé mi copa de champagne a los labios,tenía un ligero toque amargo y afrutado a la vez. Dejé la copa en la mesita de noche mientras que el sonido de mi móvil me hizo dar un pequeño salto, me fijé en la pantalla eran notificaciones de Instagram, en cuanto me metí en mi perfil me encontré con múltiples comentarios de una serie de fotos de Tom con la odiosa de Amy en España.
Quité la aplicación de la pantalla de mi móvil, ¿cómo era posible que aquella modosita chica entrara en los pensamientos de su chico?.
No era guapa, sólo era una chica normal, una chica insulsa y sin gracia, era más mayor que Tom y encima su cuerpo no era sexy sino lleno de curvas y su pecho y culo eran grandes, estaba gorda.
En cambio yo era guapa, lista era sexy en definitiva cualquier chico caería a mis pies pero Tom no caía aunque quisiese. Siempre que estaba con él a solas su cabeza estaba ida seguramente pensando en la Chica Parker. Sólo tenía una ocurrencia, Tom me estaba poniendo los cuernos y no lo sabía.
La rabia de pronto me entró en el cuerpo por lo que cogí la lámpara que tenía en la mesita de noche y la tiré hacia la pared de enfrente mía para acabar soltando un grito de furia. Tom era su novio maldita sea y nadie estaría con él salvo ella, y sólo ella.
-Punto de vista de Amy-
Pasaron pocas semanas de terminar el año, llegamos al aeropuerto de Atlanta, como decía Queen ''El show debía de continuar''.
La película tenía que estar terminada para finales de Enero para que después pudieran editarla y así ponerla en los cines, la pandemia con las restricciones estaba bajo control sobre todo por la venta de la supuesta vacuna que nos tendrían que poner a todos para salvar la humanidad.
Bárbara estaba sentada en el asiento central teniendo apoyada su cabeza en el hombro de Harrison. La llegada de aquel chico rubio y ojos claros había revolucionado su vida y sobre todo su corazón, yo lo sabía por su mirada. Como en las películas, Bárbara tenía una mirada cálida y amorosa cada vez que miraba a Harrison, pero notaba algo raro en Harrison, ¿acaso tenía una aventura?.
Se encontraba nervioso todo el tiempo, detuve mis pensamientos en cuanto noté la mirada de Tom en mi, ya que me miraba desde el espejo retrovisor del coche, a mi respuesta le sonreí.
El día de Año Nuevo me había despertado en sus brazos y como regalo de Navidad volvimos a hacer el amor como dos adolescentes con las hormonas revolucionadas, habíamos pasado unas perfectas pero cortas vacaciones en España. Solos sin medios y sin presión alguna, sabíamos que nos habían fotografíado aquellas semanas pero no se notaba que estábamos juntos, todo era perfecto.
Bárbara: Harrison, ¿me estás escuchando? - escuché cómo mi amiga regañaba a su novio.
Tom: Hazz ¿estás bien? - giró la cabeza hasta ver a su amigo en el asiento trasero.
Harrison: si estoy bien gracias, sólo un poco cansado del viaje - me crucé de brazos yo también me encontraba cansada, pero había algo en su voz que me dejó inquieta.
Al llegar al hotel revisaron nuestras maletas y llegamos a recepción para darnos las tarjetas de nuestras habitaciones, antes de llegar al ascensor Harrison me cogió de la mano ante la mirada interrogante de Bárbara y Tom - ¿podemos hablar un momento Amy?, a solas - miró a Bárbara y a Tom mientras que me llevaba casi a rastras hacia los baños de la planta baja.
Amy: ¿Qué pasa Harrison? - Harrison me cogío de los hombros.
Harrison: necesito tu ayuda Amy de verdad - y me empezó a zarandear.
Amy: hey vaquero para, vale te ayudaré pero me tienes que contar - de repente me vino a la cabeza lo que había pensado anteriormente -!le has puesto los cuernos a Bárbara¡, no puedo creerlo Hazz de ti no, pero que ha pasado creía que estábais tan bien - no pude hablar más porque Harrison me tapó la boca.
Harrison: ¿de dónde sacas eso?, yo amo a Bárbara con todo mi corazón, lo que intentaba decirte antes de que me interrumpiras es para que vieras esto - me quedé callada y sacó de su bolsillo una pequeña caja de terciopelo blanca.
Harrison: te iba a decir que le voy a pedir que se case conmigo, ¿crees que le gustará?, Amy ¿estás bien? - me había quedado muda de la impresión.
Empecé a gritar - es fantástico Harrison le va a encantar - Harrison me volvió a tapar la boca.
Harrison: tienes un altavoz como voz Amy cálmate por favor, se lo voy a pedir esta noche pero necesito que tanto Tom como tú esteís necesito tu apoyo - asentí con la cabeza y fuimos para la recepción. Bárbara nos miraba con resentimiento y bueno Tom se le notaban sus celos.
Bárbara: vamos Tom dejemos a la parejita a solas - levantó su cabeza indignada y entró en el ascensor con él.
Me empecé a reír - no tiene gracia Amy- me dijo Harrison.
Amy: por lo menos no te ha pegado - cogí mi maleta y entré con Harrison al ascensor para llegar a la cuarta planta, a nuestras antiguas habitaciones.
En cuanto Harrison entró a la habitación se empezaron a escuchar gritos y ruidos, cuando Bárbara se cabreaba el mundo ardía.
Al entrar a la habitación no vi a Tom, por lo que supuse que estaría en su habitación, bufé frustrada volvía a mi vida de antes, suerte que era sábado y no teníamos que ir a trabajar hasta el lunes.
Dejé la maleta en el armario y al cerrar las puertas me sentí un poco rara notando como mi vista se me nublaba por lo que me senté en la cama. Poniendo la cabeza entre las pies el mareo se me pasó mientras hacía respiraciones cortas y cerraba los ojos.
Entonces me di cuenta cogí mi móvil y revisé en mi agenda, la regla me tenía que haber bajado hace una semana. ¿Cómo era posible?, tomaba la píldora desde hace meses cuando Alex empezó a forzarme, fui hasta el baño teniendo el corazón a flor de piel y cogí la caja.
Alex me había cambiado las píldoras por placebo sabía que las estaba tomando por lo que me las cambió, y me había quedado embarazada porque los efectos habían menguado. Estaba embarazada de Tom pero no podía ser tenía que ser una broma pero una broma de mal gusto. Volví al armario y cogí mi abrigo y el bolso por último, mis gafas y la gorra.
Bajé hasta la recepción con cuidado de que no me pillaran y al llegar a la entrada pedí un Uber que me llevó a la farmacia más cercana. Compré tres pruebas por si una de ellas fallaba, tenía las mismas instrucciones por lo que sería fácil hacerlo hasta un niño con chupete podría hacerlo.
Pasaron dos horas entre que había ido a la farmacia y había vuelto al hotel, miré mi reloj todavía quedaba tres horas para la cena especial de Harrison. Al entrar en la habitación cerré con llave quería estar sola en aquellos momentos por lo que fui hasta el baño, abrí la primera caja y seguí las instrucciones al igual que de la segunda y tercera prueba.
Me fui al balcón de la habitación estaba muy nerviosa por lo que empecé a fumar, si salía positivo ¿Qué iba a hacer?, no quería obligar a Tom a pasar por esto, todavía le quedaba mucho mundo que recorrer y Alex en cuánto lo supiese me mataría. Pasaron los diez minutos y me senté en el wc, no era católica pero en aquellos momentos rezaba porque saliera negativo.
Abrí los ojos las dos rayas se encontraban en las tres pruebas estaban bien definidas. Estaba desolada, ¿qué iba a hacer en aquellos momentos?.
Miré mi móvil era casi la hora de la cena por lo que me fui a dar una ducha rápida, sequé mi pelo rápidamente y me puse lo primero que vi un pantalón de vestir de pata ancha, un jersey bonito de animal print que me abrigara y unas botas altas de color negro, revolví mi pelo colocándolo y me puse una boina marrón.
Lo último que hice fue guardar las pruebas en el armario del baño dentro de neceser, rezando para que Alex no las viese. Al salir de la habitación Tom salía de su habitación - Holland - no me dirigió la palabra así que al pasar por mi lado le cogí del brazo y le miré a los ojos - ¿Qué narices te pasa Tom? - se separó de mí.
Tom: ¿sólo he sido un juego para ti?, responde Amy, o ¿acaso has podido cumplir con el fetiche de una fan?, acostarte con su actor preferido - me le quedé mirando no sabía si eran las hormonas pero empecé a llorar.
Amy: no tienes derecho a decir eso Tom, ¿lo dices por Harrison? - me sequé las lágrimas - me parece muy bonito que no confíes en mi pero en tu mejor amigo, eres un mal amigo Tom, y no me he acostado con él si lo quieres saber - con paso decidido bajé por las escaleras no quería ver a nadie ni siquiera a Bárbara.
Harrison al verme me abrazó fuertemente - ¿Tom verdad? - asentí con la cabeza y me besó en la frente.
Amy: voy a restaurante Harrison ve con Tom y Bárbara - me alejé de él aunque intentase cogerme de la mano, al salir me abracé a mí misma y entré al primer taxi que sabía que me llevaría hasta el restaurante.
-Punto de vista de Harrison-
Vi a lo lejos como Amy se alejaba, quería a Tom como un hermano pero a veces se pasaba. Metí mis manos en el abrigo y esperé a los demás que bajaron a la media hora.
Cogí a Bárbara de la cintura pero no me dejó besarla por lo que me alejé - venga chicos, Amy nos espera en el restaurante.
Bárbara: ¿se ha ido sola? - asentí con la cabeza - ¿Qué ha pasado?.
Harrison: qué te diga la estrella de cine - sabía que a Tom no le gustaba que le llamasen así, por lo que salí rápidamente del hotel con Bárbara y mi supuesto amigo siguiéndome.
Al llegar al restaurante utilizando un taxi Amy se encontraba fumando en la entrada, sabía de su relación a escondidas con Tom, por eso Tom estaba tan celoso.
Harrison: ya estamos aquí Amy- ella nos vió y apagó el cigarro con el tacón.
Amy: la mesa está preparada - había vuelto a llorar notando sus ojos rojos e hinchados, por lo que entramos todos.
Quería que todo fuera perfecto, tanto Bárbara como Tom seguían enfadados con nosotros por algo que habíamos hecho - ¿os pasa algo chicos?.
Bárbara: ¿Porqué no se lo dices a la zorra de tu amante? - nunca había escuchado hablar así a Bárbara de Amy, hasta esta estaba impresionada.
Amy: aquí la zorra quería ayudarte - se revolvió en la silla nerviosa. Algo la pasaba y no era el tema de Bárbara ni de Tom.
Tom: mira lo que has conseguido Harrison, has destruido una amistad preciosa sólo por el hecho de querer quitarme lo que es mío - mi rabia empezó a surgir, iba a hablar pero Amy se me adelantó mirando con tristeza a Tom.
-Punto de vista de Amy-
Amy: mira estrella de cine, yo no soy de nadie - Tom se levantó enfadado encarándome.
Tom: sabes que no me gusta que me llamen así, además ya siendo una zorra como eres puedes ser de cualquiera - de pronto se escuchó un ruido, aquel ruido era la bofetada que le había dado a Tom, dejando su mejilla derecha roja. Estábamos haciendo un espectáculo en el restaurante pero poco me importaba, debía de poner en su lugar a Tom.
Amy: eres un gilipollas profundo y lo sabes, aquí tu mejor amigo iba a hacer algo muy importante pero lo acabas de fastidiar como siempre, no te mereces un amigo tan bueno como Harrison - me dirigí hacia Bárbara- y tú guapa aquí tu novio iba a pedirte matrimonio - cogí la caja del bolsillo del abrigo de Harrison - porque te ama y sólo a ti - dejé cabreada la caja en la mesa y miré a Tom - no quiero saber de ti Tom Holland y si quieres volver a tener mi amistad te la tienes que ganar - cogí mi bolso y mi abrigo - Harrison muchas felicidades, sé que la tonta de mi amiga te dirá que si - le besé en la mejilla y cogí un taxi a las afueras del restaurante.
Al entrar al taxi di la dirección del hotel y por el camino empecé a llorar acariciando mi tripa con gran cariño - se que todavía no serás muy grande pero quiero intentarlo aunque sea sola - me sequé las lágrimas y llegué al hotel, no tenía muchas ganas de fiesta aquella noche, subí hasta la cuarta planta, por lo que entré en mi habitación.
Dejé la boina y el abrigo en el armario, me fijé en una maleta que se encontraba pegada a la pared, era la maleta de Alex. Noté sus brazos agarrándome la cintura pero me giró y le miré a los ojos - hola mi amor, ¿no me has echado de menos? - me cogió de las mejillas, estaba aterrada volvía a estar a merced de él pero aquella vez esperaba un bebé de Tom.
Alex: sabes Amy quiero contarte un pequeño suceso, estaba en Londres con mi familia y pienso voy a visitar a mi novia a la que amo con toda mi alma - notaba sus manos en mi cuello y empezó a apretar fuerte intenté que quitara sus manos pero no podía - ¿pero sabes lo que me he encontrado? - dejó una de las manos libre para sacar algo de su bolsillo trasero y me lo enseñó mientras me ahogaba, era una de las pruebas de embarazo que me había hecho aquella tarde.
Amy: por favor Alex suéltame, te lo suplico - me soltó del cuello y me pegó un puñetazo que me dejaría un ojo morado, caí al suelo notando como había sangre en mis manos, tenía pequeños cortes en ellas ya que había caído tirando una mesa con un jarrón de cristal encima.
Aprecié como Alex se quitaba el cinturón de sus vaqueros, le pegé una patada en una de sus piernas estaba harta de su maltrato ya todo me daba igual debía de luchar por mi futuro hijo.
Alex se quejó de dolor - vaya si la gatita sacó al final las uñas - probé a levantarme pero Alex era más fuerte que yo y me empezó a pegar patadas - ese niño no nacerá preciosa te lo prometo - ante el dolor me quedé quieta poniendo mis brazos en mi vientre protegiéndolo pero mis acciones fueron en vano, ya que seguía siendo pegada por Alex.
Cuando se cansó de pegarme se sentó en la cama y como pude me levanté - ¿porqué me haces esto?, Alex no te he hecho nada - empecé a llorar de rabia.
Alex se volvió a levantar estaba cansado había utilizado toda su fuerza - nadie se ríe de mí nadie - me levanté como pude estaba hecha un desastre, mis manos estaban ensangrentadas mi ojo izquierdo estaba morado y me dolía el cuerpo de la paliza que había recibido.
Alex iba a volver a pegarme pero le esquivé como pude y utilizando un cenicero que se encontraba en la mesita de noche y le di en la cabeza con él.
En aquel momento el cuerpo de Alex cayó inconsciente dando un fuerte golpe en el suelo.
Me dirigí hacia Alex y comprobé si tenía pulso, era lento pero tenía, respiré aliviada no le había matado.
Fui rápidamente a mi bolso y cogí mi móvil para después entrar al baño y cerré con pestillo por si Alex se despertaba. Me senté en el suelo pegada al lavamanos estaba agotada mentalmente y físicamente, pero entonces comencé a sentir un fuerte dolor en tripa y aprecié como empazaba a salir sangre de mi, no tenía ningún corte en las piernas entonces pensé en lo peor.
Amy: no por favor - me abracé a mí misma llorando y rezando porque siguiera vivo. Noté el móvil en mi lado y empecé a teclear el único número que podía ayudarme. Hubo dos tonos al tercero Bárbara me respondió - Amy por favor perdóname, no sabía lo que hacía. Al final cuándo te has ido Harrison me lo ha pedido, estoy prometida Amy- aunque estuviese llorando me alegraba por mi amiga.
Amy: ya era hora que el tonto de Harrison te lo pidiese, sereís muy felices, pero no te llamo por eso barbie - mis ojos empezaban a pesarme me estaba desangrando poco a poco y sino obtenía ayuda pronto podía morir - necesito ayuda barbie, por favor - cerré los ojos finalmente dejando que mi móvil callese al suelo mientras los gritos de Bárbara se escuchaban desde la otra línea.
-Fin del capítulo-
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