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Capítulo 26 - Museo Británico- Chinatown- Ruta Jack El destripador

-Punto de Vista de Amy-

Aquel día 23 de diciembre del 2020 estaba decidida a despertarme pronto para hacer un poco de ejercicio necesitaba estar sola como fuese y respirar aire fresco, me había levantado sobre las 7 y media de la mañana y me había vestido con un pantalón de chándal de color azul marino y un forro polar de color rojo al igual que mi pluma. Me había cepillado mi pelo en el que me había dado cuenta de que tenía que repasar el tinte tanto azul como el morado y cortarme como le tenía antes, por último, me cepillé los dientes y salí de la casa de Tom sin hacer ruido.

Aquella mañana había despertado sola por lo que había deducido que Alex estaba en casa de sus padres o tal vez en algún motel de mala muerte con otra mujer un hecho que no me importaba mucho la verdad.

El aire de Londres llenó mis pulmones nada más salir de la casa de Tom y primero me puse a calentar para empezar con paso ligero y después ponerme a correr recorriendo la zona residencial ya que necesitaba estar sola por un rato bien largo, sin nada que me hiciera sentir mal. A la hora de haber terminado de correr me senté en un barco cercano en un pequeño parque para así conseguir el aire que me faltaba, inspiré e expiré varias veces mientras ponía mi cabeza entre mis piernas.

Intentaba conseguir el aire suficiente hacía mucho que no me pasaba desde que habíamos ido al Skyline Park, la última vez que me había dado el ataque de pánico, ese día había decidido cambiar mi imagen no quería que la antigua Amy volviese pero era un cometido que era imposible porque en cuanto estaba en los brazos de Tom volvía a ser la Chica Parker, y en los brazos de Alex solo era un simple muñeco al que golpear, un saco de boxeo dónde no importaba si me hacía daño.

Mi pecho se empezó a tranquilizar en cuanto las lágrimas cayeron había aguantado demasiado una agonía que me empezaba a presionar el pecho, con los ojos aguados levanté mi cabeza y me sequé las lágrimas.

Mi reloj me avisó de la hora era las 8 y media de la mañana me daba tiempo a ducharme y vestirme para irnos otra vez a otro de los puntos del recorrido Holland, por lo que con paso decidido fui corriendo hasta la casa de Tom. Entré con las llaves que Tom me había dado por si queríamos salir, la casa se encontraba en completo silencio por lo que subí las escaleras despacio para no despertar a nadie.

Al poco de llegar a mi habitación cogí las toallas y fui hasta el baño, al entrar me quité la ropa sudada que había llevado aquella mañana y empecé a ducharme con agua caliente que caía sobre mi pelo y cuerpo, al terminar de secarme me puse unos leotardos de invierno junto con mis botas marrones de tacón plano y mi vestido de paño de color mostaza con bolsillos delanteros y manga larga. Cogí el secador y me sequé el pelo para colocar los pequeños rizos detrás de mis orejas.

Al salir del baño bajé hasta la cocina y al primer lugar que me dirigí fue hasta la cafetera y con un poco de agua en una taza la metí en el microondas para calentar el agua de Tom para su té. Al terminar de hacer el desayuno dejé las tostadas y la jarra de zumo de naranja en la mesa, al igual que los botes de mantequilla y mermelada.

Escuché que empezaban a moverse en la planta de arriba por lo que primero bajó Bárbara y Harrison, Bárbara me saludó con un beso en la mejilla yo la respondí con una taza de café con leche - Gracias Amy - dejé la taza de Harrison dónde se iba a sentar, me lo agradeció con un gesto de cabeza, todavía se encontraba dormido.

Amy: ¿Y Tom y Nadia? - Bárbara se sentó en su asiento.

Bárbara: ¿no lo sabes? - negué con la cabeza, y me senté a su lado - ayer estabas tan cansada que no oíste la discusión que tuvieron, ella se ha ido a casa de sus padres por lo que hoy Tom a dormido solo - me levanté.

Amy: voy a despertarle - cogí su taza con el té y subí las escaleras para ir a su habitación. La oscuridad reinaba en su habitación cuando abrí su puerta, se encontraba dormido de lado abrazando una almohada apoyando su cabeza en ella, por lo que con cuidado me senté a su lado y se empezó a mover - Buenos días Holland - noté como se restregaba los ojos - aquí tienes el desayuno - le di la taza mientras este se sentaba en la cama apoyándose en el cabecero - ya me ha contado Bárbara tu pelea con Nadia - estaba cayado bebiendo de su taza.

Tom: me ha dicho que no irá conmigo a España, que se la quiere pasar de fiesta con sus amigas y que si se va a España no va a estar a gusto - asentí y acaricié su mandíbula - si quieres hablar Tom puedes hacerlo - dejó su taza en la mesita y me cogió de la muñeca para tumbarme encima de él dejándome a horcajadas - Tom espera nos pueden oír - me besó obligándome a que mi boca se abriese y metiera su lengua que recorría la mía en una batalla para ver quién era el que ganaba, mis manos se encontraban apoyadas en su pecho mientras las suyas apretaban mi culo, consiguió que soltase un gemido - Tom para por favor nos pueden pillar - me tumbó en la cama, sus manos subieron por encima del vestido - no me importa quiero hacerte mía ahora - me abrió de piernas pudiendo apreciar como su entrepierna se encontraba dura de la excitación y cogiéndome de las muñecas empezó a frotarse con mi cuerpo - Tom - jadeaba cada vez que frotaba su miembro con mi entrepierna.

De pronto un ruido hizo separar a Tom de mí y yo me levanté de la cama para poco después fuera Harrison quien entrase - Venga Tom que tenemos que irnos vete a duchar - me miró sin darse cuenta por la oscuridad de la habitación que estaban rojas por la vergüenza y salí de la habitación.

En la entrada de la casa tanto Bárbara como yo estábamos esperando a que saliesen los chicos, me encontraba apoyada en la barandilla de la casa de Tom mientras me fumaba un cigarro, habíamos pedido un Uber para así no coger mucho atasco.

Bárbara: haber a que sitio vamos hoy, ya dentro de nada estamos en España - se apoyó a mi lado y puso su cabeza en mi hombro y me cogió mi cigarro y se puso a fumar - no sé cómo Harrison puede besarme con lo que fumo, estoy pensando en dejarlo.

Amy: yo no puedo, ya sabes que si lo dejo caigo otra vez en mis ataques y es una de las cosas que consigue hacerme estar cuerda - se escuchó la puerta de la entrada abrirse para después cerrarse, consiguiendo que girase mi cabeza, miré a Tom para devolverme la mirada.

Bárbara: vaya lo que tardáis parecéis chicas - se cruzó de brazos tenía la mirada enfadada, pero tiempo tardó en esfumarse cuando Harrison la cogió de las mejillas y la besó - no vale eso es chantaje - el sonido del Uber que había pedido separó a la pareja.

Esta vez era una mujer rubia de ojos marrones de piel clara - buenos días, chicos, venga entrar que hace mucho frio - se colocó mejor la mascarilla y entramos en el coche. Al igual que ella llevábamos puestas las mascarillas evitando que nos multaran, cuando llegamos a nuestro lugar de destino casi salto de la alegría el Museo Británico se encontraba enfrente de nuestros ojos.

Al salir del coche empecé a saltar de la alegría y pegué a Tom en el brazo - ¿Por qué no me has dicho que íbamos a ir? - Tom tenía sus manos dentro de sus bolsillos aquella vez no se había puesto su característica gorra, sino que solo llevaba unas gafas de aviador, me le quedé mirando estaba tan guapo.

Harrison: momias, ¿de verdad? - miré como un escalofrío recorría su espalda y solté una pequeña risa, Bárbara le cogió de las mejillas y le dio un pequeño beso.

Bárbara: tranquilo Hazz si tienes miedo puedes agarrarme de la mano - Harrison la miró mal y ella se empezó a reír - si vieses tu cara Harrison.

Harrison: como haya un sarcófago abierto te encierro con una de ellas dentro - se metió sus manos en sus bolsillos y fue con Bárbara a por las entradas. Me senté en uno de los escalones del museo y me encendí otro cigarro, Tom se sentó a mi lado - quería disculparme por lo de antes Amy - saqué el humo de mi boca, mientras él esperaba mi respuesta.

Amy: está bien Tom no te preocupes - al terminarme el cigarro Tom se levantó y me ayudó a levantarme para así entrar, a cada uno nos dieron una pulsera de color amarillo, con esa pulsera podíamos entrar en cualquier exposición y al ser grupos reducidos el museo estaba medio vacío.

Cogí un panfleto de la entrada - el Museo Británico tiene una colección de más de siete millones de piezas de arte procedentes de todo el mundo y están ordenados según su lugar de procedencia. Una de las partes más importantes para visitar es el atrio que se encuentra situado en el centro del museo, dicho espacio tiene una cubierta de cristal y se encuentra en la sala de lectura de la Biblioteca Británica. La creación del museo fue en 1753 pero no se abriría hasta el 15 de enero de 1759, sus orígenes preceden con el físico y coleccionista Hans Sloane, que deseó que su colección de más de 80.000 perdurase hasta después de su muerte. A partir de 1782 la colección empezó a extenderse hasta la llegada del 1801 que aumentó cuando el museo adquirió una gran cantidad de antigüedades de Egipto, entre las que se incluye la Piedra Roseta -al terminar de leer le doblé y le guardé en mi bolso- bueno, ¿a dónde vamos primero? - llegamos los cuatro hasta una sala blanca con unos bancos en medio, me di cuenta que eran los mármoles del Partenón de Atenas, al recorrer la sala noté cada detalle de cada escena en los preciosos relieves realizados en mármol.

Al terminar la sala llegamos a otra que se llamaba según los carteles "La Tumba de las Nereidas" y me paré delante de la tumba hecha en mármol blanco, Bárbara se puso a mi lado - es increíble Barbie, no entiendes nada verdad - Bárbara me miró y se encogió de hombros.

Bárbara: eres tú la que estudió arte Amy - al lado de Bárbara se puso Harrison y a mi otro lado Tom.

Harrison: una chica de universidad, ¿carrera de arte? - asentí con la cabeza emocionada.

Bárbara: si durante cuatro años estudió sin parar mientras trabajaba y se volvió una cerebrito - pellizqué a Bárbara del brazo - eso duele.

Amy: estudié lo que me gustaba - volví mi mirada otra vez a la tumba, había sido restaurada y se podía ver las Nereidas entre las columnas - venga chicos sigamos- al terminar la zona de la Antigua Roma y Grecia, seguimos por la colección de la Zona de América y también por la zona de Asia hasta llegar a la zona del Antiguo Egipto, en otras temporadas la sala estaría llena pero por el covid y las medidas de seguridad el aforo solo era un 50 por ciento.

Me fijé en la gran cantidad de sarcófagos que había me fijé en la zona central dónde se encontraba la "Piedra Roseta". Me giré y los demás se detuvieron - La piedra Rosetta fue la clave para el desciframiento de los jeroglíficos egipcios, es la pieza más famosa que ver en el Museo Británico. Este gran avance en el conocimiento de una de las civilizaciones más trascendentales de la historia se produjo gracias a que este fragmento de roca que tiene inscrito un mismo decreto del año 196 a.C. en tres escrituras diferentes: jeroglíficos egipcios, escritura demótica y griego antiguo. La piedra de Rosetta fue encontrada en la ciudad egipcia de Rashid (Rosetta) durante la campaña de Napoleón Bonaparte en Egipto y posteriormente fue transferida de manos francesas a británicas durante las guerras napoleónicas.

Bárbara: vale profesora déjame verla - me apartó y se puso a admirarla con Harrison a su lado - solo intentaba ayudar Barbie - al terminar el recorrido salimos a la calle.

Harrison: por fin con tanta momia me ha disecado el cerebro - se sentó en una de las escalinatas de las escaleras - ¿a dónde vamos ahora? - me encogí de hombros yo tampoco lo sabía.

Tom: Chinatown chicos, vamos a ver el barrio chino tener chicas cuidado con los bolsos que puede haber muchos carteristas - asentí con la cabeza y nos fuimos a la acera a esperar un taxi.

A unos casi 50 minutos llegamos al famoso Chinatown de Londres, en la entrada se encontraba las grandes puertas de colores rojizos y dorados, que hizo que me trasladase a otro país, a otra cultura.

Tom: ¿te gusta Amy? - asentí con la cabeza - lo sabía con lo friki que eres seguro que te iba a gustar - giré mi cabeza para ver si estaban Bárbara y Harrison, pero no estaban - le he dicho a Hazz que se la llevase así podríamos estar nosotros solos - me cogió de las mejillas y me besó en la frente, pero mis palabras no podían salir.

Amy: ¿Cómo una cita? - me cogió de la mano entrelazando mis dedos con los suyas iba a moverse, pero no consiguió moverme.

Tom se me quedó mirando y al verme parada me cogió de la barbilla - solos tu y yo ¿lo recuerdas? - asentí y me besó.

Amy: bueno vamos adentro que tengo ganas de ver a dónde me has traído Holland - me sonrío y volviendo a cogerme de la mano entramos en la Chinatown de Londres. Se notaba que era una de las zonas más animadas, bulliciosas y coloridas de Londres, era como estar en dos países a la vez: en la China oriental y en el Reino Británico. Los puestos que recorríamos eran de productos alimenticios del país asiático por lo que cogiendo a Tom de la mano entramos en una de las tantas pequeñas tiendas que había que se llamaba Supermercado Loon Fung.

En la entrada principal había una estructura con snacks asiáticos a buen precio, por lo que empecé a mirar, en cambio Tom apoyado en la pared me miraba sonriente - ¿Qué pasa Holland? - levanté mi cabeza para verle.

Tom: estoy feliz de estar aquí contigo - me cogió de la mano dónde estaba el anillo que me había regalado él para mi cumpleaños y se me quedó mirando a los ojos - venga sigue comprando que quiero salir para comer algo - asentí con la mirada y empecé a coger varias cajas de mochis de diferentes sabores, botellas con gas de diferentes sabores y hasta pockys de diferentes tipos de sabor- esto te va a gustar Holland ya verás - al coger la bolsa de plástico me cogió de la cintura y salimos de la tienda. Llegamos aún pequeño restaurante chino que tenía en la entrada encima de las puertas de color rojo, un mural lleno de fotos que simulan un bol de arroz. Por lo que había entendido el número 8 simboliza la fortuna en la cultura china, y el número 1 para los cantoneses significaba algo así como un "cada día".

Comimos los dos dentro del restaurante pedimos arroz tres delicias, pollo a la naranja entre otras cosas, al terminar de comer tanto Tom como yo nos peleamos por la cuenta que acabamos pagando a medias, al terminar de comer llegamos a la misma entrada dónde habíamos quedado con Harrison y con Bárbara.

Bárbara: ¡Hey chicos! - aprecié a Bárbara ya que me levantaba la mano iba cargada con bastantes bolsas - dios chicos pensaba que nos habíamos perdido - miré a Harrison agradeciéndole con la mirada - bueno chicos, ¿tenemos algo más que hacer? - asentí mientras Bárbara dejaba las bolsas en el suelo.

Amy: primero tenemos que dejar las bolsas en casa de Tom y luego ya os iré diciendo - Tom con su móvil consiguió un Uber que nos dejó inmediatamente en casa de Tom, para así dejar las bolsas en la entrada de la casa.

Bárbara: ¿nos vas a decir Amy? - salimos de la casa, ellos me seguían impacientes.

Amy: nuestra parada empieza en Aldgate East Station y finalizará en las inmediaciones de Spitafields Market, a pocos metros de la estación de metro Liverpool Street, chicos he pedido una ruta, la ruta de Jack el Destripador - Bárbara se me quedó mirando horrorizada.

Bárbara: sabes que esas cosas no me gustan y a ti tampoco - me dirigí hacia Bárbara.

Amy: oh vamos barbie estamos en Londres dónde el asesino en serie más famoso de todos los tiempos estaba viviendo aquí, venga chicos sin tiempo que perder.

Al final Bárbara cedió ante mi ocurrencia por lo que vimos la oscura ruta dónde nos enseñaban las zonas dónde el famoso asesino descuartizaba a sus víctimas para dejarlas después en un callejón oscuro- Iba a tener pesadillas y acerté cuando después de una noche de películas Tom me dejó dormir en su cama a pesar de que se había mofado de mis ocurrencias consiguiendo que le diese con una almohada en la cara, pero al final conseguí mi cometido dormir aquella noche en los brazos de Tom.

-Fin de capítulo-

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