Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27 Una esperada propuesta

Viajo a Estados Unidos, ya sin poder ser ofrenda en un sacrificio, porque virgen no soy. Margot me recibe en su casa y veo Philip, el chico del antifaz plateado sin antifaz, dirigirse a la habitación en calzoncillos y caminar rápido al darse cuenta que estoy aquí y él ni enterado, pide disculpas desde la habitación cuándo cierra la puerta.

—Bien dotado —hace una seña del tamaño del pene con las manos.

—¡Margot!

—Sabrás lo rico que es el sexo cuando lo pruebes.

—Bueno, ya lo hice realidad.

—¿Y aún caminas? —se acerca besando mi cabeza— te salvó la Virgen de Guadalupe. Amiga cuéntame todo, y con lujo de detalle, a mí no me molesta que seas guarra. Y pensar que te conocí virgen —hace la mímica de llorar y secarse las lágrimas—, has crecido tan rápido. Mamá esta orgullosa ¿Lo sabes verdad? Parece que fue ayer que tan solo eras virgen, tan virgen que podría hacerte un altar.

—Deja de payasear y ¿Me convidas aunque sea una taza de café? Mala anfitriona.

Elegir a una era un agobio, pero tener a ambas juntas y conmigo al fin, fue un gran alivio. Nuestra vida ha ido complementándose, y mis miedos fueron dejados atrás, ellas se encargaron prácticamente de derrotar mis monstruos internos. Solo quedaba un tecnicismo virginal.

La primera vez con ellas fue mágico y aterrador, yo estaba demasiado nerviosa al darme cuenta de lo que iba a pasar. Pero a cada paso jamás me juzgaron, ni soltaron la mano, claro que me llevó varios intentos sentirme lo suficientemente segura, antes de decidir seguir avanzando.  Sé que ellas han estado juntas en mi ausencia luego de haber vuelto, porque fue un tema hablado, y algo que me consultaron, porque yo las entiendo y hay necesidades que el cuerpo pide saciar, y como yo aún no estaba lista y ellas lo entendieron, les di mi visto bueno.

Pero desde hace tiempo se notaba la tensión y la necesidad que pide el cuerpo, aunque siempre fueron respetuosas y no me hicieron notar al menos verbalmente lo mucho que querían estar las dos conmigo, pero sus actitudes, y sus miradas a mi cuerpo en la piscina, o en ropa interior, decía mucho más que cualquier cosa dicha en voz alta.

El acontecimiento, sucedió una tarde en la que las tres estábamos en casa de Úrsula, yo estaba con Nova podando y arreglando el jardín. Subí a bañarme para sacarme la mugre de encima, Nova entró en cuanto estuve en ropa interior, paso frente a mí, mirándome, con sus pupilas dilatadas, y se acercó besando mi frente, dejando un suspiro que exhalaba anhelo.

—Te amo tanto Alexandria, a las dos. Que a veces siento que... —me toma el rostro entre sus manos— me tengo que meter en la política y cambiar las leyes para hacerlas mis esposas.

—Otra más queriendo casarse conmigo.

—¿Acaso no quisieras ser nuestra esposa?

—Sí, lo estuve pensando y sí, quiero. Ahora ¿quien será la primera en proponerlo?

—Lo sabremos pronto —sonríe.

Miro aún en ropa interior nuestra primera foto juntas colgada en la pared, y otra foto que les tomé cuándo dormían juntas tan lindas aquélla vez. Pienso en todo lo que pasamos para estar en el punto en el que estamos, y me pregunto ¿Qué temo tanto? ¿Qué espero tanto para entregarme a ellas?

Mientras Nova se baña, bajo como estoy a buscar a Úrsula, quién se queda un momento mirándome cómo lo hizo la pelirroja y deja la taza en la mesa, sacándose los lentes también.

—¿Te das cuenta lo peligroso que es, pasearte de esa manera no?

—Lo sé, pero estoy cansada —ella me mira seria—, de esperar y tener miedo. Yo no soy cómo ustedes, no tengo la experiencia —me acerco a ella parándome en frente—, pero sé que van a cuidarme y quiero estar con ustedes, de verdad las deseo.

—¿Ahora? —asiento— ¿Estás segura? Podemos esperar...

—¿Qué llegue virgen al matrimonio? No, gracias. Aparte si en mi sueños son tan buenas, en vivo y en directo tiene que ser mejor.

—¿Has soñado con nosotras?

—Sí —me sonrojo apartando la vista—, varías veces. Vamos a buscar a Nova.

Llegamos a la habitación y está saliendo de bañarse sacándose el cabello, nos mira con extrañeza, voy de la mano de la rubia y me acerco a ella para besarla, tomo su toalla y se la quito, ella no opone resistencia, pero mira a Úrsula extrañada.

—Está lista —le dice ella a mi espalda, sacándose la ropa.

Nova me besa, a ella no hay que decirle las cosas dos veces, aún paradas me aprieta contra ella, y luego de dejarme respirar baja a besos mi cuello, Úrsula se acerca por la espalda, acariciando mi brazo derecho y besando mi cuello y hombro, ella es más suave que la pelirroja. Se separan de mí en una sincronía y se besan también.

Me llevan a la cama, ambas me aclaran en todo momento cómo tantas veces antes que si no estoy segura, paramos cuándo sea, pero yo estoy muy segura de lo que quiero y lo quiero ahora.

—¿Puedo quitarte la ropa interior? —exclama Nova agitada, supongo que su corazón late a mil cómo el mío.

—Sí —suelto en un susurro.

Y las manos y sus bocas, y el tacto por mi cuerpo se siente placentero, las sensaciones y los roces, sus miradas de deseo, es Úrsula quién me pide permiso y baja primero a probar mi intimidad, es Nova quién haciendo uso del mayor tacto que ha tenido en su vida, quién se introduce primero en mí.

—Tal vez moleste o duela, si quieres paramos.

Y sí, dolió. Hasta que mi cuerpo se fue acostumbrando y relajándose, encontré el placer, con ellas, quiénes se alternaban, pero con el objetivo de hacerme disfrutar a mí, me sorprendí cuándo gemidos salieron de mi boca. Siento mi cuerpo arder y aunque no llegué al orgasmo que más tarde conocería, si acabé exhausta y algo avergonzada.

—¿Cómo te sientes? —ambas están acostadas a mi lado y me miran expectantes— ¿Te gustó, era lo que esperabas? —habla la rubia a mi derecha.

—Fue mejor.

—Sonríen— ¿Siempre se siente así?

—A veces mejor —se miran— lo importante es siempre comunicarnos para aprender que nos gusta y que no ¿De verdad te has sentido bien?

—Sí, de verdad —me tapo— es solo que me da algo de vergüenza aún —ambas están desnudas a mi lado— ¿Cuándo será mi turno para yo hacerles lo mismo?

—Tienes que aprender a caminar para querer correr ¿No te parece? —agrega Nova— por ahora vamos viendo. Sino no te has sentido incomoda, podemos repetir las veces que sean necesarias.

—¿Esta noche?

—Ambas se miran— Estamos creando una ninfómana —dice Nova— me gusta, solo que tendrá que quedarse alguna siempre para atender a nuestra cachorrita ¿Acaso te dejamos insatisfecha? —baja una mano acariciando mi abdomen— porque no saldremos de aquí, hasta que estés conforme con el servicio.

—¿Podemos de nuevo? —tapo mi cara con las sábanas— es que quiero más... al final se sintió bien y ustedes son... —la rubia me saca la sábana—, expertas.

—Entre nosotras sí, pero queremos aprender a saciarte a ti y repetiremos las veces que quieras hasta que lo logremos.

Aprendieron bien, debo agregar. Claro que esta vez fue Nova la impulsiva y algo salvaje quien alternando con Úrsula, terminó conmigo y encima de mí, luego me dejaron dormir un momento, estaba tan agotada y se atendieron entre ellas en la ducha.

Esa noche dormimos más relajadas, algo se había afirmado entre nosotras y el pudor que había tenido desapareció. Varias veces después estuvimos las tres o dos de nosotras, Nova es mucho más salvaje para tener relaciones, y Úrsula no se queda atrás aunque tiene un poco más de delicadeza, con Nova es raro que no terminemos ambas marcadas, así cómo también marca a la rubia.

La propuesta de matrimonio si fue una verdadera sorpresa para las tres, yo pensé que sería Úrsula quien nos lo pediría primero, pero jamás imaginé lo que pasó luego y la verdad es que es la mejor anécdota.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro