11 Un paso más
Los días con ellas son los mejores, aunque se pasan demasiado rápido y yo no quiero que terminen, al tercer día las invito a quedarse conmigo, y el clima entre las sábanas no es exactamente el más calmo, y tan pronto nuestros cuerpo estuvieron juntos, me di cuenta de que había sido una mala idea.
Hoy cómo el quinto día juntas y segunda noche, nos preparamos para irnos a dormir, yo quedo al medio de ambas, una me acaricia de un lado y la otra del otro, alternando besos que nunca van a la boca.
—Solo quedará descontando mañana un día con ustedes.
—¿Nos vas a extrañar?
—Por supuesto, ya me acostumbré a verlas todos los días.
—¿Cuándo nos dejaras besarte Alex?
—Me besan.
—Sabes de que tipo de besos hablamos —interviene roja, besándome el cuello—. Cada vez es más difícil contenerse —se queda en mi cuello respirandome cerca abrazada a mí.
—Hay algo que me preocupa y he estado pensando —cambio de tema, mientras acaricia la espalda de Nova y miro hacia arriba a Úrsula, que me sonríe y acaricia mi cabeza— quién de ustedes va a quedarse conmigo.
—No te obligaremos a estar con nosotras Alex, al final la decisión sigue siendo tuya.
—Es que no sé si pueda elegir.
—Podemos dejar eso para más adelante, nos estamos adelantando mucho. En cualquier caso podríamos compartirte —Nova se acomoda quedando sobre mi en la misma posición que Úrsula y yo sonrió mirándola a las dos— una semana con ella y una semana conmigo, de esa manera no tendrías que dividirte. Claro si estás de acuerdo Úrsula.
—Claro —ella pasa sus dedos por mis labios— son tan suaves —ahora ambas los miran con deseo e hipnotizadas— ¿Cuándo nos dejaras besarte Alexandria? —su voz sale casi gutural.
—Me hago pis —<<cobarde, cobarde>>— ya vengo.
Ella suelta el aire contenido y cierra los ojos. Pero tengo volver a acostarme con ellas de nuevo y mi corazón no para de latir acelerado, inspiro y expiro profundamente un par de veces antes de salir de nuevo. Nova me mira y por primera vez sonríe.
—Volvio el conejito escurridizo —Nova abre el acolchado para que ocupe mi lugar y yo me acuesto nuevamente entre ellas. Nova me abraza por la espalda y Úrsula de frente, dejando que hunda mi rostro en su cuello—. No vamos a presionarte Alex, pero es lógico que queramos más, te deseamos. Ahora descansa —Úrsula no dice nada ambas besan mi frente y apagan la luz.
Y yo también las deseo, pero y si las beso y me doy cuenta de que me gusta más una que la otra, y si lastimo a alguna, pero también sé que solo estoy postergando lo inevitable. En cuanto a algunos temas hay uno que me preocupa más que nada, y es que las deseo tanto que tenerlas cerca hace que mi cuerpo reaccione, pero yo jamás he estado con alguien, no he tenido relaciones y si eso a mis 25 años parece un chiste, pero mi virginidad es lo único que me quedaba que nadie podría quitarme, al menos no cualquiera sino la persona correcta. Ahora las tengo a ellas, y mentiría, si no admitiera que el plano sexual me da un poco de miedo.
A la mañana siguiente cómo cada mañana, ambas entran con dos bandejas para desayunar, siento que debería ser al revés y yo atenderlas a ellas, pero no me han dejado hacerlo ni un solo día.
—¿Descansaste anoche? —pregunta la rubia divertida— ¿Algún sueño que quieras contarnos?
—No la molestes, si ella quiere manosearnos dormida no me quejo, su subconsciente es fuerte.
—Siento el calor en mi rostro— Perdón, perdón —intento disculparme y las disculpas salen atropelladas— ni siquiera sé que soñé, no debería manosearlas.
—De hecho si deberías y por favor no dejes de hacerlo. Pero fue sorpresivo —agrega Nova— aunque nos gustaría que la próxima vez lo hicieras despierta.
—Yo no creo que eso pase —ambas se miran extrañadas—, yo —trago y desvío la mirada—, yo jamás he estado con alguien, no de esa manera —ambas se miran y las risas se cortan— he besado a personas pero antes de llegar a eso, terminaba la relación, no había nadie adecuado.
—Escucha Alex te digo lo que te dijo Nova anoche, no vamos a presionarte, ni con besarnos, ni con esto ¿Está bien? No hay nasa por lo que preocuparse —largue el aire contenido y miré a Nova, buscando también su afirmación.
—Yo vuelvo a afirmar lo mismo y estoy de acuerdo, por primera vez en mucho tiempo con Úrsula. Lo tomaremos con calma y...
—Me preocupa besarlas —ellas se tensan— tengo miedo de que si las beso descubra que me gustan más una que la otra y las lastime y no quiero lastimarlas.
—O tal vez te gustemos las dos y no quieras alejarte de ninguna de nosotras —sonrió por segunda vez Nova—. Alex tómalo con calma y a medida que las cosas surjan nos ocuparemos, estás armando escenarios en tu cabeza que aún no suceden y no sabés cómo podrían ser las cosas. Y si me toca alejarme porque quieres estar con Úrsula, lo haré, no será la primera vez que me toca apartarme de quien amo —mira a la rubia quién sin poder sostenerla la mirada, la aparta— sobreviví una vez, sobreviviré dos.
Luego de eso desayunamos casi sin hablarnos por primera vez, no había un tema de conversación, aunque el silencio no fue incómodo. Nos levantamos y me cambié delante ellas. En el desayuno mientras tomaba una decisión sobre los temas, solo uno se repite en mi cabeza, ellas me hacen sentir segura y contenida, me entienden y me dan mi espacio. Pero una de las cosas que dijo Nova anoche me tiene saltando dentro de mí, ellas me desean y yo cómo descubrí sin que sea algo innovador, también las deseo, entonces por un lado no tiene sentido seguir cambiándome en el baño, si ya me han visto mil veces por las cámaras y hacerlo personalmente no debe ser distinto.
Volteo a verlas subiéndome el pantalón y veo a ambas mirarme fijo, Nova codea a Úrsula y se aclara la garganta.
—¿Qué? Después de todo me han visto mil veces por las cámaras ¿O no? —ambas sonríen sin negarlo y terminan de vestirse también— ¿Qué haremos hoy? Son nuestras últimas 37 horas juntas.
—¿Puedes no hacer la cuenta regresiva? —se acerca Nova con quién medimos la misma altura, quedando frente a frente— disfrutemos lo que nos queda —se acerca y besa mi mejilla quedándose unos segundos antes de separarse— ya me lavé los dientes iré a llevar la...
La tomó de nuevo hacía mí y la beso, y ella no tarda ni medio segundo en pegarse más y profundizarlo, un ruido hace que nos separemos y giremos hacía dónde vino el sonido. Es Úrsula quién con la boca abierta se pega en el dedo chiquito del pie, con la pata de la cama y cojeando habré la boca para reprender a Nova.
—Dijimos que le daríamos tiempo.
—Ella me besó primero, yo no hice nada.
—¿Y para mí no hay? —me increpa y camino hacia ella para sentarme a su lado.
—No.
Sonrío divertida al ver su expresión y con una sonrisa la beso también, pero cómo ella, este beso es suave y sin apuro cómo el de Nova. Nos separamos y abrimos los ojos despacio, le doy un beso corto y me levanto para ponerme el calzado cómo si nada hubiera pasado.
Ambas tienen una gran sonrisa boba en la cara, se miran y no pueden evitar compartir felicidad y complicidad. No puedo entender cada vez que las veo, cómo es que no están juntas, no es que no quiera estar con ellas, es que entre ellas aún hay amor y se les nota.
—Estaba pensando en cocinarles algo hoy —dice Nova y la miro sorprendida— estudié alta cocina.
—Wow esa no me la esperaba, te hacía más ¿Frívola quizás? —hace una expresión de falsa ofensa— es que Úrsula me da la impresión de ser más...
—Ella quemaba el agua para el té. Una vez la dejé literalmente unos minutos para ir a hacer pis y quemó un repasador, cuándo entre en la cocina era todo una nube de humo, estuve días riéndome.
—Bueno pero yo te puedo armar y desarmar una moto con los ojos cerrados —dice Úrsula— aún recuerdo cuándo entraste en pánico porque se te encendió una luz en el tablero de la lámpara de Aladino eyaculando cómo me dijiste —comence a reír— sí, no había otra comparación mejor que pudiera usar.
Otra vez las miro y otra vez pienso que ellas deberían estar juntas. Que deberíamos estar todas juntas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro