Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10 La espera más larga

Recibí varios regalos en el tiempo que no las vi, es extraño cómo puedes extrañar a personas que no has visto mucho, concluyo que debe ser el encierro y un síndrome de Estocolmo severo y tal vez por eso nos mantienen aisladas hasta que ellos llegan, para fortalecer esos lazos.

Van a ser casi 3 semanas de nuestro último encuentro, el televisor no volvió a encenderse y todas estamos un poco ansiosas por eso. Mi pulsera emite la luz roja de reunión en el comedor, llegamos juntas con Margot, cómo siempre sentándonos también juntas.

—Chicas les tengo buenas noticias, nuestros invitados vienen para quedarse una semana y convivir con ustedes en ese tiempo, no se preocupen tendrán sus propias habitaciones en la planta alta, aunque si quieren pueden compartir su cama. La otra novedad es que a partir de ahora, habrá personal encargado de sus tareas, su única preocupación será pasarla bien y conocerse con los invitados. Por cierto el personal tiene terminantemente prohibido hablar y conversar con ustedes, Margot por favor ten tu curiosidad  a raya y no los comprometas. Éxitos chicas, pásenla bien.

El tele se apaga y entra gente a la cocina, una podadora suena afuera. Se siente invasivo tener a gente nueva, antes éramos solo nosotras y ahora de repente hay extraños en nuestra casa, porque está ha sido nuestra casa en este tiempo. Mientras cocineros sacan cosas de la heladera y la despensa, otras personas limpian y aspiran, en las habitaciones lo mismo, justo llego antes de que tomen mi pijama.

—Ese no te lo lleves, es mío, personal y yo lo lavaré personalmente —la chica abre los ojos grandes, asiente y lo deja arriba de la cama con sábanas nuevas y limpias puestas— gracias.

Me siento tan manoseada, no es que tenga mucha privacidad con las cámaras escondidas, o el micrófono que llevamos cargando a diario y la pulsera que no podemos sacarnos, pero éramos nosotras, y ser solo nosotras estaba bien.

Golpean la puerta y veo por primera vez a una Margot furiosa parada frente a mí, agarrada a sus cosas. Pasa sin pedir permiso, mi privacidad es nuestra privacidad.

—Estas llegan tocando todo, casi tiran mis notas y dibujos. Me quedaré aquí un rato.

—Sí, pasa por favor y sí, quédate aquí adentro de mi dormitorio —hace caso omiso a mis comentarios sacarcasticos— iré a bañarme. No me sigas al baño, por el amor de Dios y no te subas a mi cama limpia suci... ¿Estás limpia?

—Ya escuchaste vamos a recibir a nuestros invitados, tengo que estar presentable, para él.

—¿Quién es? No te he visto cerca de nadie cuando han venido.

—Sonríe— Le puse sir William, es muy europeo su acento, y algo anticuado para tratarme, me dice madame, o madmoiselle. Es un encanto de persona y me gusta. Hablamos mucho.

—¿No piensas presentármelo? —frunce el ceño— Tranquila no te lo voy a quitar, suficiente tengo con dos mujeres.

—¿Podrías trenzar mi cabello? Y ponerle unas florecitas.

—Claro, deja que me bañe y vuelvo.

Su cabello está muy sedoso y limpio, sigue conservando el largo, y me da algo de ternura que se lo quiera arreglar para verse linda para él. Si ella está así de emocionada por él, espero que no la haga sufrir, porque sino sacaré a relucir mi lado oscuro.

Los invitados llegan en una camioneta que trae a cada uno y sus maletas. En cada una viene una persona con antifaz, excepto la que trae a roja y sonriente, de ella bajan ambas con sus maletas, que gente del personal lleva a su habitación. Yo me aparto de la ventana y me quedo parada frente a la puerta de mi alcoba "leyendo" un libro muy casual.

—¿Piensas saludarnos? —dice roja primero, me acerco y la abrazo fuerte, algo que ella no se esperó primero, pero cedió— te extrañé tanto Alex.

—Yo también —me aparto y sonriente abre los brazos para recibirme— a ambas. Si tienen hambre, comeremos cómo en —miro el reloj de pared— una hora ¿Quieren acomodarse y luego nos vemos?

—Sí, yo estoy exhausta, bajé de un avión y me subí a otro para venir directo a verte —dice la rubia—. Iré a darme una ducha y vuelvo en un rato.

—Yo necesito un trago, el día comenzó complicado. Organicé mi agenda cómo pude y espero que mi secretaria y socio se hagan cargo mientras no estoy —suena su cuello—. Iré a bañarme también, dejó la puerta sin llave por si necesitas algo —me guiña un ojo.

—Sonrío— Creo que estoy bien, gracias.

—Aburrida —dice sonriendo.

La puerta de mi habitación se abre y sonriente me abraza por atrás, besando mi mejilla, para luego sentarse a mi lado mientras yo leía un libro. Apoya el brazo en el respaldar acaricia con su mano mi rostro, colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—Te extrañé chica oscura.

—¿Porqué me dices así?

—Tienes un halo de tristeza y se nota en tus ojos a veces —toma mi mano—. Conmigo serías muy feliz Alex, no te faltaría nada, jamás tendrías que preocuparte por dinero, o por cualquier otra cosa.

—Conmigo tampoco tendrías que preocuparte por nada —roja se sienta a mi espalda, corriendo mi cabello para besar mi hombro—. Viajaríamos por el mundo, te llevaría a conocer países y continentes y te compraría todos los libros que quisieras —la rubia sonrió—. Vamos redobla la apuesta —la desafía.

—Podemos compartirla No...—frunció los labios.

—¿Alguna vez sabré sus nombres?

—Estoy cansada de esto. Soy Úrsula.

La rubia se quita el antifaz, y si antes era hermosa mostrando la mitad de su cara, ahora sin el antifaz, lo es aún más. Sus ojos cafés resaltan y yo me quedo estupefacta viéndola.

—Yo... yo... yo...

—Genial ya la rompiste Úrsula. Alex ¿Estás bien? —tomé el antifaz de roja y se lo quiete, no le dí tiempo de que ella se lo pudiera agarrar— ay mierda —dijo y se ruborizó—. Bueno supongo que ahora me toca a mí, decir mi nombre. Soy Novali o Nova cómo me dice la mayoría.

Yo sigo sin poder hablar, Nova tiene el rostro con algunas pecas, no muchas solo las suficiente, sus ojos también resaltan y ambas compiten en belleza, no tienen nada que envidiarse entre ellas.

—La rompimos Úrsula, te dije que debíamos ser más cautelosas para revelar nuestras caras e identidades. Alex, Alexandria ¿Me escuchas?

Yo la abrazo y extiendo un brazo a la rubia que se acerca pegándose a nosotras, yo en medio y ellas al costado, que hace un momento estaban discutiendo terminan calladas mientras nuestro abrazo dura no se cuánto tiempo. Es Nova quien logra que las suelte primero besándome el rostro, es Úrsula quien acariciando mí mejilla logra que yo hable.

—¿Estás bien? ¿Te alegra saber nuestros nombres y quiénes somos?

—Sí, son aún más hermosas de lo que imaginé que escondían los antifaces.

—Escúchame bien Alex, nadie más puede saber nuestras identidades. Fuera de la mansión somos personas con mucho que perder.

—¿Y entonces porque están aquí?

—La respuesta es obvia Alex —agrega roja— por ti, por ti estamos aquí.

La pulsera larga un color verde, es hora de almorzar ¿Tan rápido pasó una hora? Llegamos al comedor, ellas otra vez con el antifaz, se sientan cada una a mi costado, y al frente nuestro está Margot con su chico, que me presenta. Llámenme loca, pero ese tipo no me da buena espina, por supuesto que no romperé las ilusiones de mi amiga, haciendo algún comentario en contra, aparte quizás solo sean ideas mías.

Cuándo nos sirvieron la comida, ellas me compartieron de lo suyo dándome en la boca, una me sirvió agua y la otra me pasaba el pan. Margot me mira y hace una cara que quiere decir "excelente servicio". Roja tiene su brazo en el respaldar de mi silla y sonriente, pega su pierna y brazo a mi, buscando contacto físico. Ambas marcan de alguna manera su territorio. Luego del postre decidimos dar un paseo caminando, para bajar la comida un poco.

—Me temo que van a aburrirse mucho éstos días conmigo. No soy la persona más divertida del mundo chicas, al menos no aquí adentro. Tampoco se puede hacer mucho.

—¿Y cómo sería si no estuvieras aquí?

—Bueno me gusta ir a escalar a la montaña o salir a correr con los audífonos, suelo colaborar con un refugio y les ayudo con los animales ¿Cómo se las habrán arreglado sin mi?  —me quedo un momento pensando—  me gusta tomar fotos, claro que acá no puedo.

—Interesante. Tal vez para mañana te espere una sorpresa —dijo la rubia sonriendo. Roja y yo compartimos una expresión de extrañeza.

Al despertar tengo a dos mujeres hermosas a cada lado de la cama. Podría acostumbrarme a esto, pero en ese mismo momento un pinchazo atraviesa mi corazón, solo podré estar con una de ellas. Sonriente quita el cabello de mi rostro y me regala su típica gran sonrisa.

—Debo estar horrible, recién despierto. Váyanse y vuelvan cuándo esté presentable.

—Ya te hemos visto despertar antes y eres hermosa a toda hora —dice roja— ahora siéntate y abre los ojos para desayunar con nosotras. Que la sorpresa de Úrsula te espera afuera —la miro extrañada— mira por la ventana.

—Me levanto y veo su sorpresa— ¡Nooo! ¿de verdad? Tenía tantas ganas de esto, ya quiero ir —digo emocionada dando saltitos en el lugar.

—Primero desayuna y luego bajamos —me besa en la mejilla pasando una mano por mi espalda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro