Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo: 4

Capítulo 4

Veo las hojas del árbol frente a mí. Suelto un suspiro cansada. Ya llevamos más de una semana aquí y realmente estoy comenzando a cansarme de estar solo encerrada, puede ser que en Anaheim no fuera yo el alma de la fiesta, pero por lo menos conocía las calles y salía de vez en cuando a dar un pequeño paseo.

No tenía amigos con quien salir y no es que me haya importado tener, tampoco es como si quiera tener aquí, porque realmente no me importa. Paso de tener que lidiar con personas las cuales me vean como si fuera un acto de caridad o como la pobre niña en desgracia. No quiero que las personas sientan lastima por mí, es lo peor que una persona puede hacerme.

Me levanto del pequeño suelo del balcón y entro al cuarto. Si me quedo todo el día encerrada en este lugar nunca conoceré sitios nuevos. No me secuestraran o perderé por caminar unas cuantas cuadras lejos de mi casa.

Me pongo mis zapatillas y salgo de la casa sin hacer ruido.

Llevo casi una hora caminando y me estoy cansando, a la distancia veo un pequeño parque donde están unos niños jugando.

Me siento debajo de un árbol y observo a los niños jugar, probablemente si los padres me ven podrían pensar que soy algún tipo de secuestra niños. Así que me arrincono más en el árbol intentando no quedar muy a la vista.

Veo a los niños por un rato. Verlos solo me hace pensar en que me encantaría volver a tener su edad, sin preocupaciones ni problemas. Que mi única aflicción sea llegar a casa sin que mi madre me regañe por haberme ensuciado jugando.

Extraño esa edad donde ningún problema te alcanza, esa donde puedes sonreír sin que nada te lo impida, esa edad donde no tienes demonios que te atormenten día y noche. Extraño esa edad donde no fingía ser feliz.

Los niños son tan afortunados, ellos no tienen ni idea de los problemas que los rodean, simplemente son felices en su pequeña burbuja donde no los alcanza nada.

Es una pena que esa burbuja tenga fecha de vencimiento, que un día se despertarán y se darán cuenta de su realidad. Una realidad que no es tan color de rosa como ellos pensaban, una donde existen más personas fingiendo ser felices que siéndolo. Donde una sonrisa sincera es muy difícil de encontrar. Una realidad donde pronto comenzaran a ser juzgados por la sociedad.

Cuando somos niños nos dicen que tenemos que seguir las órdenes de nuestros padres porque ellos saben lo que es mejor para nosotros, que en un futuro cuando seamos adultos tomaremos las nuestras y construiremos nuestros propios caminos. Basura. Todo es una completa basura, porque a nuestros padres se les olvida decirnos toda la verdad. La realidad de todo es que no tomaras tus decisiones, la sociedad lo hará por ti, porque si no lo haces lo que ellos creen correcto entonces te juzgarán y te harán pedazos por intentar ir contra su sistema. A todos se les olvida decirnos que jamás tendremos opinión propia a menos que quieras que las personas te miren y te señalen por ser diferentes a ellos, por no seguir sus estúpidas reglas. Lo más difícil de todo eso es que hagas lo que hagas jamás será suficiente para llenar sus expectativas, siempre habrá un "pero".

Tienes una buena carrera "pero" no eres muy sociables.

Eres una persona muy agradable "pero" no tienes una casa lo suficientemente bonita.

Tienes un trabajo estupendo "pero" no pasas el suficiente tiempo con tu familia.

Eres un ama de casa ejemplar "pero" no eres lo suficientemente bonita.

Yo no quiero eso en mi vida, esa es la verdadera razón por la que me aleje de todos. Me canse de intentar ser la perfecta April, me canse de fingir que todo estaba bien cuando no era así. Me canse de andar con una sonrisa todos los días y llorar por las noches... simplemente me canse de todo.

No quiero ser como esas personas que fingen tener una vida perfecta.

No quiero despertar un día con un esposo que no ame simplemente porque la sociedad o la familia cree que él es el indicado. Sería una pesadilla para mi pasar toda mi vida de una forma mecánica donde haré lo que se me ordene solo porque todos creen que es lo correcto para mí.

No quiero poner a todos por delante de mi felicidad solo para complacerlos, no quiero llevar una sonrisa en mi rostro para ocultar lo destrozada y vacía que estoy por dentro. Simplemente quiero ser yo, y que las personas vean lo que soy sin importar si les gusta o no.

Muchas personas me han juzgado por mi cambio, pero realmente no lo hice, no cambie, simplemente saque a la luz a aquella April que llevaba adentro.

Todos creen que solo es una etapa, que es cuestión de que olvide todo. Pero todos olvidaron de que lo intente una vez, y que lo único que conseguí es que todo me estallara en la cara de la peor manera. Y aunque jamás lo admitiré en voz alta, le agradezco a él por darme el ultimo alfiler que hizo explotar mi burbuja.

-Hola. –Doy un pequeño salto en mi lugar al escuchar la voz. –Lo siento, no era mi intención asustarte. –Se disculpa el chico sentándose al lado mío.

Me muevo unos centímetros para no estar muy cerca de él.

-¿Se te ofrece algo? –Mi voz suena más dura de lo que pretendía, pero yo realmente no estoy de ánimos para lidiar con nadie en estos momentos.

El chico de ojos azules se encoje de hombros. –Solo quería ver porque una chica tan hermosa estaba llorando en un parque a las... –Baja su vista para ver la hora. –Tres y media de la tarde.

¿Tres y media? ¿Cuándo paso el tiempo tan rápido?

-¿De qué hablas? –Digo molesta. –Yo no estoy llorand... –Las palabras mueren en mi boca al tocar mis mejillas y comprobar que efectivamente estoy llorando. Maldición. Seco rápidamente mis lágrimas con ambas manos, yo no soy de las personas que andan llorando por todos lados. –No tiene que importarte el hecho que este llorando. –Mi molestia aumenta. –No puedes andar por la vida acercándote a las personas que lloran y creer que ellas te contaran lo que sucede. –El chico de ojos azules solo me ve sorprendido. –Tampoco hacerlo solo como acto de caridad, así que si no te importa quiero estar sola.

Odio que las personas me vean llorar, odio que vean lo débil que puedo ser a veces.

En estos momentos solo quiero está en mi habitación donde nadie me vea llorar, donde solo mi almohada y yo fuésemos testigos de mis lágrimas, como normalmente lo hacía.

Suelta un bufido. –No eres mi próximo acto de caridad. –Desvió la mirada de él para seguir viendo a los niños jugar. Ahora ya no hay tantos como en un principio. –Mire a una hermosa chica debajo de un árbol llorando y quería saber cuál era la causa para que un rostro tan hermoso derramara lágrimas.

Suelto una risa sarcástica. –Claro. –Solo quiero que se vaya. Estaba bien sin el molestándome. –Mira ya estoy bien. –Giré mi rostro y le di la sonrisa más falsa posible. - ¿Vez? Estoy sonriendo. –Borré la sonrisa y me puse seria. –Ahora vete.

No quiero a ese chico con sus palabras bonitas cerca de mí, en los últimos años he aprendido a no dejarme llevar solo por simples palabras.

-Tranquila. –Intenta colocar una de sus manos sobre mi hombre, pero soy lo suficientemente rápida para apartarme. –Solo quiera asegurarme de que estuvieras bien.

Me es imposible no rodar los ojos. –Ya te dije que estoy bien. –El chico está comenzando a exasperarme. –Ahora vete.

-Nop.

-Estas comenzando a fastidiarme. –Le lanzo una mala mirada. -Vete

- No, la verdad estoy muy cómodo aquí –Pasa ambos brazos por detrás de su cabeza y se recuesta en el árbol. –Así que no me pienso mover de aquí.

Suelto un suspiro cansada. - ¿Sabes qué? Has lo que te venga en gana. –Digo mientras intento levantarme. –La que se ira seré yo. –Antes de poder estar de completamente de pie, él toma mi muñeca y hace que me siente de nuevo. –Suéltame. –Le doy un manotazo.

-Tranquila, solo intento ser amable contigo. –Su voz suena sincera. No me importa.

-Que bien por ti. –Digo con falsa alegría. –Pero yo no quiero ser amable contigo. –Vuelvo a sonreírle falsamente. –Así que adiós.

Él vuelva tomarme de la muñeca. –Soy Connor –Sonríe como si no me hubiera escuchado.

Suelto un suspiro cansada, dejando caer mi cabeza hacia atrás. – No me dejaras ir, ¿verdad? – Él niega con la cabeza mientras su sonrisa se hace aún más grande. –Soy April. –Extiende su mano y la estrecha con la mía.

-Bien. –Puedo escuchar la satisfacción en su voz. –Y dime April, ¿Qué hace una chica tan linda como tú en una parte sola?

-Intentando no cruzarme con idiotas que arruinen mi día. –Suelto. Él solo sonríe. ¿Qué no se toma nada en serio? –Mira Connor, vamos a ahorrarnos el mal rato. –Giro mi cuerpo para quedar frente a él. –No me gustan los cumplidos estúpidos ni las palabras bonitas, realmente no me gustan, así que por favor ahórratelos todos porque no van a servirte conmigo.

-Bien, mensaje recibido. –Lo veo a los ojos para ver si está mintiendo. –Pero aun quiero saber que hacer por aquí sola.

-¿No te rendirás, verdad? –Pregunto con la esperanza de que se dé por vencido.

-No.

-Bien –Digo dándome por vencida –Simplemente salí a caminar y vi este lindo parque y decidí sentarme un rato.

-Así que no eres de por aquí. –No me lo dice a mí, sino a él mismo. Extraño. –Eso explica porque no te había visto antes. –Me sonríe. –Vivo a unas cuadras de aquí.

Después de eso me es imposible detenerlo, comienza a hablarme sobre todos los lugares a los cuales debería ir y a los cuales no debería ni poner un pie. Es divertido debo admitirlo, sabe cómo hacerme reír con cada cosa que sale de su boca y es agradable también que dejara de intentar coquetearme. Simplemente hablamos.

Paso el resto de la tarde hablando con él, aunque no tuve mucha opción que digamos. Intente escaparme tres veces y en todas él lo impidió, es como si tuviera un detector para saber cuándo intentaría escapar. Así que pasamos hablando desde libros de misterio y suspenso hasta los libros más chiches posibles, incluso hablamos de las películas de superhéroes y series coreanas que nos gustan.

Él es lindo, y no dudo que tenga a más de alguna chica babeando por él, tiene unos ojos azules impresionantes que si los observas por mucho tiempo seguramente quedaras hipnotizado. Es una lástima que yo no sea la chica para él porque es muy agradable y divertido.

Finjo ver la hora levantado mi muñeca izquierda. –Uf. Creo que ya se ha hecho tarde. –Connor eleva una ceja hacia mí con incredulidad. Bueno, quizás la falta de reloj en mi mano izquierda tenga algo que ver con esa mirada. Antes de que él tenga oportunidad de replicar, doy un pequeño salto para levantarme.

-Espera. –Comienza a rascarse la nuca dudando de sus siguientes palabras. - ¿Cuándo nos volveremos a ver? –Me dedica una sonrisa tímida. Que tierno.

-No sé, quizás pronto –O nunca. Pienso, pero no se lo digo.

- ¿Me das tu número? –Claro, también podría darte la dirección de mi casa y el número de las cuentas bancarias de mis padres. –Ya sabes, para seguir en contacto.

Comienzo a caminar ignorando lo que me dijo. No le daré mi número a un extraño, puede ser que tuviéramos una buena conversación y que el parezca un buen chico, pero no me arriesgare. No de nuevo.

-Adiós. –Le grito mientras sigo caminando. Creo que gritarles a las personas mientras me alejo se me está haciendo costumbre.

-Adiós. –Grita de vuelta. –Prometo encontrarte, mi cenicienta. –Rio por su broma. -¡Aguarda! –Grita de nuevo.

- ¿Qué? –Pregunto viéndolo sobre mi hombro.

- ¿Acaso no me dejara su bella zapatilla, mi dulce cenicienta? –Mi sonrisa se hace más grande. - ¿Cómo podre encontrarte si no lo haces? –Finge estas preocupado.

-Creo que algo se te tendrá que ocurrir, príncipe encantador. –Le digo adiós con mi mano. –Pero buen intento.

- ¡Tenia que intentarlo! –Grita.

Me sigo riendo mientras me alejo del pequeño parque.



Cierro la puerta detrás de mí y me dirijo hacia las escaleras.

Estoy por subir el primer escalón cuando la voz de mamá me detiene. - ¿April? ¿Cariño eres tú?

Cierro los ojos. Solo espero que no me pregunten donde estuve toda la tarde. –Sí, mamá.

-Ven aquí. –Su voz suena entusiasta. Aunque viniendo de mamá no me sorprende, a ella todo le entusiasma. –Te tenemos una sorpresa.

Me dirijo a pasos lentos hacia la sala. Por favor que se trate de un perrito. Por favor que se trate de un perrito. Por favor... mis pensamientos mueren al ver la "sorpresa" de mamá. Abro y cierro la boca en mi lugar mientras observo todo.

Ay, Dios. ¿Por qué no fue un perrito? 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro