Capítulo 25
Los chicos entraron a la casa de Neibolt Street, Bill y los demás iban adelante mientras que María iba detrás de ellos siguiendoles vigilando que nada los siguiera.
- Si nos ma-mantenemos juntos, ganaremos, se los prometo- dijo Bill alentando a sus amigos y dándole fuerzas a Stan ya que éste estaba asustado y se rehusaba a seguir caminando.
Los chicos siguieron caminando y caminando hasta que llegaron a un cobertizo donde estaba el pozo, la piedra con el que éste estaba fabricado estaba algo podrida y húmeda.
- Eddie ¿Tienes una moneda?- dijo Richie.
- No pediría un deseo en esa porquería- respondió Eddie mirando el pozo con repulsión.
Los chicos se acercaron mucho más para verlo mejor y vaya que estaba oscuro, no se veía nada y era como si no tuviera fondo.
- ¿Beverly?- dijo Ben llamándola haciendo eco en el pozo.
- ¿Cómo vamos a bajar?- preguntó Mike.
María y Bill comenzaron a buscar alguna cosa con lo cual bajar hasta que en una esquina encontraron convenientemente una soga larga con nudos, los dos se miraron entre sí y fueron donde los otros para poder atarla en una carriola de madera en el techo.
- Yo b-bajaré primero- dijo Bill subiéndose al borde del pozo y tomando la soga para luego ir bajando.
El segundo en bajar fue Eddie, luego Richie, Ben y a continuación Stan.
- Bien Mike, es tu turno- dijo María y éste asintió.
Mike estaba a punto de tomar la cuerda, pero de pronto María escuchó unos pasos apresurados detrás de ella y cuando volteó vió a Henry con la cara ensangrentada aproximarse con una vara de hierro queriendo golpear al joven moreno.
- ¡No!- gritó ella apartando a Mike y bloqueando el golpe de Henry- ¡¿Que demonios te pasa?!- dijo ella y el rubio la empujó a un costado.
- ¡Tú y y tus amigos morirán!- gritó Henry con una sonrisa en la cara dirigiéndose nuevamente hacia Mike tomándolo por el cuello y arrojándolo al suelo.
María al ver eso se levantó rápidamente y quiso correr hacia ellos pero de pronto ella sintió cómo una manos frías la tomaban y la arrastraban sacándola de allí.
- ¡No! ¡Mike!- gritó ella tratando de liberarse de aquel que la tenía capturada.
- ¡María!- gritó Mike viendo con terror cómo poco a poco la azabache desaparecía del lugar.
•••
La chica luchó y luchó por liberarse hasta que por fin su captor la dejó libre, María se levantó rápidamente mirando que ahora estaba en otra habitación distinta y se sorprendió mucho más al ver por fin a su captor o más bien, captora.
- ¡¿Lana?!- dijo ella mirando con horror a la difunta Lana que tenía frente a ella, ésta tenía la piel pálida como la de un muerto, tenía múltiples moretones , de su boca y nariz salía sangre y sus ojos, sus ojos ya no eran marrones, sino ámbar como los de Eso.
- Hola...María- dijo la difunta Lana para luego reír y arremeter contra María tomándola del cuello, María supo que era hora de sacar sus abanicos y al sacarlos apuñaló a Lana en el estómago con uno logrando quitársela de encima.
Lana se alejó un poco para luego taclear a María y fundirse en una pelea en la que el objetivo variaba, Lana quería asesinar a María y María quería sobrevivir a Lana.
- ¡Tú me dejaste! ¡Permitiste que me asesinaran! ¡Eres una maldita cínica!- gritaba Lana mientras esquivaba los golpes de María y luego la golpeaba salvajemente.
- ¡Te equivocas!- gritó María mientras abría sus abanicos y los movía con destreza cortando a Lana por algunas partes de su cuerpo- ¡Yo nunca quise que te asesinaran!
María pateó fuertemente a Lana alejándola y la difunta asiática miró con aun más odio a la azabache que tenía enfrente ,las dos comenzaron a caminar de un lado a otro cual panteras, mirándose a los ojos expectantes a ver quien sería la primera en atacar.
- Sé...que no eres la verdadera Lana, que solo eres una distracción, pero debo decir ésto aprovechando tu rostro-dijo María con una voz que comenzaba a entrecortarse- Yo siempre te quise, aún cuando me traicionaste, nunca dejé de considerarte mi amiga a pesar de lo que dije aquella noche en Halloween, te quiero Lana- dijo María sintiendo cómo en sus ojos comenzaban a acumularse lágrimas.
Pero por parte de la difunta Lana, ella sólo la miró con odio y soltó un grito para luego correr hacia María con intensiones de asesinarla, pero antes de que siquiera pudiera tocarla, María cerró uno de sus abanicos y apuñaló a Lana en el cuello, justo en la yugular, seguido de eso ,Lana cayó al suelo muerta con una expresión neutra y mirando al techo.
- Lo siento- dijo María mirándola y sollozando con culpabilidad, era muy duro ver el estado en el que su amiga murió.
- ¡Mike!- se escuchó gritar y aquello hizo caer a María en la realidad.
La azabache salió corriendo de la habitación en donde estaba y fue directo al cobertizo del pozo pero en el camino se estrelló con Mike.
- ¡María! ¿Estas bien? Iba a buscarte- dijo Mike tomándola de los brazos.
- Estoy bien ¿Tú estas bien?- le preguntó María y éste asintió- Bien, vamos.
Ambos corrieron nuevamente al pozo para poder bajar por la soga.
- Espera...¿Y Henry?- preguntó María al no ver al rubio en ningún lugar.
- Yo...lo empujé al fondo del pozo , fue un accidente y es que él no dejaba de atacarme -dijo Mike mirando con culpabilidad a María.
- Tranquilo Mike, fue en defensa propia- dijo la azabache dándole palmadas a Mike en la espalda para luego mirar al fondo del pozo y poner una expresión de dolor en su cara al imaginar la caída que sufrió Henry.
Los dos chicos bajaron encontrándose con los otros en un túnel que daba a las cloacas y se giraron para comenzar a caminar.
- Chicos ¿Y Stan?- dijo Eddie viendo que el rizado no estaba detrás de él.
- ¡Stan!- llamó Richie y todos comenzaron a hacer lo mismo mientras caminaban por el túnel hasta dar con las cloacas.
- Oh Dios, aguas grises- dijo Eddie con asco.
- ¡Stan!-gritaban todos.
- ¡Stan! ¿Dónde estás?- gritó María y como respuesta obtuvo un grito de terror por parte del mencionado- ¡Stan!- gritó nuevamente corriendo por las aguas grises siendo seguida por los chicos.
El camino de aguas grises y los gritos de Stan los llevaron justo a una puerta de hierro oxidada la cual los chicos intentaron abrir.
- ¡Resiste Stan!- gritó Eddie.
- ¡Ya vamos por ti amigo!- gritó Mike.
Después de varios intentos de abrir la puerta, ésta se abrió y lo chicos entraron corriendo a buscar a Stan.
- ¡Stanley!- gritó Bill.
- ¡Miren! ¡Ahí está su linterna!- dijo Eddie yendo a tomarla pero después se espantó al ver algo al fondo del lugar- ¡Ah!
- ¡¿Qué rayos es eso?!- gritó Richie viendo cómo una mujer con rostro deforme mordía la cara de un Stan acostado en el suelo.
- ¡No se acerquen!- gritó María corriendo hacia aquella mujer y enterrándole un abanico cerrado en el cuello, lo cual causó que ésta rugiera enojada y soltara a Stan, el cual no dudó en ir a los brazos de su salvadora.
Aquella cosa se sacó el abanico y lo arrojó lejos mientras se alejaba lentamente hasta ya desaparecer en las alcantarillas.
- ¡Stanley!- gritaron todos acercándose al mencionado pero éste de repente comenzó a gritar asustado y a removerse en los brazos de María.
- ¡No! ¡No! ¡Ustedes me abandonaron! ¡Me llevaron a Neibolt!- gritaba Stan mientras sollozaba aterrado.
- ¡Stan! ¡Cálmate!- dijo María abrazándolo y acariciando su cabeza.
- ¡Me obligaron a ir a esa casa! ¡No son mis amigos!- volvió a gritar mientras se aferraba a María.
- ¡Si somos tus amigos!- dijo Eddie.
- ¡Sentimos haberte abandonado!- dijo Richie.
Mientras todos trataban de calmar a Stan, María miró por todos lados buscando a Bill ya que no lo veía con ellos ahí.
- ¿Dónde está Bill?- preguntó María comenzando a asustarse alertando a todos.
- ¡Bill!- gritó Eddie levantándose y yendo hacia un túnel para buscarlo.
Todos los presentes se levantaron de donde estaban para luego echarse a correr siguiendo a Eddie por el túnel y buscar a Bill, sin saber que lo más aterrador estaba por venir.
~Continuará~
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