Especial Chimney9: Parte 1
Merry volvía a estar en el mar, y los Sombrero de Paja se dedicaban a matar el tiempo mientras se dirigían a una nueva isla y a una nueva aventura. El tiempo era fresco y una densa niebla envolvía tanto a Merry como a sus tripulantes, de manera que el estado de animo en el barco era, en general, apesadumbrado.
Luffy estaba sentado sobre la cabeza de Merry y Zoro, también en la cubierta, se estaba echando una siesta en mangas de camisa. Los demás estaban dentro y cada cual se dedicaba a lo suyo: Chopper estaba haciendo más Rumble Balls, Ussop estaba construyendo algo, Sanji estaba haciendo la comida y las tres chicas se dedicaban a hablar mientras se tomaban una de las deliciosas bebidas calientes de Sanji.
De pronto Luffy entró despreocupadamente y dijo:
- Nami... Hay unas nubes muy raras -se rió con esa risa característica suya que a Anais tanto le gustaba- ¡cambian de color!
- ¿¿¿¿QUÉ???? -chilló Nami mientras salía corriendo a cubierta y observaba las nubes que bailaban en el cielo tomando formas extrañas y reflejando colores inimaginables.
Anais, que se había puesto al lado de Nami, no podía dejar de mirar el cielo, pero en ese momento un rayo enorme cayó cegándolos a todos, y despertándose de su aturdimiento, se empezaron a mover para no perder el control del barco en la tormenta que se avecinaba. Ussop se dirigió a recoger las velas para evitar que se desgarrasen con los fuertes vientos que Nami había predicho, y Nami le pegó una patada al dormido Zoro para que ayudase a Ussop.
Aunque por la preocupación del momento Anais no podía disfrutar del aire de compañerismo que se respiraba mientras todos trabajaban codo con codo ante un nuevo peligro, no pudo evitar pensar en lo feliz y a gusto que se sentía en el Merry, junto a sus nakamas* y, sobre todo, junto a Luffy. Anais no pudo pensar mucho en aquello, pues en aquel momento Nami apareció detrás suyo y le dio un golpe en la cabeza (no tan fuerte como los que solía dar a los chicos) para que se moviese y ayudase a prepararlo todo. ¡No podían perder ni un solo segundo!
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¡Por fin podían descansar! Todos los de la banda estaban exhaustos y se tumbaron en la cubierta sin reparar en la húmeda y fría niebla. El corazón de Anais no podía dejar de latir tras la emocionante tormenta. Había sido tan impresionante... Pocas veces se podían ver tormentas como aquella en su isla, donde, a pesar de estar en el Grand Line, el clima era agradable y estable.
Poco a poco el ritmo de su corazón empezó a ralentizarse y los párpados empezaron a pesarle. El mundo se fundió en negro y Anais se sumergió en un profundo sueño.
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Una hora después, todos estaban pasando el tiempo otra vez, y como era la hora de comer Sanji se puso a cocinar. Zoro y Robin se dedicaban a leer, mientras que Luffy, Ussop y Chopper conversaban sobre la tormenta.
- Mirar, aquí habla de una tormenta parecida a la que acabamos de vivir -dijo Zoro, que había estado inmerso en su lectura hasta entonces-. La llaman Bandu Hikaa, y dicen que es conocida por aparecer alrededor de la isla Vaali, donde la han nombrado así en honor a una antigua leyenda que habla sobre un Dios dorado que creaba tormentas por capricho.
- Oh, eso me recuerda a aquélla vez en la que luché contra un hombre gigante que estaba recubierto en oro -dijo Sanji levantado la cabeza arrogantemente y haciendo gestos con la cuchara que tenía en la mano como si estuviese luchando contra un enemigo imaginario-. No se esperaba en absoluto que yo, el gran capitán Sanji, apareciese de repente y...
De pronto, la sartén que había en el fuego empezó a arder y Sanji, pegando un salto, se alejó de ella todo lo posible. Mientras le temblaban las piernas, Luffy se levantó lentamente y poniéndose ante la cocina, apagó el fuego e intentó salvar la comida.
Todos se quedaron estupefactos con la reacción de Sanji y con que Luffy estaba cocinando, pero dejaron de prestar atención a esto cuando Nami entró despreocupadamente y dijo con calma:
- Nos hemos perdido...
- ¿¿¿QUÉ??? ¿¿¿CÓMO QUE NOS HEMOS PERDIDO??? -chilló Ussop acercándose amenazadoramente a Nami.
En ese momento, una somnolienta Anais entró bostezando mientras Nami, ignorando a Ussop, se dirigía a la mesa donde Luffy había puesto unos deliciosos panecillos.
- ¡¡¡Anais-chan!!! -exclamó Luffy mientras se abalanzaba sobre esta.
- ¡A que te corto! -respondió Anais ante la excesiva bienvenida de Luffy sacando sus dagas y amenazándole con ellas.
Mientras Anais y Luffy parecían estar luchando, uno para poder acercarse y la otra para poder ahuyentarle, Zoro, Robin, Chopper, Ussop y Sanji, pasmados, no podían dejar de mirarse entre ellos. De mientras, Nami seguía engullendo panecillos sin enterarse de nada, y al ver que todos se callaban, se giró y con la boca llena río a todo pulmón.
- Jajajajaja... ¡Luffy parece Sanji! Jajajajaa... ¡Y Anais Zoro!
Con esto todos quedaron mudos de asombro (más de lo que ya estaban), y hasta Anais y Luffy dejaron de pelear. Un grito de Ussop les hizo despertar del sopor.
- ¡¡¡AAAHHH!!!
- Parece que todos hemos llegado a la misma conclusión... -murmuró Zoro.
- Estás insinuando que han cambiado de cuerpo... -dijo Robin con una vocecilla que no era normal en ella.
- No, lo que estoy diciendo es que han cambiado de personalidad -afirmó Zoro-. Mira a Nami, es exactamente igual que Luffy -dijo señalando a Nami que en ese momento se estaba hurgando la nariz- y mira a Luffy, es obvio que se comporta como Sanji...
- ¡Pero no puede ser! No, no, no, esto no está pasando... -repetía una y otra vez Ussop- ¡Vas a dejar de hacer guarrerías Nami!
- Esta claro que Ussop tiene la mala leche de Nami... -le susurró Robin a Sanji.
- ¿Qué has dicho? -le respondió Ussop amenazadoramente mientras ellos dos se encogían de miedo.
- ¿Y que deberíamos hacer? -preguntó Luffy mientras encendía un cigarro que había sacado del bolsillo de Sanji.
- ¡Tranquilos! ¡Aquí está el Capitán Sanji-sama! ¡El más valiente de los guerreros del mar! ¡Yo lo arreglaré todo! -dijo Sanji mientras le temblaban las piernas.
- Veamos a ver... -dijo Zoro sacando un papel y un lápiz- primero deberíamos hacer un esquema para entender como se han cambiado las personalidades... Esta claro que Luffy tiene la de Sanji, Nami la de Luffy, Ussop la de Nami, Sanji la de Ussop, Anais la mía, ...
- Pero, ¿quién querría hacernos esto? ¡Va en contra de la libertad del ser humano! ¡No pueden hacer que nos comportemos de una manera o de otra! -exclamó Chopper exaltadamente.
- Chopper la de Anais... -continuó Zoro, mientras seguía dibujando.
- Pero, ¿cuándo ha ocurrido esto? -preguntó Robin- antes de la tormenta estábamos todos bien, así que ha debido ser durante la tormenta, pues después de ella ha sido cuando Anais se ha quedado dormida como haría Zoro y nos hemos empezado a comportar de forma diferente... A mi misma me han entrado ganas de leer libros de medicina, ¡así que ha tenido que ser entonces!
- Eso es... tienes razón... -dijo Zoro mientras empezaba a buscar en las hojas del libro que había estado leyendo.
- ¡Estúpido! No creas que me vas a hacer feliz... -dijo Robin mientras se balanceaba de un lado a otro moviendo los brazos de manera extraña.
- Creo que ya sabemos donde están las otras dos personalidades... -dijo Luffy con el cigarrillo entre los labios y mientras se agachaba para coger el lápiz y escribir-. Así que Robin tiene la personalidad de Chopper y Zoro la de Robin, porque este baca** marimo*** no cogería un libro en su vida...
- Aunque no tenga ganas de cortarte con mis espadas, Luffy, eso no significa que te puedas meter conmigo... -replicó Zoro quitándole el cigarrillo de entre los labios y tirándoselo al suelo.
- Sólo porque tienes la personalidad de una señorita te libras de que te patee, marimo -replicó Luffy encendiéndose otro cigarrillo.
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Las horas siguieron pasando, y ni siquiera Zoro, dotado del intelecto de Robin, podía pensar en una solución. Todos, excepto Nami -a la que todo aquello le parecía muy divertido-, estaban confusos, y cada vez que hacían algo que no era propio de ellos se sobresaltaban. Ussop y Sanji no podían parar de dar vueltas nerviosamente y Zoro, con una rapidez increíble, estaba leyéndose el libro dónde se mencionaba la Bandu Hikaa.
- Esto es frustrante... -suspiró Zoro- Se habla del carácter de lo habitantes de Vaali, de sus tradiciones, sus bailes, la topografía y el clima de la isla, ... Pero en lo que respecta a su religión y su Dios... hay muy pocos datos... Sólo dice que los habitantes tienen un carácter conformista debido al carácter caprichoso de su Dios, pues éste para divertirse los usa como marionetas y ellos no pueden hacer nada, sólo seguir venerándole para que no se enfade. Y solamente habla de la Bandu Hikaa para decir que era uno de los caprichos favoritos de su Dios...
- ¿Y si nosotros también somos un entretenimiento para el Dios? -dijo Robin con voz queda.
- ¿¿¿UN DIOS??? -chilló Sanji- ¿Cómo se supone que nos vamos a librar de la maldición de un Dios?
- ¡Cállate! -le chilló Ussop al sollozante Sanji- Zoro, ¿tú crees que es posible? -siguió con voz nerviosa.
- Bueno... es pronto para decirlo, y, además, los fenómenos extraños pueden deberse a otra cosa, no a la voluntad de un Dios. Estamos en el Grand Line, y aquí hasta la cosa más extraña puede ocurrir... Por otro lado, puede ser algún usuario de Fruta del Diablo que se divierte y vive a cuenta de los habitantes de Vaali.
- Pero, ¿por qué querría alguien hacernos esto a nosotros? -dijo Chopper.
- No es evidente... Tenemos entre nosotros a tres personas con altas recompensas -dijo Luffy-. Robin-chan tiene una recompensa de 79 millones de berris -dijo mientras parecía babear al mirar a Robin y esta se escondía detrás de Ussop pero dejando todo el cuerpo a la vista-, el baca marimo tiene 60 millones, y Luffy -dijo señalando a Nami que estaba echándose una siesta-, digo yo, tengo 100 millones.
- ¿Y qué deberíamos hacer? -preguntó Zoro.
- Cortarlos -dijo Anais sacando sus dagas.
- Patearles -dijo Luffy con el cigarro entre los labios.
- Escapar -dijo Sanji mientras le temblaban las piernas.
- Escondernos -dijo Robin volviéndose a esconder sin éxito detrás de Ussop.
- Luchar -dijo rotundamente Chopper, con la actitud decidida de Anais.
- Patearle el trasero -dijo Nami que parecía haberse despertado.
- ¡Chicos! ¡Confío en vosotros! -dijo Ussop- Y ya sabéis si tienen tesoros traérmelos que andamos escasos de fondos.
Nami, Anais y Luffy salieron los tres decididos a la cubierta del Merry. Anais sacó las dagas, poniéndose la de repuesto entre los dientes y agarrando las otras dos con cada mano; Luffy se encendió un nuevo cigarro y se preparo para el combate; y Nami hizo crujir sus nudillos y se puso en pose de combate, con los puños en alto. Estaban preparados para luchar.
Tras unos segundos expectantes, Anais y Luffy parecieron darse cuenta que no sabían ni siquiera lo que esperaban ni a lo que debían enfrentarse, y que era bastante ridículo estar allí parados esperando a que algo saliera de la niebla y los atacase. Los dos, un poco avergonzados, dejaron sus poses y Anais guardó sus dagas, pero todavía uno de ellos parecía no percatarse de que era una tontería estar así: Nami.
- Nami-san -dijo Luffy-, te puedes relajar, no va a aparecer nada porque lo estemos esperando.
- ¡Eso es! ¡Dejad de hacer tonterías! -dijo Ussop que había salido también a la cubierta seguido de los demás.
En ese momento el viento sonó entre las velas de una manera un tanto escalofriante y Ussop, chillando, se abrazó a Sanji, que también estaba asustado, y Robin se abrazó a Zoro.
- Esta niebla es escalofriante -dijo Chopper-. Podríamos pasar por al lado de un buque de la Marina o incluso al lado de una isla y no darnos cuenta.
- ¡Eso es! -dijo Ussop dirigiéndose a estribor y mirando hacia la densa niebla- ¡Podríamos estar al lado de una isla y no darnos cuenta!
- Tienes razón, Ussop -siguió Zoro-. Si hemos sufrido una de las jugarretas del Dios de Vaali, debemos de estar cerca de Vaali.
- Sí, pero... El Log Pose**** no indica nada -siguió Ussop- . Pero, quizás... ¡Nami! ¡Enséñame el Log Pose! -ordenó tomando la muñeca de Nami, a la que nada parecía importar en ese momento- Lo que me temía... Nos hemos salido de nuestra ruta original y ahora el Log Pose indica otra ruta y, por lo tanto, otra isla.
- Seguro que es Vaali -afirmó Chopper.
- ¿Qué hacemos, Capitán? -pregunto Anais dirigiéndose primero a Luffy, pero al percatarse del error, pues éste la estaba mirando con cara de enamorado, mirando a Nami que en ese momento estaba hurgándose la nariz.
Nami, aunque seguía siendo Nami, en ese momento tenía el instinto y actitud del Capitán de la banda, y, por lo tanto, Anais, dotada del fiel respeto de Zoro por Luffy, sabía que era a ella a la que le correspondía decidir el siguiente paso.
- Iremos a esa isla y le patearemos el culo a su Dios.
* compañero/amigo en Japonés.
** estúpido/idiota en Japonés.
*** alga típica de Japón que se suele asociar con el pelo verde de Zoro (normalmente usado por Sanji para insultarle).
**** Brújula que intercepta el magnetismo típico de las islas de la primera mitad del Grand Line (Paraiso) que sirve para llegar a la siguiente isla (Nami la lleva a modo de brazalete).
¡Hola lectores de Wattpad! Soy Chimney9, la hermana, lectora acérrima, editora, correctora, amiga y compañera para ver One Piece de LaDamaDelArcoTallado. Antes de todo, me gustaría pediros perdón por haber tardado tanto en actualizar. Ya sé que mi hermana os aseguró que lo subiría en una semana y que he tardado más de un mes, así que, como diría Luffy "Wari, wari".
Por otro lado, también me gustaría agradeceros por todo el apoyo que le proporcionáis a mi hermana, pero tengo que admitir que a veces me da ganas de maldeciros porque se pone demasiadopesada cada vez que tiene un comentario. No, bueno, aunque es verdad que se pone pesadita no podría maldeciros pues no sólo le pintáis una sonrisa (juego de palabras XD) a ella, sino que también me la pintáis a mí.
Espero que este capítulo os guste y que no os parezca una "caca con ojos de whatsapp" en comparación con los de mi hermana y que estéis esperando con ganas la segunda parte tanto como yo.
Y la pregunta de este cap es... ¿Qué os ha parecido el cap? ¿Os habeis hecho un lío?
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