Capítulo 4: La incursión
- Bueno, ¿por dónde empezamos? -comentó Luffy, mientras hacia crujir sus nudillos.
- Lo más probable es que Anais esté cautiva en las mazmorras de esa fortaleza -respondió Salt, mientras señalaba una imponente fortaleza de piedra en la cima de la única montaña de las isla-. Mi plan consta en que nos separemos en dos equipos. Uno de ellos, más pequeño y discreto que el otro, se disfrazarán de guardias y se infiltraran para encontrar a Anais. Los demás mantendremos a la mayoría de los guardias entretenidos, para que nadie se fije demasiado en ellos.
- De acuerdo, ¿pero como serán los equipos? -preguntó Sanji, dando una calada a su cigarro.
- En mi opinión, el equipo infiltrado debería estar formado por Nami, Sanji y Usopp. Al fin y al cabo, nadie conoce bien el rostro de Sanji y Usopp, pues en los carteles de "se busca" no se ven del todo bien, y Nami pasará desapercibida si se recoge el pelo. Los demás atacaremos de frente, en un ataque directo. ¿De acuerdo?
- Sí -afirmaron todos, con determinación en la mirada.
Salt y Luffy cruzaron las miradas. En los ojos de ambos brillaba el mismo fuego, la misma determinación. Sacarían a Anais y de ahí costase lo que costase.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sanji, Usopp y Nami comenzaron a caminar sin rumbo entre las estrechas calles de la isla. Tendrían que estar así hasta encontrar tres soldados a los que robar los uniformes. Después, llamarían por Den Den Mushi a los demás para avisarles, y sólo faltaría entrar en la fortaleza y fingir que alguien les había mandado ir a por Anais para seguir interrogándola, y mientras los demás entretenían a la mayoría de los soldados, sacarla de ahí. A todos se les ensombreció la mirada cuando Salt les avisó que probablemente estaría herida, así que la llevarían directamente al Sunny, donde Chopper estaría esperándolos. Cuando estuvieran ahí, volverían a llamar al grupo de asalto, para que estos se retiraran. Todos habían visto las ganas de venganza en la mirada de Salt, pero este dijo que se conformaría con sacar a Anais sana y a salvo. Con ojos oscuros, dijo que la venganza ya la tendría más tarde.
Las calles rebosaban color y vida, pero había algo oscuro tras su música y tras sus tiendas. Figuras sombrías entraban y salían de locales y callejones, con miradas turbias y armas asomando de sus cinturones. La gente fingía que no los veían, pero los tres piratas vieron que sus ojos brillaban de miedo cada vez que alguna de esas figuras se acercaba demasiado a ellos.
- ¿Os habéis fijado? -susurró Sanji a sus compañeros, mientras le daba una calada a su cigarro.
- Sí -respondió Usopp, también a susurros-. Hay algo extraño en esta isla.
- Bueno, sea lo que sea, no podemos ocuparnos de ello ahora. Concentráos en conseguir disfraces -afirmó Nami, buscando soldados con la mirada.
- ¡¡¡Nami-swan se pone tan guapa cuando da órdenes!!! -exclamó Sanji, mientras Usopp suspiraba.
La oportunidad perfecta se les presentó unos minutos más tarde, cuando vieron a tres soldados internarse en un oscuro callejón.
- Dejádmelo a mi -dijo Usopp, seguro de sí mismo. Sacó una de sus semillas y, sin que ninguno de los viandantes se dieran cuenta, la lanzó dentro del callejón. Al instante, un gas verdoso inundó el callejón. Los tres piratas se mantuvieron alejados, cubriéndose la nariz y la boca con pañuelos, hasta que el humo desapareció.
Cuando entraron, descubrieron que los tres soldados se encontraban ahora durmiendo plácidamente en el suelo. Sanji palmeo amistosamente el hombro de Usopp, alabando su trabajo. Antes de que nadie se diera cuenta, tres nuevos soldados de la Guardia Real salieron del callejón. Los trajes les quedaban un poco grandes, pero nadie lo encontró extraño, como tampoco vieron extraño que estuvieran hablando por un Den Den Mushi.
Tras intercambiar unas cuantas frases, Sanji colgó el Den Den Mushi. Con paso seguro, los tres piratas se dirigieron hacia una de las pequeñas puertas secundarias de la fortaleza. Sólo faltaba que escucharan el alboroto, y entrarían por Anais.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Tras colgar el Den Den Mushi, Salt sonrió levemente, y miró a Luffy, que asintió mientras hacia crujir sus nudillos.
- ¡Bien! ¡Allá vamos! -gritó el capitán, echando a correr hacia la puerta principal del castillo, con Salt y el resto tras él.
Ninguno intentó esconderse, ni siquiera intentaron cubrir sus rostros. Al fin y al cabo, lo que tenían que conseguir era llamar la atención de los guardias para que la mayoría de ellos bajaran al pueblo a luchar contra ellos, y dejar a Anais lo menos protegida posible.
Salt sabía que él debería haber ido en el grupo de infiltrados. Él y Pepper eran gemelos casi idénticos, así que no le habría costado nada infiltrarse en el castillo y abrir la puerta de Anais, pero sabía que era mejor si no era así. Confiaba en Sanji, Nami y Usopp para que cuidaran de Anais. Sabía que si iba a por Anais, tendría que quedarse, los retrasaría, hasta volver a ver a su hermano. De esta manera, presentándole una batalla directa, aseguraba su encuentro con él, y podrían terminar de una vez, sin poner en peligro a Anais. Podrían destruir aquel molesto lazo que los unía desde su nacimiento.
Mientras subía por una larga cuesta que los llevaría directamente al portón de la fortaleza, Salt comenzó a escuchar exclamaciones de sorpresa, junto con los nombres de los Sombrero de Paja. "No he podido elegir mejores aliados" pensó Salt con una leve sonrisa. "No sólo están dispuestos a ayudarme a salvar a Anais y son fuertes, sino que su fama los hace una perfecta distracción".
No pasó mucho tiempo cuando empezaron a aparecer los primeros soldados. Salt no pudo evitar sorprenderse ante la facilidad con la que los Sombrero de Paja despachaban a sus contrincantes. Con una sola mirada y su Haki, Luffy tumbó a la gran mayoría de ellos, y los que quedaron en pie fueron rápidamente derrotados por las espadas de Roronoa Zoro, los mágicos brazos de Nico Robin, los misiles de Franky "El Cyborg" o la helada espada de Brook "Huesos Muertos". Él, que iba en último lugar, no tuvo que levantar su ballesta ni una sola vez.
Para cuando llegaron a la gran plaza en la que estaba el portón de la fortaleza, las calles estaban llenas de soldados y algunos cazarrecompensas, con la avaricia velándoles la mirada. Cruzó las miradas con algunos soldados, que lo miraban confusos. Seguramente, se estarían preguntando que hacía su Capitán luchando al lado de los intrusos. Les sonrió con descaro, lo que sólo hizo que se mostraran todavía más confusos.
Salt sintió como todo desaparecía a su alrededor, como cada vez que luchaba. Sólo él, sus contrincantes y sus aliados. Nada más existía. Ni la fortaleza, ni su hermano, ni el rey, ni siquiera Anais existía para él en ese momento. Sólo la adrenalina corriendo por sus venas mientras se metía en la batalla.
Pero de pronto, algo irrumpió en su campo de visión. Una voz que conocía muy bien, dando órdenes. Levantó la mirada, y sus ojos azules se cruzaron con los negros de su hermano. Aún cuando habían pasado tantos años, ambos habían madurado de la misma manera. Sus ojos seguían siendo la única manera de distinguirlos.
La batalla se detuvo un segundo, mientras los hermanos se miraban, se comunicaban sin palabras, como solían hacer cuando eran niños. Cuando Pepper dio medio vuelta y se internó en el patio del castillo a través del portón, Salt entendió inmediatamente qué quería. Al fin y al cabo, era lo que él mismo quería. Sin decirles nada a sus aliados, echó a correr, esquivando a todos los contrincantes que intentaba detenerlo, a través del portón.
Tras él, oyó la voz de Luffy, que lo llamaba.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Anais oía que había mucho ruido en el exterior. Pasos rápidos, órdenes dadas a gritos, disparos, golpes. Una batalla estaba ocurriendo afuera, pero lo único que podía hacer era escuchar e imaginar el porqué de una batalla así. Sonaba sangrienta. Oía como los fardos caían al suelo, los gritos de los heridos. Sabía que no era agradable estar en una lucha así, aún cuando los gritos de los heridos eran los de tus enemigos. A veces, todavía sentía remordimientos cuando mataba a alguien, así que, durante los últimos dos años, había aprendido a atacar sin matar, a vencer a alguien sin causarle la muerte. Incluso se había limitado a poner veneno paralizador en los filos de sus dagas y en sus flechas, para que una sola herida bastase para vencer a los contrincantes más débiles.
Aún cuando habían pasado dos años, recordaba las palabras que Luffy le dijo en la playa de Greattree. Como le susurró que no era un monstruo por haber matado a aquellas personas. Era uno de sus recuerdos más preciados, y cuando sentía que se venía abajo, lo rememoraba con una duele sensación en el pecho. A veces, se preguntaba si seguía enamorada de Luffy. Lo recordaba con cariño y se alegraba cada vez que sabía de él, pero llevaba tanto tiempo sin verlo en persona que no estaba segura de si sentía lo mismo que hace dos años.
Se sumergió en sus mejores recuerdos, en un vano intento de olvidar el dolor de las heridas. Hacía un rato, habían vuelto a visitarla, y la sangre de su rostro se había mezclado con sus lágrimas. Trató de meterse en trance, como le habían recomendado algunos compañeros revolucionarios que hiciera si alguna vez la capturaban, pero nunca se le había dado demasiado bien.
Estaba a punto de sumergirse en el punto mas profundo del trance, cuando se oyó un fuerte golpe en la puerta.
Y ahí lo dejo, con la intriga. Esta vez he cumplido, no he tardado tanto en subir!!! *aplausos de retrasada* Benditas vacaciones, os adoramos *las adora* Las cosas se ponen interesantes, amig@s mi@s!!! Y no diré mucho más, pues porque lo demás sería o spolier o innecesario XD Así que iré directamente a la pregunta, que es *redoble de tambor*:
¿Qué tipo de música os gusta? A mí me gusta mucho el rock alternativo, el post-hardcore y el pop-punk, aunque también me gusta la música acústica (Ed Sheeran *-*) y últimamente estoy obsesionada con el K-Pop. Bueno, miento, no con el K-Pop, sino que con un grupo de K-Pop. A quien lo adivine le dedico el capítulo que viene. Ahora es cuando a ningun@ de vosotr@s os gusta el K-Pop y yo a lo (-_-) XD
Bueno, como siempre, muchísimas gracias por leer, y no os olvidéis de comentar y votar si os ha gustado... y si no también!!! Besos :-*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro