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Capitulo 8.

Savannah.

Las palabras que había dicho Savannah, esa fue la conexión que necesitaba.

Nick el tío Nick.

—Nick Loisilva... soy su sobrina.

—Oh... —la recepcionista tecleo algo en la computadora —, Me podría decir su nombre por favor.

—Lana... Lana Loisilva o quizás le puede sonar el nombre de Savannah Loisilva es mi tía.

—De las dos de hecho.

Ahora lo único que deseaba era que Lana nunca hubiera venido pero eso era algo imposible.

—Me alegra que haya venido Señorita Loisilva nadie ha venido a visitar a Nick desde... nunca —dijo y pude ver como casi sonreía por un momento —, pero tampoco la culpo lo que él hizo fue horrible.

Lo que él hizo, ¿Qué pudo haber hecho para terminar de esa forma? En un psiquiátrico.

—Si —acepte.

—¿Puede mostrarme alguna identificación?

No, no podía porque yo no era Lana.

—Oh si claro.

Fingí buscar algo en mi sudadera y ahí fue cuando me di cuenta que aún estaba en pijama, era una pijama bonita tenía un pantalón rosa que pudo haberse confundido fácilmente como un pantalón holgado pero la blusa si parecía pijama y tenía bordado en medio "Buenas noches" era mejor cubrirse.

—Es una lástima creo que olvide mi identificación en casa ¿Puedo pasar sin identificación solo por esta vez? Por favor.

—Lo lamento pero son políticas del psiquiátrico.

—Entiendo —murmure.

No podía hacer un drama porque fácilmente me terminarían internando así que solamente me senté y mire el suelo.

Dos personas más habían llegado y empezaron a hablar alegremente con la recepcionista era ahora o nunca.

Tenía dos opciones y una de ellas tenía dos opciones más.

Quedarme aquí a esperar que algo interesante pasara o aprovechar que estaba distraída y entrar en una de las dos puertas.

La segunda era la mejor opción.

Derecha o izquierda.

Kevin se había ido por la izquierda por lo que ahí debían estar los consultorios o quizá estaban esparcidos por todo el edificio.

Derecha definitivamente derecha.

O izquierda la derecha no era un lado de la suerte para mí y lo sabía por mi mano inmóvil.

Derecha, si, derecha.

Me agache para que ella no pudiera verme y así fue pero lo que no tome en cuenta fue que las otras dos personas estaban muy cerca del lado derecho así que debería considerar el lado izquierdo pero ya casi llegaba al derecho, el lado derecho era mejor pero para mí mala suerte una de esas dos personas, un chico se giró y me vio.

Bueno hora de correr.

Entre rápidamente en la puerta derecha y corrí como loca por el pasillo sin ver las puertas o lo que estaba escrito en cada una de ellas. Corrí tan rápido que me resbale y caí en un montón de toallas y uniformes con manchas de suciedad una idea un poco asquerosa llego a mi mente tome uno de los uniformes el que me parecía más limpio a excepción de una mancha en la parte trasera que parecía algún tipo de yogurt, enrolle las prendas en mi mano derecha con ayuda de la izquierda y las sostuve contra mi pecho y corrí en busca de un baño.

No iba a negar el hecho de que me sentía muy avergonzada por todo lo que estaba haciendo solo por una servilleta que tenía las palabras de un hombre al que no estaba segura de considerar padre. Al fin había encontrado un baño sonriendo me acerque hasta el pero cuando intente abrirlo me di cuenta de una horrible desgracia para acceder al baño se necesitaba una tarjeta.

¿Por qué tenía que pasarme esto a mí?

¿Por qué las cosas no podían ser más fáciles?

—¿Buscas esto? —la tarjeta apareció en frente de mis ojos, me gire para ver a quien le pertenecía, era Kevin —. Oye escuche que hay una intrusa ¿Eres tú?

—Tal vez —dije avergonzada.

—Está bien una vez me paso.

Lo mire con desconfianza unos segundos pero no había tiempo para eso tenía que actuar o todo lo que había hecho hasta ahora no valdría la pena y al final del día me encontrarían y regresaría a casa con Lana, mamá y papá.

—¿Sabes en que habitación esta Nick Loisilva?

Creí que me diría que no podía revelar esa información y que podía ayudar a escapar pero solo eso.

—Sé dónde está la habitación de su esposa.

—Tamara.

—Sí, la he visto en los pasillos un par de veces ¿Quieres que te lleve?

—Si, por favor.

—Bien esto será rápido lo único que debes hacer es correr porque si nos atrapan nos meteremos en problemas, sobre todo tu.

Asentí. Kevin tomo mi mano derecha por lo que no reaccione de inmediato, frunció el ceño y mi mano volvió a caer.

—De hecho es una larga historia —Le di la mano izquierda y el la tomo.

—¿Tienes una mano falsa?

—No, tengo una mano que no sirve —corregí.

—No entendí pero está bien.

Kevin, comenzó a correr a lo largo del pasillo como yo minutos antes no sé qué pasaba conmigo pero sentí una sensación que no había experimentado antes: Alegría. Esto era divertido, correr era divertido y sobre todo si estabas huyendo de alguien.

Lana dijo alguna vez que lo arriesgado es más divertido que lo seguro, mucho más divertido y ahora lo comprendía.

Kevin era divertido. Lana no pero Kevin sí.

Sin poder evitarlo me dio un ataque de risa que hizo que cayera al suelo, Kevin se detuvo alcance a ver su cara de confusión con mis ojos llenos de lágrimas pero eran lágrimas de felicidad ¡Era feliz! Lana no pero yo sí.

—No es por arruinar tu risa histérica pero nos van a atrapar.

Pero los riesgos siempre tenían sus desventajas: Las consecuencias.

—Bien... vamos levántate.

Kevin me tomo de los brazos y me levanto después volvió a tomarme de la mano y volvimos a avanzar pero ahora más lento.

—Esto es raro pero creo que no hay nadie —dijo y asomo la cabeza en un pasillo yo hice lo mismo y estaba completamente vacío —, eso es raro siempre hay personas aquí sobretodo en este pasillo creo que te están buscando.

—¿En serio un intruso es tan grave?

—Es peor que eso es básicamente una posible luz hacia afuera.

—No entiendo.

—Digamos que el psiquiátrico Reint tiene un par de acuerdos con el laboratorio 15.

El laboratorio 15, a estos extremos tan solo pensar en ese lugar me daba escalofríos.

—¿Qué clase de acuerdos?

—La verdad no lo sé pero son experimentos más que nada y creo que los hacen con pacientes del psiquiátrico —lo dijo con tanta calma que por un momento creí que era falso.

—¿Por qué me dices eso?

—Porque la mujer a la que estas interesada en ver trabajo en el laboratorio 15 y de hecho ella y su esposo casi fueron la razón por la que lo cierran.

—Nick y Tamara Loisilva.

—Exacto.

—¿Qué hicieron?

—Nunca se hizo público pero por ser el hijo de la directora del psiquiátrico sé que hicieron un experimento con una niña y terminaron matándola, eso fue en el 2003 básicamente nadie le presto mucho interés y siguieron haciendo experimentos a escondidas de los demás pero Nick y Tamara fueron internados aquí y eso es todo lo que se.

No supe... ¡No! Estaba cansada de decir que no sabía las cosas cuando en realidad si podía comprenderlas, sentirlas e incluso analizarlas pero no quería hacerlo no quería enfrentarlo.

—Hemos llegado —Esas palabras me dieron escalofríos.

Delante de mí había una puerta con el nombre de Tamy marcado por toda la puerta algunos con rasguños, otros con plumas y algunos pocos incluso parecían escritos con sangre.

—¿Qué paso con esta puerta? Luce muy...

—Inusual.

—No sé si es la palabra que usaría.

—Bueno digamos que Tamara no ha mejorado mucho yo diría que ha empeorado.

—¿Cómo sabes todo esto?

—Ya te lo dije soy hijo de la directora yo sé todo lo que pasa aquí.

Eso era extraño pero tenía sentido, después de todo Kevin convivía con la persona que controlaba todo esto.

—La niña con la que hicieron el experimento —Me gire hacia el para estar frente a frente —, ¿La conocías?

—No —dijo y soltó una risa —, aun no nacía en el 2003.

—Oh es cierto.

—¿Segura que quieres entrar?

—Sí, estoy segura.

Kevin saco una llave de su bolsillo y la inserto en la cerradura.

—¿Cómo tienes la llave? —pregunte mientras giraba la llave.

—En pocas palabras la robe hace unos años y le saque copia.

—¿Por qué?

—Me gusta interactuar con los pacientes del psiquiátrico —abrió la puerta la cual rechino ruidosamente algo raro para un psiquiátrico que se veía muy bien cuidado —, sé que es un poco extraño pero créeme muchos de los que están aquí son buenas personas, mucho más cuerdas que los que están afuera.

La puerta se abrió por completo dejando ver una habitación muy desordenada lo primero que vi fue un pizarrón lleno de cálculos y dibujos sin sentido, tome la manija de la puerta y la cerré.

—¿Qué pasa? —pregunto Kevin confundido.

—¿Por qué termino aquí?

—Ya te lo dije fue por el experimento el estado la declaro loca, no sé qué bases tenían para eso pero así paso.

—Pero ¿Por qué no fue a la cárcel?

—Porque la declararon loca —repitió su respuesta —, los dos siempre negaron haberla asesinado y fueron tan convincentes que los doctores les creyeron además era mejor tenerlos en este psiquiátrico así el gobierno podría tenerlos controlados hasta su muerte.

—¿Por qué no sabes donde esta Nick?

Kevin suspiro.

—Si se dónde está Nick solo que no me gusta pasar por ahí tuve una experiencia muy traumática de niño en el área de los hombres.

—Mentiste.

—¿Qué? —pregunto confundido.

—Dijiste que no sabías donde estaba la habitación de Nick.

En realidad él nunca había negado saber dónde estaba la habitación de Nick pero sentí una necesidad muy grande de deshacerme de él, ya no me servía.

No importaba el hecho de que me había ayudado, ya no lo necesitaba.

La expresión de Kevin fue una mezcla de incredibilidad con confusión.

—De acuerdo esto es muy raro yo solo quiero ayudarte y...

—¿Por qué me ayudas? —lo interrumpí.

—Porque soy buena persona y me gusta ayudar a los demás ¿Eso está mal? Además te veías simpática.

—Sí, nadie ofrece su ayuda sin querer nada a cambio.

Kevin soltó una risa seca, sin gracia.

Me acerque a el quien retrocedió unos pasos.

—¿Qué pasa contigo? Apenas nos conocemos solo quería ayudarte.

—¿Por qué?

—No lo sé parecías agradable.

—¿¡Por qué!?

—¡No lo sé Katherine!

—Si lo sabes.

—Katherine —dijo una voz detrás de mí.

La voz más dulce que había escuchado en el mundo.

Dulces sueños Katherine.


ººººººººººººº

Las cosas se están empezando a alterar...

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