Cuando llegué al parque, Andrea ya estaba esperándome, cosa que no me sorprendió para nada, ya que llegué diez minutos atrasada. En la mañana por lo menos no hace tanto calor como en la tarde, aun así no pude evitar sentirme mal por haberla hecho esperar.

— Lo siento. ¿Llevas mucho tiempo aquí?

— Unos treinta minutos más o menos. Aunque no llevo la cuenta...— Respondió con un tono vago mientras contemplaba a la nada. Parece que de verdad estaba dando su mejor esfuerzo para calcular una buena estimación.

Ugh... Juro que no volveré a desvelarme leyendo manga otra vez. Sin darme cuenta agaché la cabeza y mi sentimiento de culpa se volvió más que evidente.

— No te pongas así, aun si hubieras llegado a tiempo habría estado un buen rato aquí. Es lo que tienen los viajes largos, con el tiempo te acostumbras.— Mi amiga me consoló mientras me daba palmadas en la espalda.— Ya sé, ¿has vuelto a hablar con Alex?

Veo lo que intenta hacer: ayer, ella fue al baño de la cafetería sola, ya que es para una persona a la vez. Mientras la esperaba, Alex respondió el mensaje que le había enviado ese mismo día. Como supuse, ella está de visita en la casa de sus abuelos; también me dijo que no quería estar peleada conmigo, y algo más que hizo que mis niveles de felicidad, así como mi frecuencia cardiaca, se dispararan como no lo habían hecho en muchos días. La misma Andrea dijo nada más volver que me notaba más feliz de repente; ella quería cambiar el tema a propósito a uno que sabe que me hace feliz.

Lamentablemente, no he vuelto a saber de Alex desde entonces, negué con la cabeza.

— Oh, bueno. En ese caso, no perdamos más tiempo, estoy aquí para ver la entidad sobrenatural, ¿recuerdas?. Esperar un poco no importa si es por eso.— Andrea dijo riendo para aligerar el ambiente.

— Puede que no puedas verla.— Dije recordando lo que ocurrió con Cecilio, así como muchas de las anéctodas que Roselyn me ha contado de ella intentando interactuar con los visitantes del jardín.

— Eso no importa, para eso estás tú aquí.— Me dijo poniendo una mano sobre mi hombro.— Mientras estés aquí, podré interactuar con ella, ¿no?

— En teoría... No veo por qué no.

— Me sirve, ¡Vamos, vamos!— Andrea empezó a darme pequeños empujoncitos en la espalda demostrando sus ansias por entrar cuanto antes al jardín.

He de decir, el ambiente del jardín es muy distinto en la mañana, cuando acepta visitantes, que cuando está vacío. Para ser más precisa: habían personas; qué loco ¿no?. Ya en serio, el ambiente no era muy distinto que el del resto del parque a cualquier hora dada, eso significa que la densidad de personas es suficiente para sentir que tus conversaciones no son privadas. ¿Andrea quiere que hable con una chica invisible en estas circunstancias? Tierra, trágame.

Por costumbre más que nada, guié a Andrea por el camino que Alex y yo solemos tomar, de todas formas siempre nos encontramos con Roselyn en la banca de siempre. Ya pensé esto antes cuando vine a ver a Roselyn ayer, pero caminar por este sendero sin Alex sí que es una sensación extraña.

— Ah.— Le di un toque a Andrea en su brazo para llamar su atención.— Ahí está, justo enfrente.

La banca que Alex y yo solemos usar estaba ocupada por una niña con una anciana, seguramente su abuela; pero no era eso de lo que hablaba. Más adelante por el camino, se podía ver a Roselyn dando brinquitos, de forma similar a cómo lo hacía cuando la avistamos por primera vez. Espero que Andrea haya entendido mi mensaje, no me gustaría ridiculizarme en público apuntando a chicas invisibles.

— ¿Cómo dices que era?— Preguntó Andrea.

Si tiene que preguntarme eso, es porque no la ve, pensé. Noté que Andrea tampoco estaba logrando seguir a la chica con la mirada, ya que se volteaba repetidamente hacia mí para ver hacia dónde miraba yo. Aun así, decidí responder a su pregunta.

— Piel muy pálida, cabello rosado, ojos rojos...

— Hmm...— Mi acompañante miró en todas direcciones una última vez, asegurándose de que de verdad no puede ver a la entidad que le describí.— Parece que de verdad solo la ven ustedes.— Dijo finalmente, dejando escapar un suspiro.

Es justo entonces que Roselyn, quien estaba observando a las distintas personas a su alrededor, se fija en nosotras.

— ¡Ah! ¡Nayeli!— Exclamó la chica mientras me saludaba agitando ambos brazos, mientras empezó a caminar hacia nosotras.

— Nos vio, ¿qué hago?— Le pregunté a Andrea en voz baja.

— Pues habla con ella, explícale la situación ¿no?— Andrea dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

Ponte en mis zapatos por un segundo ¿sí?

— Tierra llamando a Nayeli, ¿acaso no me escuchas?— Roselyn, quien ya había llegado con nosotras, me preguntó al ver que no había respondido a su saludo.

— Hola, Roselyn...— Dije en voz baja mientras le sonreía levemente a la chica.

Sí, definitivamente esto no va a funcionar.

— ¡Oh! Ya veo.— Roselyn dijo tras mirarme por unos momentos.

¿Se dio cuenta de la situación?. ¿Será que sus extraños poderes por fin serán de utilidad para algo más que meterse con los sentimientos personales de sus amigas?

— Síganme.— Dijo Roselyn, haciendo gestos en la mano. Por la forma en que lo dijo parece que ya sabe de Andrea y a qué viene.

— Tenemos que venir por aquí.— Le dije a Andrea, guiñándole un ojo. Ella asintió con la cabeza.

Seguimos a Roselyn por los caminos del jardín de rosas. He recorrido estos distintos caminos muchas veces con Alex, por lo que todos me resultan familiares. Este camino, este otro, esa banca, ese árbol, este otro camino... Espera un momento. En algún punto sin darme cuenta, estaba siguiendo a la chica delante de mí por un lugar desconocido. Los rosales, el camino de piedra, las bancas, los faroles, todo parecía consistente con el jardín de rosas que he conocido desde mi infancia, pero aun siendo horario de visita, ya no había nadie a nuestro alrededor.

— Parece que los humanos nunca vienen por esta parte del jardín, aquí deberíamos poder hablar libremente.— Dijo Roselyn con normalidad, como si nada extraño hubiera pasado.

— Yeli...— Andrea, quien hasta ahora estaba siguiéndome en silencio, por fin habló.— ¿Esto es obra de esa tal Roselyn?

Andrea también notó la ausencia de personas, así como el cambio en el paisaje a nuestro alrededor.

— Sí.— Respondí.

Andrea empezó a temblar levemente, me pregunto si realmente me creía lo de Roselyn hasta hace unos momentos. Pero también estaba sonriendo, esta situación debe despertar a la fanática de lo sobrenatural en su interior.

— Mucho gusto, Roselyn, me llamo Andrea.— Dijo, mirando en una dirección completamente distinta a donde estaba la chica, supongo que es la intención lo que cuenta.— Quiero tener una conversación contigo.

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Gracias por leer el capítulo 10

Capítulo corto porque... Pues porque pensé que era un buen momento para dejar el capítulo ahí xD

En fin, bye~~