V E I N T I T R E S
***
<<Él>>
Como lo había planeado regrese a la cafetería al día siguiente, tome el mismo asiento de siempre, en esa misma mesa que ahora tenía mi nombre escrito solo ociosidad y el aburrimiento que me sumía al esperar que aparecieras. Podía jurar que mi trasero estaba completamente marcado al cojín de tantas veces en que en él me he sentado. Pero nunca llegaste. En tu reemplazo llego la misma chica pelinegra que solía atenderme antes de tu llegada, la interrumpí, no pediría nada hasta que te dignaras a aparecer, ella como buena informante y compañera de trabajo tuya, me explicó que no habías asistido a laborar en la cafetería gracias a un horrible malestar combinado con cólicos insoportables. No puedo entender como pero de repente mi corazón dio un vuelco, aceleró sus latidos y provocando un impulso de querer saber si estaba bien. Una punzada apareció de nuevo en la parte baja de mi cabeza ¿Me estaba preocupando? ¿Acaso estaba preocupado por ti? En definitiva estaba preocupado por ti, y aunque suene de lo más ilógico era cierto. Me asombre, es decir, era impresionante el simple y común hecho de como pasaste a ser la desconocida amante del helado a ser Mi Chica del Helado ocupando un lugar en mi monótona vida al igual que el repugnante y asqueroso sabor de helado que venía de acompañante contigo. Agradecí por los datos facilitados sobre tu ausencia dispuesto a retirarme del local caminando a mi humilde morada, hasta que mi visión jugó en mi contra, las ideas se pausaron y solo observe como tú cabellera azulada caía por tu espalda mientras devorabas eso que tú amabas y yo odiaba. Obviamente eras tú. Un impulso recorrió mi cuerpo hasta terminar en mis piernas ocasionando que en minutos estuviera cerca de ti sobresaltándote. No necesitaste pensánterlo varias veces para dibujar con tus labios una sonrisa al igual que yo no pensé demasiado para abrir mi bocota para hablar:
- ¿Estas bien? -pregunte, arqueaste las cejas y frunciste el entrecejo. Mi pregunta te tomó por sorpresa.
-Eh si, ¿Por qué no debería estarlo? -a mí parecer a ti se te había olvidado que no habías asistido al local por presentar malestar y estar ligeramente enferma.
-Preguntaba porque no fuiste a trabajar al local y Sarah me informó que tenías cólicos horribles y malestar general. Pero creo que estás curada. Te ves mejor.-
-Si, Ah eso, si claro mucho mejor ¿eh? Los tés aromáticos y esas hierbas hacen sus efectos. Además de estar tirada en la cama todo el día. Bueno yo ya debo irme-mencionaste, pero interrumpí tú clásica desaparecida. Otro de esos impulsos que no podía controlar llevaron a tomarte suavemente del brazo impidiendo tu escapada. ¿Se puede saber Qué carajos le sucede a mi cuerpo?.
-Soy Yael-me tome el tiempo de presentarme animoso, es decir desde que me atendiste ese día había sido descortés. Mi madre pensaría que deje mi educación en la basura. Así que quise arreglar mi grave error de obviar una presentación. Tú sonrisa se expandió ocupando casi todo tu pecoso rostro
-Si ya lo sabía -dijiste, de estar animoso pase a estar completamente confundido
¿Cómo es que ya sabias mi nombre? Si jamás me había presentado. ¿Cómo explicabas eso? Yo tarde como un siglo para descubrir el tuyo. Y tú ya sabías el mío en unos simples días.
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