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5. No es como los kdramas.

Absalon:

No sabía cuánto tiempo había dormido pero era seguro que mucho, por lo que me levanté de forma perezosa, no me había levantado en todo el día y aún no era de noche, mi estómago estaba vacío y luego me di cuenta que no estaba en mi casa. Me costó ubicarme en tiempo espacio, definitivamente estás paredes llenas de dibujos, pinturas y fotos de corea, las colchas, los edredones, la cama matrimonial, la lámpara de lava y la librería llena de libros de historia no eran míos.

Sabía dónde me encontraba, cerré los ojos queriéndome sentir avergonzado, pero eso había quedado en el pasado, diez años atrás cuando apenas íbamos al colegio con Isaack, pero después de tanto tiempo, de tantas fiestas, de tantas cosas juntos esa casa ya era mi segundo hogar; las primeras veces que había despertado no me había dado cuenta de dónde estaba porque ni siquiera había prestado atención a mi entorno.

Me levanté y fui directo al baño, dónde lo primero que ví fue mi reflejo, no había señal de la borrachera del día anterior, no había ojeras, no había palidez enfermiza, solo estaba yo sin camisa y en boxers, lo único fuera del lugar era que me estaba muriendo del hambre, recordé que no había comida nada desde el día anterior.

Me quite la única prenda que cubría mi cuerpo y me metí a la ducha, deje que el agua me recorriera, cerré los ojos dejándome llevar por el recuerdo de los sueños que había tenido todo el día, no sabía porque me estaba acechando un recuerdo de siete años atras, se suponía que ya lo había superado aunque a veces la duda sobre que había pasado con ella me albergaba, aunque desaparecía tan rápido como aparecía, alejo los pensamientos y me concentre el bañarme.

Salí de la ducha, recogí el boxer y lo tiré a la ropa sucia, tome un pantalón buso, una camisa negra holgada porque a Isaack le gustaba usar ropa tres tallas más grandes que la suya, tome calcetines y así salí baje a la sala donde ví a Isaack acostado en el sofá apoyado la cabeza en las piernas de Ibbie, su hermana mayor, peleando sobre la película que veían, sus padres al parecer no estaban en la casa.

-... aburrido- escuché que decía Isaack.

-¿Estás demente?- sonó indignada -. Solo la he visto diecinueve veces, tu has visto más veces Shrek y no digo nada.

-Shrek es mil veces mejor que interestelar, tiene mejor trama- volteó los ojos.

-Tan temprano y ya están peleando- intervengo porque su pelea se podría hacer eterna.

-¡Absy!- Ibbie golpea la cabeza de su hermano y la quita de sus piernas haciéndolo caer del sofá.

Ella se apresura a llegar corriendo hacia mi envolviendo sus brazos en mi cuello y piernas en la cintura, me tambalee un poco por el impacto de su cuerpo pero logre mantenerme de pie y devolver su efusivo abrazo.

-Temprano para tí, dímelo a mi que he tenido que aguantar a esa todo el día - se queja su hermano sobando su cabeza y levantándose del suelo.

-"Esa" tiene su nombre, y respétame, soy tu hermana mayor- ella se alejo solo un poco de mi desenvolviendo sus piernas de mi cintura pero sin soltar mi cuello.

Lo cual no era bueno porque estaba haciendo estragos en mi espalda al ser ella muy pequeña, me sonrió y dió un beso en la comisura de mi boca antes de alejarse por completo, su hermano volteo los ojos, antes de apartarla y poner distancia entre ambos. Ambos eran muy diferentes, mientras que Isaack tenía una personalidad sarcástica y venenosa, su hermana era todo sonrisas y coqueteos, mientras el usaba ropa súper holgada, su hermana vestía con minifaldas y tops ajustados de cuero, el no tenia tinta en su piel, ella tenía un brazo y una pierna cubiertos por completos de tatuajes.

Las diferencias continuaban, ella media un metro sesenta haciéndonos ver a ambos como simios enormes que medían metro noventa, le gustaba usar el cabello extremadamente largo y cada mes pintarlo de un color diferente, Isaack le gustaban los piercing en la nariz y la lengua, mientras ella tenía uno en el ombligo; ambos compartían los rasgos de ojos chinos, solo que Isaack los tenía negros y ella de color avellana, nariz recta y labios finos.

-Cuando crezcas te respetare- se burlo.

-Maldito niño mimado- le dió una colleja dando un brinquitos para alcanzarlo.

-¿Cómo te fue en Corea?- intervine antes de que comenzarán a discutir.

-Horrible- me dió una sonrisa y tomo asiento palmeando a su lado para invitarme.

Sonriendo me acerque sentadome a su lado tal como quería, ella no desperdicio tiempo subiendo sus piernas en mi regazo, apoyó su cabeza en mi hombro me removí incómodo y trate de alejarme de ella, pero se acercó aún más, Isaack volteo los ojos antes de tomar asiento  en el sillón personal y continuar viendo la pelicula la cual ya estaba por terminar.

-Corea no es como la pintan en los kdramas- continuo su respuesta a mi pregunta.

-¿Tan horrible es?

Bueno se que debía serlo porque ella amaba los kdramas tanto que por un tiempo idealizo corea y sus habitantes; era obvio que había ido a dar con una enorme pared, se había quitado algún tipo de máscara, aunque dudaba que su amor por kdramas cambiará.

-Lo es- contesta Isaack-. Por eso odio ir.

-Tiene razón, son machistas, irrespetuoso, prepotentes, acosadores y muchas cosas más; fui muy criticada cuando caminaba por las calles con mi abuela, ¡Incluso un policía se acercó a preguntarle si no le había robado nada! Fue indignante- suspiro fijando su vista en el televisor-. Pero no importa, amo a mis abuelos y ellos no me juzgan, por eso me enfrentó a ese infierno dos veces al año, por ellos haría lo que sea.

-Eso es muy lindo- dije refiriéndome hacia la forma en que amaba a sus abuelos.

-¿Crees que soy linda?- alzó el rostro emocionada, me removí incómodo por la ilusión de sus ojos.

-Dejalo en paz, Ibbie.

-Callate, que me dijo hermosa- se removió hasta casi quedar sentada en mi regazo.

-Eh, creo que tengo que irme- me removí hasta que ella quedó en el sofá y yo me puse de pie-. Mamá debe estar preocupada, no es normal que no la llame- comienzo a buscar mi teléfono haciendo más real mi mentira-. ¿Lo has visto?

-Si, vamos - Isaack se levantó y comenzó a subir hasta su habitación y yo lo seguí-¿Por qué la soportas?

-Es agradable- me encogí de hombros-. Y es tu hermana.

-Claro, tan agradable que tuviste que recurrir a una mentira para huir de ella- llegamos a su habitación-. Ella te incómoda y si no pones límites seguirá haciéndolo.

-Sabe que no me gusta, se lo he dicho- me encogí de hombros y me tire en su cama en lo que el buscaba mi teléfono.

-No, le has dicho que es agradable y una buena amiga, nunca le has dicho que no estás interesado en ella - me lanzó el teléfono en el estómago y luego se cruzó de brazos.

-¿Tengo que ser cruel con ella? ¿Es lo que sugieres?- reviso mi teléfono y tengo muchos mensajes con fotos mías de la cual no me acuerdo haberme tomado, también el mensaje de una chica diciendo que soy un idiota.

-No, pero si ella no lo entiende, tendrás que serlo en algún momento, solo hazlo para que no siga ilusionandose- aparte mi teléfono para verlo, estaba con el ceño fruncido, el tema le afectaba porque se trataba de su hermana, y aunque ella era la mayor el siempre fue sobreprotector con ella.

-Lo hare- asentí poniéndome de pie-. Ahora de verdad debo irme, gracias por cuidarme, saludame a tus padres e Ina, vendré otro día en mejor aspecto.

-Claro, ve con cuidado- me dió un leve golpe en la mejilla y sonrió de medio lado.

Estaba a punto de girarme cuando me vino a la mente el recuerdo del día anterior en el baño, la chica que me salvó, me había olvidado preguntar por ella, no tenía ni un recuerdo de su apariencia, y lo único que venía a mi mente era el aroma a flores y la voz suave.

-¿Puedo preguntarte algo?-me gire de nuevo hacia el.

-Ya lo estás haciendo.

-¿Puedes decirme quién era la chica de anoche?

-¿Tu salvadora?- le di un asentimiento -. No lo sé, no la conozco, fue Broock quien vino a buscarme y cuando llegue ella se fué, dijo que no te dijéramos nada, creo que tiene complejo de Superman o algo así - volteo los ojos.

-¿Cómo sabía a quien buscar?

-Ni idea, te lo dije, nunca la había visto en mi vida, de seguro fue alguna chica que te estabas follando, que se yo.

-Claro, gracias.

Me despedí de Ibbie, y luego me dirigí a casa de mamá, la sensación de desconcierto y curiosidad sobre mi salvadora, sabía que no era la chica con la que me estaba besando, ella se había ido molesta, no recordaba nada de ninguna pero si sabía que sus voces eran diferentes y olían diferente, por lo que mi salvadora era otra persona y era mejor que me olvidará de ella, tal vez nunca la volvería a ver.

Luz:

Era domingo por la tarde, Serena se encontraba en la alfombra pintando las uñas de sus pies, con el cabello envuelto en una toalla, una pijama de Sullivan de monster inc, un suéter de color azul y una mascarilla de aguacate cubriendo su rostro y a su lado Sean le pasaba lo que ella pedía aunque le prestaba más atención a la película que se reproducía, el iba vestido con un traje completo de Mike Wazowski, frente a ellos había nachos y frescos.

Yo me encontraba sentada en el sillón, también tenía la mascarilla de aguacate y el cabello envuelto en toalla, andaba vestida con un short corto de seda negro y un suéter ajustado del mismo color, no llevaba brasier porque lo que las demás llamaban pechos yo los llamaba limones con pezones, tenia las piernas cruzadas y sobre ellas la cabeza de Luke, quien roncaba profundamente.

Era una tarde de películas luego de un largo día de limpieza exahustiva por orden de Serena, y no es que yo fuera una chica desordenada pero mi prima tenía una obsesión un poco insana con el orden y la limpieza.

Sean y yo éramos los únicos que prestamos atención a la tercer entrega de toy story. Me fascinaba ver películas animada e infantiles sentía que dejaban un mejor mensaje que aquellas que eran para los "adultos", a diferencia de Serena que solo las miraba porque a Sean le gustaba y la mayor parte se la pasaba viendo su teléfono o arreglando sus uñas sin herir a su niño porque no disfrutaba de tales películas, aunque les gustaba debatir sobre las películas y los mensajes que dejaban a los niños, aunque ellos cuando estaban juntos les gustaba ver documentales sobre animales, el espacio exterior y historia.

Luke, sin embargo, no disfrutaba en lo absoluto las películas, para el eran como un potente somnifero, desde el segundo dos ya estaba cabeceando y cayendo dormido, por lo que me reí y acaricie sus cabellos chocolatados, si no fuera porque no compartíamos sangre estuviera segura que el y Sean compartían varios rasgos, como su cabello y la risa, era una sonrisa completa mostrando los dientes y arrugando la nariz de forma adorable, tal vez pasar demasiado tiempo juntos los hizo compartir gestos.

El sonido de la alarma del teléfono de Serena nos avisó que era momento de retirar las mascarillas, así que con cuidado acomode la cabeza de Luke en el sofá mientras me levantaba y caminaba hacia mí baño para lavar el desastre de mascarilla que cubria mi rostro, me costo mas de lo que pensaba, mas que todo porque se habia secado, hasta que después de tres enjuagadas quede limpia, tome una toalla y me seque, luego la aventé hacia la cama.

Me le quedé viendo fijamente, era domingo y yo no estaba trabajando, suceso extraño porque a la gente le fascinaba celebrar cosas en sus días libres, y yo desde que había entrado a trabajar en la empresa los fines de semana nunca los tenía libre, se suponía que era un día para descansar, pero no había podido dormir ni una hora y había pasado toda la madrugada adelantando trabajo de la siguiente semana, no sabía cómo no había colapsado.

Me sentí liviana y por un momento sentía que me caería, pero nada paso, solo seguí allí parada frente a mí cama observando la toalla me recordaba a los azulejos del baño del hotel, aunque no entiendo porqué, pero de pronto me vino el recuerdo de hace dos días en la fiesta de cumpleaños de Clary, donde yo había ayudado a Absalón, y sí, me había aprendido su nombre porque no había dejado de repetirlo en el caminó hacia el baño.

Encontrarmelo en el pasillo siendo abandonado por una chica sonrojada y molesta que me había gritado que no me acercara a el porque solo era un imbécil que no se la había follado, haciéndole caso omiso a la chica dolida me acerque a el, porque me recordó a mi, alli tirado solo y perdido, me ví a misma con dieciocho años totalmente perdida y borracha, llorando y pidiendo ayuda, la única persona que recurrió a mi fue Luke y ya era demaciado tarde cuando llegó.

No eran las mismas circunstancias, lo sabía pero mi mente paranoica me lo mostró en medio de una calle a punto de saltar frente a un auto, el primero que se le pusiera enfrente; me acerque lo más rápido que pude a el poniéndome de rodillas y tomando su rostro entre mis manos, lo llame muchas veces pero no reaccionaba, solo repetía que era su culpa, así que decidí llevarlo a un baño para mojar su cabeza y regresara a sus sentidos.

¿Estará bien?

Esperaba que sí, no quería que viniera a agredecerme, estaba segura que ni siquiera se acordaría de mi, eso era lo mejor.

-¡Luz!- escuche gritar a Luke desde la sala.

Brinque en mi lugar volviendo a la realidad, arrugue el entrecejo un poco perdida, sacudí la cabeza y me dirigí hacia la sala, Luke estaba sentado junto a Serena y ella pintaba las uñas de sus pies de negro, Sean comía sus palomitas y en la tv la película ya iba mas de la mitad, arrugue el entrecejo confundida.

¿Cuánto tiempo me había ido?

-¿Por qué tardaste tanto?- Luke soplo las uñas de su mano, hacia esto solo para complacer a Serena pero se veía muy gracioso haciendo ese gesto.

-Solo fui a lavarme la cara- me encongi de hombros, restándole importancia.

-Por media hora- me senté a su lado y lo mire confundida.

-¿Media hora? Solo fueron unos minutos - revise los esmaltes hasta dar con el color que quería.

-El somnifero está por terminar y yo dormí como un bebé, fueron más que unos minutos.

-El tiene razón - intervino Serena-. Te ausentaste mucho tiempo, ¿Estás bien?

-Sí- parpadee confusa-. Estoy bien, no te preocupes.

-Claro- sonrió poco convencida, pero no dijo nada más respecto al tema-. Así qué... ¿Cómo te va con esa chica?—cambio el tema hacia Luke.

-Bien- contesto evasivo, Serena y yo compartimos una mirada y luego lo vimos a el.

-Te gusta- deduje, Serena soltó un grito emocionada.

-¡Sí, te gusta!- lo señalo con una y con la otra tapo su boca, Luke volteo los ojos y quitó de su cara el dedo de Serena.

-No me gusta, simplemente es muy bonita y es muy inocente.

Traducción: si le gustaba pero le daba miedo enamorarse.

-Justo como te gustan- lo molesto Serena.

-Que no me gusta- dio un manotazo en la mano de Serena que iba a tomar palomitas -. Simplemente...

-¿Qué significa inocente?- pregunto Sean, sacándonos de nuestra conversación para posar los ojos en el.

Había olvidado su presencia por un momento, estaba muy ocupado viendo la película.

-Que no tiene maldad en su corazoncito - respondió Serena tocando con un dedo su pecho y haciendo cosquillas.

-¿Maldad? ¿Yo soy inocente?- ladeo la cabeza confundido.

-Sí, mi chiquito, eres un niño inocente y muy bueno.

-¿El tío Luke tiene novia?- el aludido se atragantó con su saliva y yo solté una risita.

-No, pero pronto la tendrá.

-¡Luz!- se quejo él.

-¿Es linda? También es inocente como yo, el tío lo dijo.

-Si, listillo, es una chica muy linda- doy un toque en su frente con mis dedos indice y medio.

-¿Se van a casar y tener un hijo?- Luke se ahoga con su saliva, de nuevo, y enrojece hasta la s orejas.

Serena y yo soltamos sonoras carcajadas súper divertidas con la situacion de mi amigo.

-¡No, no, no! Yo no voy a tener hijos y no tengo novia.

-Todavia- dijimos Serena y yo al unisono, nos dió una mirada amenazante y luego se volvió hacia Sean.

-No les prestes atención, saltamontes, cuando tenga novia serás el primero en saberlo.

-¡¿Enserio?! ¡¿lo prometes?!- dio saltitos alegres y sus mejillas se sonrojaron— ¿Me explicarás también como se hace un bebé?

—Eso que te lo explique mami, pequeño— lo cargo y lo puso en las piernas de Serena que estaba pálida.

—Este es el momento en el que explicas como las cigüeñas traen bebés— dije divertida.

—¡Cómo la película!— se emociono Sean— mami, busquemos una cigüeña para que te traiga otro hijo.

—¿Qué?— palideció aún más, no le sorprendía que en cualquier momento hubiera caído desmayada.

—¿Cómo se hace?— arrugó sus cejas y se levantó del regazo de su madre, puso sus manos en la cadera completamente concentrado—. ¡Cigueña, ven! ¡Cigueña, trae un bebé! ¡Mami quiere uno!— comenzó a gritar mientras corría por toda el departamento.

Luke y yo reímos, Serena aún parecia que se le había bajado la presión . Cuando Luke tuvo suficiente lo cargo y lo distrajo del tema de las cigüeñas, era lindo verlos juntos parecían padre e hijo, aún sonriendo comencé a sentirme mareada y la cabeza me pesaba, pero suspiré fingiendo que nada me sucedía, le seguí la conversación a los chicos hasta que consecutivamente el dolor y el mareo desaparecieron.

Estoy bien- me repetía mentalmente.

Tengo que estarlo.

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