Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

45-¿ESTÁN LOCAS?

Bueno, dejo el último capítulo de esta historia. Falta el epílogo, no os preocupeis. Espero que os guste este capítulo y como siempre, comentarios, votos y esas cosas.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------




LENA

21 de Junio de 2025

Kara y las niñas salieron del hospital tres días después. Las tres estaban perfectamente.

El primer día en casa, Marley, Sarah y Collin apenas se separaban de sus hermanas, pendientes de todo lo que Kara y yo hacíamos con ellas. Se sentaban al lado de Kara cuando las daba de comer y se quedaban mirándola fijamente. O venían conmigo cuando iba a cambiarle el pañal a alguna o a bañarlas.

Mis madres y la madre de Kara se habían, prácticamente, mudado con nosotras. En principio, porque después del nacimiento de las niñas, a mí me quedaba una semana para dar a luz.

Se me estaba haciendo larguísimo. Y el día de hoy, más aún. Debido a que yo no podría tener un parto normal, tenía programada una cesárea para el día siguiente

-Kara: Amor... ¿Estás bien? – preguntó acercándose a mí. Yo estaba tumbada en la cama, me dolía la espalda y sólo podía llorar. - ¿Te duele?

-Lena: La espalda me mata... Ni siquiera parece que tenga ganas de salir. Si no fuera porque mañana acabará todo, diría que se iba a retrasar. No lo entiendo.

-Kara: Porque ahí dentro se está muy a gusto, seguro. Si yo fuera él, tampoco querría salir nunca.

-Lena: Eso no me anima...

-Kara: Lo siento... - dijo besándome – Las niñas duermen y los tres monstruos mayores se han ido al parque con sus abuelas y Krypto... ¿Quieres que te prepare un baño relajante?

-Lena: Kara...

-Kara: Venga, te irá bien, estás muy nerviosa, amor – dijo tirando de mí haciendo que me sentara en la cama. Se agachó para ayudarme a ponerme unas zapatillas y me levantó, abrazándome – Creo que echaré de menos verte así... - dijo acariciando mi vientre.

-Lena: Pues yo no lo echaré de menos, te lo aseguro.

-Kara: ¡Eh, ¿puede oírte, sabes?! No digas eso... Va a pensar que no lo quieres – bromeó - Espérame aquí... - dijo caminando hacia el baño. Escuché el grifo y el agua correr. Kara volvió conmigo y me abrazó por detrás, besando mi cuello.

-Lena: Cariño...

-Kara: Tranquila... - dijo, bajando un poco mi camiseta y besando mis hombros. – Sólo quiero que te relajes. No quiero que hagamos nada...

-Lena: Lo sé, pero... - dije mirando mi entrepierna. Kara también miró y se rió.

-Kara: Tendrás que decirle a tu amiguito que esta vez no... Ven, vamos al baño – dijo tirando de mí.

Mientras la bañera terminaba de llenarse, Kara me ayudó a desnudarme y a meterme dentro. El agua estaba perfecta. Kara le había añadido algo de espuma y algún gel que olía de maravilla.

-Lena: ¿Te he dicho alguna vez que eres perfecta?

-Kara: Puede... - dijo, desnudándose y metiéndose detrás de mí, empezando a masajear mis hombros y mi espalda - ¿Qué tal...?

-Lena: Tienes unas manos mágicas, cielo... - suspiré, empezando a relajarme. Cuando Kara acabó su masaje, me recosté sobre ella, totalmente relajada mientras Kara ponía sus manos sobre mi vientre, acariciándolo - ¿No te cansas de hacer eso?

-Kara: Nunca... - sonrió.

Nos quedamos así un rato, hablando, disfrutando del momento de tranquilidad que teníamos antes de que Katie y Kieran se despertaran pidiendo comida y nuestras madres volvieran con los niños. Era sábado, pero, a diferencia de este fin de semana, Kara les había pedido a J'onn y a Martha que se quedasen en la casa, por si los necesitábamos. Ellos no tuvieron ningún problema, y eso también nos dejaba un poco más de tiempo para nosotras dos.

-Lena: ¡Ah, joder! – dije, sintiendo un fuerte dolor.

-Kara: ¿Qué, qué pasa?

-Lena: Me duele... Me... ¡au!

-Kara: Oh, joder... - dijo saliendo de la bañera lo más rápido que pudo y poniéndose un albornoz – Sal del agua, vamos – dijo ayudándome. Al salir, me doblé del dolor y tuve que apoyarme en el lavabo mientras Kara me sujetaba. – Creo que el bebé ya quiere salir, amor... Parece que después de todo, sabía cuándo le tocaba, ¿eh? – dijo sonriéndome y secándome con una toalla. – Ven, vamos a la habitación, tienes que vestirte...

-Lena: ¡Oh, mierda, Kara, duele!

-Kara: Lo sé, lo sé... - dijo besándome – Tranquila, ¿vale? – dijo llevándome hasta la cama y haciendo que me sentase allí. Luego corrió hacia la puerta - ¡MARTHA! – Gritó, corriendo hacia el armario y sacando algo de ropa. – Necesitas algo cómodo... Algo que... Sí, este vestido irá bien. Ven, ponte de pie.

-Lena: Kara... - sollocé – Duele muchísimo... ¡Au! – grité, agarrando sus brazos con tanta fuerza, que juraría que podría habérselos arrancado.

-Kara: Tranquila, amor...

Martha llegó en ese momento.

-Martha: ¿Sí, señorita Kara?

-Kara: Martha, dile a J'onn que prepare el coche. Y llama a mi madre y dile que vengan a casa, Lena está de parto y tenemos que irnos.

-Martha: Sí...

-Kara: Siéntate, amor... - dijo, ayudándome a sentarme de nuevo en la cama. La vi coger su teléfono y buscar un número. – Felicity... Soy Kara. Lena se ha puesto de parto, saldremos hacia el hospital en unos minutos... Acaba de empezar con los dolores hace nada, pero... Vale... Sí... Gracias – dijo colgando – Nos esperará allí e irá preparando todo.

-Lena: ¿Cómo lo hiciste...? – dije, llorando y sujetando mi vientre.

-Kara: ¿El qué?

-Lena: ¿Cómo pudiste aguantar? Si con uno duele así... ¿Cómo será con dos o con tres...?

-Kara: No pienses en eso – dijo, mientras se quitaba el albornoz y buscaba unas bragas en su cajón, poniéndoselas rápidamente. Luego cogió un pantalón y una camiseta y se los puso también. Se puso los zapatos y a mí me ayudó, poniéndome las zapatillas. Estaba agachada cuando me miró, sonriendo – Estarás más cómoda, ¿vale?

-Lena: Kara... No me has puesto... ropa interior.

-Kara: Ya... No vas a necesitarla. Y nadie lo va a notar. ¿Dónde está la bolsa?

-Lena: En el arma... ¡au, Kara, vámonos!

-Kara: Tranquila, amor, tú... Tú respira, ¿Vale? Tengo que sacarme algo de leche para dejársela a nuestras madres para las niñas. Intentaré ser rápida. ¿Sí?

-Lena: ¡¿AHORA?!

-Kara: Sí, no... En la nevera sólo hay para una vez y... Está bien, supongo que podré dejarlo para luego. Vamos.

-Lena: ¡¿Qué haces?! – grité, cuando la noté cogerme en brazos. Me agarré a su cuello con fuerza. Llevaba la bolsa colgada del hombro.

-Kara: Bajarte... No quiero que bajes esas escaleras andando. No así.

-Lena: ¿Y si te tropiezas?

-Kara: Bueno, eso sería probable si las bajara yo sola. Pero no cuando llevo en brazos lo que más quiero. Tú... Agárrate ¿Vale?

-Lena: Sí... ¡Oh, joder! ¡Te voy a matar por convencerme de hacer esto!

-Kara: Me parece bien... - dijo sonriéndome.

-Lena: Lo digo en serio, Kara. Pienso hacerte pedacitos... Y dárselos de comer a Krypto.

-Kara: ¿Y cómo piensas apañarte tú sola con seis niños? – dijo mirándome – Sé que te duele y que ahora mismo me odias. Pero en cuanto veas la carita de nuestro hijo, te olvidarás de todo.

-Lena: No lo creo...

-Kara: Sí, lo harás...

-J'onn: el coche está listo – dijo cuando llegamos abajo.

-Kara: Entonces vámonos ya...

En ese momento, Eliza, mis madres, Krypto y los niños, llegaban del parque.

-Helena: ¡Lena, cariño!

-Eliza: Id con ella, yo me quedo con los niños.

-Lillian: ¿con todos?

-Eliza: Martha me ayudará.

-Collin: ¿Qué le pasa a mami?

-Eliza: Vuestro hermanito ya viene.

-Lena: Portaos bien y haced caso a la ¡abueeeelaaaaaa! ¡Kara, muévete, joder!

-Kara: Sí, sí... Te llamaré... - dijo, mirando a Eliza y caminando hacia el coche - ¡Portaos bien!

Subimos al coche y J'onn condujo rápidamente hasta el hospital. Kara fue todo el camino atrás conmigo, intentando calmarme, aguantando mis gritos y golpes.

KARA

Al llegar al hospital, Felicity nos esperaba allí. Lena cogía mi mano con fuerza, gritando.

-Kara: Tranquila, amor, ya pronto habrá acabado.

La llevaron directamente a un quirófano y me dieron ropa para cambiarme para poder estar con ella.

-Lena: ¡¿Dónde narices estabas?!- gritó, cuando me vio entrar.

-Kara: Cambiándome. Ya estoy aquí, ya no me iré, ¿vale? – dije cogiendo su mano y besándola. Aunque ella me mordió el labio - ¡Lena!

-Lena: ¡¿Crees que este es un buen momento para besarme?!

-Kara: Pues... - miré a Felicity.

-Felicity: Está todo listo. Vamos a empezar, ¿de acuerdo?

-Lena: Kara... - dijo mirándome – Lo siento... Yo... Tengo miedo...

-Kara: Lo sé... Pero estoy contigo, ¿vale? En unos minutos, tendrás a nuestro hijo en brazos.

-Lena: ¿Cómo me aguantas?

-Kara: Porque te quiero... - dije apretando su mano y mirando de vez en cuando cómo iba todo- ¿Te duele?

-Lena: Ahora no...

-Kara: Bien... - dije apartándole el pelo de la cara y volviendo a mirar – Ya está casi fuera....

Después de un rato, escuchamos un fuerte llanto.

-Lena: ¿Ya...?

-Kara: Sí, ya... - dije mirando – Vaya, es muy grande...

-Lena: ¿Grande?

-Kara: Sí, más de lo que eran sus hermanos y hermanas al nacer. Es precioso...

Después de limpiarle y examinarle, lo dejaron sobre Lena, que lo cogió con cuidado.

-Lena: Mira... Va a tener tu sonrisa – dijo, llorando de alegría.

-Kara: Es precioso, amor... - dije besándola. – Mientras estás en recuperación, iré a ver a los demás...

-Lena: ¿Puedes traerlos? Quiero que conozcan a su hermano.

-Kara: Claro...

Se llevaron al niño para terminar de hacerle pruebas y demás y yo salí a dar la noticia. Cuando llegué a la sala de espera, vi que Helena y Lillian habían llamado a todo el mundo. Allí estaban Alex, Sam, Winn, Nia, Lex...

-Lillian: ¿Y bien?

-Kara: Todo ha ido de maravilla. Voy a ir a casa a por los niños para que conozcan a su hermano.

-Alex: ¿Cómo piensas traerlos a todos?

-Kara: Hace un par de semanas, antes de que Katie y Kieran nacieran, Lena y yo compramos un autobús para llevarlos a todos.

-Alex: ¿Un autobús? – preguntó.

-Kara: Bueno, en realidad es un... coche grande.

-Alex: Iré yo a buscar a mamá y a los niños. Tú quédate con Lena.

-Kara: ¿Sí?

-Alex: Sí...

-Kara: Gracias... - dije abrazándola.

Varias horas después, ya en la habitación, Lena abrió los ojos.

-Lena: ¿Kara...?

-Kara: Eh, hola, dormilona... - dije sonriéndola – Estabas cansada, ¿eh?

-Lena: ¿Dormí mucho?

-Kara: Lo que necesitabas, amor... - dije acercándome a la cuna que había al otro lado de la cama y cogiendo al niño – Mira quién está aquí...

-Lena: Mi niño... - dijo.

-Kara: Nuestro niño...

-Lena: Bueno, sí, nuestro... Pero este es más mío que tuyo.

-Kara: ¿Entonces los otros cinco son más míos que tuyos?

-Lena: Algo así... - bromeó.

-Kara: Todo el mundo está fuera, deseando veros. ¿Te ves con fuerzas? Puedo decirles que vengan mañana...

-Lena: No, que pasen...

-Kara: ¿Segura?

-Lena: Sí... ¿Qué aspecto tengo?

-Kara: Pareces una cavernícola con esos pelos todo despeinados y... -me reí y la besé – Estás preciosa, amor, como siempre.

-Lena: Eres idiota, cariño, como siempre...

-Kara: ¡Oye! – dije tapando los oídos del bebé - ¿Acaso quieres que lo primero que recuerde sea a una de sus madres llamando a la otra idiota?

-Lena: Has empezado tú llamándome cavernícola... Además, no se acordará de esto.

-Kara: Bueno, por si acaso. –dije, seria.- Voy a decirles que entren.

-Lena: ¿Te has enfadado? ¿En serio?

-Kara: Sí.

-Lena: Kara, cielo, es una broma... ¿Lo sabes, verdad?

-Kara: Broma o no, tendré que pensar en un castigo adecuado para eso.

-Lena: Cariño... - dijo mirándome, preocupada – Oye, nunca te ha molestado que te diga eso. ¿Ahora sí...?

-Kara: Sí.

-Lena: ¿De verdad? Oye, Kara, lo siento, yo... - dijo. La besé, haciendo que se callara.

-Kara: Cuando las dos nos hayamos recuperado lo suficiente, ya me encargaré de castigarte en condiciones. –susurré, besando su cuello.

-Lena: ¡Kara, eres idiota, de verdad creía que te habías enfadado! – gritó, dándome un puñetazo en el hombro.

-Kara: ¡Au! – grité, en broma, acariciándome donde me había golpeado. Me acerqué al bebé – No te preocupes, tu madre no suele ser tan agresiva. Es que hoy la has pillado en un mal día.

-Lena: Anda, haz pasar a todos antes de que te tire algo a la cabeza.

Salí a buscar a todo el mundo y, cuando entraron, me senté al lado de Lena.

Helena y Lillian tenían cogidas a Katie y Kieran, mientras que Marley, Sarah y Collin, corrieron hasta la cama para ver a su nuevo hermanito.

-Kara: ¿Qué pasa, Marley? – pregunté al verla mirar a su hermano de forma extraña. Se acercó más a él y tocó su nariz.

-Marley: No me gustan los niños. Son tontos, como Collin. ¿Por qué no podías ser una niña, eh?

-Lena: ¡Marley!

-Winn: Me preguntaba cuál de ellas o de ellos, sería como sus madres. Ya tengo la respuesta.

-Nia: ¡Winn!

-Winn: ¡¿Qué?! Con tanto niño, alguno les tendrá que salir gay, o lesbiana... Ya sabemos que será Marley. - ¡Au, Nia! – gritó, llevándose la mano a la cabeza.- ¿Por qué me pegas?

-Nia: Por bocazas.

-Winn: Pero si Lena y Kara no se enfadan. Saben que lo digo de forma cariñosa.

-Helena: Vaya, creo que Kieran necesita que la cambien.

-Kara: Que lo haga Winn... - dije mirándole.

-Winn: ¿Yo?

-Kara: Sí, tú. ¿No querías ver la cosita de Kieran? Pues te dije que podrías, pero a cambio tendrías que cambiarla. Puedes hacerlo ahí, en el sofá.

-Winn: ¿Con todos mirándome?

-Kara: Si no recuerdo mal, tus palabras exactas fueron... "creo que podré soportarlo". Demuéstralo.

-Winn: ¿No tenéis que presentarnos a alguien?

-Kara: Primero cambia a Kieran...

-Winn: ¿No vas a decirles nada? – preguntó, mirando a Nia.

-Nia: No. Quiero ver cómo te apañas cambiando pañales tú solo.

-Winn: ¿Por qué?

-Nia: Porque deberías ir aprendiendo.

-Winn: ¿Por qué?

-Kara: Winn, no tenemos todo el día...

-Winn: Vale... A ver, Deme a Kieran... - dijo cogiéndola de brazos de Helena– Joder, ¿Qué le das de comer, Kara?

-Kara: Leche.

-Winn: ¿Seguro que no está caducada?

-Kara: ¿Quieres darte prisa? Queremos poder presentar a nuestro hijo antes de su boda. Gracias.

-Winn: Vale... - dijo acercándose al sofá y tumbando a Kieran en él. Se sentó a su lado, empezando a quitarle el pantaloncito que llevaba.

Nia se acercó a él con un pañal limpio y todo lo que iba a necesitar para lavarla.

-Nia: Iré a por agua... - dijo entrando al baño y saliendo poco después con un recipiente con agua.

-Winn: Bueno, vamos allá. Esto no puede ser tan malo, ¿verdad? – preguntó, mirando a Kieran y riéndose. Abrió el pañal - ¡No, no es malo, es peor! ¡Joder! ¡Kara, podríais usar esto como arma biológica, ¿lo sabíais? Dios, qué asco... - dijo, aguantándose una arcada.

-Nia: Toma, lávala – dijo, tendiéndole la esponja mojada.

-Winn: Espera... ¿Quieres que... Toque esa cosa... pastosa y amarilla y...? – otra arcada. – Vale, no creo que pueda.

-Nia: No exageres. Toma.

Winn cogió la esponja y empezó a limpiar a Kieran mientras miraba para otro lado.

-Kara: Así sólo conseguirás mancharla más, Winn. Mira lo que haces.

-Winn: Es que es... Asqueroso. ¿Cómo lo aguantáis?

-Alex: Apuesto veinte pavos a que echa la pota.

-Sam: Yo apuesto veinte a que no lo hace...

-Alex: Te gusta llevarme la contraria.

-Sam: Me encanta. Ya lo sabes.

-Nia: Vamos, cielo. Sólo es caca de bebé...

-Winn: Ya, claro. Hazlo tú...

-Nia: A este paso, creo que me tocará hacerlo siempre a mí... Termina de lavarla.

-Winn: Ya está... - dijo cuando acabó – Creo que ya está bien limpia... ¿Ahora qué? Eh, mira... - dijo- Está jugando con su... "cosita" – Dijo, quedándose callado- Vale, esto es raro. Creo que debería dejar de mirar eso. ¿Qué hago ahora?

-Kara: Talco. Sólo un poco, no hace falta que la reboces como si fueras a freír una croqueta.

-Winn: Vale. Talco... Gracias – dijo cuando Nia se lo dio, echándole un poco - ¿Y ahora?

-Nia: El pañal limpio.

-Winn: Vale, esto es fácil. Sólo hay que... Espera... ¿Esto tiene una forma de ponerlo, verdad? Tiene una parte delantera, y una trasera... Creo que va... Así. Espera... ¿Esto no debe tener unas pegatinas o algo así para cerrarlo? Nia, me has dado un pañal defectuoso.

-Kara: Tú sí que estás defectuoso. El pañal está al revés, Winn. Has puesto la parte de fuera hacia dentro.

-Winn: ¿Me tomas el pelo? No soy tan estú... -dijo mirando – Uy, pues sí, es verdad... - Dijo dando la vuelta al pañal - ¿Así?

-Kara: Sí, así... - dije riéndome.

Winn terminó de poner el pañal y volvió a ponerle el pantaloncito a Kieran.

-Winn: Lista... Ahora hueles bien... - dijo riéndose y mirándonos – Bueno, no está tan mal, ¿no?

-Sam: Me debes veinte pavos, Alex...

-Alex: Luego te invito a cenar.

-Sam: Eso me gusta más.

-Kara: ¿Tú qué opinas, Nia?

-Nia: Que ya sé quién va a cambiar los pañales de nuestro hijo o hija, dentro de siete meses.

-Winn: ¿Quién yo? Bueno, creo que si he sobrevivido a la primera vez, podré... Espera... ¿Qué acabas de decir?

-Kara: Vaya, creí que no lo pillaría nunca.

-Nia: No eres la única. Creí que tendría que deletreárselo para que se diera cuenta. O mandárselo por e-mail, seguro que así lo coge a la primera.

-Winn: ¿Un bebé...? ¿Vamos a tener un bebé?

-Nia: Sí...

-Winn: ¡¡Síiii!! – dijo abrazándola y besándola - ¡Eso es genial!

-Nia: ¿Sí?

-Winn: Pues claro...

-Lillian: Eso es maravillosos, pero si no os importa, me gustaría saber ya el nombre de mi nuevo nieto... - dijo, mientras Helena cogía de nuevo a Kieran.

-Kara: Claro... - dije pasando un brazo por detrás de Lena y mirándola a ella y al bebé. - ¿Lo dices tú?

-Lena: Claro... Os presentamos a Cameron Zor-el Danvers Luthor.

-Eliza: Es un nombre precioso.

-Lillian: Sí, sí que lo es...

Después de que Cameron pasara por manos de todos los presentes, se marcharon y nos quedamos solas con él.

Marley, Sarah y Collin se habían quedado encantados con su nuevo hermano.

LENA

23 de Junio de 2025

Llegamos a casa, por fin. Yo llevaba a Cameron en brazos y no habíamos terminado de cruzar la puerta cuando Sarah, Marley y Collin vinieron a recibirnos. Krypto también se acercó y se alzó sobre sus patas traseras, olisqueando a Cameron.

-Kara: ¿Te gusta el nuevo miembro de la familia, eh?

Krypto ladró, contento.

-Lena: ¿Dónde están Kieran y Katie?

-Alex: Durmiendo...

-Kara: ¿Qué hacéis aquí?

-Alex: Recibir a mi sobrino... ¿Puedo cogerle?

-Lena: Claro... - dije dejándolo en brazos de Alex, que empezó a mirarlo. Mucho.

-Kara: ¿Qué haces?

-Alex: Ver a quién se parece.

-Kara: Según Lena, a mí.

-Alex: En la sonrisa... Pero en lo demás es totalmente Lena. ¡Mira, hasta hace esa cosa con la ceja!

-Kara: Mejor entonces...- dijo sonriéndola mientras se sentaba. Krypto fue a sentarse a su lado, olisqueando de nuevo a Cameron.

-Collin: ¡Krypto, vamos a jugar! – dijo, enseñándole la pelota. - ¡Krypto!

-Sarah: Mamá, ¿Podemos devolver a Katie y a Kieran?

-Kara: ¿Devolverlas? – preguntó agachándose - ¿Por qué, cielo?

-Sarah: ¿Se puede o no?

-Kara: No, no se puede...

-Collin: Krypto ya no quiere jugar con nosotros.

-Marley: Sólo se tumba delante de las cunas de Kieran y Katie.

-Collin: O al lado de la abuela si están con ella.

-Kara: Bueno, cuida de ellas como al principio cuidaba de vosotros. Sobre todo de ti – señaló a Collin.

-Sarah: ¿Krypto ya no nos quiere?

-Lena: Claro que os quiere, cariño. Pero como vuestras hermanas son más pequeñas, Krypto quiere cuidarlas. Igual que a Cameron.

-Collin: Pero yo quiero jugar con él a la pelota.

-Kara: Dame la pelota... - dijo cogiéndola, abriendo la puerta del jardín y lanzándola - ¡Krypto, a jugar!

Krypto ladró y corrió tras la pelota. Collin, Sarah y Marley corrieron tras él. Kara cerró la puerta lo justo para que Krypto no pudiera volver a entrar y jugara con ellos un rato, pero también para poder escucharlos si pasaba algo.

-Alex: Iré a vigilarlos.

-Kara: Bien... ¿Y Sam?

-Alex: Ha ido a recoger a Beth de natación.

-Kara: Oh, bien...

Alex salió y me senté en el otro sofá, enfrente de mis madres. Kara se sentó a mi lado.

-Lillian: Ahora que estamos solas... Queremos deciros algo.

-Lena: ¿Vais a separaros? – pregunté – Porque no lo entiendo, se os ve bien y...

-Helena: No cielo, no vamos a separarnos. Pero estábamos pensando... En darte un hermano.

-Lena: ¿Has dicho... Un hermano?

-Lillian: Sí. O hermana, lo que prefieras.

-Kara: ¿Estáis seguras?

-Helena: Tanto cuidar de nuestros nietos, nos ha dado ganas de tener uno propio.

-Lena: Pero... Vosotras ya sois...

-Lillian: ¿Viejas?

-Lena: No quería decirlo así, pero... Sí.

-Lillian: Ya lo sabemos. Por eso vamos a adoptarlo. No queremos un bebé, pero tampoco un adolescente. Habíamos pensado en unos... ¿Diez años?

-Lena: Diez años...

-Helena: Y lo mejor sería un niño. Ya hay demasiadas mujeres en esta familia.

-Lena: Pero yo ya tengo un hermano. Tengo a Lex.

-Lillian: Sí, pero Lex ya no tiene diez años.

Miré a Kara, que estaba en silencio.

-Lena: ¿Tú no dices nada?

-Kara: Son tus madres, amor. Es algo que tú tienes que hablar con ellas, no yo. Yo sólo puedo apoyarte con lo que decidas. Aunque si es lo que desean...

-Lena: ¿Y si les pasa algo?

-Kara: ¿Quieres decir si se mueren?

-Lena: ¡¡KARA!!

-Kara: ¡¿Qué?! ¡Estás dando muchos rodeos para decir las cosas, amor! Si ellas se mueren, nosotras le cuidaremos. Total, uno más, tampoco lo íbamos a notar. Y al menos ya estaría medio criado...

-Lena: ¡Kara...! ¡No me ayudas, cielo!

-Kara: ¿Entonces por qué me preguntas?

-Lena: Porque eres mi esposa....

-Kara: Pero son tus madres... Y es tu hermano o hermana de quien hablan. Yo no tengo nada que opinar ahí, amor...

-Lena: Está bien. Supongo que... Si es lo que queréis, no puedo negarme. – dije mirándolas - ¿Cuándo vais a empezar con los trámites?

-Helena: Pues mañana mismo...

-Kara: A lo mejor Cat puede ayudaros con eso. O Sam.

-Lena: ¿Ahora sí opinas?

-Kara: No opino. Sólo... Les digo que Cat o Sam pueden ayudar. Son buenas abogadas y...

-Lena: Mi madre también lo es.

-Kara: ¡Sí, pero ella no puede llevar este caso! Tal vez Cat o Sam conozcan a alguien. Sé que Sam tiene muchos contactos.

-Helena: Kara tiene razón, Lena. Yo no puedo encargarme. Y si, pensé en Cat, pero va a estar fuera por un asunto importante durante un par de meses, así que...

-Kara: Entonces Sam. Seguro que ella puede ayudaros.

-Lena: ¿Estáis completamente seguras de esto?

-Lillian y Helena: Sí.

-Lena: Entonces no hay más que hablar...

Alex entró en ese momento.

-Alex: Me muero de sed. Hay cervezas, ¿verdad?

-Kara: Sí.

-Alex: ¿Y esas caras? Parece que estéis planeando un asesinato o algo así. – dijo caminando hacia la cocina, abriendo una cerveza y dando un buen trago.

-Kara: Lena va a tener un hermanito – soltó.

Alex escupió la cerveza, atragantándose. Kara corrió a darle unas palmadas en la espalda.

-Alex: ¡¿Qué qué?! – miró a Lillian y a Helena - ¿Quién de las dos está...? No, eso es imposible...

-Kara: Van a adoptarlo.

-Alex: ¡Joder, Kara, ¿no puedes decir eso desde el principio?!

-Kara: ¿Y ahora qué he hecho?

-Alex: Has dicho que Lena va a tener un hermanito. Cuando podrías haber dicho que Lillian y Helena van a adoptar un niño. ¿Te das cuenta de cómo cambia la cosa de decirlo de una forma a otra?

-Kara: Vale... - dijo volviendo a mi lado y sentándose.

3 AÑOS DESPUÉS

KARA

4 de Octubre de 2028

Los años habían pasado.

Winn y Nia tuvieron una niña a la que llamaron Lucy. Alex y Sam le dieron un hermanito a Beth y le llamaron Samuel.

Helena y Lillian acabaron adoptando a un niño de diez años, como querían. Sólo llevaba seis meses viviendo con ellas, pero ya se había ganado el cariño de todos. Al principio, se podría decir que Lena estaba algo "celosa" de su nuevo hermano y las atenciones que le prestaban sus madres. Pero cuando el niño, llamado Brandon, empezó a mostrar interés por su hermana mayor y a reclamar su atención, Lena acabó encariñándose con él.

Lena y yo habíamos vuelto a dirigir personalmente nuestras empresas hacía un año. Las dos estábamos centradas ahora en eso, aunque también sacábamos tiempo para nuestra familia. Y si teníamos que viajar, intentábamos cuadrar nuestras agendas para que al menos una de nosotras se quedara siempre con los niños.

Las empresas nos estaban dando unos beneficios bastante grandes, así que una tercera parte, solíamos donarlo a causas benéficas, hospitales, o lugares donde hicieran falta. Otra parte, solíamos dividirla en partes iguales y meterlas en cuentas de ahorro que habíamos abierto para cada uno de nuestros hijos.

La otra parte, era para disfrutarlo con toda la familia. Incluso habíamos ampliado la casa, para que los niños tuvieran cada uno su propia habitación.

Ese día habíamos quedado para celebrar mi cumpleaños y estábamos esperando a que empezase a llegar todo el mundo.

-Kara: Lena, amor, ¿qué haces? – pregunté entrando en su despacho y abrazándola por detrás, besando su cuello – dijimos que nada de trabajo hoy.

-Lena: Ya voy, cariño... No es trabajo.

-Kara: ¿No?

-Lena: No. Es algo por tu cumpleaños... Sólo estaba confirmando que estuviera todo listo. – Dijo, haciendo que me sentara sobre sus piernas y rodeara su cuello con mis brazos.

-Kara: ¿Y puedo saber qué es...?

-Lena: Bueno... - dijo, haciendo que mirase la pantalla – He organizado un fin de semana romántico para las dos solas en París.

-Kara: ¿Las dos solas?

-Lena: Sí... Los niños se quedarán con sus abuelas. Sólo será un fin de semana. Y nos lo merecemos.

-Kara: Me parece bien... - dije besándola. – Hace mucho que no te tengo para mí sola.

-Lena: Lo sé.

-Kara: Vamos, los niños no tardarán en llegar del colegio y el resto de invitados estarán al caer.

-Lena: Iré a preparar a Cameron, Kieran y Katie.

-Kara: Bien... - Bajé al salón, donde Krypto ya esperaba al lado dela puerta, moviendo su cola nervioso. -¿Ya están aquí? ¿Quieres ir a buscarlos? – pregunté, abriendo la puerta. Krypto salió disparado para recibir a Collin, Marley y Sarah, que le hicieron caricias y luego vinieron a casa.

-Sarah, Marley y Collin: ¡Felicidades, mamá! – gritaron, corriendo hacia mí y haciendo que me agachara para abrazarme los tres a la vez.

-Kara: Gracias, pero... Me vais a ahogar... - dije riéndome – No tan fuerte...

-Collin: Perdón, mamá... - dijo besándome en la mejilla.

-Marley: Vamos a dejar las cosas y te damos tu regalo.

-Kara: ¿Tengo un regalo?

-Sarah: Pues claro... - dijo seria.

-Kara: Está bien, venga, las abuelas y las tías llegarán pronto.

Mientras subían la escalera, llamaron al timbre. Abrí, y vi a Alex con Beth.

-Alex: Felicidades... - dijo abrazándome.

-Kara: Gracias.

-Beth: Felicidades, tía Kara.

-Kara: Gracias cielo. ¿Y dónde están mi cuñada y mi sobrino?

-Alex: Ya vienen. Samuel se quedó dormido y Sam no quiere despertarle.

-Sam: Ha pasado mala noche con los oídos... – dijo acercándose, con el niño en brazos – Hola Kara...

-Kara: ¿Está enfermo?

-Sam: Tiene una pequeña infección de oídos, pero nada grave.

-Kara: Entonces haberos quedado en casa.

-Sam: ¿Y perdernos la fiesta? No, ni loca... - dijo riéndose.

-Alex: He ido a ver a Mike. Te manda recuerdos – dijo – Y dice que le perdones por no poder enviarte un regalo.

-Kara: No importa. ¿Está bien?

-Alex: Sí, igual que cuando le vimos hace dos semanas.

-Kara: Me alegro... Pero pasad, no so quedéis en la puerta.

Alex y Sam entraron con los niños. Beth fue a buscar a sus primos, llamándolos a gritos.

Iba a cerrar la puerta cuando algo, o más bien, alguien, me lo impidió.

-Lillian: ¿Esas son formas de tratar a tu suegra? Sabía que me odiabas, pero no imaginé que tanto como para darme con la puerta en las narices.

-Kara: Lillian... Lo siento, no te había visto – dije, sonrojándome.

-Lillian: Sabes que bromeo, ¿verdad, Kara?

-Kara: Sí, es que... Lo siento, de verdad.

-Lillian: Ven aquí... - dijo abrazándome – Felicidades.

-Kara: Gracias...

-Helena: ¿Y para mí no hay abrazo?

-Kara: Claro que sí... - dije saludándola – Hola Brandon...

-Brandon: Hola, Kara. ¿Dónde está Lena?

-Kara: Arriba, terminando de vestir a las niñas y a Cameron.

-Brandon: ¿Puedo ir con ella? – preguntó, mirando a sus madres.

-Helena: Claro...

El chico entró corriendo y fue a buscarla.

-Kara: Adora a su hermana.

-Lillian: Sí. Ahora dice que quiere ser como ella cuando sea mayor. Quiere estudiar lo mismo que ella.

-Kara: Oh, bien... Al menos él podrá ayudarnos con las empresas cuando crezca, porque de momento, creo que de nuestros hijos, ninguno se ha interesado por eso.

-Lillian: Kara, tienen siete años y los más pequeños tres.

-Kara: Lo sé... Venga, pasad.

Antes de cerrar, me aseguré de que nadie viniera esta vez.

Winn y Nia llegaron con Lucy media hora después.

-Winn: Lo siento, culpa mía...

-Lena: ¿Qué hiciste, Winn?

-Nia: Él y Lucy estaban haciendo una carrera de caracoles y ninguno quería venir hasta que acabaran la carrera.

-Lena: Ya veo... ¿Y cuál ganó?

-Winn: El de Lucy. Siempre elige los más rápidos, no sé cómo lo hace.

-Nia: Tiene dos años, Winn. Ella sólo coge un caracol del jardín y ya. No como tú, que les miras hasta la cantidad de babas porque piensas que así serán más rápidos.

-Winn: Y así debería ser, ¿no? Cuantas más babas, más corren... La próxima vez usaremos cucarachas... - dijo entrando con Lucy en su carrito.

-Nia: Si tocas una de esas cosas con las manos, olvídate de volver a tocarme en seis años.

La última en llegar fue mi madre.

-Eliza: Lo siento, cielo. Te estaba haciendo tu tarta favorita... - dijo.

-Kara: Gracias mamá...

-Eliza: La dejaré en la cocina.

-Kara: Bien...

Poco después no sentamos todos a comer. Los niños tenían su propia mesa, donde estaban todos juntos, excepto Samuel y Lucy, que no querían separarse de sus padres.

Pasamos la tarde jugando a juegos de mesa, mientras los niños dibujaban o veían una película.

Cuando todos se fueron, Lena se quedó recogiendo con ayuda de Martha, mientras yo acostaba a los niños. Al bajar, me quedé apoyada en la puerta de la cocina, con los brazos cruzados, mirando a Lena en silencio. Cuando ella se dio cuenta, me miró.

-Lena: ¿Qué haces?

-Kara: Te miro...

-Lena: ¿Por qué?

-Kara: Me gusta mirarte...

Se acercó y me besó, acariciando mi mejilla.

-Lena: ¿En qué piensas...? Y no digas que en nada. Conozco esa mirada.

-Kara: Pienso... En la suerte que tengo de tenerte. Lo afortunada que fui al encontrarte cuando pensaba que la única salida que me quedaba era...

-Lena: No. No lo digas.

-Kara: Gracias por aguantarme todos estos años – dije llorando.

-Lena: Cariño... Eh... - dijo abrazándome. –No... Sabes que odio verte llorar.

-Kara: Lo siento...

-Lena: Sabes que seguiré queriéndote, y no aguantándote, el resto de mi vida. O de la tuya. Depende de quien se muera antes. Incluso después, seguiré queriéndote.

-Kara: ¿Lo prometes?

-Lena: Claro, mi vida.

-Kara: ¿Sabes? Creo que no voy a necesitar regalos nunca más.-dije, cogiéndola de la cintura y pegándola a mí.

-Lena: ¿Ah, no?

-Kara: No. Ya tengo el mejor regalo del mundo. Te tengo a ti. Y a nuestra familia. No necesito más.

-Lena: Bueno, pero... aún hay un regalo que quiero darte hoy.

-Kara: ¿Sí...? ¿Cuál?

-Lena: Este... - dijo poniendo mi mano sobre su miembro, que ya estaba más que dispuesto a entrar en acción –Vamos a la cama...

-Kara: No. A la cama no. Quiero hacerlo en la piscina.

-Lena: ¿Ahora?

-Kara: Ahora.

-Lena: Me parece bien... - dijo, empezando a desabrochar mi camisa y besar mis pechos.

-Kara: Joder...

-Lena: Te quiero sin nada de ropa antes de llegar al jardín.

-Kara: Lo mismo digo – dije, casi arrancándole la camisa que llevaba.

-Lena: Eh, tranquila... Me gusta esta camisa.

-Kara: ¿Más que yo?

-Lena: Sí – bromeó.

-Kara: Entonces tendré que quemarla. No quiero que una camisa me haga la competencia.

-Lena: Eres idiota... - dijo besándome.

-Kara: Y tú eres perfecta... - dije, mientras tiraba mi camisa al suelo y Lena desabrochaba mis pantalones.

Los dejó caer al suelo y luego se quitó los suyos. Cogió mi mano y tiró de mí hacia el jardín. Cuando llegamos junto a la piscina, nos quitamos la ropa interior y entramos al agua.

Lena me apoyó contra el borde, besándome con fuerza y penetrándome con fuerza.

-Lena: Lo siento... – dijo, al notar mi gesto de sorpresa – No aguanto más. Hoy estás preciosa.

-Kara: Está bien... Pero no te quedes quieta. Muévete...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro