44-UNA PEQUEÑA INTERRUPCIÓN
Bueno, siento haber tardado tanto en subirlo, pero no me salía nada. Ya queda poco. 1 o 2 capítulos, como mucho.
Espero que os guste el capítulo y ver vuestros comentarios y votos, como siempre.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LENA
25 de Febrero de 2025
Las semanas fueron pasando. Todo el mundo estaba muy contento con la noticia de que pronto seríamos tres miembros más en la familia. Marley, Sarah y Collin ya se habían hecho a la idea de que tendrían tres nuevos hermanos o hermanas con quienes compartir sus juguetes y demás.
Pasamos tres semanas de locura con las guitarras y la batería a todas horas, hasta que Collin pensó que era más divertido tocar la batería con tenedores y la llenó de agujeros. Marley y Sarah se cansaron de sus guitarras un día después.
Kara y yo ya habíamos empezado a comprar algunas cosas necesarias como las cunas, los cambiadores... Y el resto de la familia se encargaba de aparecer cada dos días con ropa, juguetes, chupetes, biberones... O cualquier cosas que se les ocurriera.
Aún no habíamos decidido cómo sería el reparto de habitaciones, porque aún no sabíamos lo que iban a ser. Podríamos haber sabido el sexo del bebé que crecía en mi interior hace cuatro semanas, pero quisimos esperar para saber todos juntos. Y hoy era el gran día.
Me levanté del sofá. Kara me había mandado a dormir a la cama de Marley la noche anterior, llevando al as niñas con ellas a nuestro cuarto. Se había enfadado porque no había querido hacer el amor con ella y me había mandado al cuarto de las niñas. Pero sus camas eran demasiado pequeñas y las habitaciones de invitados y posibles habitaciones de los bebés las teníamos llenas de cosas. Fui a la cocina y vi allí a Martha, preparando el desayuno.
-Lena: Buenos días... ¿Kara no ha bajado aún?
-Martha: No.
-Lena: Seguro que se ha dormido. Iré a buscarla, tenemos hora en la clínica y llegaremos tarde. – dije subiendo al cuarto. Y allí estaba, justo en mitad de la cama, con las piernas y brazos completamente abiertos. Parecía una estrella de mar. Marley y Sarah estaban cada una a un lado de Kara, en la misma postura que ella. Y Collin se había quedado dormido sobre las almohadas. Me hizo tanta gracia, que acabé sacándoles una foto. Después abrí las cortinas - ¡Vamos, que llegareis todos tarde, a desayunar!
-Sarah, Marley y Collin: ¡Mamiii! – gritaron, despertándose y corriendo hacia mí a abrazarme.
-Lena: Cuidado con mamá... Si os caéis encima, podéis hacerle daño.
Los tres me miraron y bajaron de la cama, abrazándome de nuevo.
-Sarah: Mamá sigue dormida.
-Lena: Ya veo. Bajad a desayunar e ir a bañaros, vamos. Al final llegáis tarde a la guardería.-dije. Cuando salieron, me acerqué a Kara – Cielo... Despierta, vamos....
-Kara: Cinco minutos...
-Lena: Llegaremos tarde a la clínica. Vamos...
Kara abrió los ojos y me miró.
-Kara: Estoy cansada... Tus hijos no han parado de moverse.
-Lena: ¿Cuáles... Los de dentro o los de fuera? – pregunté besándola y acariciando su vientre.
-Kara: Todos... No volveré a mandarte a dormir al cuarto de las niñas.
-Lena: Eso dices ahora, pero seguro que esta noche acabaré durmiendo de nuevo en el sofá.
-Kara: Es que nunca quieres hacer nada... - dijo, haciendo uno de sus pucheros.
-Lena: Y tú quieres a todas horas, cielo.
-Kara: ¿No podemos aunque sea una vez al día?
-Lena: Bueno, esta noche ya veremos.
Bajamos a la cocina, donde los niños y Krypto terminaban de desayunar.
-Martha: Iré a bañarlos y vestirlos.
-Kara: Gracias... - dijo sentándose.
-Lena: Eh... ¿estás bien? – pregunté, acariciando su espalda.
-Kara: No... Tienes suerte de que sólo tengas uno ahí dentro.
-Lena: Imagino. Si a mí me está matando, no quiero imaginar cómo estarás tú.
Después de desayunar, ducharnos, vestirnos y dejar a los niños en la guardería, fuimos a la clínica. Kara parecía realmente cansada. Tuvimos que esperar un rato hasta que fue nuestro turno.
-Felicity: Lena, Kara... ¿Qué tal? ¿Estáis nerviosas?
-Kara: Sí.
-Lena: Mucho...
-Felicity: ¿Queréis saberlo ya, o primero os hago las preguntas de siempre?
-Lena: Ahora... ¿No, cielo?
-Kara: Sí... - dijo sonriéndome.
-Felicity: Bien, ¿Quién va primero?
-Kara: Lena. Ella ya ha tenido que esperar demasiado para saberlo a la vez que yo, así que es lo más justo.
-Felicity: Bien, pues ya sabes qué hacer Lena. Túmbate.
Me tumbé Y Kara cogió mi mano, mirándome a los ojos y sonriendo.
-Kara: Por fin... - dijo besándome.
-Lena: Sí... - dije mirándola. Seguía pareciendo cansada, pero se la veía más animada. Noté el frío líquido sobre mi vientre y vi que Kara miraba con atención el monitor.
-Felicity: Vale, a ver... Ahí está...
-Kara: ¿Qué es?
-Felicity: Un niño.
-Lena: Otro niño...
-Kara: Bien, así Collin ya no estará tan solo con tanta mujer – bromeó.
Felicity sacó las imágenes y el video, como siempre, y me ayudó a limpiarme.
-Felicity: Ahora tú Kara, a ver si se dejan ver.
Ayudé a Kara a tumbarse y cogí su mano, como ella hizo conmigo. Felicity Echó el líquido sobre el vientre de Kara y las dos miramos hacia el monitor.
-Kara: No se ve nada...
-Lena: Espera un poco, cielo.
-Felicity: Vaya...
-Kara: ¿Qué?
-Lena: ¿Pasa algo, algo va mal?
-Felicity: No, todo está bien. Este de aquí se ve perfectamente, es una niña. El otro... Parece que será un niño. Una parejita.
-Kara: Tres y tres... Bueno, ahora ya sabemos cómo organizar los cuartos.
-Lena: Sí... - dije riéndome.
Después de eso, Felicity nos hizo algunas preguntas y mandó unas nuevas vitaminas a Kara, ya que ella también la vio algo cansada.
Al salir, fuimos a comer unas tortitas a una cafetería cercana.
-Kara: ¿Por qué me miras así? – preguntó mientras esperábamos que nos sirvieran.
-Lena: ¿Así cómo?
-Kara: Así, como me estás mirando ahora.
-Lena: Me gusta mirarte.
-Kara: Ya... ¿cuándo quieres dar la noticia?
-Lena: Esperemos al fin de semana. Hagamos una de esas fiestas en las que se revela el sexo.
-Kara: ¿Una fiesta?
-Lena: ¿No te apetece?
-Kara: Me parece genial.
Comimos y fuimos a dar un paseo. Los días que teníamos cita en la clínica, no íbamos a trabajar y aprovechábamos para pasar el día juntas y con los niños, que últimamente habían parecido entender que debían estar tranquilos y no dar demasiada guerra, sobre todo a Kara.
Este año no habíamos podido celebrar San Valentín, porque ese día Kara tenía una reunión que no podía aplazar, y luego tuvimos que cancelar los planes para el fin de semana porque Collin se puso enfermo por haber comido demasiadas chucherías que robó del bote de los caramelos que escondíamos en la cocina y no queríamos dejarle con nadie que no fuéramos nosotras.
Íbamos cogidas de la mano cuando pasamos junto a una joyería y algo llamó mi atención. Era un anillo con una piedra azul, con unas hojas en dorado a los lados. Me recordaba a los ojos de Kara.
-Kara: ¿Te gusta? – preguntó, abrazándome por detrás con dificultad y besándome en el cuello.
-Lena: Es bonito, me recuerda a tus ojos. – dije, sujetando sus manos.
-Kara: Y el de al lado me recuerda a los tuyos – dijo. Entonces vi que había uno exactamente igual con una piedra en verde – Aún te debo un regalo por San Valentín... ¿Lo quieres?
-Lena: ¿Hablas en serio?
-Kara: Compraré los dos. Tú llevarás el azul y yo el verde.
-Lena: Kara, no hace falta que...
-Kara: Si te gusta, te lo compro. ¿Para qué queremos si no tanto dinero? No podrán enterrarnos con él, así que... gastémoslo. Venga, vamos dentro. Quiero ver cómo te queda. – dijo, cogiendo de nuevo mi mano y tirando de mí hacia el interior de la joyería.
Una vez dentro, pedimos que nos los enseñaran y nos los probamos. Eran un poco grandes, pero por suerte, el joyero nos dijo que Podría ajustarlos y los tendría listos en una hora. Kara pagó y fuimos a dar un paseo por la zona mientras esperábamos. Acabamos entrando en un par de tiendas más y comprando Donuts y un par de películas de dibujos para los niños. Después volvimos a por los anillos y nos fuimos a casa.
Kara volvió a salir para dar un pequeño paseo con Krypto antes de ir a buscar a los niños a la guardería.
El resto del día lo pasamos jugando con los niños y viendo una de las películas que les habíamos comprado.
Por la noche, Kara volvió a acercarse a mí mientras me cambiaba, acariciando mis pechos.
-Lena: Kara, cariño...
-Kara: ¿En serio? Oye, no lo hacemos desde... Ya ni me acuerdo. Creo que me van a salir telarañas tan grandes ahí abajo que nuestros hijos no podrán salir cuando llegue el momento. Vamos, me lo debes. En San Valentín tampoco hicimos nada... - puso un puchero y no pude decirle que no. Y menos aún después de su regalo.
-Lena: Está bien... Anda, vamos a la cama... - dije, tirando de ella y recostándome.
Cuando ambas quedamos satisfechas, nos dormimos abrazadas. Yo ya estaba de veinticuatro semanas y por las noches solían darme unos calambres horribles en las piernas. Solían pasarse si caminaba un poco, pero esa noche, sin querer, acabé dándole una patada tan fuerte a Kara, que casi se cuelga del techo por el susto.
-Kara: ¿Qué pasa...? Lena, amor... - dijo mirándome.
-Lena: Lo siento... Me dio un calambre y no pude controlarlo. Siento haberte despertado.
-Kara: No importa... ¿Quieres un masaje? ¿Qué pierna ha sido?
-Lena: Las dos... – dije avergonzada.
Kara sonrió y se sentó como pudo en la cama, dándome un masaje que me dejó como nueva minutos después.
-Kara: ¿Mejor?
-Lena: Sí... Gracias, cielo.
-Kara: De nada... - dijo besando mi vientre – Deja descansar a mami... - dijo tumbándose y abrazándome de nuevo – Descansa, amor...
KARA
1 de Marzo de 2025
Era sábado y habíamos invitado a todo el mundo a una comida para decirles qué iban a ser los bebés. Como cada fin de semana, Martha y J'onn tenían libre, así que Lena y yo nos levantamos pronto para preparar la comida.
-Lena: Me gusta verte cocinar... - dijo abrazándome por detrás.
-Kara: ¿Ah, sí...? – pregunté riéndome.
-Lena: Sí... ¿Qué estás haciendo?
-Kara: Una tarta para los niños... De chocolate, como a ellos les gusta.
-Lena: ¿Y para mí...?
-Kara: Bueno, tienes un pastelero que te hará el postre que quieras para hoy, ya lo sabes. Cada semana le pides algo nuevo...
-Lena: A lo mejor hoy quiero probar el postre que está haciendo mi mujer... - dijo, besándome por el cuello.
-Kara: Lena, amor, no... - dije, tensándome.
-Lena: Sólo son besos... Y hablo en serio, quiero probar esa tarta.
-Kara: Sólo es... chocolate y... - dije, mientras veía que Lena metía el dedo en el chocolate y luego se lo llevaba a la boca.
-Lena: Buenísimo. Aunque quiero probar los labios de chocolate.
-Kara: ¿Labios de chocolate?
-Lena: Sí... - dijo, haciendo que me girase y quedase frente a ella. Entonces ella volvió a meter su dedo en el chocolate derretido y lo pasó lentamente por mis labios, como si me los estuviera pintando.
-Kara: Lena...
-Lena: Sssshhh... - Dijo, besándome y limpiándome el chocolate muy despacio. –Mucho mejor así...
-Kara: Joder.... – Jadeé.
-Lena: ¿Estás bien?
-Kara: Si no vas a dejarme... llevarte a la cama, será mejor que... no sigas... aahh.... – dije, al notar su mano dentro de mi ropa interior.
-Lena: Bueno, puede que hoy si tenga ganas de...
-Sarah: ¡Mamá! – gritó, entrando en la cocina. Lena se apartó rápidamente, empezando a jugar con un trapo que tenía al lado.
-Lena: Sarah, te hemos dicho mil veces que no entres así. ¿Qué pasa?
-Sarah: ¿Podemos salir a jugar al jardín con Krypto?
-Lena: No. No me gusta que estéis solos en el jardín sin vigilancia. Si os caéis a la piscina...
-Kara: Ve con ellos. Yo terminaré aquí.
-Lena: No puedes hacer todo sola, cielo.
-Kara: Vuelve dentro de media hora para ayudarme con el resto de la comida. ¿Vale?
-Lena: De acuerdo... - dijo besándome.
Cuando Lena volvió, yo ya estaba casi terminando la tarta. Hice tres mini tartas. Una para cada uno.
-Kara: ¿Ya se han cansado?
-Lena: Sí... ¿Te ayudo?
-Kara: Sí, puedes pelar patatas...
-Lena: ¿Tres tartas?
-Kara: Luego sabrás por qué.
Cuando terminamos de hacer la comida, fuimos a bañar a los niños y a vestirlos. Luego nos turnamos para ducharnos y vestirnos nosotras, porque dejarlos solos era un peligro.
-Lena: ¿Ya está todo listo?
-Kara: Sí...
Poco después llamaron a la puerta y mi madre entró, tras abrazarnos.
-Eliza: Vaya, estáis...
-Collin: Gordas. ¿A que sí, abuela?
-Eliza: No, Collin. Están preciosas.
-Collin: Sí. Pero gordas...
-Kara: ¡Collin!!
-Lena: ¿De quién habrán aprendido eso?
-Kara: De mí no, jamás me han oído decirte algo así.
-Lena: Tampoco lo han aprendido de mí...
-Kara: Lo sé... Aunque tú sí que llegaste a decirme que estaba engordando...
-Lena: ¡Pero entonces ni siquiera sabíamos que tú estabas embarazada!
-Kara: Lo sé, amor... Sólo bromeaba – dije besándola.
-Eliza: ¿Ya vais a empezar? Si queréis vengo más tarde.
-Kara: No, mamá, tranquila. Siéntate. ¿Quieres tomar algo?
-Eliza: Agua.
Después, empezó a llegar el resto de la gente. Alex y Sam con Beth, Winn y Nia, y finalmente Lillian y Helena.
-Alex: Bueno, ¿y a qué se debe esta comilona? – preguntó, cogiendo una cerveza de la nevera.
-Kara: Estás en tu casa... - bromeé.
-Alex: No. Pero tú no te la pues beber y es una pena que nadie se la beba, ¿verdad? – dijo rodeando mi cintura y besándome en la mejilla – Además, sé que las has comprado sólo por mí... Por eso te quiero.
-Kara: ¿Si no tuviera cerveza cada vez que vienes, no me querrías? – pregunté, cruzándome de brazos.
Alex me miró, mirando hacia arriba, como si estuviera pensando.
-Alex: Hummm... Sí, te querría, pero menos – dijo sentándose.
-Kara: Idiota – dije, tirándole un cojín. Krypto se acercó a ella, pensando que íbamos a empezar a jugar.- Collin, ponle su comida a Krypto.
-Collin: Sí... ¡Krypto, ven!
Krypto le siguió, moviendo la cola, feliz.
-Alex: No, en serio, ¿A qué se debe la comida?
-Lena: A que vais a saber por fin el sexo de los bebés.
-Helena: ¡Sí, ya era hora!
-Lillian: Podríamos haber sabido el del tuyo hace semanas. Ya podríamos tener algo comprado para él... O ella.
-Lena: Sí, pero Kara y yo queríamos saberlos todos juntos.
-Helena: Lo entendemos- dijo cogiendo la mano de Lillian.
-Alex: ¿Y qué son?
-Kara: ¿Podemos comer primero? Porque yo tengo hambre.
-Sam: ¿Cuándo no tienes tú hambre, Kara?
-Kara: ¿Cuándo pensáis darme otro sobrino o sobrina? – pregunté. Alex escupió su cerveza.
-Alex: ¿Qué?
-Kara: Ya va siendo hora de que tengáis otro... Beth necesita un hermano o hermana.
-Alex: Pues...
-Sam: Ya estamos en ello, ¿verdad, cariño?
-Alex: ¿Ah, sí...? –preguntó, mirando a Sam, que le dio un codazo -¡Ah, sí!
-Kara: ¿Desde cuándo?
-Alex: Desde hace cinco segundos.
Nos sentamos a comer y hablamos tranquilamente entre bromas y risas. A la hora del postre, fui a buscar la tarta para los niños y los postres que Lena le había pedido al pastelero para ese día.
-Eliza: Bueno, ¿vais a decirnos de una vez si tendremos nietos o nietas?
-Kara: ¿Cuál queréis saber primero?
-Alex: Lena.
-Kara: Bien. Adelante amor, díselo.
-Lena: Pues... Es un... – dijo acariciando su vientre.
-Kara: ¡Espera! Olvidamos algo. Collin, Sarah, Marley, venid aquí ¿Queréis tarta?
-Lena: Kara, cielo...
-Kara: Oye, dijimos que haríamos esto, ¿verdad?
-Lena: ¿Hacer qué?
Cogí una de las tartas y la dejé en el plato de Collin, cortándola por la mitad.
-Collin: ¡Es azul! – gritó. – Mamá, ¿por qué es azul?
-Kara: Porque... Vais a tener un hermanito.
-Collin: ¡Sí!!
-Sarah y Marley: ¡Noooo!
-Alex: Entonces... ¿Lo de Lena es un niño?
-Sam: ¡Genial! Collin ya no estará tan solo. Ya tendrá un hermano con el que jugar a lo bruto.
-Kara: No necesita un hermano para hacer burradas. Ya tiene a sus hermanas para eso.
-Sam: También es verdad... - dijo, bebiendo un poco de vino.
-Helena: ¿Y tú, Kara...?
-Kara: Bueno, a ver qué dicen las otras tarta. Sarah, Marley, dadme vuestros platos
-Sarah: Toma... - dijo. Cogí una de las tartas y la dejé sobre su plato, partiéndola.
-Sarah: Es azul... ¿Otro niño? ¡Mamá, yo quiero una hermana!
-Winn: ¡Sí, el equipo de los chicos gana!
-Kara: No tan rápido, Winn... Marley, cielo, dame el tuyo.
Cuando dejé la tarta de Marley en su plato, la corté.
-Marley: ¡Es de fresa! – gritó - ¡Es rosa! ¡No me gusta el rosa, quiero el azul!
-Eliza: ¿Una niña? Entonces... ¿Dos niños y una niña? ¿3 parejitas?
-Kara: Eso parece... - dije, acariciando mi vientre mientras Lena se reía.
-Sarah: Marley, ¿me cambias la tarta? No quiero azul.
-Marley: Sí, toma...
-Nia: Por suerte, no podrán cambiar a sus hermanos tan fácilmente como esas tartas.
-Alex: ¿En serio? Tres y Tres... Menuda puntería, Lena. ¿Cómo lo hacéis? Seguro que si lo intentáis a propósito, no os sale.
-Kara: Es que Lena sabe muy bien lo que hace... - dije, besándola. – Y cómo lo hace.
-Alex: Vale, el cómo no es algo que queramos saber.
-Kara: ¿Ah no? Juraría que hace un momento has preguntado cómo.
-Alex: No me refería a ese cómo....
-Kara: Ya lo sé... Pero me encanta ponerte nerviosa... - dije riéndome.
-Lillian: Bien, ahora ya sabemos que tenemos que comprar cosas para una niña y dos niños. ¿Cómo nos repartimos?
LENA
11 de Junio de 2025
Las semanas fueron pasando tranquilamente. Kara ya estaba de treinta y cinco semanas, y yo de treinta y nueve, lo que significaba que a mí me quedaba poco más de una semana para que naciera el bebé.
Kara y yo habíamos decidido dejar de ir a las empresas hace algunas semanas, dejando todo en manos de Sam y gente y confianza. Habíamos dedicado esas semanas a preparar el cuarto de los bebés, ya que decidimos que dormirían los tres juntos, hasta que fueran un poco más mayores y pusiéramos a cada uno en el suyo.
Estábamos tumbadas en la cama, ya que Kara tenía un poco de dolor de cabeza y algunas molestias. Habíamos tenido una cita con Felicity hacía tres días y le había recomendado reposo a Kara. Los niños estaban en la guardería, y Martha y J'onn estaban en el piso de abajo.
-Lena: ¿Mejor? – pregunté, después, de un rato tumbada a su lado, acariciando su brazo.
-Kara: Sí... - dijo - ¿cómo estás tú, amor?
-Lena: Bien... ¿Quieres seguir durmiendo?
-Kara: No. Iré a darme una ducha – dijo levantándose.
-Lena: ¿Quieres que te ayude?
-Kara: No. Tú descansa. Ya te falta poco... - dijo besándome y besando mi vientre – No sabes qué ganas tengo de verte.
Me quedé tumbada en la cama mientras Kara se duchaba. Aún no teníamos del todo claro los nombres que les íbamos a poner, así que me puse a descartar algunos de la lista mientras la esperaba. Cuando Kara salió, completamente desnuda, me quedé mirándola, notando una presión familiar entre las piernas.
-Lena: Kara, cariño... Ven aquí.
-Kara: ¿Qué pasa, estás bien?
-Lena: Sí, es que... - dije cogiendo su mano y haciendo que se tumbase de lado.
-Kara: No encuentro mi toalla y voy a mojar la cama....
-Lena: No importa, ven... - dije, colocándome detrás de ella y abrazándola.
-Kara: ¿Qué haces? – preguntó mirándome – Vaya... ¿Tu amiguito quiere jugar? Eso es nuevo...
-Lena: Cállate... - dije besándola en los hombros. Nuestras tripas nos impedían usar las posturas normales, así que tuve que pensar en cómo hacer para poder complacer a Kara y a la vez, a mí.
-Kara: Lena... - dijo, cuando me acerqué a ella, intentando penetrarla desde atrás.
-Lena: ¿Te hago daño?
-Kara: No... Sé que llevo meses pidiéndote esto, pero... ¿estás segura de que justo ahora es buen momento? Te falta una semana para dar a luz y...
-Lena: Es el momento perfecto... - dije, acariciando su vientre – A no ser que tú no quieras. Entonces me apartaré y...
-Kara: No... Sigue. Te necesito. Llevo mucho tiempo esperando, amor...
-Lena: ¿Segura? ¿Sigues con molestias?
-Kara: Estoy bien...
-Lena: Bien... Si te hago daño avisa.
Tras varios intentos, noté que Kara empezaba a desesperarse.
-Kara: Déjalo amor, no puedes... - dijo – Con la tripa no llegas.
-Lena: ¿Me estás llamando gorda?
-Kara: ¡¿Qué?! ¡No! Sólo digo que...
-Lena: Lo sé, cielo, sólo bromeaba. Tienes razón, puede que no llegue con mi amiguito, pero con mi mano sí. Gírate – dije, haciendo que se quedase tumbada boca arriba. Abrí sus piernas y me puse en medio, introduciendo mis dedos en su interior.-¿Lo ves?
-Kara: Oh, joder... - dijo arqueándose.
-Lena: Pero si aún no te he tocado apenas.
-Kara: ¿Tú sabes el tiempo que llevo esperando esto? Amor, sabes que no necesitas tocarme para excitarme.
-Lena: Sigo entonces... - dije riéndome. Empecé a mover mis dedos rápidamente en su interior, mirando su cara, sus gestos... Me encantaba ver sus reacciones. Kara se agarraba al cabecero de la cama con fuerza.
-Kara: ¡Para! – gritó de pronto.
-Lena: ¿Ya? Pero si aún no... - dije, introduciendo otro dedo y moviéndolos cada vez más rápido.
-Kara: ¡No, Lena, para! ¡PARA!
-Lena: ¿Qué pasa? – pregunté deteniéndome y viendo un gesto de dolor en su rostro - ¿Kara?
-Kara: Oh, dios...
-Lena: ¿Te hice daño? – pregunté preocupada al ver cómo se tocaba el vientre.
-Kara: No... Creo que... Estoy de parto.
-Lena: ¡¿Qué?! ¿Estás segura? Aún te faltan varias semanas y...
-Kara: Sí... Recuerdo este dolor perfectamente de la vez anterior... - dijo intentando levantarse.
-Lena: Espera... ¿Qué hago, qué necesitas?
-Kara: Voy a vestirme... Dile a J'onn que prepare el coche y pídele a tus madres que vayan a recoger a los niños a la guardería.
-Lena: Vale... Entonces... decirle al coche que prepare a mi madre y que los niños recojan a J'onn de la guardería. Lo tengo.
-Kara: No, no lo tienes, amor... - dijo riéndose – au...
-Lena: No voy a dejarte sola. Te ayudo a vestirte y luego ya hago lo que me has dicho.
-Kara: Lena, amor... - dijo cogiendo mi rostro entre sus manos – Tranquila... Felicity dijo que podrían adelantarse, ¿recuerdas? No pasa nada malo.
-Lena: No me lo creeré hasta que estemos en el hospital y te atienda un médico.
-Kara: Cielo... - dijo besándome – Verte así me pone más nerviosa a mí, ¿vale? Por favor...
-Lena: Vale... - dije acariciando su vientre – Esperad un poco, dadle tiempo a mamá a llegar al hospital, ¿eh? – La miré – Vamos, te ayudo a vestirte...
Después de ayudar a Kara a vestirse con algo rápido, la ayudé a sentarse en la cama mientras iba a avisar a J'onn de que preparase el coche y pedirle a Martha que avisara a mis madres para que recogieran a los niños. Cuando volví al cuarto, Kara intentaba coger algo del armario.
-Kara: ¿Coges tú la bolsa, amor? No llego...
-Lena: Sí. ¿Está todo? – pregunté, cogiéndola.
-Kara: Lena... - dijo mirándome.
-Lena: ¿Qué?
-Kara: Cámbiate un zapato.
-Lena: ¿Uno? ¿Por qué sólo uno?
-Kara: Porque llevas dos diferentes...
-Lena: Mierda...
-Kara: Cielo, hay tiempo, tranquila.
-Lena: No, no hay tanto tiempo. Ya escuchaste a Felicity. El segundo parto es más rápido...
-Kara: Sí, pero no va a durar diez minutos. Faltan horas... No corras tanto, no quiero que te pase nada.
-Lena: Vale...
Cuando entramos en el coche, fui pendiente de Kara. Las contracciones cada vez eran más fuertes.
-Kara: ¡J'onn, date prisa!
-J'onn: Lo intento, pero los semáforos...
-Kara: ¡Pues te los saltas, joder!
-Lena: Kara, cielo, tra...
-Kara: ¡Si me dices que me tranquilice, te arranco la lengua con la ventanilla, Lena! ¡A ver si cuando te toque a ti estás tranquila!
-Lena: Oye, eres tú la que no ha dejado de decirme todo el rato que me tranquilice.
-Kara: ¡Porque tú tienes que estar tranquila para ayudarme a mí! ¡Joder, J'onn!
-J'onn: Llegamos en cinco minutos.
Cuando llegamos al hospital, llevaron a Kara a una habitación, donde la revisaron y le dieron un camisón para que se lo pusiera. Nos dijeron que aún tardaría unas horas, así que nos dejaron allí a las dos.
-Lena: Voy a llamar a tu madre y a tu hermana – dije sacando el teléfono.
-Kara: Sí... Siento haberte gritado así en el coche.
-Lena: No pasa nada... - dije cogiendo su mano.
-Kara: Sí, sí pasa...
-Lena: ¿Vas a llorar? No, no hagas eso... - la besé, mientras marcaba el número de Alex.
-Alex: ¿Lena? Hola, ¿pasa algo?
-Lena: Sí, sí pasa. Tu hermana se ha puesto de parto.
-Alex: ¡¿Kara?! ¡Pero si aún le falta!
-Lena: Ya ves, tus sobrinos no podían esperar más.
-Alex: Vale, iremos para allá cuando recojamos a Beth.
-Lena: Bien. Oye, iba a llamar a tu madre y a Nia y Winn, pero creo que tu hermana está a punto de romperme la mano y necesito la otra libre para calmarla. ¿te encargas tú?
-Alex: Claro.
-Lena: Bien... Gracias – dije colgando y guardando de nuevo el teléfono – Kara, cielo, mi mano... - dije, intentando abrir su mano con mi mano libre.
-Kara: Perdón...
Alex y Eliza llegaron tres cuartos de hora después. Sam iría después de recoger a Beth y mis madres harían lo mismo tras recoger a los niños. Winn y Nia dijeron que vendrían en cuanto salieran de trabajar.
-Alex: Kara... Eh, hola... - dijo acercándose - ¿Qué pasa, no podías soportar la idea de que mimásemos a Lena y su bebé antes que a ti?
-Kara: Vete a la mierda, Alex. No soy yo quien ha decidido que... ¡aaahhhh!
-Alex: Vale, mal momento para bromas, lo siento...
-Eliza: Cielo... Tranquila.- dijo, abrazando a Kara.
Tres horas después, Kara ya no podía más. Vinieron a revisarla y la llevaron a la sala de partos.
-Médico: Vamos, señora Luthor, empuje.
-Lena: Vamos, cielo... - dije apartándole el pelo de la cara llena de sudor – Tú puedes.
-Kara: No... Duele...
-Lena: Lo sé.
-Kara: No, no lo sabes. Pero lo sabrás pronto. Ya verás. ¡jodeeer!
-Médico: Bien, ya está casi fuera, un poco más.
Tras un par de empujones, el primer bebé salió, llorando con fuerza.
-Lena: Bien, uno fuera, cariño.
-Médico: Es una niña.
-Kara: Falta el niño...
-Lena: Sí. Vamos, sólo un poco más, lo estás haciendo genial, mi vida.
-Kara: ¿Sí?
-Lena: Sí... dije besándola.
Tras varios minutos más, escuchamos otro fuerte llanto.
-Médico: Y aquí está el... - dijo, callándose de golpe.
-Lena: ¿Pasa algo?
-Médico: No, todo está bien.
-Kara: ¿Y por qué se ha quedado callado así?
-Médico: No es nada, no se preocupen – dijo, mientras las enfermeras cuchicheaban y revisaban al bebé.
-Kara: ¿Le pasa algo a nuestro hijo?
-Médico: Bueno...
-Kara: ¡¿Qué le pasa?! Lena, amor... - dijo, empezando a llorar.
-Médico: Su hijo no es... Un niño. Es otra niña, pero tiene un... - dijo, mirándonos con miedo – Un pene. No es nada malo, a veces pasa, y...
-Kara: ¿Es como tú, amor? – preguntó mirándome.
-Lena: Eso parece...
-Médico: Perdón... ¿Cómo usted?
-Lena: Sí, Yo también tengo... ambas cosas.
-Médico: Oh, entonces... Bueno, ya saben que puede tener vida normal y demás y...
-Kara: ¿Puedo verlas?
-Médico: Claro... - dijo haciendo un gesto para que acercasen a las bebés. Las dejaron sobre Kara con mucho cuidado.
-Lena: Son preciosas, cielo...
-Kara: Una es como tú... - dijo riéndose – Verás que sorpresa se van a llevar los demás.
-Lena: Sí, me imagino sus caras. Y no sé por qué, pero me imagino a Winn levantando el pañal para ver cómo es.
-Kara: Si no lo hiciera, no sería Winn...
-Lena: Cierto...
Después de que Kara expulsara la placenta, la limpiaran y demás, la llevaron a la habitación. Mientras, yo fui a la sala de espera para avisar a la familia.
-Eliza: Lena...
-Lena: Todo está bien. Kara y los bebés están estupendamente.
-Alex: ¿No ha habido ningún problema?
-Lena: No. Tendrán a los bebés en observación un par de días, pero nada más. Es normal, han nacido antes de tiempo. Kara está agotada, así que prefiero que descanse un poco antes de empezar a recibir visitas. Os avisaré cuando se despierte.
-Lillian: Nos parece bien, cielo.
KARA
Abrí los ojos, cansada. Miré a un lado y vi a Lena agachada junto a las cunas donde estaban nuestras hijas.
-Kara: ¿Cómo se portan?
-Lena: Eh... Ya te has despertado – dijo acercándose – Están tranquilas. ¿Y tú, cómo estás?
-Kara: Cansada – dije cogiendo su mano – Siento si me porté como una idiota.
-Lena: No te preocupes, cielo. Ya me vengaré cuando me toque a mí.
-Kara: Me parece justo... - dije, mirando hacia las cunas.
-Lena: Pronto habrá que darles de comer.
-Kara: Sí...
-Lena: Después de eso, pediré a todo el mundo que entre para presentarlas.
-Kara: Bien. ¿Elegiste un nombre?
-Lena: Sí, pero sólo para una. Tengo los dos nombres. Pero...
-Kara: Bueno, yo tengo el nombre perfecto para la otra...
-Lena: ¿Sí? ¿Y cuál es?
-Kara: Lo sabrás a la vez que los demás.
-Lena: Entonces tú también.
-Kara: Amor... ¿Puedo nombrar yo a la que es como tú?
-Lena: Claro...
Después de darles de comer, Lena cogió a una de las niñas y yo me quedé sentada en la cama, cogiendo a la otra. Poco después, todos empezaron a entrar.
-Alex: Mira qué pequeñit... - dijo, acercándose a mí - ¿Es el niño o la niña?
-Kara: La niña... - dije mirando a Lena, que entendió mi mensaje. No decir nada y darles la sorpresa al decir los nombres.
-Alex: Pues mira qué pequeñita...
Sarah, Marley y Collin entraron corriendo en la habitación y gritando.
-Lena: Niños, no gritéis, asustaréis a los bebés y mamá está cansada.
-Marley: Quiero verlos... - dijo tirando de la camisa de Lena para que se agachara.
-Lena: Mirad... - dijo sentándose en el sillón que había junto a la cama.
-Winn: ¿Y los nombres?
-Nia: ¿Quieres esperar a que los niños conozcan a sus hermanos? No seas impaciente.
Después de que Marley, Sarah y Collin examinaran a sus hermanas detenidamente, Lena se levantó de la silla y se sentó a mi lado.
-Lena: Bueno, familia, os presentamos a Katherine Elizabeth Zor-el Danvers Luthor... - dijo sonriendo. – Katie.
-Helena: Es un nombre precioso.
-Lena: Quisimos ponerle el segundo nombre en honor a Eliza.
-Eliza: Gracias chicas... - dijo emocionada.
-Alex: Espera... Kara tenía a la niña... ¿Cuándo os los habéis cambiado? Si aún no los hemos cogido para que haya habido un cambio al devolvéroslos...
Me reí, mirando a Lena.
-Kara: Bueno, lo cierto es que, nos hemos llevado una pequeña sorpresa. Esta es... - Miré a Lena, quería ver su cara – Kieran Lillian Zor-el Danvers Luthor.
-Lena: ¿Kieran?
-Kara: Tu segundo nombre... Sí.
-Lena: Cielo...
-Kara: Bueno, así íbamos a llamar al niño y como dijiste que ese nombre valía para los dos... Además, es tu segundo nombre.
-Lena: Me encanta...
-Alex: Vale... ¿Por qué el segundo nombre de mi sobrino es Lillian?
-Kara: Porque no es sobrino, es sobrina.
-Lillian: Me encanta que le hayáis puesto mi nombre, pero... No entiendo. ¿Se equivocaron? ¿Otra vez?
-Lena: No exactamente. Era fácil confundirse, ya que Kieran... Es como yo.
-Sam: ¿A qué te refieres con que es como tú?
-Lena: A que es una niña, pero tiene... Pene.
-Winn: ¡No me jodas! ¡¿Puedo verlo?!
-Nia: ¡Winn!
-Winn: Perdón. Es que... No sé, tengo curiosidad y no me parece bien pedírselo a Lena...
-Kara: Puede que te dejemos verlo en algún momento... Sólo con una condición.
-Winn: ¿Cuál?
-Kara: Si quieres verlo, tendrás que cambiarle el pañal.
-Winn: Creo que podré soportarlo.
-Lena: Bueno, Kara y las niñas necesitan descansar. Y yo también. Sarah, Marley, Collin, las abuelas se quedarán en casa con vosotros, ¿vale?
-Sarah, Marley y Collin: ¡Vale!
-Marley: Mami... ¿Podemos inflar muchos globos para cuando los bebés vayan a casa?
-Lena: Claro, cielo.
-Collin: ¿Y hacer una tarta con la abuela?
-Lena: No podrán comerla, pero sí, podéis hacer una tarta.
-Sarah: ¡Yo haré un dibujo para mamá!
-Lena: Me parece perfecto.- dijo sonriéndoles.
Los tres se acercaron con cuidado a darme un beso a mí y otro a Kieran. Luego hicieron lo mismo con Lena y Katie.
Cuando se fueron, Lena dejó a Katie en su cuna y se acercó para coger a Kieran.
-Kara: Estoy agotada.
-Lena: Entonces duerme, te lo mereces... - dijo besándome. Dejó a Kieran en su cuna, dormida, y se sentó a mi lado, cogiendo mi mano – Yo me ocupo de ellas...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro