Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

43-REGALOS

Bueno, espero que os estén gustando estos capítulos.  Ahora tengo que escribir dos capítulos para la historia de "no juzgues lo que no ves" pero tranquilas, que pronto actualizaré esta también. Eso sí, quiero comentariooooos

***************************************************************************************




KARA

24 de Diciembre de 2024

Los días pasaron. Marley ya estaba totalmente recuperada de su infección de oídos y ella y sus hermanos parecían estar algo más tranquilos en lo que a hacer travesuras se refería. A excepción del día en que Sarah acabó vaciando seis litros de leche sobre Marley y Krypto y luego terminó su trabajo echándoles un paquete entero de cacao en polvo a cada uno.

Lena y yo habíamos cogido unos días de vacaciones en el trabajo. Aunque los días seguían siendo un auténtico caos. Lena no dejaba que la tocase y yo me moría de ganas de besarla y acariciarla, pero ella solía apartarme o gritarme. Luego, se ponía a llorar por haberlo hecho, pero cuando yo volvía a intentar acercarme, ella volvía a apartarme. Seguía pidiendo cosas raras que sólo podía conseguir en Irlanda, para comer y cuando le decía que no podía conseguírselo, volvía a llorar. Se pasaba los días enteros llorando, por cualquier cosa. Al final, acababa conformándose con cualquier cosa con ajo. Aunque no sé si lo hacía porque de verdad le apetecía comer esas cosas, o para que no me acercase a ella con otra intención que no fuese dormir.

En cuanto a mí... Bueno, ya que Lena no me dejaba tocarla tenía que desahogarme en el baño, o donde podía.

Un día, estaba tan desesperada, que me dio por aliviarme en mi despacho. No recordé que tenía una reunión con un inversor, y mi secretaria y él estuvieron a punto de pillarme. Por suerte, fui más rápida y cuando escuché abrirse la puerta, di un grito pidiendo que esperasen unos minutos, porque estaba atendiendo una llamada importante.

Esta noche, teníamos la cena de nochebuena en casa y habíamos invitado a toda la familia, Nia Y Winn, como siempre. Lena y yo habíamos decidido vestirnos con algo que disimulara nuestros embarazos, para que todos se enterasen a la vez.

-Kara: ¿Se nota algo con esto?

-Lena: Un poco... ¿No tienes nada más grande?

-Kara: No.

-Lena: ¿Y a mí se me nota?

-Kara: No, eso está bien.... – Dije, quitándome lo que llevaba puesto y quedándome desnuda. Vi que Lena me miraba. - ¿Pasa algo?

-Lena: No. Nada.

Me acerqué y la besé por el cuello, acariciando sus brazos con suavidad. Lena se apartó.

-Kara: ¿Otra vez?

-Lena: Lo siento, es que... Tienes ganas a todas horas. Y eso que llevas dos ahí dentro...

-Kara: Y tú no tienes ganas nunca – me aparté- Recordaba a tu amiguito más juguetón, la verdad.

-Lena: ¿Dónde vas?

-Kara: ¡Al baño!

-Lena: ¿Otra vez?

-Kara: Sí, otra vez. Ah, y no se te ocurra aparecer por la cocina. Para nada.

-Lena: ¿Por qué?

-Kara: Porque no quiero que vayas allí hoy. Martha se encarga de todo.

-Lena: ¿Y si voy...? – preguntó, cruzándose de brazos.

-Kara: Teniendo en cuenta que la amenaza de dejarte sin sexo durante un mes no va a funcionar contigo ahora y que para ti sería un alivio más que un castigo... Te dejaré sin postre hasta que ese bebé salga – señalé su vientre. -¡Y sin ajos!- entré, cerrando con un portazo y metiéndome en la ducha. De nuevo tendría que apañármelas sola.

Abrí la ducha y me apoyé en la pared, acariciando mis pechos mientras pensaba en Lena. Cogí la alcachofa de la ducha y empecé a echarme agua por el cuello, los pechos... fui bajando lentamente, hasta situarla entre mis piernas. No sabía el tiempo que llevaba así cuando escuché un ruido en el baño.

-Kara: ¿Has cambiado de opinión, amor? Porque estoy a punto de....

-Sarah: Mamá, ¿qué haces? – preguntó, interrumpiéndome.

En ese momento di un salto y la alcachofa de la ducha cayó sobre mi pie, haciéndome gritar. Entonces vi que Sarah no estaba sola. Marley y Collin también estaban allí, mirando con los ojos muy abiertos.

-Kara: ¡¿Qué os he dicho de entrar sin llamar al cuarto o al baño de mamá y mami, eh?!

-Marley: Hemos llamado....

-Collin: Pero estabas gritando y no nos oías...

-Kara: ¿Gritando?

-Marley: Sí, llamabas a mami.

-Kara: Oh dios... - dije, totalmente roja. ¿Habría gritado mucho, me habría oído alguien más?

-Sarah: ¿Qué estabas haciendo con eso? – señaló la ducha en el suelo.

-Collin: ¡Mamiii! – gritó, mientras salía corriendo.

-Kara: ¡Collin!

Poco después, Lena apareció en el baño. Parecía que había subido corriendo.

-Lena: ¡¿Kara, qué pasa, cielo?!

-Kara: ¿Eh?

-Lena: Collin dijo que estabas gritando y haciendo cosas raras en el baño y que me estabas llamando ¿Estás bien, los bebés...? – se acercó a mí.

-Kara: Sí, yo... Estaba... - dije, notando de pronto muchísimo calor – Tengo mucho calor... Sólo estaba... duchándome y...

-Sarah: Tenía eso – dijo señalando la alcachofa de la ducha – ahí – señaló mi vagina – y te llamaba.

Lena se cruzó de brazos y levantó la ceja, mirándome.

-Lena: ¿Te parece bonito hacer eso delante de nuestros hijos?

-Kara: Yo...

-Lena: ¿Olvidaste cerrar la puerta?

-Kara: No. Prefiero que esté abierta por si pasa cualquier cosa. Y más ahora.

-Marley: ¿Qué hacía mamá, mami?

-Lena: Se estaba lavando.

-Marley: ¿Y por qué te llamaba?

-Lena: Porque necesita que la ayude.

-Sarah: Pero gritaba raro, mami.... Algo como sí... Lena... así.... – dijo, imitándome.

-Lena: Kara...

-Kara: ¿Qué? No sabía que estaban aquí, no les escuché entrar, y es culpa tuya por no querer que...

-Lena: ¿Culpa mía? ¿Ahora es culpa mía no tener ganas de sexo?

-Collin: ¿Qué es sexo?

-Kara: Eso... dales más información de la necesaria.

-Collin: ¿Qué es...? ¿Yo también puedo tener un sexo de esos? ¿Se come, está rico?

-Kara: ¡No! Eres muy pequeño. Lena, por favor, llévalos abajo para que termine de arreglarme.

-Lena: ¿Estás bien? Estás muy roja... - se acercó a mí.

-Kara: Sí... - dije apoyándome en la pared.

-Lena: Cielo... Eh... Niños, id abajo. Ahora – ordenó. Los tres salieron, en silencio - ¿Seguro que estás bien?

-Kara: Un poco mareada...

-Lena: Ven... - dijo ayudándome a ir hacia la cama. - ¿Por qué no cerraste la puerta del baño?

-Kara: Te lo he dicho. No quiero cerrarla. Si me caigo, me gustaría que alguien pudiera ayudarme lo antes posible.

-Lena: Entiendo... - dijo sentándose a mi lado. - ¿Y por qué estabas... ya sabes?

-Kara: Ya que tú no quieres... Lena, tengo necesidades, ¿sabes?

-Lena: Yo también.

-Kara: No puedo ir a Irlanda solo para traerte postres, amor, ya lo hemos hablado.

-Lena: ¿Es que no te importa que tu hijo y yo pasemos hambre?

-Kara: Claro que me importa... Pero no pasáis hambre. Te doy otras cosas.

-Lena: Pero no lo que quiero... - dijo, empezando a llorar.

-Kara: Lena, por favor, sabes que no puedo verte llorar, amor... - dije abrazándola. Empecé a acariciar su miembro por encima de la ropa, sin resultado. Bufé, algo molesta, levantándome– Deberíamos celebrar un entierro en vez de una cena de nochebuena.

-Lena: ¿Un entierro...? ¿Por qué?

-Kara: ¡Porque eso se ha muerto! – señalé su miembro – En serio, ha pasado de ponerse firme sólo con rozarlo, incluso sin querer, a no moverse ni un milímetro. Se ha muerto del todo...

-Lena: Kara...

-Kara: Sí, lo sé... Lo sé... Me quedó muy claro el otro día cuando llamaste a Felicity. Yo tengo muchas ganas, tú ninguna y es algo muy normal en ambas. Pero joder, Lena... ¿Ni siquiera una sola vez? Es que ya no te gusto.... ¿verdad?

-Lena: ¿Qué? No digas tonterías. – Se levantó y se acercó a mí - ¿Tú te has visto? Estás preciosa.

-Kara: Sí, claro... Será mejor que terminemos de arreglarnos, en serio – dije volviendo al baño y cerrando con un portazo.

Unas horas después, la gente fue llegando. Alex y Sam llegaron con Beth.

-Alex: ¿Aún no estáis arregladas, o es que vais a quedaros con esas pintas de mendigas?

-Kara: Hola también a ti. Tenemos que terminar de vestirnos, pero con los niños es imposible. Si queremos llegar a la cena sin una sola mancha en la ropa, esta es la mejor opción.

-Alex: Ya veo...

-Beth: ¡Tía Kara! ¡Tía Lena!

-Kara: Hola cielo... - dije sonriéndola.

-Sam: No hagas caso a tu hermana. Supongo que es un poco complicado preparar una cena para tanta gente con estos tres pequeños monstruos pululando alrededor.

-Kara: Tú sí que me entiendes, Sam... Sé mi hermana... - bromeé.

-Alex: ¡Eh, que tu hermana soy yo!

-Kara: Ella sería la hermana guay. Tú eres la hermana insoportable – dije, sacándole la lengua.

-Alex: ¡Eh! Pues como soy la hermana insoportable, te quedas sin tu regalo esta noche.

-Kara: No será lo único sin lo que me quede esta noche... - dije.

-Alex: ¿Cómo?

-Kara: Nada... Pasad.

Poco a poco fueron llegando el resto de invitados. Helena y Lillian, Eliza, Lex, Winn y Nia.

-Lena: Si nos disculpáis, Kara y yo vamos a cambiarnos para la cena. Vamos, cielo.

-Kara: Bajamos enseguida.

-Eliza: Tranquilas, nos ocupamos de los niños.

Subimos al cuarto y abrí el armario, sacando la ropa que Lena y yo usaríamos para la cena. Le tendí su vestido y ella se lo puso.

-Lena: ¿Y bien...?

-Kara: Preciosa... - dije abrazándola por detrás y acariciando su vientre, que se notaba bastante con ese vestido - ¿No está demasiado ajustado, no te aprieta?

-Lena: No... Está bien – dijo acariciando mis manos. – Ahora vístete tú... ¿Necesitas ayuda?

-Kara: Sí... - Dije apartándome y quitándome la ropa que llevaba para ponerme el vestido - ¿Puedes subirme la cremallera?

-Lena: Claro... – dijo subiéndola y besando mi hombro, haciendo que me girase para quedar frente a ella - ¿Estás cómoda?

-Kara: Sí... - dije mientras esta vez era ella quien acariciaba mi vientre, más abultado. Me giré y nos miré a las dos en el espejo - ¿Cómo crees que reaccionarán?

-Lena: Sólo tenemos que bajar y descubrirlo. ¿Estás bien...? Estás muy roja.

-Kara: Sí... Son esos malditos sofocos otra vez. Estoy nerviosa...

-Lena: Ven... - dijo cogiendo mi mano y tirando de mí hacia el baño. Abrió el grifo y metió su mano debajo, empezando a refrescarme el rostro y la nuca. - ¿Mejor?

-Kara: Sí... - Jadeé, notando mis pezones ponerse erectos.

-Lena: Kara... - dijo mirando mis pechos.

-Kara: No puedo evitarlo... Estás demasiado preciosa, como para ignorarlo. Además, sabes que siempre provocas esta reacción en mí.

-Lena: Pero no es el momento... Relájate, vamos...- Dijo acariciando mi rostro.

-Kara: Deja de tocarme, Lena. Eso no me ayuda...

-Lena: Lo siento... – dijo cogiendo mis manos de nuevo - ¿Lista?

-Kara: Supongo...

LENA

Bajamos de nuevo al salón. Kara apretaba mi mano con fuerza, nerviosa.

-Lena: Cielo... - dije antes de entrar.

-Kara: Estoy bien...

-Lena: Bien... Vamos – dije adelantándome y entrando primero. – Ya estamos aquí, perdonar por el retraso.

Todos estaban hablando y riéndose y, cuando nos vieron a Kara y a mí, el silencio se adueñó de la habitación.

-Alex: No me jodas... ¡Au! – gritó, cuando Sam le dio un pescozón.

-Sam: Los niños...

-Alex: Pero... ¿Las has visto? – nos miró a las dos - ¿Estáis....? ¿Las... Las dos?

-Lena: Embarazadas, sí. Las dos.

-Eliza: Pero... ¿cómo... cuándo... de cuánto...?

-Lena: Bueno, yo estoy casi de cuatro meses. Quince semanas para ser exactos. Y Kara cuatro semanas menos, a punto de entrar en su segundo trimestre.

-Lillian: Cariño... - dijo acercándose a abrazarnos - ¿Y cómo estáis, estáis bien...?

-Kara: Sí... Un poco cansadas, pero muy contentas.

-Winn: Si Kara está de menos tiempo... ¿por qué está más...?

-Nia: Ni se te ocurra decir gorda.

-Winn: Iba a decir... Vale, sí, iba a decir gorda... - dijo, mirándonos – Sin querer ofender, claro.

-Lena: Tranquilo Winn. Y respondiendo a tu pregunta...

-Kara: Lena sólo tendrá un bebé. Yo llevo dos.

-Winn: ¿Dos...? ¿Pero dos, dos.... O dos que son tres?

-Kara: Dos. Sólo dos.

-Nia: Es estupendo... - dijo, corriendo también a abrazarnos. - ¿Y Ya sabéis qué son?

-Lena: No. Yo podría saberlo dentro de cinco semanas, pero preferimos esperar a que Kara pueda saberlo también y saber juntas lo que serán los tres bebés.

-Helena: Vaya, esto sí que ha sido una sorpresa. ¿Cómo no nos hemos dado cuenta? Lo habéis sabido ocultar muy bien. Las dos.

-Lena: Bueno, fue una sorpresa para nosotras al principio. Como sabéis buscábamos que yo me quedase embarazada. Pero lo de Kara fue toda una sorpresa. Hemos tenido que asimilarlo nosotras antes de decir nada a nadie. Y asegurarnos de que todo iba bien.

Tras los abrazos y las felicitaciones de todos, nos sentamos a comer.

-Helena: ¿Los niños ya saben que tendrán nuevos hermanos?

-Lena: Sólo saben de uno, el mío. Y no les sentó demasiado bien.

-Kara: Se lo diremos mañana cuando abran los regalos de debajo del árbol.

-Winn: ¿Por qué no esta noche?

-Lena: Porque conociéndolos, no se dormirán si se lo decimos esta noche. Créeme Winn, es mejor decírselo mañana mientras están emocionados con sus regalos y tienen el resto del día para gritar, patalear y montar un berrinche.

-Kara: Será divertidísimo, ¿Alguien quiere venir a verlo? – dijo, con ironía.

-Winn: Vale.... Otra cosita. ¿Cómo os apañais para....? Quiero decir, vuestras barrigas ahora no son muy grandes, no molestan mucho, pero crecerán y... ¡Au, Nia!

-Nia: Eso no te importa... - dijo – Perdonarle, ya sabéis cómo es.

-Winn: Sólo tengo curiosidad, no es tan malo. Además, Kara siempre nos lo cuenta todo, ¿Verdad?

-Kara: Verdad. Y simplemente, no nos apañamos. Lena no quiere hacer nada. Y mira que lo intento pero...

En ese momento, Alex escupió su bebida.

-Alex: Joder, que estamos comiendo. ¿No podéis dejar ese tema para luego?

-Lena: Ese es el problema, cielo, que lo intentas demasiado. En serio, no para, está a todas horas con ganas de...

-Alex: ¡Basta! ¡Por dios, hay niños delante!

-Lex: Por mí pueden seguir, me parece un tema muy interesante....

-Alex: Lex, que es tu hermana, hombre.

-Lex: Pues por eso... Quiero saber si tu hermana hace feliz a la mía... Si no lo hace, tendré que hablar muy seriamente con ella.

-Kara: Oye, que es ella la que no quiere. Tiene eso completamente muerto, es que no hay manera de hacerlo funcionar desde que...

-Lena: ¡Kara!

-Kara: ¿Qué?

-Lena: ¿Es que me lo vas a echar en cara a todas horas? – dije, empezando a llorar. Malditas hormonas. Me hacían llorar por todo.

-Kara: Yo... No... Lena, amor, lo siento... - dijo besándome y acariciando mi mano – Mejor dejamos este tema. ¿vale? – dijo, mirando a todos.

-Todos: ¡Sí, mejor!

Por suerte, los niños estaban sentados en otra mesa y no se estaban enterando de nada de lo que hablábamos. Seguimos cenando tranquilamente, mientras nos seguían haciendo preguntas y planeando quién compraría cada cosa para los bebés, cómo decoraríamos los cuartos...

-Kara: Tengo una sorpresa para ti, amor... - susurró en mi oído.

-Lena: ¿Una sorpresa? – pregunté.

-Kara: Sí... - dijo sonriéndome – Martha, ¿puedes pedir que traigan los postres, por favor?

-Martha: Claro...

-Lena: ¿Postres? ¿Hay más de uno?

-Kara: Habrá todos los que quieras.... – dijo, mientras Martha, J'onn y otro hombre entraban en el comedor, con una bandeja cada uno.

Cuando dejaron las bandejas sobre la mesa, no me lo podía creer. En una de las bandejas había varios Pudín de musgo Carrageen. El postre que le estaba pidiendo a Kara desde hacía días. Y no sólo eso. También había varios postres Irlandeses más, como: Scones, trufas de whisky irlandesas, pastel de esponja de limón....

-Lena: Pero... ¿Y todo esto? – pregunté, a punto de llorar de nuevo. Esta vez de emoción.

-Kara: Bueno... No podía viajar hasta Irlanda para traerte todo esto, ya te lo dije. Son demasiadas horas de vuelo, amor. Pero... Eso no me impidió buscar al mejor repostero de Irlanda y pedirle que viniera a prepararte estos postres. Le he contratado hasta que nazcan los bebés, para que puedas comer esto siempre que quieras. Después, si él quiere quedarse y tú quieres que se quede, ya hablaremos...

-Lena: Pero... Kara, cariño... Esto es... - dije cogiendo su rostro entre mis manos y besándola – Es perfecto... ¿Puedo? – pregunté, señalando uno de los pudins.

-Kara: Claro... - dijo cogiéndolo y acercándomelo. Cogió un poco con la cuchara – Abre la boca.

-Lena: Puedo comer sola...

-Kara: Lo sé, pero quiero ser yo quien te lo dé... - dijo riéndose. Me metí la cuchara en la boca y saboreé el postre, llorando ya sin poder contener más las lágrimas. - ¿Lena? Amor, ¿qué pasa? ¿No está bueno...?

-Lena: Sí. Está muy bueno, cielo...

-Kara: Entonces... ¿Por qué lloras ahora?

-Lena: Porque me encanta... - dije.

-Kara: ¿De verdad?

-Lena: Sí, mi vida. De verdad... - dije besándola de nuevo.

-Alex: ¿Podéis parar un poco? Estamos comiendo...

-Sam: Cállate... No sé por qué, pero tengo la sensación de que Kara acaba de hacer algo maravilloso que Lena no esperaba.

-Lex: En ese caso... Lena, ya puedas recompensar bien a Kara por esto.

-Kara: ¿Has visto la cara de felicidad de tu hermana, Lex? Esa es toda la recompensa que necesito.

-Lex: Cursis... - bromeó.

-Lena: Kara será cursi, pero lo más romántico que te he visto a ti hacer con alguien ha sido llevar a una chica a ver una película de terror y luego a jugar a los bolos.

-Lex: ¡Eh, es un plan genial!

-Winn: Venga hombre, es un plan horrible. Hasta yo lo sé y he hecho cosas mejores que eso.

-Nia: Por increíble que parezca, es cierto. Winn ha hecho cosas mejores que eso...

-Winn: ¿Ves? Aprende, Luthor.

Después de los postres, nos dimos los regalos para que los niños pudieran abrir los de sus abuelas y sus tías. Les regalaron varios cuentos para pintar y algunos puzles para los tres, un avión de juguete para Collin, unos animalitos de peluche para Marley y Sarah... Kara recibió un par de libros y algunos dinosaurios para la colección que había empezado hacía tres años. Tenía ya unos doscientos en un cuarto que había preparado sólo para guardarlos. Los niños a veces se pasaban horas con ella viendo los libros y jugando con algunos que Kara compró repetidos para que no tocaran los suyos.

Yo recibí también varios libros que llevaba tiempo buscando.

Nuestras madres querían hacer un viaje juntas, así que les regalamos unos billetes de avión para pasar el año nuevo y unos cuantos días más en el destino que eligieran. A Sam y Alex les dimos las llaves de una nueva casa, ya que tenían intención de ampliar la familia pronto y la suya se les quedaría pequeña. Una moto para Lex, una muñeca para Beth. Kara se llevó un momento a Winn para darle su regalo y, cuando volvieron, Winn tenía los ojos completamente rojos.

-Nia: ¿Winn...? ¿Pasa algo?

-Winn: Yo... No... Es sólo... ¿Ahora? – preguntó, mirando a Kara.

-Kara: Para eso hemos querido dártelo hoy. Vamos... - dijo dándole un empujoncito.

Winn se acercó a Nia y se arrodilló delante de ella, abriendo la cajita que tenía en la mano.

-Winn: Yo... - dijo mirándonos a Kara y a mí. Kara se había sentado a mi lado – Bueno, llevaba tiempo queriendo pediré esto, pero... No podía pagar un anillo en condiciones, así que gracias a Kara y Lena... Nia, ¿quieres casarte conmigo?

-Nia: Winn...

-Winn: ¿Qué?

-Nia: ¡Sí! – dijo, besándole.

En ese momento, Krypto, que había estado toda la tarde tranquilo, se acercó moviendo la cola.

-Kara: Sí, también hay regalo para ti... – dijo divertida, sacando un enorme hueso de chuchería que Krypto se llevó a un rincón y empezó a comer feliz.

Cuando todos se marcharon, acostamos a los niños y fuimos al cuarto.

-Kara: ¿Me ayudas con la cremallera, amor? – preguntó.

-Lena: Claro... - dije bajando la cremallera de su vestido y besando sus hombros.

-Kara: Lena... - Jadeó.

-Lena: ¿Qué?

-Kara: Si no vas a seguir, mejor no empieces...

-Lena: ¿Quién ha dicho que no voy a seguir...? – pregunté, haciendo que se girase y besándola, mientras dejaba caer su vestido al suelo – Dios, estás preciosa...

-Kara: ¿Lena? – preguntó, confusa.

-Lena: Ven... - dije llevándola a la cama. Hice que se tumbara y me quité mi vestido, tumbándome sobre ella y mordisqueando su cuello. Noté a Kara excitarse rápidamente. Me miró, con los ojos brillantes por el deseo. Sus pezones ya estaban completamente erectos y Kara me miraba, confusa.

-Kara: ¿Estás segura de que...?

-Lena: ¿Después de que has traído a un pastelero de Irlanda sólo para que me prepare esos postres cada vez que quiera? Kara, cielo, mereces un premio por eso... -Me tumbé sobre la cama, notando mi miembro ya pidiendo guerra.

-Kara: Vaya, sí que parece dispuesto esta noche tu amiguito... - dijo, poniéndose sobre mí, con cuidado.

-Lena: Deja de hablar y bésame...

Kara obedeció y empezó a besarme, masajeando mi miembro. Poco después lo introdujo en su interior y empezó a moverse, sin dejar de besarme por todas partes.

Cuando ambas llegamos al orgasmo, Kara se tumbó a mi lado, abrazándome.

-Kara: Gracias... De verdad necesitaba esto, amor... - Dijo acariciando mi vientre - ¿Estás cansada?

-Lena: Un poco, sí... Y si yo estoy cansada, no quiero imaginar cómo estarás tú...

-Kara: Entonces durmamos, los niños nos levantarán temprano para ver sus regalos...

KARA

25de Diciembre de 2024

-Marley, Sarah y Collin: ¡Mamáaaa! – gritaron, saltando en la cama, con Krypto acompañándolos. Miré el reloj. Las seis de la mañana.

-Kara: Parad, vais a despertar a mami...

-Marley: ¿Podemos ir a ver los regalos?

-Kara: ¿No podéis esperar un poco?

-Collin: ¿Cuánto es un poco?

-Kara: Hasta que mami despierte.

-Lena: Mami está despierta... - dijo, con voz de dormida.

-Sarah: Entonces ya podemos ir...

-Marley: ¡Venga, mamá...! – dijo cogiendo mi mano y tirando.

-Kara: Ya voy.... – dije levantándome. En ese momento, los tres se quedaron mirándome - ¿Qué?

-Marley: ¿Tenías calor, mamá? No tienes tu pijama.

-Kara: Oh, mierda... - dije metiéndome de nuevo en la cama. – Esperad un momento a que mami y yo nos vistamos. Esperad fuera, vamos... - Cuando salieron, me giré para besar a Lena. – Buenos días...

-Lena: ¿Qué hora es?

-Kara: Las seis de la mañana...

-Lena: ¿Las seis? Sólo hemos dormido...

-Kara: Dos horas. Lo sé... Pero vamos a que abran sus regalos y luego podrás dormir el resto del día, lo prometo.

-Lena: ¿Y tú...?

-Kara: No tengo sueño. – dije levantándome y poniéndome mi pijama. Lena hizo lo mismo. Cuando salimos, Collin, Marley y Sarah estaban sentados al lado de la puerta. Collin abrazaba a Krypto.

-Collin: Sois unas tardonas...

-Kara: Los regalos no se van a mover de donde están, Collin. No seas impaciente.

-Marley: ¿Podemos bajar ya?

-Lena: Pero sin correr... Sólo faltaba que os cayeseis por las escaleras.

-Kara: Además, mami y yo no podemos correr.

-Collin: Con lo gordas que os estáis poniendo....

-Kara: ¡Oye! ¡No nos estamos poniendo gordas, estamos...!

-Lena: Espera a que abran sus regalos- dijo, cogiendo mi brazo.

-Kara: Sí... Vamos- dije. Los tres bajaron las escaleras despacio, pero al llegar abajo, corrieron como locos hasta el árbol.

-Lena: ¿Qué les compraste? – susurró.

-Kara: Algo que llevaban meses pidiendo.

-Lena: No. Kara, no... ¿No se te habrá ocurrido?

-Kara: ¿Qué tiene de malo?

-Lena: ¡Kara! ¡Dime que estás bromeando!

-Kara: Pues...

-Marley: ¡Una guitarra! – gritó cuando abrió su regalo.

-Sarah: ¡Y yo otra!

-Lena: Dime que compraste otra para Collin.

-Kara: Collin no quería una guitarra. Él quería una...

-Collin: ¡Una batería! ¡Mamá, ayúdame a montarla!

Vi a Lena cruzarse de brazos y mirarme con cara de pocos amigos.

-Kara: Mira lo felices que están...

-Lena: Voy a matarte, Kara. Te dije que no les compraras eso. Son muy pequeños aún.

-Kara: Pero ellos querían eso.

Marley y Sarah empezaron a tocar sus guitarras. Aunque, más bien parecía que estaban torturando a dos gatos.

-Lena: ¿Vamos a tener que escuchar eso a todas horas?

-Collin: ¡Mamáaaa! ¡Ayúdame a montarla! – gritó, nervioso.

-Kara: Voy...

Cuando estuvo montada, Collin empezó a aporrearla con toda su alma. Miré a Lena, que parecía bastante molesta.

-Collin: ¡Mira cómo suena, mami!

-Kara: Vale... Tenías razón, no fue una buena idea. ¿Qué hacemos ahora?

-Lena: ¿Qué hacemos? Fue idea tuya, así que la pregunta es ¿qué harás ahora?

-Kara: Bueno, a lo mejor tus regalos les gustan más y se olvidan de estos.

-Lena: Lo dudo mucho...

-Kara: Aún os quedan regalos por abrir... - dije, intentando llamar su atención.

-Lena: No sé porqué quisiste que los comprásemos separadas.

-Kara: Porque así podría aprovechar a comprar tu regalo sin que te dieras cuenta.

-Lena: ¿Me has comprado un regalo?

-Kara: Claro que te he comprado un... Espera, ¿tú a mí no?

-Lena: ¡Eh, os faltan regalos por abrir! – gritó, señalando tres enormes paquetes junto a la puerta del jardín.

Los tres dejaron las guitarras y la batería y corrieron a abrir los paquetes.

-Marley, Sarah y Collin: ¡Biciiis!

-Marley: ¡La mía es roja!

-Collin: ¡La mía azul!

-Sarah: ¡Y la mía amarilla!

-Kara: ¿Bicis?

-Lena: También llevaban mucho tiempo pidiéndolas. Sabía que tú les comprarías lo más ruidoso...

-Kara: ¿De verdad no me compraste un regalo?

-Lena: No cielo, lo olvidé, lo siento... Con todo esto de los embarazos, tengo la cabeza en otro sitio.

-Kara: No importa... - dije sonriéndola y abrazándola – Tú y nuestros hijos ya sois el mejor regalo.

-Lena: ¿De verdad?

-Kara: Sí... No necesito nada más.-Dije.

-Sarah: ¡Mami, este es para ti! – dijo, entregándole un paquete a Lena.

-Kara: Ábrelo.

-Lena: Pero... No es justo, cariño.

-Kara: ¡Ábrelo!

-Marley: ¡Ábrelo, mami!

-Lena: De acuerdo... - dijo rompiendo el papel con cuidado. La vi sonreír cuando vio los dos "diarios para los bebés "que compré para ella. Sabía que usaría el que le regalaron Winn y Nia para el bebé que crecía en su vientre, y supe que querría otros dos para los que crecían dentro de mí.

-Collin: ¿No te gusta tu regalo, mami? – preguntó cuando vio a Lena llorar.

-Lena: Sí, claro que me gusta, es que...

-Kara: Si no te gusta el color puedes cambiarlos. Los pedí en esos colores porque no sabemos aún lo que serán... Y porque me recordaban a tus ojos...

-Lena: Cariño... - dijo abrazándome, sin dejar de llorar – me encantan, de verdad.

-Kara: Hay otro regalo, pero... Tendrás que buscarlo.

-Lena: ¿Buscarlo?

-Kara: Está escondido en algún lugar de la casa.

-Lena: ¿De la casa...? ¿Toda la casa? Kara, este lugar es enorme, puedo tirarme horas buscando...

-Kara: No si sigues las pistas.

-Lena: ¿Qué pistas?

-Kara: La primera es esta... - dije, dándole una cajita con una llave.

-Lena: Es la llave del garaje.

-Kara: Sí...

-Lena: ¿El regalo está en el garaje?

-Kara: No.

-Lena: ¿En serio tengo que buscarlo?

-Sarah: ¿Podemos ayudarte, mami?

-Lena: No lo sé... ¿Pueden?

-Kara: Claro... Antes de empezar, iré a pedirle a Martha que prepare el desayuno. ¿Quieres que tu pastelero te prepare algo para desayunar?

-Lena: Tarta de manzana...

-Kara: De acuerdo... - Dije caminando hacia la cocina y volviendo poco después – Listo, vamos.

Cuando llegamos al garaje, Lena y los niños se pusieron a buscar como locos, mientras yo los miraba desde la puerta, sonriendo. Después de diez minutos, Marley me miró.

-Marley: Mamá, ¿Qué estamos buscando?

-Kara: Pensé que ya lo sabíais. Os habéis lanzado como locos a revolverlo todo....

-Lena: Cierto, la pista era la llave. Pero no sabemos qué tenemos que buscar.

-Kara: Una caja azul.

-Collin: ¿Grande?

-Kara: No mucho...

-Lena: Pues nada, buscar una caja azul...

Después de otros diez minutos, Sarah se acercó, molesta.

-Sarah: No hay ninguna caja azul, mamá...

-Kara: Sí que la hay.

-Sarah: ¿Dónde?

-Kara: Yo la estoy viendo ahora mismo...

Todos miraron hacia donde yo estaba mirando.

-Lena: ¿Esta? – preguntó, cogiendo una caja de una de las estanterías – Es una caja de galletas, Kara.

-Kara: Sí.

-Lena: Una caja de galletas....

-Kara: Sí. Es una caja, ¿no? Y es azul. Dije que era una caja azul, no especifiqué de qué.

Lena la abrió, mirando dentro.

-Lena: Sólo hay galletas.

-Kara: ¿Y qué esperabas que hubiera.... Huevos?

-Lena: No lo entiendo...

Los niños me miraban y miraban a Lena.

-Collin: ¿Ahora qué, mami?

-Lena: No lo sé... - se cruzó de brazos y levantó la ceja, mirándome.

-Kara: Si te lo digo, no tiene gracia. Piensa un poco, amor...

-Sarah: Pero mamá, ¿Por qué has guardado aquí las galletas? Las galletas se guardan en la cocina, no en el garaje....

-Lena: Espera... ¿qué has dicho?

-Sarah: Que las galletas se guardan en la cocina...

-Lena: ¿La siguiente pista está en la cocina? – preguntó, mirándome.

-Kara: Puede... - dije, mirando como los cuatro iban corriendo hacia allí - ¡Sin correr!

LENA

25 de Diciembre de 2024

Kara me tuvo casi una hora recorriendo la casa. De la cocina, me mandó al baño, del baño al jardín, del jardín al cuarto de Collin, luego al de las niñas, al nuestro, luego a la piscina... y ahora estábamos en el salón. Los niños empezaban a aburrirse ya mí me estaban dando ganas de llorar. La pista que tenía en la mano esta vez era una cremallera.

-Lena: ¿Se supone que debo buscar algo con cremallera en el salón?

-Kara: Sí – dijo.

-Lena: Es un salón... Hay muebles, libros, una tele, nada de eso tiene cremalleras.

-Kara: Hay más cosas...

-Marley: ¡Mami! – gritó, acercándose mientras abrazaba un montón de cojines.

-Lena: ¿Qué haces con eso?

-Marley: Tienen cremalleras...

-Lena: Déjalos sobre el sofá... -dije acercándome. Abrí los cojines, mirando dentro, hasta que encontré una cajita alargada dentro de uno de ellos. - ¿Me has hecho recorrer toda la casa y mi regalo estaba aquí?

-Kara: Yo no... Quien haya dejado ahí el regalo es quien te ha hecho recorrer la casa...

-Lena: Claro... – dije cuando Kara hizo un gesto recordándome que los niños estaban delante. Abrí la caja y saqué un llavero con un colgante en forma de libro. Tenía algo escrito en la tapa del libro. Lo leí . "Gracias por ser la madre de mis hijos y la mejor esposa del mundo. K" – Kara... Esto es...

-Kara: Ábrelo...

-Lena: ¿Se abre? – pregunté, mientras lo abría y vi que e l libro tenía varias "páginas" donde Kara había grabado las fotos de Collin, Marley y Sarah cuando eran bebés.- Es precioso...

-Kara: Y aún quedan páginas para los tres que están por llegar.

-Lena: Pero son tres... Y quedan cuatro páginas. ¿No estarás pensando en tener más?

-Kara: No, la última es para que pongas una imagen de nosotras dos, la que más te guste. Lo llevaremos a grabarlo cuando nazcan los bebés. ¿Qué te parece?

-Lena: Me encanta... - dije besándola. – Gracias, cariño...

-Kara: De nada... - dijo mirándome. - ¿Desayunamos? No sé vosotros, pero yo me muero de hambre...

-Lena: Sí... - dije mirándola mientras se sentaba en la mesa con los niños. Ella no había dicho nada por no tener un regalo. Tampoco parecía importarle. En ese momento me miró y me sonrió, haciendo que me dieran ganas de llorar de nuevo. Kara era perfecta. No le daba ninguna importancia a lo material, ni al dinero. No le importaba gastar lo que fuera en nosotros o en la gente que quería. Ella decía que el dinero estaba para gastarlo y si podía gastarlo para hacer felices a las personas que quería, mejor aún. Me senté a su lado y ella cogió mi mano, besándola.

-Kara: Niños, ¿recordáis que mami y yo os dijimos que ibais a tener un hermanito?

-Marley: Sí... ¿Cuándo?

-Lena: Aún falta un poco...

-Kara: Sí, aún falta. Pero no vais a tener un hermanito Vais a tener tres.

-Sarah: ¡Tres! ¡No!

-Kara: ¿No te gusta?

-Sarah: Los bebés se pasan el día llorando y haciendo caca, no vais a poder jugar con nosotros...

-Lena: Claro que vamos a poder jugar con vosotros, cariño...

-Collin: ¿Alguno será un niño...?

-Lena: Aún no lo sabemos, pero cuando lo sepamos, os lo diremos, ¿vale?

-Collin: Bueno... - dijo empezando a tomarse su leche y mirando a Kara - ¿Mamá no tiene regalo?

-Kara: No necesito nada... - dijo sonriéndome – Ya tengo el mejor regalo de todos.

Después del desayuno. Kara y yo fuimos a ver un rato la televisión.

-Kara: Se lo han tomado bastante bien...

-Lena: Sí, mejor de lo que... - dije, tapándome los oídos al escuchar el ruido de las guitarras y la batería – Kara, te voy a matar....

-Kara: ¡Niños, ¿por qué no sacáis eso al jardín y practicáis allí, eh?!

-Lena: Sólo a ti se te ocurren esas cosas.

-Kara: Pero ellos querían eso...

-Lena: Y yo quiero un unicornio. ¿También me lo vas a comprar?

-Kara: Puedo comprarte un caballo y ponerle un cuerno de plástico si te hace ilusión. Es lo más parecido que podría regalarte. No puedo comprar algo que no existe, amor...

-Lena: Sólo estaba... Da igual...

Después de ver la televisión un rato, pasamos la mañana enseñando a los niños a montar en sus bicicletas nuevas. Los llevamos al parque, donde Krypto aprovechó para correr y jugar. Tras la comida. Los niños se durmieron un rato y Kara aprovechó para revisar algunos papeles de las empresas. No había dicho nada de su regalo. Y yo me sentía mal por hacerle creer que no tenía ninguno.

-Lena: Cielo... - dije acercándome y abrazándola por detrás, besándola en la mejilla.

-Kara: ¿Sí...? – dio, sin levantar la vista de los papeles que tenía delante.

-Lena: Tengo algo para ti.

-Kara: ¿Para mí?

-Lena: Sí. Sí que tenías un regalo.

-Kara: ¿Qué es...?

-Lena: Ábrelo... - dije tendiéndole el pequeño paquete.

Kara lo abrió y sacó un reloj con el dibujo de un Tiranosaurio bebé dentro de la esfera.

-Kara: Me encanta...

-Lena: Tiene algo escrito detrás.

-Kara: ¿Sí...? -dijo girándolo para leerlo – Para mi pequeña Tiranosauria. Te quiero. L...

-Lena: ¿Te gusta?

-Kara: Claro que me gusta... Es fantástico... - dijo, poniéndose el reloj y mirándolo. Se levantó y me abrazó, besándome – Gracias, amor...

-Lena: Siento haberte hecho creer que no tenías nada. Pero es que... ¿Dos guitarras y una batería, en serio Kara, ¡¿En qué pensabas?! – grité, riéndome.

-Kara: No pensaba. Sólo quería verlos contentos...

-Lena: Lo sé... - dije mirándola – Pareces cansada, ¿por qué no te acuestas un rato?

-Kara: Sólo si vienes conmigo... - dijo empezando a besar mis hombros.

-Lena: Kara, cariño... Ahora no...

-Kara: Oh, entonces lo de anoche...

-Lena: Lo siento, es que...

-Kara: No importa... Sólo descansaremos... Vamos – dijo tirando de mí hacia el cuarto.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro