2-SECRETO AL DESCUBIERTO
KARA
Cuando acabaron las clases, fui a mi taquilla a dejar los libros. Cuando estaba llegando, vi a Lena Luthor ya esperando. Cuando me vio sonrió y me saludó con la mano. Le devolví el saludo y me acerqué.
-Kara: Hola..
-Lena: Hola... ¿Qué te apetece comer?
-Kara: Directa al grano... - dije, guardando los libros.
-Lena: No sé lo que te gusta...
-Kara: La verdad es que no tengo mucha hambre
-Lena: ¿Entonces elijo yo? ¿Hamburguesas?
-Kara: Sí, vale...
-Lena: Genial. Vamos.
-Kara: ¿Tienes coche?
-Lena: No, hoy no lo traje.
-Kara: Podemos ir en el mío si quieres.
-Lena: Sí, claro...
Al salir, me pareció ver a Winn y Nia mirándonos. Mandé un mensaje a Eliza para decirle que llegaría tarde. Fuimos hasta el coche y nos montamos. No pude evitar hacer un gesto de dolor al sentarme.
-Lena: ¿Estás bien?
-Kara: Sí, el otro día me caí en casa y me hice un poco de daño... - dije sonriéndola.
-Lena: ¿Puedes conducir? Si quieres, lo llevo yo.
-Kara: No, no te preocupes. Puedo...
-Lena: Bien, conozco un sitio que hace unas hamburguesas geniales. Yo te indico.
Nos abrochamos los cinturones y, veinte minutos después, llegamos a nuestro destino.
Comimos, y Lena y yo pasamos casi toda la tarde hablando, conociéndonos un poco... La verdad es que era bastante agradable.
Después, la acerqué a su casa y yo, aunque no quería, volví a la mía.
12 de Junio de 2019
Al día siguiente, volví a llegar tarde a clase. Maxwell había vuelto a entrar en mi cuarto. Llegué justo en uno de los descansos, y vi a Winn y Nia que se acercaban, con cara de pocos amigos.
-Winn: Así que a nosotros nos hechas, y te vas con Lena Luthor, ¿no? Muy bonito, Kara... - dijo furioso.
-Kara: Winn, no...
-Winn: ¿No qué? ¿No somos tan populares como ella, no tenemos su dinero? ¿No somos guays?
-Kara: No es eso...
-Winn: ¡¿Entonces?!
-Nia: Winn, eh... cálmate, vamos. Déjame hablar con Kara un segundo... -Dijo, tranquila. Winn se alejó para ir a sus clases, murmurando – Kara... ¿Qué te pasa? En serio, estás muy rara, te comportas... No eres tú, Kara...
-Kara: Lo sé... ¿Puedo quedarme esta noche en tu casa?
-Nia: ¿Cómo?
-Kara: Por favor, Nia, no quiero ir a casa. ¿Puedo quedarme contigo esta noche...? – supliqué llorando.
-Nia: Kara... - dijo sorprendida. –Sí, claro que sí... ¿Pero vas a contarme lo que te pasa?
-Kara: Nia...
-Nia: Oye, sea lo que sea, parece grave. Así que si vienes a casa, es con la condición de que hablemos, ¿me oyes?
-Kara: Sí...
-Nia: ¿Te espero después de clase?
-Kara: No. Iré a tu casa sobre las siete. Tengo que ir a comprar unas cosas....
-Nia: De acuerdo... - dijo abrazándome.
-Kara: Au...
-Nia: ¿Qué?
-Kara: Nada... ¿Vamos a clase?
-Nia: Sí...
Las siguientes dos clases, volví a pasarlas distraída. Me fijé en que Nia me miraba de vez en cuando y cogía mi mano, como si quisiera que le contase algo en ese momento.
En el descanso, fui a la cafetería y allí vi a Lena. Me senté en nuestra mesa y pedí un batido de chocolate.
-Lena: Eh, Kara... hola...Oye, me preguntaba si hoy también te apetecería ir a comer.
-Kara: Hoy... Sí, claro...
-Lena: ¿Tampoco están tus amigos contigo hoy?
-Kara: Los veré luego...
-Lena: ¿Puedo sentarme contigo?
-Kara: Claro...
-Lena: Bien. ¿Dónde quieres ir hoy?
-Kara: ¿Pizza? Pero hoy pago yo. Ayer lo pagaste tú todo.
-Lena: De acuerdo, me parece justo... Pero a esto te invito yo – dijo, cuando me trajeron el batido – Otro para mí, por favor...
Después de las clases fuimos a la pizzería. El día anterior habíamos estado hablando de cosas de poca importancia. Casi todo relacionado con la universidad. Estaba pensando si debía preguntarle a Lena algo más personal, cuando ella se adelantó.
-Lena: Cuéntame algo de ti... - dijo, mirándome, con la cabeza apoyada en una mano.
-Kara: ¿Qué quieres saber?
-Lena: Lo que quieras contarme...
-Kara: Bueno, yo... Me llamo Kara Zor-el. Los Danvers me adoptaron cuando tenía tres años, después de que mis padres muriesen en un accidente de coche.
-Lena: ¿Eres adoptada, en serio? Yo también... Bueno, en parte. Mi padre sí es Lionel Luthor, pero Lillian no es mi madre biológica. Ella me... Adoptó, cuando mi madre murió. Yo tenía cuatro años.
-Kara: Bueno, parece que tenemos algo en común... - dije, medio sonriéndola.
-Lena: No pareces tener muchas ganas de hablar... Cambiemos de tema. ¿Tienes novio?
-Kara: No...
-Lena: Oh, ¿Novia, tal vez...?
-Kara: No, nada. Nunca he estado con... Con nadie, la verdad.
-Lena: ¿Nunca?
-Kara: Nunca... ¿Y tú?
-Lena: Sí, empecé a salir con una chica hace dos años.
-Kara: Ah... ¿Y... Estudia aquí?
-Lena: No... Además, rompimos hace un año.
-Kara: ¿Por qué?
-Lena: Sus padres no querían que estuviera conmigo.
-Kara: No les gustaba que su hija saliera con otra mujer... Qué idiotas...
-Lena: No, en realidad, eso no les molestaba. Al principio les caía bien, hasta me invitaban a comer a su casa y demás. El problema fue cuando se enteraron de mi... secreto.
-Kara: ¿Tienes un secreto?
-Lena: Sí, bueno, no es algo que vaya contando a todo el mundo por ahí, ¿sabes?
-Kara: No tienes que decirme nada si no quieres...
-Lena: Lo extraño, Kara... - dijo mirándome – Es que sí quiero. Creo que puedo confiar en ti lo suficiente como para contártelo.
-Kara: Lena, yo...
-Lena: Tengo pene.
-Kara: ¿Qué...? Perdona, la pizza debe haberme sentado mal. Me ha parecido oírte decir que tienes... ¿Pene? – dije lo último en voz baja.
-Lena: Eso he dicho...
-Kara: Entonces... ¿Eres un...?
-Lena: No. Soy una mujer en todos los aspectos. Pero nací con algo extra.
-Kara: Oh... - dije, mirándola. No sabía qué decir al respecto. No quería incomodarla.
-Lena: A ti tampoco te gusta.... – dijo, mirándome con tristeza, mientras la sonrisa que había tenido todo el tiempo en los labios iba desapareciendo.
-Kara: No... Quiero decir, sí... digo... ¡no es eso! Es que... Es la primera vez que... oigo algo así. Perdona, no quería...- dije, mirándola.
-Lena: Como ya te he dicho, no es algo que vaya contando por ahí. Aparte de mi familia, mi mejor amiga, esa chica, sus padres y tú, no lo sabe nadie más...
-Kara: No diré nada, no te preocupes... Y... A ver, ¿cómo pregunto esto sin que te sientas ofendida o...?
-Lena: Vas a preguntarme si puedo darle uso...
-Kara: Pues... sí... - dije sonrojándome.
-Lena: Sí. Por eso al padre de mi ex no le gustaba.
-Kara: Vaya, es... - cogí su mano, mirándola a los ojos – Confirmo lo de antes. Los padres de esa chica son idiotas.
-Lena: Sí, lo son... - dijo sonriéndome.
Seguimos comiendo y hablando. Después dimos un paseo por el parque, contándonos cosas de nuestra infancia, del instituto...
-Kara: Mierda... - dije mirando mi reloj – Había quedado con Nia en su casa, tengo que irme. ¿Quieres que te lleve a casa primero?
-Lena: No, tranquila. Pediré que vengan a buscarme. – dijo mirándome fijamente.
-Kara: ¿Qué pasa?
-Lena: Llevo toda la tarde queriendo preguntarte algo. Sonríes... Pero tus ojos siguen tristes. ¿Estás bien, Kara...?
-Kara: Yo... Sí, estoy... Tengo que irme, Nia me va a matar, lo siento... - dije alejándome, corriendo. Llegué a casa de Nia casi a las ocho. Llamé al timbre y esperé.
-Nia: ¿Dónde estabas? Te he estado llamando.
-Kara: ¿Qué...? – dije sacando mi móvil – Mierda, me quedé sin batería, lo siento. No me di cuenta de la hora.
-Nia: Pasa...
-Kara: ¿Puedo usar tu teléfono un momento?- dije, mientras íbamos a su cuarto.
-Nia: Claro... Toma – dijo, dándome su móvil. Lo cogí y marqué el número de casa.
-Kara: Eliza... Hola. Perdona, no me he dado cuenta de la hora. Estoy estudiando con Nia y voy a quedarme a dormir en su casa, ¿vale?... Sí, es que me he quedado sin batería en el móvil.... Sí, ahora lo pondré a cargar.... Vale, hasta mañana. – dije colgando y devolviéndole el móvil a Nia, que me miraba, sentada en la cama.
-Nia: Bueno, ¿vas a contarme lo que te pasa?
-Kara: ¿Ahora?
-Nia: Sí. Si no te lo saco ahora, empezarás a darme largas y no me contarás nada. Te conozco bien, Kara.-Me senté en la cama y suspiré, mirándola. Sin querer, empecé a llorar y vi la cara de preocupación de Nia.-Kara... Eh...
-Kara: Yo...-dije, temblando de pronto. Y un montón. Agaché la cabeza, avergonzada.
-Nia: Kara... Tranquila... Mírame. Vamos a estar solas, toda la noche. No hay nadie más en la casa, así que si hay que pasarse la noche despiertas llorando, lo haremos. No vamos a molestar a nadie. Mi compañera de piso está con su novio.
Levanté la cabeza y miré a Nia. Ella cogió mis manos con fuerza y me sonrió.
-Kara: Maxwell...
-Nia: ¿El marido de Eliza? ¿Qué le pasa?
-Kara: Él me ha... Él me ha...
-Nia: Kara... ¿te ha hecho algo?
-Kara: Me ha violado...
-Nia: ¡¿QUÉ?! – Gritó, mirándome horrorizada –Kara...
-Kara: Varias veces... Cada mañana, cuando Eliza se iba a trabajar, él, entraba en mi cuarto y.... – dije, llorando con fuerza. Nia me abrazó y di un grito, apartándome.
-Nia: ¿Qué pasa?
-Kara: Como me resistía, me... me pegaba y...
-Nia: Oh dios. Déjame ver, Kara.
-Kara: No... - dije apartándome.
-Nia: Kara, por favor... - se acercó despacio – déjame ver qué te ha hecho. – dijo, empezando a llorar también.
Me quité la camiseta y la dejé caer al suelo, dejando ver mi cuerpo lleno de moratones. Nia se tapó la boca con las manos, sin dejar de mirarme.
-Nia: Dios mío, Kara... ¿Qué te ha hecho ese animal? – Acercó la mano a la cicatriz que tenía sobre mi pecho - ¿Esto...?
-Kara: No. Esto no ha sido él... - dije, poniéndome la camiseta rápidamente.
-Nia: ¿Se lo has dicho a Eliza...? ¿A la policía?
-Kara: No. Me ha dicho que si se lo cuento a alguien, les hará lo mismo a Eliza y a Alex. Y no puedo permitírselo, Nia. No puedo dejar que...
-Nia: Ven aquí... - dijo abrazándome con cuidado. De pronto volvió a mirarme con horror – Dime que ha usado condón, Kara.
-Kara: La primera vez no... Las demás sí....
-Nia: Vale, tranquila.... Mierda, creo que he metido la pata, Kara....
-Kara: ¿Por qué? – dije, sin separarme de su abrazo. Me sentía bien así.
-Nia: Estabas tan rara que... Esta mañana Winn y yo llamamos a tu hermana. Le dijimos que te pasaba algo, que no parecías estar bien.
-Kara: ¿Qué...?
-Nia: Vuelve mañana...
-Kara: ¡¿QUÉ?!
-Nia: lo siento. Estábamos tan preocupados por ti que...
-Kara: Alex no puede enterarse, ¿Vale? Ya... Ya inventaré algo, pero no puedes decirle lo que pasa. ¿Me lo prometes?
-Nia: Kara, debe saberlo.
-Kara: No... No, dime que no le dirás nada. Por favor, Nia. Prométemelo...
-Nia: Está bien, te lo prometo... - dijo. Aún me tenía abrazada. - ¿Tienes hambre?
-Kara: Un poco... ¿Puedo darme una ducha?
-Nia: Claro... Iré a preparar algo de cena. – dijo apartándose y caminando hacia la puerta - ¿Seguro que puedo dejarte sola? ¿No intentarás hacer ninguna estupidez...?
-Kara: Sólo una ducha, lo prometo...
-Nia: Bien... Ya sabes dónde están los pijamas – dijo marchándose.
Cogí un pijama del cajón y fui al baño. Cuando me desnudé me miré en el espejo y volví a llorar de nuevo. Entré en la ducha y dejé que el agua me cayese encima durante varios minutos. Después, me pegué a la pared y me fui deslizando hasta quedar de cuclillas y abrazándome a mí misma. No sé el tiempo que estuve así. Noté que alguien me tocaba y me aparté de golpe, con un grito.
-Nia: Kara... Tranquila, soy yo... - dijo sonriéndome – Deja que te ayude, vamos...
Me ayudó a levantarme y me envolvió con un albornoz. Luego tiró de mí y me hizo sentarme sobre su cama, mientras me iba secando con cuidado. Yo miraba al suelo, en silencio.
-Nia: Ha debido ser difícil no decir nada en todo este tiempo... Pero sabes que yo te voy a ayudar, ¿verdad?
Asentí, mientras Nia me quitaba el albornoz y hacía que me levantase de nuevo, para ayudarme a ponerme el pantalón del pijama. Por instinto, me había cubierto la cicatriz con los brazos, y Nia tuvo que hacer fuerza para intentar separarlos.
-Kara: No...
-Nia: Tienes que ponerte la camiseta, vamos...
-Kara: No la mires...
-Nia: ¿Qué no mire qué?
-Kara: La cicatriz...
-Nia: No la miraré... - dijo sonriéndome. Me ayudó a ponerme la camiseta y luego me besó en la mejilla – Ya estás... Venga, vamos a cenar... – Bajamos al salón y cenamos viendo la tele, en silencio.
-Kara: Gracias... - dije.
-Nia: De nada... ¿Puedo preguntarte algo? ¿Cómo te hiciste esa cicatriz?
-Kara: En el accidente en el que murieron mis padres. Un corte con un trozo de hierro.
-Nia: Debió dolerte mucho. Pero... ¿por qué tienes tanto miedo de que la vean?
-Kara: Me da vergüenza, es muy grande, y se ve mucho.
-Nia: ¿Y?
-Kara: Antes de mudarnos a National City, los demás niños se burlaban de ella, así que...
-Nia: ¿Pensaste que era algo malo y que debías esconderla?
-Kara: Sí... - dije jugando con la comida que quedaba en el plato.
-Nia: ¿No quieres más? Eso no puede ser bueno. Kara Danvers nunca deja nada en su plato. Ni en el de los demás... - bromeó.
-Kara: Lo siento. Está muy bueno, pero... - dejé el plato sobre la mesa.
-Nia: Lo entiendo... - dijo, dejando el suyo también – Ven aquí...
Me acurruqué sobre ella y me abrazó, mientras veía la tele. La sentí dormirse poco después, aunque yo no pude hacerlo. Tenía que encontrar una excusa que contarle a Alex. Y que fuera creíble. Muy creíble. La verdad, es que adoraba a Nia, pero habría dado lo que fuese porque hubiese sido Alex quien hubiese estado conmigo esta tarde, ayudándome a ducharme, a vestirme... Necesitaba a mi hermana. Me acurruqué un poco más y lloré en silencio, intentando no despertar a Nia.
LENA
Esa mañana me desperté bastante animada. Bajé a desayunar y estuve hablando con mi padre sobre la empresa familiar, como hacíamos siempre. Había cajas por todas partes, ya que me estaba mudando. Mis padres me habían regalado un apartamento hacía algunos meses como premio por haber conseguido cerrar un negocio muy importante para la empresa. Aunque antes de mudarme, quise hacerle algunos cambios. Con suerte, en unos días podría irme allí, así que ya estaba empezando a preparar cajas con mis cosas.
Después fui a ducharme. Sentí una fuerte erección al recordar la tarde anterior con Kara. La verdad, yo estaba realmente nerviosa, Y ella creo que también, así que apenas hablamos y, cuando lo hacíamos, hablábamos de cosas sin importancia, tonterías sin sentido en su mayoría.
Empecé a masturbarme al recordar sus ojos azules mirándome. Aunque era una mirada triste, me hipnotizaba, haciendo que me perdiese en ellos y olvidase todo a mi alrededor. Igual que su sonrisa. No sonreía como siempre, pero me parecía la sonrisa más hermosa del universo.
Cuando acabé, miré el reloj y maldije en voz baja. Iba a llegar tarde a clase. Me vestí rápidamente y fui a la universidad tras despedirme de mis padres. Una vez allí, fui a clase y luego fui a la cafetería del edificio de periodismo. Si alguien preguntaba, estaba buscando a mi amiga Lois Lane (Aunque sabía perfectamente que no iba a estar, ya que estaba celebrando el final de las clases con su hermana en no sé qué sitio). Pero en realidad, buscaba a Kara. La vi y me acerqué. De nuevo estaba sola. Creo que jamás me acostumbraría a verla así. Me partía el corazón verla sin sus amigos. Algo debía haber pasado, estaba segura.
-Lena: Eh, Kara... hola... - dije sonriéndola - Oye, me preguntaba si hoy también te apetecería ir a comer.
-Kara: Hoy... Sí, claro...
-Lena: ¿Tampoco están tus amigos contigo hoy?
-Kara: Los veré luego...
-Lena: ¿Puedo sentarme contigo? –Pregunté. Realmente, no soportaba verla sola.
-Kara: Claro...
-Lena: Bien. ¿Dónde quieres ir hoy?
-Kara: ¿Pizza? Pero hoy pago yo. Ayer lo pagaste tú todo.
-Lena: De acuerdo, me parece justo... Pero a esto te invito yo – dijo, cuando me trajeron el batido – Otro para mí, por favor...
Después de las clases fuimos a comer. Esta vez, ambas estábamos algo más relajadas. Lo suficiente como para hablar de cosas más personales.
Kara me contó que la adoptaron con tres años cuando sus padres murieron. Le respondí que yo también era adoptada. Bueno, en parte. Lillian Luthor no era mi madre, pero Lionel, sí era mi padre biológico. Noté que el tema había entristecido algo más a Kara, así que decidí llevar la conversación a otro rumbo.
Le pregunté si tenía novio, y ella me contestó que no, que nunca había estado con nadie. Ni hombre, ni mujer. Algo que me sorprendió, teniendo en cuenta lo hermosa y maravillosa que era. Era imposible que nadie se hubiese fijado en ella.
Cuando ella me preguntó si yo había estado con alguien, por un momento dudé sobre si contarle la verdad sobre mí. Finalmente, decidí hacerlo. Kara me inspiraba confianza, me sentía cómoda con ella, y pensé que merecía saber la verdad. Desde el principio.
Cuando le dije que tenía pene, se sorprendió, aunque no pareció tomárselo mal. Me gustó que no me mirase como a un bicho raro o como si fuera un monstruo con seis cabezas, doce cuernos, treinta ojos y siete colas. Incluso me hizo gracia cuando intentó que no me sintiera ofendida al preguntar si podía darle uso.
Después de eso, dimos un paseo por el parque, hasta que miró el reloj y dijo que se tenía que ir. No sin antes ofrecerse a llevarme a casa, algo que rechacé, ya que parecía tener bastante prisa.
Aunque quise preguntarle antes de irse si estaba bien. Ella esquivó la pregunta y se fue, sin apenas despedirse.
Volví a casa y pasé el resto de la tarde en la oficina de mi padre, tratando asuntos de la empresa. En unos años, yo tendría que hacerme cargo, ya que Lex no estaba dispuesto a ocupar el cargo de CEO. Así que era mejor que fuese aprendiendo cómo manejarla sin problemas.
Después de cenar con mis padres, me fui a dormir, deseando que llegase el día siguiente para ver a Kara.
13 de Junio de 2019
KARA
Cuando desperté, estaba sola en el sofá. Escuché voces en la cocina. Una era la de Nia, y la otra parecía ser de la Winn. Me levanté y fui hacia allí. Cuando entré en la cocina, los dos se quedaron callados, mirándome. Winn se acercó y me abrazó con cuidado. Miré a Nia.
-Kara: Se lo has contado.... – afirmé.
-Nia: Lo siento Kara, es Winn y... Insistió mucho, ya sabes cómo es...
-Winn: Voy a matar a ese cabrón... - dijo apartándose un poco y mirándome - ¿Cómo estás?
-Kara: ¿Tú qué crees?
-Winn: Yo... No sé qué decir, Kara, lo siento... Pero no te enfades con Nia. Tiene razón, he tenido que insistirle mucho. Llevo aquí dos horas y no me ha dicho nada hasta hace diez minutos. Además, los tres sabemos que me lo habrías terminado contando igualmente...
-Kara: Supongo que sí... ¿Qué hora es?
-Winn: Las ocho y media.
-Kara: ¿Y no vais a clase?
-Winn: ¿y dejarte sola? No, ni hablar. Hoy nos las saltamos.
-Kara: Yo tengo que ir... Tengo un examen en cuatro horas.
-Nia: ¿Estás segura?
-Kara: Al menos eso me ayudará a distraerme. Pero tengo que ir a casa a por ropa.
-Winn: Pues te acompañamos Kara. No vas a ir sola.
-Kara: Os lo agradezco Winn. Pero No podréis acompañarme todos los días.
-Winn: ¿Y por qué no vienes a vivir con Nia? Estábamos hablando de eso justo ahora.
-Kara: Porque Nia tiene una compañera de piso.
-Nia: Que se muda dentro de dos días. Así que su cuarto quedará libre. Iba a poner un anuncio buscando a alguien para ocupar la habitación. Pero si eres tú, mucho mejor.
-Kara: No puedo pagarte un alquiler, Nia.
-Nia: Bueno, cuando encuentres un trabajo ya hablaremos de eso. De momento, te quedas aquí como mi invitada.
-Winn: Desayuna, vístete y vamos a por ropa limpia. – dijo, dejándome un café sobre la mesa.
-Kara: Está bien... - dije sonriéndoles. Desayuné, me lavé, me vestí y fuimos a casa.
-Maxwell: ¡Vaya, mira quién se digna a aparecer por fin!- dijo en cuanto abrí la puerta.
-Winn: Hola, señor Lord... - dijo entrando delante de mí, como si me cubriera- Kara ha venido a cambiarse de ropa y nos vamos a clase.
-Maxwell: ¿No llegáis tarde?
-Winn: No... Es semana de exámenes. Kara y Nia no tienen el suyo hasta dentro de tres horas y yo no tengo el mío hasta última hora, así que...
-Eliza: ¡Nia, Winn! – dijo apareciendo de pronto en el salón – Hacía mucho que no os veía.
-Winn: ¡Señora Danvers! – dijo abrazándola. Winn adoraba a mi madre – Lo siento, hemos estado muy ocupados. Pero prometemos venir a verla más a menudo, ¿verdad Nia?
-Nia: Claro... Kara, ¿por qué no vas a cambiarte mientras yo le comento a tu madre nuestros planes?
-Eliza: ¿Qué planes...? ¿Os vais de vacaciones?
-Kara: No, mamá. La verdad es que... Voy a mudarme con Nia.
-Maxwell: ¡¿Mudarte?! No, ni lo pienses...
-Eliza: ¿Por qué no, Maxwell?
-Maxwell: Sólo tiene dieciocho años, es muy joven para vivir sola. – dijo, acercándose a mí. Pude ver que Winn también se movía, quedándose siempre entre Maxwell y yo. De pronto, pasó su brazo por mi cuello.
-Winn: Kara sabe apañarse sola. Y así hará compañía a Nia. Su compañera se va...
-Eliza: A mí me parece una buena idea. Alex también se fue a vivir sola con dieciocho años y no pareció molestarte.
-Maxwell: Alex sabe defenderse... Pero Kara es más.... Débil.
-Winn: No es débil – casi gruñó.
-Kara: Me da igual lo que pienses, Maxwell. Voy a mudarme con Nia. Empezaré a preparar mis cosas esta noche, Eliza.
-Eliza: Claro, cielo...
-Kara: Nia, ¿me acompañas?
-Nia: Claro...
-Winn: Sí, yo os espero aquí, hablando con Eliza y... Maxwell.
Subimos a mi cuarto. Una vez allí, me duché, me puse ropa limpia y cogí los libros que necesitaba para ese día. Sólo dos.
-Nia: Coge algo de ropa. Hoy también te quedas en casa.
-Kara: Pero...
-Nia: No vas a quedarte sola con él, Kara... ¿Tienes una maleta, o una mochila o algo?
-Kara: Una bolsa de deporte. En el armario.
-Nia: Perfecto – dijo cogiéndola y empezando a guardar algunos pantalones y camisetas. Luego fue al cajón de la ropa interior y guardó algunas bragas, calcetines y sujetadores. – Con esto valdrá. Si quieres después de clase, Winn y yo podemos ayudarte a empaquetar cosas.
-Kara: Nia...
-Nia: Sé que es todo muy precipitado, Kara. Pero no quiero que estés aquí con ese animal. Ya te ha violado varias veces, te ha pegado... uno de estos días te mata. Y no pienso permitirlo cuando puedo evitarlo haciendo que vengas a vivir conmigo. Compraremos algunas cajas, alquilaremos una furgoneta... Hoy y mañana empaquetamos y el fin de semana, empezamos a llevarnos cosas, ¿qué te parece?
-Kara: Está bien...
-Nia: Perfecto... - dijo abrazándome. – Ahora vamos, tenemos un maldito examen que hacer.
Cuando bajamos de nuevo, Winn y mi madre se reían. Posiblemente de alguna locura de Winn. Maxwell les miraba, serio, en silencio.
-Kara: Nos vamos. Eliza, esta tarde y mañana Winn y Nia me ayudarán a empaquetar cosas. ¿Será mucha molestia?
-Eliza: No cielo. ¿pero tan rápido? Pensé que tardarías más.
-Kara: La compañera de Nia se va este fin de semana, así aprovechamos para dejarlo todo colocado. Y no tendré que preocuparme de ello durante el verano.
-Eliza: ¿Quieres que te vaya guardando algo?
-Kara: No, no es necesario... Gracias... - dije besándola en la mejilla – Hasta luego...
-Winn: Adiós señora Danvers. Maxwell...
Maxwell miró a Winn con cara de pocos amigos. Segundos después, Winn, Nia y yo salimos de la casa.
-Kara: Winn, Maxwell odia que sigan llamando a Eliza por el apellido de Jeremiah.
-Winn: Por eso lo hago, porque le molesta. Que se joda. No merece a una mujer como tu madre. Ese cabrón tiene demasiada suerte. Pero no viene mal que le recuerden que antes de ser su mujer, fue la de otro hombre que sí la merecía.
-Kara: No le provoques, no quiero que te haga daño... - dije, besándole en la mejilla.
-Winn: Que se atreva...
Fuimos a clase, y, tras el examen, quedamos en la cafetería. Estábamos sentados cuando vi a Lena acercarse y darse la vuelta al ver que no estaba sola.
-Kara: ¡Lena! Ven... - dije- ¿Dónde ibas?
-Lena: Estás con tus amigos, no quiero molestar.
-Kara: No molestas. Mira, ellos son Winn y Nia. Chicos, ella es Lena Luthor.
-Winn: Hola...
-Nia: Hola Lena, ¿quieres sentarte con nosotros?
-Lena: ¿De verdad, no molesto?
-Kara: Claro que no...
-Winn: Depende, ¿vas a secuestrar a nuestra amiga otra vez?
-Lena: ¿Cómo?
-Kara: Winn está de broma, ya le irás conociendo – dije, dándole una patada en la espinilla.
-Winn: ¡Joder, Kara, mi pierna! ¡¿A qué ha venido esa patada?!
-Lena: ¿Le has dado una patada?
-Kara: Y le arrancaré la cabeza si sigue abriendo esa bocaza...
-Winn: Vale, perdón...
-Lena: En realidad, sólo quería saber si querías salir hoy a comer también, pero supongo que ya tendrás planes...
-Kara: Sí, la verdad es que... Voy a irme a vivir con Nia y hoy y mañana estaremos muy ocupados, empaquetando cosas. Pero puedes venir si quieres...
-Lena: ¿En serio?
-Kara: No es lo más divertido del mundo, pero...
-Lena: Claro, me apunto. Mejor eso, que pasar toda la tarde encerrada en casa aburrida.
-Winn: ¿Es que no tienes amigas?
-Nia: ¡Winn!
-Lena: Bueno, amigas, lo que se dice así, como vosotros lo sois de Kara... No. Mis amistades se reducen a las hijas de los conocidos de mis padres que sólo piensan en buscarse un novio rico que las mantenga el resto de su vida. Y eso no va conmigo...
-Kara: Entonces te vienes. Pediremos unas pizzas después para recuperar fuerzas.
-Lena: Perfecto, ¿a qué hora?
-Kara: Pues no sé.. Podemos ir los cuatro a comer primero, y de ahí a casa.
-Nia: Me parece bien.
-Winn: ¡Sí, hamburguesas gigantes!
-Nia: ¿Otra vez? Fuimos hace tres días, Winn...
-Winn: ¿Y qué? Podría pasarme la vida entera yendo allí. Además, Lena merece ver cómo Kara se come una de esas ella sola.
-Kara: La verdad es que últimamente no tengo tanta hambre, Winn.
-Winn: ¿Qué? No, tú tienes que comerte una entera para dejar a todos esos idiotas flipando, como haces siempre.
-Kara: Está bien... ¿Te apuntas entonces, Lena?
-Lena: Claro... - dijo riéndose.
-Kara: Entonces cuando Winn haga su examen a última hora, nos vemos en el aparcamiento.
-Lena: Bien. Tengo que irme, nos vemos luego... dijo, acariciando mi mano y alejándose con una sonrisa.
-Winn: Wow, Kara. A esa chica le gustas...
-Kara: ¿Qué?
-Winn: ¿Has visto cómo te ha tocado la mano antes de irse? Le gustas y mucho.
-Kara: Qué va... Sólo ha sido un gesto cariñoso.
-Nia: Sí, un gesto de amigas.
-Winn: Claro, por eso también acepta ayudarte con tu mudanza sin casi conocerte, ¿verdad? Vamos Kara, la mayoría de la gente huye en cuanto escucha las palabras mudanza y ayuda juntas. Incluso los mejores amigos. Bueno, Nia y yo no, porque somos una especie aparte, pero... Bueno, dime ¿a ti te gusta ella?
-Kara: ¿cómo?
-Nia: ¡Winn!
-Winn: ¡¿Qué?! Kara nunca nos ha hablado de nadie que le guste. Ni chico, ni chica. No sabemos lo que le va. Sólo quiero saber si va a dejar que esa belleza de ojos verdes conquiste su corazoncito o no...
-Nia: Eso no es asunto nuestro.
-Winn: Vale... ¿Te gusta ella o no, Kara?
-Kara: Bueno, es agradable...
-Winn: Vale, agradable. Y está como un tren... ¡AU, NIA! – Gritó, acariciándose la cabeza.
-Nia: Eso para que te andes fijando en otras.
-Winn: Yo no me he fijado en nadie. Además, a Lena le van las mujeres, salta a la vista. No tendría nada que hacer con ella. A no ser que me pusiera un par de buenas tetas y me cortara la...
-Kara: No sigas, por favor... - dije, aguantándome la risa. Iba a levantarme para irme, cuando vi que Alex se acercaba a mí. Me acerqué corriendo a ella, abrazándola. - ¡Alex!
-Alex: Kara... Eh, ¿estás bien? Nia me llamó diciendo que ella y Winn estaban muy preocupados por ti. – dijo seria, haciendo que la mirase.
-Kara: Sí, es que... Te echaba mucho de menos. No soportaba más el no verte... Necesito a mi hermana mayor.
-Alex: ¿Seguro que sólo es eso?
-Kara: Estoy algo agobiada con los exámenes y...
-Alex: Tienes mala cara... - dijo, arreglando mi pelo.
-Nia: Anoche nos acostamos tarde. Estuvimos viendo pelis.
-Alex: Bueno, eso puede ayudar, pero no es suficiente. ¿Seguro que estás bien?
-Kara: Ahora sí... - dije abrazándome con fuerza a ella y acercándonos a la mesa donde seguían Nia y Winn. -¿Y Sam?
-Alex: Vendrá en unos días. Le dije que aprovechase al menos los días que teníamos pagados de hotel. Hola chicos – dijo saludando.
-Winn y Nia: Hola
-Kara: Siento que hayas venido por una tontería.
-Alex: Que mi hermana me eche de menos y me necesite no me parece una tontería.
-Kara: Tengo un examen ahora, ¿me esperas y tomamos algo?
-Alex: Claro. ¿Comemos por ahí?
-Kara: Es que... Ya he quedado con Winn, Nia y Lena.
-Alex: ¿Lena?
-Winn: La chica a la que Kara le ha robado el corazón...
-Alex: ¿En serio?
-Kara: No le hagas caso. Es una amiga. Hemos quedado a comer los cuatro y luego vamos a casa a empaquetar mis cosas. Me voy a vivir con Nia.
-Alex: ¿En serio? ¿Te vas de casa? ¿Y eso?
-Kara: Bueno... La compañera de Nia se va y, creo que es una buena oportunidad para ver qué tal me apaño sola.
-Alex: ¿Queréis ayuda?
-Winn: ¡Sí, cuantos más seamos, mejor! Antes acabaremos.
-Alex: Contad conmigo entonces... – dijo, sin soltarme aún- Ahora ve a ese examen, te espero aquí.
-Kara: Vale, hasta ahora...
-Nia: ¿Vienes a comer con nosotros?
-Alex: Claro, tengo curiosidad por conocer a esa Lena...
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