Capitulo 18
A la mañana sigue te de despertar baje a el ático dejando a la pequeña Alex acostada, al bajar estaban la mayoría de los chicos sentados en la mesa, pero sin nada de comida, ¿Triste no?.
– Y... que hay para hoy – le dije a Andrea.
– Nada, ya no nos queda nada
– Bueno eso creo que significa que tendré que ir a cazar algo de comida para que nos alcance para unos días.
– esta bien, les diré a los chicos que saliste...
– Ok, nos vemos, te encargo micho a Alex, cuídala mucho.
Salí de la casa y cargue mi ballesta, seguí el caminito hacia el bosque, cuando estaba en el, puse una flecha en mi ballesta, me puse la capucha y me cubrí la boca y la nariz con la bandana que tenía igual, color negra.
Llevo un largo rato caminando y a lo lejos veo a un ciervo, esperando a que yo lo case, hay, parado, tomando agua de un río, me acerque más, me escondo detrás de un tronco de árbol, le apunte, dispare y deje que la flecha hiciera su trabajo, cuando la flecha le dio a el ciervo, sentí un dolor en mi brazo, bolee y tenía una leve cortada y debajo un oyó, me retorcí de dolor y mire hacia el lado donde había salido el disparo, me pare, saque un pistola, la ballesta me la cargue al hombro y cargue la pistola, y camine despacio hasta donde se veía una sombra sobresalir por los árboles, corrí para alcanzarla y sin dudar le dispare, cuando cayó, se retorció de dolor en el pasto, me acerque y me arrodille le quite el pasamontañas que tenía, me encontré a un chico mas o menos de unos 27 años, el estaba medio dormido, pero tenía la energía suficiente para proporcionarme un golpe en la cara haciendo que se me abra la sega, veo la oportunidad y me monto en el, dándole todos los puñetazos en la cara que soy capas de dar, saco un cuchillo de mi bota y se lo entierro en el corazón, me levanto, voy por el cuervo, le quito la flecha y lo arrastro por todo el bosque.
Al estar en la entrada de la cabaña, toque la puerta y me abrió una pequeña hermosura.
— Hey, hola Alex, – le digo pasando, tirando a el ciervo y dandole un beso en la frente.
– Llegaste... – Me dice Jacobo bajando por las escaleras y mirando a el ciervo – Y con comida.
Se acercó y cargo al cuervo llevándolo a la cocina.
– Vamos, tenemos que irnos – dijo Jack
– Si, pero tenemos que despellejar y cortar al cuervo.
Terminamos de despellejarlo y cortarlo.
– Chicos!!!, recojan sus cosas!!, nos vamos!! – Grite y todos bajaron con sus cosas ya listas, me puse mi mochila en los hombros y salí.
Caminamos por el bosque, tratando de llegar a nuestro destino, Alex iba caminando detrás nuestro.
– Aaaaaa!!!! – Alguien grito.
Todos nos volteamos, sacamos nuestras armas, pero... lo peor... presenciaron mis ojos... la muerte de una persona ... que le avía tomado cariño......y que ahora ya no se iba a encontrar mas.
Dispare a los culpables de esto junto a mis demás compañeros, disparábamos y disparábamos, balas, flechas y cuchillos volaban por parte de los dos bandos, cuando terminamos con ellos, cargamos a la persona muerta y la llevamos cargando.
Llevamos varias horas caminando, pero la persona que murió no pesaba mucho, me dolía tanto su muerte, Jack iba a mi lado, los dos al frente de el equipo.
– Dámelo, hay que buscar un buen lugar donde poner su cuerpo – se lo pase y continuamos caminando, todos con la cabeza gacha, todo lo que había pasado se me olvido la cortada y la bala de mi hombro.
– Aaaaa!!! – me queje y deje caer la mochila.
– Quien te izo eso ??
– Fue un chico Andrea pero, debemos que continuar – Saque un botiquín de primeros auxilios, con unas pinzas me saque la bala, con algodón y un poco de alcohol me lo pase por las dos heridas, luego me cosí la herida de bala, mientras los demás me veían asustados, me vende las dos heridas, me volví a poner todas mis cosas en sima.
– hay que continuar.
Llegamos a un prado, donde las flores eran de color morado, rosa y blancas, frente a el había un hermoso lago, tenía una cascada y peses en el.
– Miren aquí será perfecto para enterarlo – Dijo Andrea, todos aventamos y Jack y Jacobo se ponían a cavar, mientras que nosotras recibíamos flores, echamos el cuerpo a la tumba, depositándolo con cuidado y dejando barias flores en el, el pasto no tarda en volver a crecer. Para mi será la cabellera suelta y hermosa de la tumba.
Todos estamos parados enfrente de la tumba, guardando silencio, creo que todos le damos a tomar un cariño especial, sobre todo yo.
– No puedo creer que la gente se valla tan rápido, esta un momento, pero al otro simple mente se a ido, y eso fue lo que paso – Todos posan sus miradas en mi, pero yo solo en dedico hablar– Así es como una pequeña cosa se va en minutos, las pocas cosas que nos quedan desaparecen. – Guardo silencio.
– Creo que tenemos que irnos chicos – les digo ellos asienten y caminan, yo por mi parte no despejo la vista de la tumba, cuando ya están lo considerable mente lejos, arranco pétalos de todas las flores y encima de la tumba hago un corazón y en medio le pongo la letra A.
Cuando termino me sacudo las manos.
– Te voy a extrañar pequeña, descansa en paz pequeña Alex.
Me giro, no volteo atrás y por cada paso que doy es un paso más dejando atrás a su pequeño cuerpo, a toda su niñez, antes de adentrarme al bosque y alcanzar a mi equipo, giro en mis talones y a lo lejos veo el corazón en la tierra que le había echo.
Y digo.
– DESCANSA EN PAZ PEQUEÑA ALEX...
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