Esa tarde en que la vi, nunca podré olvidarla. Rostro angelical, cabello castaño corto, de baja estatura. Pero lo que más me llamó la atención fueron esos hermosos y brillantes ojos verdes. Esos ojos que te recuerdan a un tranquilo y bello campo, esos ojos que aun cuando tienes un mal día, te transmiten una inmensa tranquilidad.

Esa hermosa chica de ojos verdes es simplemente un ángel, un bello ángel que llegó a este mundo para cautivarnos con su amabilidad. Con el paso de los días puede llegar a conocerla mejor, la hermosa chica de ojos verdes, no dejaba de sorprender a todos.

Es buena con los deportes, claro también es un poco distraída, torpe y miedosa, pero eso no quita su gran talento. De igual forma, es buena compañera y amiga, le gusta ayudar a todo el mundo.

La primera vez que se acercó a mí, no pude evitar ponerme nervioso, claro ya la conocía, de lejos, pero la conocía, así que era normal que me sintiera así al verla frente a mi.

– Hola, soy Sakura Kinomoto. - se presentó sonriéndome y tendiéndome la mano.

Ella al ver que no hacía nada, tomó mi mano y me volvió a hablar.

– ¿Tú cómo te llamas?

Ante ese gesto no pude evitar sonrojarme y ponerme más nervioso. Empecé a balbucear, me solté de ella y cuando menos me di cuenta ya estaba corriendo lejos de ella ignorando sus gritos.

Llegué al Parque Pingüino después de huir de ella, siempre me había considerado valiente, pero creo que nunca me habían puesto a prueba para saber si era cierto. Me senté en una de las tantas bancas que se encontraban ahí mientras lamentaba mi patética vida.

Por estar tan inmerso en mis pensamientos no me di cuenta que alguien se sentaba a lado mio hasta que esa persona habló.

– Oye corres muy rápido - voltee sorprendido al reconocer la voz.- pero no tanto como para vencer a la mejor corredora Sakura Kinomoto.

Maldijo internamente al olvidar su buena condición física y que sería capaz de alcanzarme, si se lo propusiera.

– Me sorprende que tengas un buen rendimiento físico. - volvió a hablar.- Teniendo en cuenta que no estás en ningún club.

Ella me miró esperando que le contestara algo, pero no se me ocurrió que decirle, es en estos momentos donde lamento no ser tan sociable.

– Entonces ¿me dirás tu nombre o tendré que llamarte lobo solitario?

Lobo solitario, vaya si que me describe bien, no sé si sentirme ofendido o alguna otra emoción.

– Li. -murmure y ella me miró confundida, supongo que no escuchó.- M-Me llamo Li Shaoran - volvió a hablar en un volumen normal intentando no mostrarse nervioso, aunque con lo caliente que siento el rostro creo que no lo logre.

– ¡Tienes un nombre muy lindo, Li! -exclamó emocionada.-

Ante ese comentario no pude evitar ponerme más nervioso de lo que ya estaba. ¿Cómo es posible que solo por verla emocionada mi corazón se haya puesto a latir como loco?

Desde ese día Kinomoto siempre me buscaba para pasar el rato con ella y sus amigos, aun se me complicaba relacionarme con los demás pero me tenían paciencia y eso era lo que me importaba.

Gracias a esa bella chica de ojos verdes, mis días en la escuela ya no fueron los mismos. Pase de ser un lobo solitario, a tener amigos que se preocupaban por mi, que me querían y que eran felices de tener mi compañía.

También conocí el significado de todo mi nerviosismo al estar cerca de ella. Quien iba a decir que terminaría enamorado de aquella chica desde la primera vez que nuestros ojos hicieron contacto.

Sin duda alguna, Sakura Kinomoto llegó para mejorar mi vida y no puedo estar más que contento de que eso haya pasado.

¡Hola! Hace tiempo que no publicaba una historia aquí, estoy trabajando en otros relatos pero quiero terminarlos para poder subirlos y así no hacerlos esperar por las actualizaciones. 

Le tengo un gran cariño a esta historia ya que tarde bastante tiempo en terminarla, pero necesitaba hacerlo, esta pareja es uno de mis primeros ship así que les tenía que escribir una historia realmente tierna, como son ellos.

Espero que les guste mucho.