Lisa:

No es nada, solamente un libro muy profundo, siento mucho preocuparte.

Jennie.

Jennie se encontraba tratando de meter la carta en el casillero a la hora de la salida cuando se dió cuenta de que Lisa se encontraba al lado de ella

la chica dió un pequeño salto hacia atrás y miró a Lisa

-Hola-Contestó en un pequeño suspiro, sus mejillas ligeramente rojas por ser descubierta en el acto a pesar de que ya era común entre ellas meter cartas en sus casilleros de ese modo.

-Hola, Jen-la chica sonrió, mientras abría su casillero y metía sus cosas, luego miró a la chica a su lado-. ¿Querés meter la carta? Estoy segura que te resultará más fácil así.

Una risa salió de la boca de Jennie, poniendo una mano en su boca para que no saliera a todo volumen; su risa era muy ruidosa. Lisa no pudo más que sonreír al verla más animada que la mañana.

-Creo que será mejor dártela en la mano Lisa; estás aquí en vivo y a todo color, prefiero aprovechar esta oportunidad-Contesta Jennie mientras extiende la carta hacía Lisa.

La chica rubia la toma y, tras darle una vista rápida, le dedica otra sonrisa a la chica.

-¿Te importaría quedarte un rato más aquí en la escuela? hoy viene el señor de helados y pensaba invitarte uno-y, antes de que la chica diga cualquier cosa, ella la interrumpe-. Se que ya estás mejor, pero esto no lo hago por completo por esta razón, de verdad me gustaría tener tu compañía por un rato para conocernos un poco mejor, fuera de las cartas, más humanamente.

Jennie siente su corazón saltarse un latido, una sonrisa asomándose a su rostro. Toma rápidamente su teléfono y mira la hora. Lisa esperando pacientemente esperando su respuesta mientras cierra su casillero

-Tengo media hora libre antes de ir por mi hermano a primaria ¿es suficiente?

-Más que suficiente-Dice Lisa mientras hacie una reverencia, invitándole a pasar primero para dirigirse a la salida de la escuela-. Este será un pequeño avance de nuestra cita a final de mes.

Jennie vuelve a soltar una risota, esta vez a todo volumen y sin inhibición