la última notita de Lisa bailaba entre los dedos de Jennie, tanto tiempo había jugado con ella desde aquella mañana que la encontró en su casillero que la pobre hoja de papel reciclado ya comenzaba a romperse.
Sus compañeras de clases sentadas en  a su alrededor hablaban de mil y un temas, y ella trataba de seguirles la plática a pesar de que no estaba poniendo para nada atención.

su mente y conciencia en aquel momento seguían atoradas en la mañana, en el momento exacto que había visto el pedazo de hoja. Cuando Momo y Irene vieron la notita pensaron en quitársela y tirarlo a la basura, pero cuando vieron los ojos de Jennie brillar con ella, decidieron dejar de lado su problema propio con Lisa.

El sentimiento cálido tras ver la letra de su amigo se había sembrado en su pecho y ni siquiera el nerviosismo por el increíblemente largo y difícil examen de geografía lograba reemplazarlo. A pesar de seguir  sintiéndose avergonzada por el incidente de aquel día —y que cuando lo recordaba le invadían ganas de patear a la chica—Extrañaba bastante a Lisa.

Y es que hace mucho que había dejado de ser solo una chica más de clase, ahora era probablemente uno de sus amigos más cercanos junto a Momo y Irene. También gracias a ella,  aunque fuera indirectamente, había comenzado a convivir con más personas, ¿Seria buena idea entonces perdonarlo de una vez por todas?
¿Quizá mejor esperaría a que ella diera también el siguiente paso?

Cuando finalmente levantó su mirada de sus manos, se dio cuenta de que Lisa estaba mirándola. Y luego intentó
hacerlo parecer como que estaba estudiando el mapamundi detrás de Jennie lo que puso una sonrisa burlona en los labios de ella.

—¿Ya se reconciliaron Jen?—Preguntó Joy.

Jennie simplemente se encogió de hombros, sin saber que decir. Nayeon tomó la mano de Jennie y la apretó con cariño, demostrándole su afecto mientras trataba de estudiar los movimientos de placas tectónicas.

De nuevo sus ojos se dirigieron a Lisa, quien ahora estaba estudiando sus apuntes y tenía audífonos puestos. Dio la vuelta a su libreta y, utilizando la última hoja, escribió un pequeño mensaje en la esquina inferior.

Arrancó el pedazo de papel y se lo dio a Woojin, su compañero de la fila delante de Nayeon.

Woojin se lo dio a Suzy, Suzy se lo dio a Sungmin y Sungmin finalmente se lo dio a su destinatario.

Lisa:

Lamento decirte que la suerte Jamas esta de nuestro favor.

Jennie.

Pd: ¿podemos esperar para tener una conversación hasta que los exámenes terminen?